UNO
-¡Callate, jamás entiendes! ¿Cuantas veces te he dicho que quiero la comida lista cuando llego? ¡¿CUANTAS!?-
Un golpe seco escuche, mis lágrimas recorrían mis mejillas, no podía hacer nada, quería pero no podia, mis piernas estaban entumidas. Mi cuerpo no me hacía caso.
-Por favor, perdóname - esa era la voz de mi madre.
- ¡Callate!-
Más golpes se escucharon, sentía mis manos temblar.
Como pude me levanté del suelo donde estaba, abrí la puerta y salí lentamente, para bajar y encontrarme con mi madre en el suelo y mi padre encima de ella, golpeándola con el puño cerrado.
- Por favor, ya no la golpees más - suplique llorando.
- ¿ Ah? Mocosa insolente, ven acá - mi padre dejo de golpearla para dirigirse a mí.
Intenté regresar a mi habitación, pero éste agarró mis cabellos y me jaló bruscamente.
Un sollozo junto con una queja mía se escuchó, dolía su agarre.
- Te voy a enseñar también a ti, maldita bastarda-
Me tiro escaleras abajo, daba gracias a dios que solo faltaban dos escalones, caí en el suelo. Mi madre más adelante de mi lloraba, su rostro tenía sangre, ella extendió su mano hacia mí.
No pude alcanzar su mano, mi padre me dio una tremenda paliza, de golpes en la cara y también a mi estomago, sólo quería que parará, ¿por qué nos hacia esto a nosotras?
-Con esto entenderás a no meterte donde no te hablan, maldita perra, no me hables con esas confianzas, ni siquiera tu maldito padre soy- estaba furico.
Y mientras hablaba él seguía golpeandome.
Tenia razón, no era mi padre pero lo conocía desde que tenía cinco años, técnicamente lo era, antes no era asi, antes él era amable y siempre sonriente, siempre consintiéndonos a ambas, sólo hace un par de años atrás empezó con esta terrible agresividad, más de una vez mi madre había parado en el hospital.
Mi verdadero padre murió cuando apenas y tenia un año, se fue dejándonos solas.
Mi padre dejo de golpearme y se levantó, por último me dio una patada en el estomago y salió de la casa dando un portazo.
Yo respiraba agitadamente, me dolía mi rostro y mi estómago.
- Hija, ¿estas bien?-
¿En serio mamá? No estaba bien, me habían dado una terrible paliza.
- Sí, estoy bien- susurre.
- Lo siento, si yo hubiese hecho la comida antes...-
Trate de enderezarme en el suelo, con una mano sujete mi estomago.
- Mamá, sabemos que eso no se arreglará asi, un día te matará y a mí también -
- Lo siento tanto- sus lágrimas bajaban, mezclándose con la sangre seca de su rostro.
- Tenemos que irnos y dejarlo, veremos como salir adelante - me acerqué un poco a ella limpiando sus lágrimas con mi mano.
- No podemos, le debemos mucho, él cuido de nosotras...-
- Mamá, tu no lo amas y él tampoco a nosotras, vamonos, ya no le debemos nada, él solo nos golpea por que sí, vamonos-
Tome sus manos desesperada, teníamos que salir de ahi, alejarnos de ese hombre.
Ella negó llorando, yo suspiré haciendo una mueca, si ella no se iba yo tampoco, no podía dejarla sola con esa bestia en casa.
Tenia mucho miedo, demaciado como enfrentarlo como se deve, sólo quería darle a mi madre un poco de felicidad que se le fue arrebatada por esa persona violenta.
"Hola hermosas, les tengo una historia nueva, espero y les guste, aquí cambiaré la personalidad de nuestro lindo Jimin-sshi, ¿por qué?
Porque quería jaja okno, bueno, es una historia y todo pasa, así que... veremos como sigue lo demás. ..
Aquí tienen, una paleta por leer.🍭"
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