Capítulo 9
Después de aquella tarde noche con Yoongi en su apartamento nada volvió a ser lo mismo. Tanto uno como el otro buscaba una excusa para vernos o reunirnos en su despacho. Simplemente hablábamos durante horas o si no podíamos vernos por el trabajo nos mensajeabamos con cualquier excusa para seguir con nuestras intensas charlas sobre cualquier tema.
El mismo jueves de esa semana mientras Taehyung divagaba sobre cómo le apetecía celebrar el cumpleaños de Jin que todavía no había aparecido por la oficina yo aproveche para mandarle un mensaje a nuestro querido jefe con una estúpida sonrisa plantada en mi cara.
Al contrario de esos últimos días, no me contestó al momento así que supuse que estaría ocupado y continué con mi trabajo durante media hora mientras charlaba con mi amigo que peleaba con su ordenador para terminar unos informes a tiempo.
-Voy a subir a entregarle estos documentos al jefe-anunció con entusiasmo mientras se levantaba. Miré con pereza la pantalla de mi móvil. Vacío. Me puse en pie yo también mientras terminaba de mandar unos documentos a la impresora.
-Yo también tengo que subir, espérame que imprima todo y subimos juntos-anuncié en alto.
Mi amigo me miró con una sonrisa y en voz baja me recriminó que ya no sabía que excusa inventar para ir a ver al jefe. Aunque le empujé refunfuñando tuve que darle la razón silenciosamente. Ya no sabía qué inventar y cómo paliar las ganas de compartir momentos con él.
Me encontré en la impresora metiendole prisa como si por mi causa fuese a ir más rápido pero tarde cerca de cinco minutos más en acabar de imprimir todo el bloque de folios y ordenarlos para poder subir a ver a Yoongi con Tae.
Caminamos uno al lado del otro hacia el ascensor pero en el último momento nos desviamos hacia las escaleras para subir andando. Vi a Tae titubear un par de veces como si intentase decirme algo y avanzamos por las escaleras durante unos minutos hasta que se decidió a hablar.
-Quería hablar contigo desde esta mañana pero no quería hacerlo delante de los demás en la oficina-anunció mirándose los pies.
-Tu dirás-dije instándole para que continuase. Lo vi dudar de nuevo.
-¿Has notado a los demás algo extraños?-preguntó mirándome directamente a los ojos. Me quedé quieto un segundo en las escaleras y él paró un par de escalones más arriba.
-No, estuve hablando ayer con Hobi y estaba como siempre, con su entusiasmo habitual- expliqué haciendo una pausa- Aunque si es cierto que el otro día cuando estaba en casa de Yoongi después de cenar recibió una llamada y se quedó muy serio, pero no le di importancia porque él es así y yo ya me marchaba cuando eso pasó-añadí mientras emprendíamos de nuevo la marcha escalón a escalón hacia el último piso. Vi a mi amigo fruncir el ceño como si mi explicación no le sirviese de mucho. -¿Por que?¿Tu has notado algo?- volví a preguntar con curiosidad.
-No se Jimin...creo que pasa algo y no nos estamos enterando, es más, estoy seguro de que algo pasa. Jungkook lleva un par de días cortante y apenas me habla cuando de normal pasamos horas haciendo videollamada o mandándonos mensajes con tonterías o memes graciosos. Últimamente siempre me daba los buenos días o las buenas noches y desde el otro día es como si se hubiese olvidado de mí-explicó como si lo que acababa de confesarme fuese lo más normal del mundo
-Eso si que es raro, creo que es de dominio público lo loco que lo tienes-chinché pinchando su mejilla con mi dedo índice.
-Oh cállate ya-río.-Te lo digo en serio Mimi, ayer cuando le pregunte a Jin qué planes había por su cumpleaños me contesto un nada muy borde y me evito y no me he cruzado con Namjoon desde la tarde que tu fuiste a la casa de Yoongi, llámame paranoico pero es como si nos evitasen todos-aseguró plantándose al final de las escalera jadeando como si hubiese corrido una maratón.
-En primer lugar, no me llames así, parece que estás llamando al gato y en segundo quizás son coincidencias Tae, Jungkook estará liado con la universidad. He estado hablando estos días con Yoongi y tampoco he notado nada extraño más allá de su seriedad de siempre-dije reflexionando para intentar buscar una explicación a todo lo que me estaba contando. Descansamos unos segundos en el rellano del último piso y me interrogó con la mirada con esa cara que siempre ponía cuando le hablaba de algo relacionándonos a mi y al jefe. Simplemente no dije nada y él pareció darse cuenta de que no iba a conseguir sacarme nada asi que cambió de tema y volvió a lo de antes mientras llegábamos a nuestro destino.
-Mira, yo solo se que esto tiene que ser una prueba de los dioses o algo poniendo a todos estos en nuestra vida, porque desde luego que son complicados eh-masculló golpeando levemente la puerta de madera del despacho del director.
Recibimos una señal para entrar y coloqué mi mano en el pomo para abrirla pero antes me volví hacia Tae evitando reírme.
-Prueba de los dioses...anda tira para adentro y déjate de cosas raras, que bastante tenemos-me burlé. Mi amigo puso una cara graciosa y pasó por delante de mí.
Cuando abrimos la puerta todos los chicos estaban allí. Namjoon, Jin y obviamente Yoongi, pero lo más sorprendente es que también estaban Hobi y el pequeño Kook.
Todos se nos quedaron mirando y nosotros los miramos a ellos como si hubiésemos visto un fantasma y no a nuestros propios amigos.
-Vale...esto es muy raro, te he dicho que algo pasaba-murmuró Tae intentando que solo yo le escuchase. Los miré a todos uno por uno y por último posé mi mirada en él, que me miraba fijamente con un semblante demasiado serio, más de lo normal, como cuando pillas a alguien en algo que no quería ser descubierto.
-¿Y bien?-preguntó sin mover ni un solo músculo desde su lugar donde se encontraba apoyado en el escritorio.
-¿Que pasa?-cuestioné inocentemente moviendo el taco de folios delante de mí.
-¿Porque estáis todos aquí?-preguntó Taehyung a la vez. Todos permanecimos en silencio durante un par de minutos que se hicieron largos como horas mirándonos los unos a los otros en busca de respuestas.
-Ni que no te alegrases de verme-exclamó por fin Jungkook pasando su mano derecha por todo su pelo que lucía ligeramente despeinado y alborotado. Mi amigo lo miró fijamente con seriedad e intente analizar que pasaba por su cabeza en esos momentos para que no hubiese correspondido con altanería al comentario del hombre que lo tenía loco perdido últimamente.
-Jungkook no es el momento-le reprendió su hermano en voz baja.
-Ya se que no es el momento pero que quieres que le diga, no puedo mentirle a la cara y quedarme estático como vosotros-replicó el pequeño alzando la voz cabreado. Namjoon se acercó a él y posó una mano en su hombro en señal de empatía.
-Te lo he dicho-gritó Taehyung volviéndose hacia mí. Todos los allí presentes nos contemplaron como si estuviésemos locos. Por segunda vez en esa mañana lo mire condescendiente dándole la razón.
-¿Puede alguien explicarnos qué ocurre?-pedí seriamente.
Una vez más el silencio se instaló entre nosotros, hasta que Yoongi se incorporó y dio un par de pasos por la estancia alisándose la camisa y aflojando un poco el nudo de su corbata.
-Este fin de semana tenemos una reunión a las afueras de Seúl. Es un caso antiguo, el cual esperamos finalizar antes de que acabe el domingo y sobre todo es muy peligroso, con gente muy peligrosa y en la que cualquiera de nosotros podría resultar herido-explicó seriamente. Y se quedó tan tranquilo, como si nos estuviese contando que había hecho en su fin de semana. Mi cara, por otro lado, tuvo que ser un poema.
-¿Que?¿Y lo dices así?-soltó mi amigo alzando la voz con sorpresa. Sin duda alguna estaba tan sorprendido como yo.
-Porque no me dijiste nada-murmuré con una pizca de dolor en mi voz. Miles de cosas pasaron en aquel momento por mi cabeza; que realmente Yoongi no hubiese confiado en mí al menos para contarme que pretendían ponerse en peligro inminente o para al menos desahogarse de cara a tener que enfrentarse a aquella situación me puso mas triste de lo que pensaba que lo haría. Quise entenderlo pero su mirada fría clavada en mi y nada más que en mi me entristeció aun más y me cabreo a partes iguales.
-¿Y como quieres que te lo diga? Es una misión complicada en la que obviamente no estais invitados a participar, por lo tanto no tenía porque daros explicaciones de nada-declaró duramente.
-Nos estás excluyendo-afirmó elevando la voz. Nuestros amigos se giraron hacia mí como si me hubiese vuelto loco para hablarle así al jefe.
-Os estamos excluyendo por vuestro bien-alegó Namjoon pacificador interponiéndose un poco entre nosotros.
-¿Pero que nuestro bien ni que nada?¿Dijisteis que estamos juntos en esto, no se supone que deberíamos haberlo sabido para poder acompañaros?-contesté rebotado. Estaba enfadadísimo como nunca antes me había sentido. Enfadado con Yoongi, enfadado con los demás y enfadado conmigo mismo por mostrar tanta debilidad como para que él se pensase que no podía protegerme solo.
-Yo decidí desde un principio que lo mejor era sacaros de esta misión y los demás estuvieron de acuerdo así que si tenéis que pagarlo con alguien, pagarlo conmigo, soy el que manda aqui y vosotros acatáis ordenes y mucho más cuando se trata de cosas tan serias como vuestra seguridad-sentenció Yoongi con más postura de jefe que nunca.
-¿Tu también aceptaste?-preguntó Tae directamente mirando a Jungkook que permanecía callado en la misma posición que antes. Sentí como mi amigo se había sentido traicionado hasta la médula cuando empezaba a confiarle su corazón sin remedio al más pequeño del grupo.
-Solo quiero protegerte Tae y tuve que darles la razón. Si alguien se da cuenta de que paso más tiempo intentando que estés a salvo que concentrado en lo que tengo que hacer, podrías ser un blanco demasiado fácil y no me perdonaría que te pasase algo-explicó este con un tono triste en su voz. Sabía que ante esa confesión mi amigo flaquearía pero no espere que fuese de tal manera como lo hizo.
-¿Pero y tu que?¿Y si te pasa algo a ti? Necesito saber que vas a estar bien Jungkook-exclamó desesperado mi amigo. Ambos fruncieron el ceño y se miraron profundamente a los ojos en algún tipo de promesa que solo les concernía a ellos dos.
-¿Y yo? Que excusa tienes? Tu dijiste...-recriminé mirando directamente a los ojos de Yoongi. El chascó la lengua con fastidio y yo me crucé de brazos ante ese gesto. No estaba conteniendo nada de lo que sentía y los demás me estaban mirando pero llegados a ese punto lo único que quería era que reaccionase, que me dejase estar a su lado y que me dejase ayudarles y cubrirles las espaldas, tanto a el como a mis amigos.
-Sé perfectamente lo que dije y lo mantengo pero tu también aceptaste hacerme caso en todo momento y vas a mantenerlo. No tengo que explicarte mis razones mas allá de lo que te he explicado ya-sentenció firmemente. Me sentí tan frustrado que me quedé sin palabras para contestarle. El ya había tomado una decisión y no iba a cambiarla.
-Lo que tu digas-murmuré de manera infantil para darle la razón que era lo que quería.Todos nos quedamos en silencio unos minutos más con la vista clavada en la moqueta hasta que el jefe dio la vuelta a su escritorio y se sentó con expresión irritada.
-Si no tenéis nada más que preguntar o reclamar podéis marcharos todos, necesito terminar unos documentos-dijo invitándonos gentilmente a que desapareciésemos.
Nadie dijo nada más y nos dispusimos a dispersarnos y a marcharnos cada uno por nuestro lado. Cargando con mi cabreo agarré el pomo de la puerta y lo giré para salir con todos detrás de mi.
-Jimin espera-dijo desde su escritorio elevando la voz. Suspiré agotado y conecté mi mirada con Tae que me miró confundido. Los vi salir a todos y cuando me quedé a solas con él me di la vuelta lo mas lento y dramático que pude.
-¿Que?-contesté simplemente en un tono seco y borde.
-Quiero que entiendas porque estáis fuera de esto, porque mi decisión-expuso inclinándose hacia delante en su escritorio.
-Lo entiendo perfectamente gracias-respondí en el mismo tono que le había contestado antes. Volví a abrir la puerta y esta vez di un par de pasos más para que se diese cuenta de que no quería seguir hablando.
-No salgas por esa puerta-.gruño con su voz gutural que utilizaba cuando estaba enfadado.
-¿Que no? Ya has dicho suficiente, que tengas un buen día-contesté abriendo la puerta de par en par. Salí lo más rápido posible y me escabullí por el pasillo a toda prisa hacia el ascensor.
Los dos días que siguieron fueron cuesta abajo; El tiempo pasaba demasiado rápido hacía el día señalado para su peligrosa misión. Tae estuvo más callado que nunca y Jin no parecía el mismo. Trabajábamos y nos íbamos a casa. No volví a mensajearme con Yoongi en ningún momento y el tampoco hizo mención alguna de intentar contactar conmigo.
El sábado por la mañana Taehyung y yo salimos a correr para distraer la mente, pero las caras largas iban y venían entre nosotros. Estábamos preocupados a más no poder.
Él si había hablado con Jungkook. El chico le había prometido venir a mi casa a buscarlo en cuanto todo acabase con la condición única y exclusiva de que por más que taehyung y yo lo hubiésemos sugerido no los siguiésemos bajo ningún concepto.
Obviamente aceptamos y acepte por mi mejor amigo que no paraba de decirme lo preocupado que estaba.
Si el día se nos hizo largo, la noche fue peor. Nos dieron las tres de la mañana en mi sofá con la tele encendida y la mirada en los móviles por si llegaba algún mensaje que nos dijese que todo había terminado, pero no, nada llegó aquel día así que decidimos meternos en la cama e intentar descansar.
Ninguno pego ojo aquella noche, como do tontos terminamos descansando en la misma cama y mirando el techo como si fuese a devolvernos un poco la esperanza.
A la mañana siguiente, después de desayunar más tarde de lo normal nos arrastramos con cansancio hacia el sofá.
-Tengo tanto miedo de que les pase algo-murmuró mi amigo mientras hojeaba por décima vez sus mensajes.
-Saben lo que se hacen y están armados, les va a ir bien-expliqué para infundirle la confianza que ni yo tenía. Por un momento Taehyung aflojó el gesto pero pronto volvió a ponerse demasiado serio.
-Si eso lo se, pero Jimin, tu sabes que ellos no son los típicos mafiosos de película que no tienen corazón, son diferentes, Koo...el es tan joven...tengo tanto miedo de que les pase algo-murmuró. Nos miramos a los ojos con sinceridad y una inocente sonrisita escapo de sus labios al pensar en Kook.
-¿Eso es lo que te pasa? ¿El chico?-pregunté intentando desviar el tema.
-Todos Mimi, todos...-contesto haciendo aspavientos y sumiéndose en un tímido silencio. Ambos nos miramos con la cabeza agachada y soltamos una enorme carcajada como si nos leyésemos la mente. Esa conexión que solo nosotros compartíamos nos hacía vivir situaciones como aquella a menudo. -Vale, estoy preocupado por todos, pero el niño ese me trae loco y si le pasa algo...que hago yo si me quedo viudo sin casarme-admitió quitándose los zapatos y cruzándose de brazos mientras se tumbaba en mi sofá.
-¿Viudo sin casarte? Tu si que vas en serio compañero-comenté riendo por lo que acababa de decir. El se unió a las risas y el ambiente cambió un poco a mejor.
Entramos en un bucle hablando de todo un poco como cuando estábamos en la universidad y pasábamos horas charlando en la habitación sobre cualquier cosa. Dejamos un poco al lado las preocupaciones pero sin olvidarnos del problema principal.
Un poco antes de comer, mientras mi amigo y yo nos amenazábamos con cojines como dos niños pequeños, el timbre de mi casa sonó repetidamente.
Cuando abrí la puerta un serio Jungkook ataviado con su típica chaqueta de cuero y su camisa negra apareció apoyado en el marco. Lo noté cansado, más serio...más adulto.
-¡Jungkook! ¿Como sabías donde vivo?¿Estáis todos bien?-agarré sus brazos como para inspeccionarlo y el me abrazó con una risotada contagiosa.
-He venido a buscar a Tae, dijo que estaría contigo y me dijo donde encontraros-explicó mirando por encima de mi hombro para ver a mi amigo que había aparecido detrás de mi cuando había oído la voz de nuestro amigo.
-Aquí estoy-dijo seriamente pero su semblante cambió por completo al ver el rostro de nuestro joven amigo marcado por una herida rojiza bajo su pómulo. -¿Estas bien? ¿Que ha pasado? ¿Estáis todos bien?-preguntó mi amigo todo seguido saliendo por la puerta empujándome para ir al encuentro del moreno. Este puso la palma de su mano sobre las heridas de nuestro amigo. Lo vi cerrar los ojos y me sentí completamente fuera de lugar.
Con los brazos cruzados me dedique a comprobar si el cielo seguía en su sitio para dejarles un poco de intimidad. Cuando volví a fijarme en la calle donde estaba ubicada mi casa una figura lánguida y con paso cansado se dirigía hacia nosotros. No tuve que fijarme demasiado ya que lo hubiese reconocido de noche y a oscuras. Min Yoongi se dirigía hacia donde nos encontrábamos.
-¿Que haces aquí?-pregunté cruzándome de brazos cuando llegó a nuestro lado.
-Que poco entusiasmo-rebatió con ese gesto suyo de sinvergüenza que siempre ponía cuando quería salirse con la suya.
-Ya ves...-respondí simplemente. La sonrisa se borró de su rostro ante mi respuesta.
-Bueno, yo voy a acompañar a Taehyung a su casa-exclamó Jungkook empujando levemente a mi amigo que me abrazó sin decir ni una sola palabra. Nos miramos a los ojos y ambos asentimos sin decirnos nada. Cuando estos desaparecieron calle abajo Yoongi se volvió de nuevo hacia mi.
-¿Sigues cabreado?-preguntó. Me dieron ganas de cerrarle la puerta en las narices pero no lo hice. No dije nada. Me dediqué a contemplar el moratón que comenzaba a salir en su frente y sentí un extraño impulso que tuve que controlar para no llevar mis manos hasta él. Supo inmediatamente lo que estaba mirando pero cambio de tema.
-¿Y porque mierda estas tan enfadado conmigo si se puede saber?¿Es porque no os incluimos en la misión de hoy? Solo intento protegeros Jimin-se quejó. El fastidio estaba presente en su voz.
-Eres un hipócrita Min Yoongi, sabes perfectamente porque estoy tan enfadado contigo-espeté con rabia.
-Pues no mira, no lo se, no tengo que andar adivinando todo lo que pasa por esa descerebrada cabeza tuya-contraatacó él. Me armé de valor y apreté los puños a lo largo de mi cuerpo.
-Si que lo sabes, porque me importas de verdad y como tu comprenderás, no me apetecía verte con la cara llena de golpes sabiendo que quizás si hubiese estado contigo hubiese podido hacer algo-exclamé elevando la voz. Un par de personas que pasaban por la calle se volvieron a mirarnos.
-No lo dices en serio-afirmó girándose un poco como si quisiese salir corriendo y luego volviéndose a mirarme.
-¿Pero como que no lo digo en serio? Mírate que golpes, si hubiese estado allí yo...-comencé a explicarle como me sentía pero me interrumpió inmediatamente.
-No te estoy diciendo eso joder, lo otro-aclaró. Me quedé perplejo y analicé lo que acababa de decir.
-¿Que me importas de verdad?-pregunté. Él asintió en un movimiento imperceptible. -Es lo que hay-murmuré.
Avanzó de dos grandes zancadas hacia mí y arrastró mi cuerpo con sus brazos hacia la pared del salón cerrando la puerta de un golpe seco tras su espalda. Con sus manos sujetaba las mías posesivamente entre nuestro cuerpos y sus ojos oscuros derretían los míos sin apartarse ni un segundo. Sin saber como, sus labios impactaron con fiereza en los míos y si la pared no hubiese estado a mi espalda probablemente me hubiese caído por la impresión. Yoongi me estaba besando como tantas veces había estado soñando.
Por inercia, mientras le devolvía el beso como un loco, llevé mis manos a su espalda y pegué mis caderas a las suyas profundizando el contacto de nuestros cuerpos. El se ocupaba de llevarme a la locura con la intensidad de aquel beso que hizo que los minutos que duró pasasen como milésimas de segundo en un reloj de arena.
Cuando se separó de mí continué durante unos segundos con los ojos cerrados saboreando el momento y el dulce sabor de sus labios en los míos. Me sentí como si estuviese soñando y en cualquier momento fuese a despertarme, pero no, cuando abrí los ojos contemple al hermoso hombre que acababa de besarme delante de mi con la mirada más furibunda que había visto nunca surcar sus ojos. Sin duda alguna, no era la mirada que esperaba después de habernos besado de aquella manera.
-¿Estas bien?-pregunte en un balbuceo sin saber muy bien que decir. Él suspiro con amargura y me miró directamente a los ojos con la mirada más sincera que he visto nunca como si se creyese de verdad lo que estaba a punto de decirme
-No puedo hacerte esto Jimin...no puedo...-murmuró sin fuerza. Fruncí el ceño por sus palabras.
-Es que eso no lo decides tu-dije intentando discutirlo. Odie por un momento que se creyese dueño de los sentimientos de ambos pero a la vez pude darme cuenta de lo enfadado que estaba consigo mismo por haberme besado y yo mismo me cabreé con el por haberme dado ese clavo ardiendo al que agarrarme y ahora pretender quitármelo.
-No sabes lo que dices-contestó con dureza. Un escalofrío recorrió mi cuerpo por mi espalda hasta mis pies y comprobé como la armadura de Yoongi que durante esos días me había dedicado intensamente a tirar abajo, volvía a reconstruirse y a alejarlo con frialdad de mi.
-Ya empezamos, siempre piensas que no entiendo nada, pero se perfectamente lo que siento-rebatí intentando convencerlo de que el que no entendía lo que estaba pasando era él.
-No digas eso, me voy, olvida lo que ha pasado, por tu bien y por del grupo...olvídalo Jimin, haznos un favor a todos-pidió con dureza. Mi corazón se rompió en pedazos y me quedé estático en el sitio mientras lo veía marcharse.
Iba a contestarle con un comentario mordaz sobre si él iba a olvidarlo así como si nada pero apenas me dio tiempo ni de saber lo que estaba pasando ya que abrió la puerta como un loco y se alejó por la calle hacia su coche aparcado en la acera de enfrente.
Me quedé allí de brazos cruzados recargado cobre el marco de la puerta mientras lo veía montarse en el coche y largarse conduciendo como un desquiciado lejos de mi.
Después de esos minutos de incertidumbre, entré en mi casa y cerré de un portazo. Mire de reojo el lugar donde había pasado todo tan solo unos minutos antes y mordí mis labios para volver a saborear el beso.
Di gracias de no tener vecinos cerca, porque de haberlos tenido me hubiesen escuchado gritar intentando sacar toda la frustración que me producía ese hombre.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola a todossss :)
Bueno, ya estoy por aquí. Os traigo un nuevo capitulo de Bullets con nuestros chicos a tope. Por fin! por fin Yoongi da un pasito, aunque luego nos haya retrocedido dos pero bueno. Hemos tenido beso. No sabéis lo mucho que me gustó escribir esta escena.
Hemos tenido de todo y os dejo una foto preciosa en multimedia que cuando la vi, supe que iría en este capitulo.
Por cierto hermana! este capitulo es tuyo, se que estabas deseando que pasase.
Nos leemos en el siguiente capitulo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro