La fiesta empezaba a animarse cada vez más, pues empezaba a llegar más gente. Las horas pasaban, ya eran las diez de la noche y esto se sentía tan irreal.

—¿Te estás divirtiendo? — giré a mirar a Jin, quien se había sentado a un lado mío.

Mientras los chicos hacían de las suyas, yo había optado por sentarme en el sofá de piel de color negro, mientras veía como ellos se divertían.

—Sí, es la primera vez que vengo a una fiesta — acepte avergonzada.

—Vaya, entonces hoy tenemos que hacer que ésta sea una de las mejores fiestas — sonrió arrugado un poco su nariz.

—Ya lo es, la verdad es que me estoy divirtiendo demasiado, ver como sonrien, como se llevan tan bien, incluso el ver como Namjoon de vez en cuando se exaspera al ver tanta gente en su casa, todo es tan... cálido, es agradable —

Mire a los chicos de nuevo, quienes ahora competían por ver quien comía más pastel, si Taehyung o JungKook.

—Comprendo eso, estar rodeado de ellos es tan reconfortante, tanto que te incita a cuidar esa felicidad... la comprendo — Jin miro hacia los chicos con añoranza.

Ambos guardamos silenció, aún seguíamos rodeados de esa música a todo volumen, pero en nuestra burbuja sólo podíamos escuchar las risas de aquéllos seis chicos.

—Jimin a cambiado — habló de repente, haciendo que toda mi atención se dirigiera a él.

— Yo lo veo como siempre —

Negó y luego sonrio, pero en ningún momento dejo de mirar a esos revoltosos chicos.

—No, él a cambiado, últimamente sonríe más, ya no se mete en muchos problemas, ¿sabes cual es su fama en la escuela? —asentí. — Bueno, esa fama la gano gracias a su terrible humor, si alguien le decía algo, él saltaba hacia el contrincante sin pensarlo, creo que... parecía un animal salvaje, era... aterrador. Muchas veces lo vimos con huesos quebrados o heridas, todo por meterse en peleas que a veces no le incumbian — Seokjin suspiró , como si recordará algo de repente.

Gire a mirarlo, Jimin sonreía alegremente mientras estampaba  un pedazo de pastel a Taehyung, quien parecía estar a punto de devolver todo. ¿Enserio había cambiado? Yo lo veía normal, igual que siempre.

—Por favor, Dani, no lo juzgues sin antes de conocerlo bien, él en verdad la a pasado mal... no digo que lo que te hizo estaba bien, pero ahora él... creo que desarrolló un lazo fuerte hacia ti, no soy nadie para hablar de esto pero... creo que el detonante de ese carácter en él es su madre... —

Lo interrumpi.

—¿Él odia a su madre? —

Sonrió calidamente negando.

—No sé trata de odio,  ni de resentimientos, ni mucho menos coraje, creo que lo de él es una cuestión de decepción, por estar siempre esperando algo que él estaba dispuesto a dar, amor, él solo quería un poco de amor y comprensión,  en serio, Jimin era un hermoso niño angelical, si lo hubieses visto, entenderias a lo que me refiero — guarde silenció.

No podía articular palabra, pues me estaba enterando de algo de suma delicadeza para Jimin. De algo de lo que estaba completamente segura, es que si tenia sentimientos buenos en su corazón, pues veía a sus amigos como hermanos y siempre los cuidaba, además de siempre hablar cosas buenas de ellos.

Después de esa charla que me hizo conocer un poco de Jimin, Seokjin decidió unirse a los demás, dejándome sola en el sofa, aun tenía ese sabor amargo en mi boca, por haberme  enterado de algo que tal vez, Jimin no quería contar.

La casa estaba a reventar por la multitud de estudiantes, algunos les conocía y a otros no, pues empezaba a llegar personas que, al parecer eran universitarios, y yo no conocía.

Suspiré mientras jugaba con mis manos. No estaba aburrida, sólo que era algo apabullante todo esto, aun no me acostumbraba.

—¿Por qué tan sola hermosa? — una voz desconocida para mí, hablo tan cerca que pude oler el aliento alcohólico de éste.

No contesté sólo lo miré de reojo haciendo gestos.

—¿Quieres algo de beber? Toma, tengo una cerveza — me tendió una botella de color marrón.

Mire esa botella con asco, la verdad es que su olor era fuerte. Lo alejé de mi vista.

—Yo no bebo, gracias — hable por primera vez.

Decidí levantarme e ir con alguno de los chicos, estaría más segura con ellos.

Pero fui detenida en el acto, pues la mano del desconocido sujetaba mi muñeca.

—Hermosa, vamos a bailar, así te divertirás — sonrió de manera arrogante mientras jalaba de mi brazo.

—No gracias, ahora sueltame — forcejeó conmigo, haciendo que algunas personas miraran hacia nuestra dirección.

Habíamos llamado la atención de varios.

Una mano se posó sobre la de aquel chico insistente.

—Ella dijo que no quería ir, así que sueltala — la voz de Yoongi me hizo estremecer, nunca lo había escuchado hablar tan cerca de mí.

—¿Quién eres tú, pequeño mocoso? —

Aquél tipo río de manera burlona, sí, él era más alto que Yoongi, pero aun y así, en mi opinión personal, yo seguía temiendole más a él.

— Yo puedo ser tu peor pesadilla si no la sueltas — su voz salía tranquila, pero a la vez de una manera oscura.

—¿Que pasa aquí ?— la voz de Jimin me hizo tragar en seco.

Pues sabía que nada bueno se veía venir.

La música de un momento a otro se detuvo e hizo que todos los presentes miraran hacia nuestra dirección, los alumnos de nuestra escuela miraban la escena horrorizados y yo también lo estaba.

—Veras, pues por andar perdiendo el tiempo por ahí, alguien más viene y quiere flirtear con tu chica — sonrió con sorna hacia el chico que aún sujetaba mi mano. Su voz salió sarcástica.

Otro tipo se acercó hasta donde estabamos, al parecer amigo del que me sujetaba de la mano. Al mirar a Jimin, su color se fue por completo.

—O-oye, déjalo ya, si valoras tu vida... — empezó, pero fue interrumpido.

— Espera, no estoy haciendo nada malo, sólo vi a esta chica y resulta que este mocoso enclenque viene y dice mierda y media —

Yoongi se tensó al escuchar eso. Jimin le puso una mano a su mejor amigo sobre su hombro, como diciendo 'yo me encargo'

Unas risillas pude escuchar, JungKook, Hoseok y Taehyung, se reían por lo bajo, pues ellos conocían a su mejor amigo. Parecían disfrutar de la escena, yo solo quería que alguien detuviera ésto.

—Oye tú, tenemos más de cinco minutos aquí y no veo que sueltes la mano de mi chica, y sí, ella no estaba sola, es mi chica y la hermana de todos ellos — señaló al pequeño grupo de chicos que miraban la escena.

Algunos sonriendo y otros soló mirando serios.

—Sigo sin entender porque arman tanto revuelo, mocosos imbéciles, son unos enanos y se atreven a hablarme así, dime tu nombre mocoso, al menos quiero recordar el nombre de a quien le partiré la cara — sonrió con altanería.

—¿Quieres saber mi nombre?  Pues bien, soy Park Jimin, al parecer nadie te advirtió nada, pero odio que toquen lo que es mío, así que también odio que se metan con los míos, ¿Me partiras la cara a mí? — Jimin se burló pues ese chico palideció al escuchar su nombre. — No, ya lo sabia, ahora, los que no son de nuestra escuela, que se vayan largando ya, y no lo repetiré dos veces —  chasqueo sus dedos.

Eso fue la alarma para que todos los presentes se fueran retirando, quedando pocos alumnos de nuestra escuela, pues algunos tenían miedo.

—Los que quedaron, sigan disfrutando, que aquí nada pasó —

La música empezó a sonar de nuevo, y así todos volvieron a lo suyo. Al menos ellos, porque los chicos se reunieron con nosotros.

—Vaya, ese tipo si que tiene suficientes hue... —

— Che! JungKook, ¿Cuantas veces se te va a decir que tú no digas palabrotas? — Hoseok lo regaño, pero después ambos rieron.

Jimin me miró, yo seguía nerviosa, pues me había asustado demaciado.

—¿Te hizo algo? — sus ojos estaban oscuros.

Negué suavemente.

—Yoongi, gracias por lo de... —

— Sí,  como sea, sólo dejen de dar problemas, sólo quiero estar tranquilo y vas tú y te metes en problemas —

Yoongi miro aburrido hacia un lado, pero una tenue sonrisa apareció por sus labios, la cual se esfumó rápido.

No estaba siendo sincero.

Un par de horas más duramos en la fiesta, pero después le dije a Jimin que comenzaba a tener sueño. Ambos nos despedimos de los chicos, Jimin me acompañó a casa. Ambos estábamos en silencio, y la verdad lo agradecia, pues no tenia muchas ganas de hablar.

Cuando llegamos a mi casa, me dejó en la puerta de ésta. Nos quedamos en silenció, sin mirarnos directamente a los ojos.

—Hoy... estabas realmente... hermosa — musito en  voz baja esto último.

Levanté mi rostro, sólo para encontrarme con un Jimin sonrojado.

—Muchas gracias —

Asintió, rasco un poco su barbilla.

—Sí, bueno, lamento que terminara así las cosas, es solo... —

— No, esta bien, quitando eso, me divertí mucho hoy, muchas gracias por todo —

— Hum —

Su sonrojo hacia que yo también me sonrojara y me pusiera nerviosa.

Vamos, que me estaba sintiendo como una chiquilla enamorada.

Jimin empezaba a despertar algo en mí, algo que tal vez podría lastimarme.

Hola!  Pues aquí me tienen de nuevo, pues como vieron Jimin era un hermoso angelito cuando era pequeño, ahora es otra persona, pero... ¿Ella lo podrá cambiar?

Se vienen algunas cosas un poco... sorprendentes, la verdad es que aún estoy indecisa, pero... bueno, ya lo verán después.

Nos vemos en el otro capítulo, gracias por leer.