🍭V E I N T I N U E V E🍭
Ya un par de días habían pasado, y faltaba poco para que el año acabará tan rápido que estaban pasando los días.
—Hoy me pondré a limpiar el ático, el año pasado no lo hice por falta de tiempo, pero es bueno limpiar la casa antes de que termine el año — habló la abuela.
Las tres estábamos desayunando, mamá estaba por irse al trabajo.
—Yo puedo ayudarte abuela, no tengo mucho que hacer — me ofrecí.
— Claro, tu ayuda sería muy buena, ¿Podrías limpiar el ático? Con mi edad dudo que pueda subir esas viejas escaleras —
— Claro, cuando terminemos de desayunar me pondré en eso.
Mi madre me sonreía mientras asentía, ella miro el reloj y se paró de inmediato al ver la hora, pues ya se le hacía tarde.
Nosotras dos terminamos de desayunar más tranquilamente. Platicábamos un poco de lo que se tendría que sacar o quedarse, la abuela tenía una tradición, que era tirar lo que ya no se usaba u ocupaba espacio.
Decía que de esa manera las malas vibras se irían.
— Me pondré a limpiar ya, para terminar pronto... — el timbre sonó.
Sonriendo fui a abrir, pues sabía a la perfección quien podría ser.
—Hola, ¿llego en mal momento ? — sonriendo niego, imposible que llegue en mal momento.
—No, tranquilo, pasa —
Me hice a un lado, él entró y yo cerré la puerta. Vi como se le quedaba mirando a una tina con algunos trapos y desinfectante.
— ¿ Que es todo éso? ¿limpiarán la casa? —
— Ah si, pero yo iré a limpiar el ático, la abuela no puede subir, ella quiere sacar lo que no sirve —
— Yo puedo ayudarte —
— Muy bien, entonces manos a la obra — arremange mi blusa y tome la tina para después caminar al ático.
Subimos al segundo piso, donde caminamos por el pasillo y después tiré de una pequeña cuerda, jalandola toda y haciendo que bajará una escalera de madera. Subí primero y detrás Jimin, prendí la luz. Apenas e iluminaba.
— Podemos primero sacar los muebles rotos, sacar cajas vacías y acomodar todo en alguna esquina, apenas y se puede caminar, cuidado por donde pisas —
Y tan pronto como termine de decir eso, escuche un golpe en seco, Jimin se había caído, rápidamente fui a ayudarlo.
— Ya me di cuenta, esto parece una trampa mortal — sonreí divertida.
—Ten más cuidado, ¿te lastimaste? —
— No, estoy bien, yo iré bajando las cajas vacías, puedes ir poniéndome las cosas que quieres que baje aquí y lo haré — señalo la orilla de la entrada.
Asentí.
Pronto empezamos a hacer éso, mientras ponía lo que ya no servía, el bajaba las cosas, poco a poco hicimos un camino para poder llegar hasta el final. La abuela tenía demaciadas cosas, algunas de plano ya no servían, espejos rotos y algunas sillas que le faltaba el asiento o el respaldo. La mitad, podía asegurar, que era basura.
—Ah, Dani, ¿no hay algún cordón por aqui? Así podría apilar las cajas y atarlas, y bajarlas todas de una vez, terminaría más rápido —
Jimin subió de nuevo, volvió a tropezar pero esta vez se escuchó un clic.
— Ah, Jimin ten cuidado con el seguro de la puerta, se puede cerrar por... —
Tarde, escuchamos el ruido de la escalera subiendo y atrancandose. Con la poca luz del foco, pude ver a Jimin preocupado.
Fui hasta él, me agaché para poder abrir la puerta de nuevo.
—Rayos, creo que solo abre por fuera, ¡Abuela! — la llamé, pues era la única que estaba en casa. —¡Abuela, estamos aquí arriba! —
Pero no había respuesta, escuche una melodía proviniendo de la parte de abajo, rodé los ojos, ella estaba escuchando música de sus años, por eso no me escuchaba.
— Jimin, tal vez si gritamos los dos pueda escu... ¿Jimin? — lo miré mejor, su semblante estaba pálido y estático en su lugar.
Me levanté y fui hasta él, toque su rostro, sentía unos leves temblores.
— Jimin, ¿todo esta bien? — pero apenas termine esas palabras y la luz del foco se apagó.
Dios, todo estaba en nuestra contra, me dirigí hacia el apagador y moví el interruptor pero no prendia, al parecer se había fundido. Suspiré resignandome.
Fui como pude hacia Jimin y este al sentir mi tacto me abrazó fuertemente, su cuerpo temblaba un poco. Abrí los ojos a más no poder.
—Jimin, tú... ¿le temes a la oscuridad? — me atreví a decir.
Pero no respondió de inmediato, pero a cambio sólo asintió y se a pegó más a mí.
— Tranquilo, todo esta bien, yo estoy aquí, ven — lo dirigí hacia la orilla pegados a la pared, donde ambos nos sentamos. Saqué mi teléfono para poner la lámpara. — Mira, esto servirá un poco, tranquilo —
Nunca había visto a Jimin así, tan vulnerable, tan desprotegido. Me preocupaba.
Guardé silencio por minutos, no sabia que decirle, no sabia como actuar, pero si sabia como se sentía pues yo le temía a los truenos y supongo que es igual, el mismo miedo. Poco a poco pude sentir como su respiración se empezaba a regularizar.
Lo miré, tenia sus ojos cerrados, sostenía mi mano como si dependiera de eso, pero su rostro ya no estaba deformado por el miedo, al menos ya no tanto.
— Lo siento, yo... le temo a la oscuridad, desde pequeño —
— No te preocupes, todos tenemos un miedo, yo lo tengo, y el que le temas a la oscuridad no te hace diferente —
— Gracias por comprender, es solo... es solo que este miedo me supera, lo he querido superar, pero... —
— ¿Desde cuando le temes a la oscuridad? — puse toda mi atención en él.
— Creo que desde los seis años, no recuerdo bien, pero si recuerdo el porque le temo —
— Puedes contarme, te escucharé —
Él preciono sus labios en una perfecta línea, lamió su labio inferior y después soltó el aire.
—Tendré que contarte todo desde el principio, pues para tener miedo a la oscuridad hubo un detonante — asentí. — Yo, bueno, mi madre y yo vivimos solos en una casa, mi padre la abandonó por una prostituta, mi madre me sacó adelante sola, no me quejo, jamás me falto nada, tenia todos los juguetes que yo queria, tenia la mejor ropa y las mejores comidas, pero había algo que me faltaba, en ese tiempo no sabia que era, hasta que lo vi, por la ventana de mi habitación. Una pareja sonriendo felices, ambos tomaban de la mano a un niño quien sonreía feliz, los envidie, envidie a ese niño, en ese momento quise ser él. — su voz fue un susurro en esa frase, sentí una opresión en mi pecho, prosiguió. — Me di cuenta que, lo único que tenía eran objetos que intentaban remplazar lo que a mi me faltaba, mi madre me había contratado una niñera, ella era buena conmigo, pero yo quería a mi madre, quería que ella me pusiera aunque sea un poco de atención, y se lo dije, pero ella solo me contesto: "Estoy ocupada, el dinero no crece en los arboles". —
Jimin sonrió triste y negó, tal vez recordando esa escena. Yo también la imaginé, a un pequeño Jimin, de mejillas sonrojadas y de rostro angelical, mirando por la ventana con envidia a ese niño, una escena que dolía hasta el alma.
— Siempre trate de hacer lo mejor posible para no hacer preocupar a mi madre, trataba de hacerle galletas y un poco de café con la ayuda de mi niñera, para cuando ella llegará me felicitara, pero el café siempre se quedaba frío, y las galletas se ponían duras de tanto esperar. Siempre espere un te quiero de ella, siempre espere a que ella entrará a mi habitación y me diera las buenas noches, pero eso jamás pasó. Un día, se suponía que mi madre descansaria, la niñera se había tomado el dia libre, una llamada hizo que mi madre saliera de casa, dejándome sólo y diciendo que ya era un niño grande y podría cuidarme sólo. Me sentí feliz, en parte, porque ella confiaba en mí. —guardo silencio por unos segundos, paladeo un poco. — Grave error, jamás se deja a un niño solo, ese día, estaba viendo televisión en la sala, la casa es grande, y ese maldito día se tuvo que ir la luz, era la primera vez que pasaba eso y yo estaba solo, no había lámparas a mi alcance, sabía que prender fósforos era peligroso, por eso no lo hice, no tenia como iluminar, estaba tan oscuro, ¿que esperaban? Era un pequeño niño, lo único que hice fue quedarme en el sofa, temblando y llorando, sólo esperando la llegada de mi madre... — de repente frunció el ceño. — Los años fueron pasando, ese miedo ahí estaba, había quedado como un trauma, dejé de esperar ese amor de mi madre, y empecé a vagar por ahí, poco a poco fui conociendo a los chicos, y fui tomándoles cariño, siempre cuidandome y yo a ellos, Seokjin hyung, él fue quien mas se preocupo por mí, todos tenemos un pasado oscuro, me hice a lo que era, pero después te conocí — su mirada se suavizó un poco, me sonrió. — Siempre me llamaron la atención las chicas que tenían Buenos pechos, las que se arreglaban bien y las que cuidaban su cuerpo, pero tú, eras todo lo contrario, tú siempre serás mi excepción favorita, esa regla que he roto varias veces, eso que negué, lo inimaginable, eso a lo que dije nunca pasará — su mano tocó mi mejilla.
Cerré mis ojos, sintiendo su suave caricia, sus labios tocaron los míos, por un momento olvidamos donde estabamos, por un momento solo fuimos él y yo.
Aun con los ojos cerrados, coloqué mi frente en la suya, sintiendo su respiración.
— Yo... no sé que decirte, es cierto que todos tenemos un lado oscuro y triste, pero solo nosotros podemos cambiar eso, nosotros podemos decidir si dejamos que nos afecte o no, hoy nos quedamos encerrados y en completa oscuridad, pero yo lo tendré como mi mejor recuerdo, ¿sabes por qué? — él negó, intrigado. —Es fácil, será uno de mis mejores días sólo porque estas tú, tú también puedes decidir si remplazar ese recuerdo triste por esté, así, cada vez que estés en la oscuridad podrás recordar el día en que nos quedamos encerrados pero juntos — sonreí.
Pude ver como sus ojos se abrían mucho, sus labios los apretó un poco, tanto, que fue un gesto algo cómico.
—Jamás me dejas de sorprender, tu forma de ver todo, siempre intentas buscar el lado bueno de todo, siempre miras las mejores cosas, eres maravillosa —
— No lo soy, sólo es algo que aprendí con la vida, es como dicen, si ese árbol te da limones, aprende a hacer limonada, por eso, si la vida te da golpes, aprende a contestarle de la mejor manera, viendo lo mejor de éso y no dejándote caer —
Yo misma me sorprendía ante mis palabras, pues no sabia que podía llegar a dar estos consejos. Yo misma a veces me quejaba de la vida, incluso llegué a pensar en abandonar la vida, pero eso cambió, ahora quería vivir, vivir más y pasar más tiempo con Jimin.
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Bueno... nha, no tengo nada que decir, oh sí, que la portada fue cambiada, ¿que opinan? Y que tal vez en un rato estaré subiendo una historia Taekook, espero le den amor como a esta historia. La pueden encontrar en mi perfil.
(Si es que la publico)
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