Miré a Hoseok, quién tenía su cara pálida.

-¿Que haces aquí? - su voz salió un poco dudosa.

-Regresé apenas ayer, ¿no estás feliz de verme, Hobi? - el chico sonrió de manera socarrona.

Hoseok se acerca hasta mi oreja.

-Vete, y no digas nada, solo sigue derecho - lo miré sin entender nada.

-Qué... - Aquél chico me interrumpió.

- Hobi, ¿no me presentaras a la hermosa chica? -

El tipo sonrió enseñando sus dientes blancos. Cuatro chicos, detrás suyo, rieron también.

-Ella ya se va, déjala fuera de ésto -

Por primera ver, Hoseok se puso frente a mí, cubriendome con su cuerpo.

-¿Es tu novia? Tenía entendido que tú estabas yendote por el otro lado -

Hoseok guardo silencio, pero no se alejó de mí.

- Sólo es una compañera de escuela, ahora, sólo déjala en paz - la voz de él sonó más como súplica.

¿Que pasaba?

Aquél chico, quien tenía cabellos rojos como el fuego, se acercó hasta nosotros a paso lento, haciendo que Hoseok se tensara en su lugar.

-Hobi, ¿fuimos amigos, y aun no entiendes las cosas? Tú nunca debes de darme órdenes -

Posó sus dos manos en los hombros tensos de Hoseok, y lo aventó hacia el suelo, cayendo frente a aquéllos tipos que venían con el pelirrojo.

Él levantó su mano haciendo una seña a sus amigos, éstos sonrientes se acercaron a él, golpeándolo fuertemente.

-¡Hoseok! - grité, intentando ir en su ayuda.

-Tranquila, princesa, tú te quedas aquí -

- No, sueltame... ¡Hoseok! - intenté arremeter contra aquél pelirrojo.

Estaba desesperada, estaban golpeándolo brutalmente, patadas tras patadas, puñetazos, sólo escuchaba los golpes secos que acertaban en su delgado cuerpo. Unas lágrimas de desesperación salieron de mis ojos.

-Diles que se detengan, él es tu amigo, lo dijiste, ¡Has que se detengan! -

- ¿Mi amigo? Claro que no, ¿Quién sería amigo de esa cosa? Ése enfermo merece que le den una lección, haber si así deja de pensar que los chicos son lindos - miro con asco hacia Hoseok.

- ¡Cállate! - grité, agarrando valor para poder hacer lo que estaba a punto de hacer

Hice mi pierna hacia atrás, y con la rodilla golpeé su entrepierna. Él me soltó y se tiró al suelo por el dolor.

-¡Si no se alejan llamaré a la policía y mostraré ésto !- grite tomándoles fotos.

Aquéllos tipos salieron corriendo dejando a aquél tipo pelirrojo tirado, aún retorciéndose de dolor.

-Hoseok - Corrí hasta él, tirandome en el suelo, sin importar que con eso mis rodillas se rasparon.

¿Pero que era un pequeño raspón a comparación de los golpes de mi amigo? Nada.

Tomé su rostro entre mis manos. Su rostro sangraba, estaba lleno de tierra y su playera blanca tenía manchas de sangre también.

-Hoseok - lloré, pues el sentimientos de culpa por no poder ayudarlo rápido me lleno por completo.

- Estoy... estoy bien, no llores - trato de sonreír, pero solo provocó que se lastimará más.

-T-Te voy a llevar a casa, resiste un poco, por favor-

Cómo pude lo levanté e hice que se apoyará en mí. Tenía que apurarme.

-Me las van a pagar... maldita bastarda, tú más que nadie me las pagará - habló forzadamente.

Tragué saliva.

-No te tengo miedo, personas como tú no merecen la pena, eres una bestia -

Y claro que sí tenía miedo, tenía demasiado. Pero ahora mismo, estaba enfadada y también asustada. La adrenalina corría por mis venas, así que no sabia lo que hablaba.

Me gire con Hoseok, empezando a caminar así hasta mi casa. Mi vista borrosa por las lágrimas, hacían más difícil todo.

A los minutos llegamos a casa, sorprendiendo a mi madre al vernos llegar así.

-Santo Dios, ¿que pasó? - mi madre me ayudó a depositar a Hoseok en el sofá.

-Unos tipos lo golpearon, mamá, ayúdame a curar sus heridas - pedí mientras limpiaba mis lágrimas.

Rápidamente mi madre fue por el botiquín de primeros auxilios. Yo intente limpiar la sangre de su rostro, mientras mamá le hacía un chequeo rápido, sólo para serciorarnos si no tenia alguna fractura.

-Deberíamos llevarlo al hospital - sugirió mamá.

-No, estaré bien... - hizo una mueca cuándo puse un poco de alcohol. - Sólo con esto es suficiente - me miró suplicando ayuda.

-Creo que no es necesario mamá -

- ¿Deberíamos hablar con tus padres? - mi madre lo miro por unos segundo para terminar de poner unas curitas.

-No están, se encuentran de viaje - su mirada parecía dolida, solitaria.

-Oye mamá, ¿puede quedarse hoy en casa? - pregunté, puse algunas curitas por su rostro para que las heridas no se infectaran.

-Claro, hablaré con la abuela aunque a ella no le molestará, iré a preparar un poco de té, avisenme si necesitan algo - asentí.

Ella se dirigió a la cocina dejándonos solos.

Un silencio se formó en toda la sala, sólo se podía escuchar el como yo estaba guardando las cosas de nuevo en la caja blanca que era el botiquín.

Un suspiro por parte de Hoseok me hizo mirarlo de reojo.

- Lo siento, por involucrarte en algo así - su rostro mostraba culpa, a pesar de que su labio estaba roto, así como su ceja. Aun estaba mostrando la culpa. -En verdad lo siento mucho, yo solo quería... quería que te fueras para que no vieras eso -

Deje la caja a un lado, y tomé asiento a un costado de él en el sofá. Lo miré por unos segundos antes de hablar.

- Hoseok, no te iba a dejar ahí soló, estas mal si pensabas así, aun no entiendo porque hicieron eso - toque su mejilla, con mucho cuidado.

-Es una larga historia - suspiró haciendo unas muecas en sus labios.

- Tengo todo el tiempo del mundo, por favor, puedes confiar en mí - tome sus manos, lo mire directo a los ojos.

Paso su lengua por sus labios, pude sentir un suave temblor proviniendo de su cuerpo. Al final suspiró y asintió.

-Hace algunos años, cuando estaba en secundaria, había un chico, el cuál era el que vimos hoy, cuando lo vi por primera vez pensé. "Wow, que chico tan atractivo " pues no lo podía negar, todas las chicas lo miraban y morían por él, yo... intente hablar con él, lo miraba siempre a escondidas, hasta que un día se dio cuenta, él habló conmigo por primera vez... - guardo silencio por unos segundos. Parecía que por su mente pasaba ese recuerdo. - Nos hicimos amigos, hablaba mucho conmigo y siempre me buscaba para salir a divertirnos, en verdad que yo la pasaba muy bien con él, pero... todo empezó a ponerse extraño para mí, ya que empecé a sentir cosas diferentes, un sentimiento extraño apareció, cada vez que estaba cerca de él o cuando me sonreía, podía sentir como mi corazón se volvía loco -

- Te habías enamorado - resumi yo.

-Sí, ¿Extraño verdad? Enamorado de mi amigo, y para acabar de fastidiar, era un hombre, yo no había mostrado indicios de que tuviera ese tipo de preferencias, pero creo que era porque en verdad nadie me había gustado tanto como para llamar mi atención así. Fue ahí cuando me di cuenta de que era gay, pero quería estar seguro, quería verificar todo, enserio que estaba realmente confundido, intente salir con chicas, pero solo llegué a verlas como amigas, más nunca como algo romántico, hasta que un día me arme de valor y... le confesé lo que sentía, le confesé que él me gustaba -

Calló, su mirada había oscurecido, parecía una mirada turbia. Era doloroso para él hablar sobre ésto, quería decirle que estaba bien, que lo entendia y no tenia porque seguir hablando de éso, pero Hoseok prosiguió.

-Él pensó que estaba jugando así que no tomo en serio mis palabras, pasaron los días y él lo fue notando más, pues cuando me tocaba no podía evitar sentirme nervioso y sonrojarme, además... me gustaban las cosas lindas y no las cosas rudas, creo que eso término de convencerlo, dejó de hablarme, hizo chismes hacia mis espaldas, todo se volvió una pesadilla... un día de regreso a casa, él junto a unos chicos me acorralaron, ellos empezaron a golpearme, cosas como 'eres una niña' ' me das asco' 'fenómeno ' y esas cosas fueron Lo que ellos gritaban y... fue ahí cuando conocí a mi ángel guardián - su semblante cambió un poco, paso de triste a una pequeña sonrisa en sus labios. - Jimin apareció de repente, enfrentando a tres chicos él solo, claro, Yoongi quien llegó a los minutos también ayudó, después de éso, nosotros nos volvimos inseparables -

-Ellos saben que... - no pude terminar, pues no quería decir ninguna palabra que pueda lastimarlo.

-¿Que soy gay? Sí, lo saben, ellos me apoyan, han cuidado de mi todo este tiempo, ellos en verdad se ganaron mi respeto y mi cariño, son mi familia -

Lo podía ver, podía ver como un Jimin enfadado por meterse con su mejor amigo, con su hermano, se ponía histérico. Y eso bastó para que toda la realidad golpeará mi mente. ¿Que haría Jimin al enterarse?

- Yo estaré siempre aquí, no me importa si te gustan mujeres u hombres, o tal vez un alíen, ahora eres mi amigo, y los amigos están para apoyarse en las buenas y en las malas, tenlo siempre en mente, Hoseok -

-Gracias, por todo, por cuidar de mí, por escucharme y no recriminarme - sonrió pero se quejó cuando eso hizo que se lastimará un poco el labio roto.

-No tienes que agradecerme nada, solo... estoy preocupada por algo - lo miré con preocupación.

- ¿Que te preocupa? -

- Jimin, ¿Qué pasará cuando se enteré? -

Él también hizo un gesto de terror pues sabía que su mejor amigo no se quedaría con los brazos crusados.

-Tienes razón, yo... creo que mañana no iré a clases y... buscaré una manera para... -

- Hoseok, no creo que esquivar más cosas sean la solución, es mejor decirles directamente y que sea lo que Dios quiera, yo estaré apoyándote siempre -

-Está bien -

Él solo asintió con pesar. Sabía que no quería causar problemas a sus amigos, pero si solo daba rodeos causaría un estrago más grande.

- Chicos, les traigo un refrigerio y té, adelante, coman -

Mi madre entró a la sala, su rostro mostraba una sonrisa cálida, pero la conocía, ella se estaba forzando a sonreír. Ella había escuchado todo, y lo confirmé cuando ella me miró y sus ojos brillaron como si quisiera llorar.

Nosotras más que nadie sabía lo que era recibir palizas cuando no lo merecíamos, sabíamos lo que era lidiar con bestias llenas de odió y rencor.

Lo juro, no pensaba actualizar, pero, en verdad estoy realmente feliz.

Son 1k de vistas, muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia. Mil gracias ¿que más puedo decir? Solo que estoy muy agradecida. Con ustedes, hermosas personitas.

Apenas empieza la historia, así que verán más cosas.

Y otra cosa, no tengo nada en contra de Hobi, yo lo amo, pero en verdad tenía que pasar esto, pues la historia se llama "Bullying " si no sólo la protagonista sufre de eso, sino que los chicos también, algunos.

Bueno, ahora si me voy, ya dije mucho y dudo que sigan leyendo hasta aquí.

Besos y abrazos.