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Pov. Jimin.
Miraba el teléfono esperando la llamada que, tal vez, llegaría en cualquier momento. Tamborileaba mis dedos en la madera de aquélla mesa, la cual estaba repleta de papeles, algunos mapas, una computadora y otras cosas más. Había tratado de rastrear su teléfono, pero al parecer el muy hijo de perras lo había apagado.
--Tranquilizate, no ganarás nada impacientandote-- no le hice caso.
Seguí sentado en aquella silla, me estaba volviendo loco. Más de una vez me tuvieron que retener pues estaba a nada de salir a buscarla. Habían pasado veinticuatro horas desde que Daniela desapareció. Después de hablar con 'Black' yo había seguido de largo y me había dirigido a la casa de Daniela. Haría el trabajo más difícil, le diría la verdad a su madre.
Cuando llegué, ellas estaban en la cocina, la abuela ya se sentía mejor. Me odié en esos momentos, pues fue gracias a mi pasado que, de nuevo, había metido en problemas a Daniela. Su madre jamás me culpo, solo me suplicó, con lágrimas en los ojos, encontrarla. Se lo juré, le juré por mi vida que la encontraría y la llevaría de nuevo a casa. Movería cielo, mar y tierra si era necesario. El timbre de mi teléfono sonando me hizo reaccionar de inmediato, asustando en el acto a los chicos.
--¿Sí? Dime que tienes noticias --
--"Las tengo, y son muy buenas. ¿Que tanto tardas en llegar hasta el centro?"--
--Puedo llegar rápido --
--"Bien, pues encontramos lo que buscabas, y sí, ella estaba con él, solo déjame decirte que..."--
--Bien, iré hacia allá y lo encontraré, lo mataré y lo enterrare tres metros bajo tierra-- siseo.
--"Jimin, espera, necesito decirte una cosa"--
--No tengo tiempo, saldré en este momento a buscarla, a ella y a él para hacerlo pagar--
Empecé a caminar con los chicos detrás de mí.
--"¡Que esperes, mierda! Tu princesa puede correr peligro si usas la fuerza bruta de inmediato "--
Y eso me bastó para quedarme de pie frente a la puerta del auto.
--¿A que te refieres?-- sentí como mi voz dudaba.
--"Ella esta a lado de él, pero tiene a personas que están cuidando de su espalda, cualquier movimiento equivocado y le tendrás que decir adiós"—
Sentí como mis manos empezaban a sudar, el teléfono en mi oreja estaba temblando ¿O era mi mano? No lo sé, pero sentí como alguien mas me arrebataba el aparato para después seguir hablando.
--Soy Jungkook, si, Jimin no puede atender ahora mismo, ¿Qué tienes planeado?... bien, si, nosotros tenemos lo necesario, si, lo controlaremos, muy bien, adiós—
Mire como Jungkook cortaba la llamada, me entrego el aparato. La pantalla ya estaba en negro.
--¿Qué...? — empecé, pero no pude hablar mucho, pues las palabras se habían quedado atoradas en mi garganta, tenia miedo, si, no por mi sino por ella.
--Esta todo preparado, 'Black' tendrá algunos hombres alrededor para controlar el área, nosotros llegaremos y entraremos, me dio la clave para entrar, tenemos que mantener un perfil bajo, entraremos solo dos personas, mientras los otros se mantendrán alertas...-- la voz de mando de Jungkook hablaba dando órdenes, se lo agradecí internamente, no tenia mente ahora mismo para preocuparme por eso, yo solo tenia cabeza para pensar en Daniela y en el peligro que estaba.
++
Por encima de mis lentes oscuros miraba a las personas que entraban y salían de ese restaurante, claro, no todos iban a comer, otros estaban yendo hacia la parte trasera de ese negocio, al lado oscuro.
--Vamos, no tenemos tiempo que perder—hable mirando a la persona que estaba a un lado de mí.
Jungkook asintió, ambos caminamos hacia el restaurante, pasando de largo de las mesas y dirigiéndonos hacia un hombre alto y moreno, que, a simple vista, parecía el gerente.
--Tenemos que hablar con él y darle la clave, así nos dejara pasar—susurro Jungkook cerca de mi oído. Asentí.
Así lo hicimos, fue Jungkook quien hablo, le deje al mando de eso, había puesto más atención que yo así que merecía algo de crédito en todo esto. Al principio nos habíamos opuesto en que el viniera conmigo, pues tal vez todo se podía poner feo. Él aun era menor y no queríamos que se arriesgara, yo no quería que se pusiera en peligro, pero al ver la convicción en sus ojos, no me quedo de otra que aceptar.
Después de aquel hombre nos dejo pasar por la puerta que parecía custodiar, pudimos ver que todo cambiaba y no era nada comparado al restaurante que, al principio y a simple vista, tenía buena música de fondo, buena iluminación y muy limpio. Este lugar era todo lo contrario, oscuro, solo iluminado por algunas luces en color neón, humo de cigarro y tal vez marihuana por todos lados, música fuera de lugar y personas viviendo como si no hubiese otro día. Ambos caminamos por entre las personas que parecían estar en otro mundo, esquivando cuando algunos querían acercarse a nosotros para ofrecernos bebidas y algunas sustancias nocivas para la salud.
Buscamos con la mirada por todo el lugar, tratando de encontrar algo que llamara la atención.
--Los encontré, mira con disimulo hacia allá—me señalo Jungkook con la cabeza.
Así lo hice, gire mi cabeza solo un poco, mire hacia un lugar en alto donde había varias personas, dos de esas personas fueron los que llamaron mi atención, si, ahí estaba ese bastardo abrazando a Daniela. Ella estaba vestida con un vestido tan corto y llamativo, cosa que a ella no le agradaba, se notaba que había sido obligada. Gruñí por lo bajo dando un par de pasos hacia ese lugar.
--Espera Jimin, tenemos que esperar la señal—
--No tengo tiempo para eso, Daniela esta que se muere de los nervios, tengo que ir por ella—
--Si hacemos un paso en falso, todo se puede ir a la mierda—
--Pues que se vaya a la mierda, yo no puedo esperar más, no puedo quedarme aquí de pie mientras ella esta allá arriba y desprotegida—
Me solté de su mano y empecé a caminar, escuché como bufaba y después sacaba su teléfono para decir. "Tenemos que proceder, se fue a la mierda todo".
Yo camine hacia ese lugar, subiendo las escaleras que me llevarían hacia el amor de mi vida, viendo como ese hijo de puta reía mientras mantenía su brazo alrededor del cuello de Daniela, ella se encogía de hombros. Algunos hombres estaban ahí, riendo y mostrando un maletín con demasiado dinero, poco me importo.
--Tal como lo prometí, aquí tienen a la chica—
--Aquí esta el dinero prometido, fue un placer hacer negocios—uno de los hombres hablo.
--Digo lo mismo, siempre es un placer—
Aquel pelirrojo empujo a Daniela a los brazos del hombre, ella soltó un grito que fue ahogado por el gran ruido de la música.
--Fue bueno encontrarte, pequeña perra, con esto me doy por bien pagado por lo que me hicieron, disfruta tu nueva vida—rio a carcajada abierta, y no pude más.
Me lance hacia él, dándole un fuerte golpe en la cara, haciendo que se cayera al suelo. Daniela abrió sus ojos a mas no poder y grito mi nombre, los hombres que estaban ahí sujetaron a Daniela y dieron solo un par de pasos, hasta que yo me levante y les apunte con el arma que tenía.
--¿Dónde creen que van con ella? Suéltala o te reventare la cabeza— amenace.
Los hombres dudaron un poco, pero me hicieron caso. Soltaron a Daniela, ella corrió hacia mí, la recibí entre mis brazos. Ella se sujeto fuerte a mi cintura. Sollozaba.
Todo fue tan rápido, los hombres sacaron sus armas y me apuntaron, aquel pelirrojo hizo lo mismo después de levantarse, me sonreía mientras sobaba su quijada. Escondí a Daniela detrás de mí, como pude retrocedí un poco, pegándola hacia la pared, no baje el arma, aunque tal vez fuese inútil, eran tres contra mí, al menos me llevaría un par al infierno conmigo.
--Cometiste el grave error de entrar a este lugar pensando que podrías hacer algo, déjame decirte que este lugar esta fuera de tu mando, estas muerto, Park—le quito el seguro a su arma, le apunte a él, dejando que aquellos hombres me apuntaran a mí.
--Me iré de aquí directo al infierno, pero te aseguro que te llevare conmigo, hijo de perra—sonreí.
--Lo veremos—
Ambos pusimos nuestros dedos en el gatillo, pero antes de siquiera disparar, una fuerte explosión se escuchó. Tierra y algunos escombros cayeron a nuestro alrededor. Abrace a Daniela para protegerla un poco, sin dejar de apuntar con mi arma. Algunas risas que no conocía se escucharon, pero las voces si que las reconocí de inmediato.
--Como siempre, todos estos son unos brutos—
--Concuerdo contigo, Seokjin, no entienden el significado de "sigilo" son unos bestias—
--Bueno la cuestión es que entramos, yo me llevare este bebé a mi casa después de que esta mierda termine—
--YoonGi, son prestadas estas armas—
--No me quites la diversión, Namjoon—
--Tenemos que buscar a Jimin, esta por aquí, tal vez ese enterrado ya—
--Cállate, Taehyung—
--Jungkook, no calles a mi novio—
Si, esos chicos eran mis amigos. Una gran emoción me recorrió por todo mi cuerpo, después de todo llegaban en el momento correcto.
--¡Aquí! —llame. Pero eso solo valió que diera mi posición, un disparo que paso a un lado de mi rostro se escucho por todo el lugar, sentí algo caliente en mi mejilla.
Dispare al lugar donde había salido esa bala, escuche un gruñido, mas disparos por todo el lugar. Esto se había salido de control.
--¡Que empiece la fiesta! —era la voz de YoonGi, como siempre, un sádico.
Tenía demasiado tiempo que no estábamos juntos en algo así, nosotros siempre habíamos tratado de no meternos en este tipo de problemas, pero cuando era necesario lo hacíamos. De un momento a otro me encontré rodeado de mis amigos, cuidando mis espaldas, sonreí, incluso Hoseok y Seokjin hyung, que normalmente eran personas pacíficas, estaban en esto.
--¡Saca a Daniela de este lugar, nosotros te cubrimos! —
--¡Gracias! —
Sujete la mano de Daniela y la arrastre fuera de toda esa mierda, se podría decir que todo había salido bien.
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