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Capítulo 16

El primer día en Tokyo nos lo tomamos bastante con calma pero los dos siguientes nos dedicamos a conocer todo y a empaparnos de la ciudad. Después de prepararnos durante una hora y media aproximadamente y desayunar tranquilamente en el hotel, todos juntos salimos caminando por las abarrotadas calles de Tokyo con destino al centro. Si de normal era una odisea caminar todos a la vez sin perdernos aquel día lo fue más ya que en cuanto nos descuidamos faltaba alguno de nosotros que se había parado a mirar algún escaparate o a sacar alguna foto.

Pasamos toda la mañana de un lado para otro hasta que empezaron a dolernos los pies y tuvimos que parar a comer para que Jungkook dejase de quejarse. Comimos en un adorable restaurante y más tarde nos sentamos en la hierba de un precioso parque a tomar los pocos rayos de sol de aquella tarde invernal mientras charlábamos relajadamente de todo y nada a la vez.

Unas horas más tarde volvimos al hotel totalmente relajados y después de una cena todos nos distribuimos en nuestras habitaciones. Mientras parloteaba alegremente sobre que al día siguiente sería el ultimo allí Hobi me interrumpió.

¿Quieres salir a bailar?-preguntó mientras permanecía tirado boca arriba en su cama. Me incorporé como si me hubiese ofrecido el cielo.

-¿Es en serio?-contesté yo con una pregunta mientras lo miraba con los ojos abiertos como platos.

Él asintió enérgicamente y yo me levante de un salto de la cama. -Avisaré a Tae y Jungkook, y luego iré a convencer a Yoongi, ¿te ocupas tu de Namjoon y Jin?- Ni siquiera le di tiempo de responder y me precipité hacia la puerta.

Rió en voz alta por mi energía y se levanto de la cama para ambos salir de la habitación en distintas direcciones. Nada más llamar a la puerta de la parejita feliz escuche un grito seguido de unas risas y después de unos segundos Jungkook abrió la puerta con una sonrisa en la cara y la camiseta del revés.

-¿Interrumpo?-pregunté sabiendo que si estaba interrumpiendo mientras intentaba no reírme en su cara.

-No...estábamos viendo una peli-dijo mi amigo rascándose la nuca. Asentí dándole la razón como a los locos y me dispuse a explicarle el plan.

-Bueno, Hobi ha propuesto salir a bailar y nos preguntábamos si os apetecía venir-ofrecí. Jungkook ni siquiera pudo contestar ya que escuché un grito y los pasos acelerados de mi amigo por la habitación. 

-¿Bailar?-escuche gritar a Tae  y salió corriendo con el pelo revuelto y solo un pantalón corto sin camiseta.

-¿Así que una peli eh? En fin, en media hora en el ascensor, degenerados-dije para picarlos. Ambos se sonrojaron y yo me marché riendo pasillo abajo a enfrentar la misión más difícil de la noche. Convencer a mi chico.

Llamé un par de veces a la puerta y sentí sus pasos tranquilos aproximándose a la puerta mientras escuchaba el ajetreo de la conversación en la habitación contigua.

-Ya pensaba que no venías-dijo Yoongi con una tierna sonrisa cuando abrió la puerta.

-Es que me he liado hablando con Hobi y se me ha hecho tarde-expliqué pasando a la habitación.

-¿Te quedas?-preguntó cerrando la puerta a nuestras espaldas y avanzando un par de pasos hacia mi.

-Vengo a proponerte un plan-contesté con una sonrisilla inocente mientras acogía sus manos heladas entre las mías para aportarle algo de calor.

-Miedo me das-susurró. Yo enarqué una ceja y el rió. -Cuéntame el plan anda-pidió con un gesto derrotado.

-Hobi me ha propuesto salir de fiesta y la verdad es que me apetece un montón-explique mirándolo directamente a los ojos. Vi su mirada perdida en nuestras manos que seguían juntas pero en cuanto escuchó mis palabras llevo su mirada a mis ojos. Su mirada felina me provocó un escalofrío.

-¿De fiesta? No lo dices en serio-aseguró. Cuando volvió a mirarme y le hice un gesto interrogante con las manos abrió los ojos y boqueo intentando buscar una excusa.

-¿Tu no querías verme bailar? Es tu momento...-intenté chantajearle. El chascó la lengua con fastidio.

-Temo por mi vida si te veo bailar Jimin, además, sabes que soy un abuelo, me cuesta un triunfo salir por las noches-excusó.

-Pero es que sales con un jovencito, y solo será un ratito además, no va a ser nada serio, no me vas a ver en mi máximo esplendor, sabes que soy lirico y esto no va a tener nada que ver, bebemos un par de copas, caldeamos un poco el ambiente y terminamos la noche aquí comiéndonos a besos-dije atacando a un punto débil mientras ponía ojos de inocencia. 

Lo vi tensarse en su sitio y presionar más mis manos entre las suyas mientras suspiraba con frustración.

-Es que me pones esa cara y a ver como te niego nada, ¿Qué han dicho los demás?-preguntó sentándose en la cama. Sabía que lo tenía en la palma de mi mano así que decidí jugar mi ultima baza y me senté a horcajadas sobre sus rodillas para hablarle bajito mientras me acercaba hasta no dejar casi espacio entre nuestras caras.

-A Taehyung le ha faltado saltar por la ventana y Jungkook no puede negarle ningún capricho y Nam y Jin no lo se, Hobi ha ido a preguntarles-expliqué pasando mis brazos por su cuello para apegarme a él.

-¿Jugando sucio ángel?-preguntó en el mismo tono seductor que yo estaba utilizando.

-¿Yo? Jamás. El rey del juego sucio eres tu cariño-respondí haciéndome el inocente mientras cerraba ligeramente los ojos para acercarme a su boca.

-Desde que te conozco estoy perdiendo facultades-sentenció rodeando mi cintura con sus brazos. Antes incluso de que pudiese besarme unos golpes en la puerta nos interrumpieron. Cuando abrimos aun cogidos de la manos Hobi nos saltó encima a abrazarnos y los tres reimos por la situación.

-Jin y Nam también se apuntan, así que ahora mismo me llevo a Jimin para ponernos guapos, nos vemos en media hora Yoon, no valen las excusas-gritó Hobi para seguido arrastrarme lejos de mi novio que nos miró condescendiente. Reímos corriendo de la mano por el pasillo y nos metimos en nuestra habitación revoloteando con alegría y durante los minutos que habíamos pactado nos dedicamos a elegir nuestros atuendos y maquillarnos ligeramente. Me puse unos ceñidos pantalones negros con una camiseta blanca por dentro adornados con un cinturón de hebilla ancha y lo rematé con una chaqueta del mismo color ribeteada con blanco. Añadí unos cuantos anillos y pendientes al atuendo y Hobi se dedicó a peinar mi pelo hacia un lado. El combinó también unos pitillos negros con una camiseta del mismo color y una chaqueta de pana roja. Para colmo también se dejó la frente al descubierto peinándose hacia los lados.

Unos cuantos piropos mas tarde, muchas selfies y muchas risas después nos aseguramos de coger la tarjeta de la habitación y salir en silencio para no despertar a los demás huéspedes del hotel.

Vi la puerta de Yoongi abrirse al final del pasillo y un coro celestial envolvió todo mientras lo veía salir con unos estrechos pantalones negros y una cazadora de rayas verticales. Me derretí en silencio mientras su mirada se instalaba seria y seductora en mi y me recorría lasciva mientras caminaba lentamente hacia donde nos encontrábamos. 

-Wow estás...-dije intentando formar una frase coherente. El se quedó quieto contemplándome y solo me atrajo hacia si para besarme apasionadamente sin importarle una pizca que su mejor amigo estuviese de sujetavelas. -No salimos, tu y yo nos vamos ya mismo a la habitación-sentenció en mi oído dejando un par de besos en el lóbulo de mi oreja calentándome como un horno.

-Cállate-susurré mientras me apartaba de él bajando mi mirada con timidez.

-Ash Jimin...-suspiró frustrado mientras levantaba levemente mi mentón. Yo le di un pequeño beso en los labios para que se callase y me aparté sonriendo de nuevo al haber conseguido mi cometido.

-Podéis sacaros las manos de encima un momento y no tratar a Hobi como si fuese un candelabro-gritó Jungkook al final del pasillo. Tae se abalanzó cobre el a taparle la boca.

-Calla hombre, mira que horas son, nos van a echar-susurró este. El más joven volvió a reír en alto y lo atrapó entre sus brazos. -Si quieres puedes callarme tu-ofreció. Taehyung se derritió en sus brazos un momento ante el coqueteo pero unos segundos después ya se había recompuesto y muy digno se soltó de los brazos de su chico para venir a abrazarme. -No seas básico Kookie-dijo dignamente sacándole la lengua. Yo me dediqué a contemplarlos a uno y otro y a plantearme como dos personas tan diferente podían estar juntos y llevarse tan bien y luego me mire a mi mismo, con Yoongi, que no podíamos ser más distintos y me había colado por él como un adolescente.

-Aww Kookie, que monos-se burló Jin saliendo de la habitación frente a la que les estábamos esperando. Su hermano se acercó a él y le golpeó con toda la mano abierta en el hombro a lo que este se volvió y lo agarró para revolverle el pelo. Todos nos reímos mientras yo me dedicaba a arreglar la bandana que mi mejor amigo se había puesto en el pelo.

Cuando salió Namjoon me quedé en silencio impresionado y todos empezaron a vitorear incluido Yoongi que lo aduló pomposamente para avergonzarlo. Era el que más cambiado estaba, acostumbrados a su aspecto serio y sobrio se había colocado unos pantalones negro con unos botines del mismo color y una camisa abierta por la parte superior metida por dentro de los propios pantalones. Para rematarlo llevaba una chaqueta vaquera y varios pendientes largos en las orejas y que aunque siempre había visto que los tenía nunca le había visto ponerse. Se había echado el pelo rubio hacia atrás y se lo sujetaba con unas oscuras gafas de sol en la cabeza.

-Vale, no se que acaba de pasar pero estoy cuestionando severamente si os conozco o han cambiado a mis amigos-declaré para acallar el barullo que estábamos montando.

-Lo dices como si tu no estuvieses para comerte-contraatacó Jin tarándome un beso que me hizo reír tímidamente.

-Te lo dije-murmuró Yoongi a mi lado. Yo me sentí sonrojar hasta las orejas y le clavé el codo en el estomago a lo que él respondió pellizcándome en las costillas.

-Es que nunca os había visto tan informales, excepto a Tae y Yoongi pero es que los demás...Nam...no te reconozco-comenté mirándolo de arriba abajo.

El aludido sonrió mostrando sus hoyuelos agradecido.

-Has visto, se trasforma cuando salimos, hoy liga seguro, hasta yo estoy por tirarle la caña-comentó Hobi pasando por su lado con una sonrisa coqueta.

-No me tientes Hobi, que sabes lo que hay...- dijo Namjoon sonriendo de lado. Sacudí ligeramente la cabeza antes la insinuación pero antes de que pudiese siquiera pararme a preguntar nada Hobi volvió a responder pero esta vez con una mirada mucho más intensa dedicada a nuestro amigo.

-Entonces igual me lo tengo que plantear en serio ¿no?-comentó acariciando el antebrazo del más alto y luego guiñándole un ojo.

Como por inercia mis ojos se abrieron como platos y viajaron a Jin, como si hubiese dado por sentado que ocurría algo entre ellos dos, pero solo pude ver las aletillas de su nariz abrirse ligeramente y volver a su lugar permaneciendo impasible con los ojos fijos en el suelo. Me sorprendí cuando fue el primero en recomponerse y salir pitando hacia el ascensor que acababa de abrir sus puertas ante nosotros. Los demás salimos detrás y bajamos para caminar durante unos minutos por algunas de las calles que incluso a esas horas se encontraban abarrotadas y llenas de gente que como nosotros quería disfrutar un poco de la noche.

Cuando encontramos una discoteca con buena pinta pagamos nuestras entradas y caminamos hasta dar con un hueco para todos. Al principio nadie bailaba y todo estábamos enfrascados en las rondas de chupitos que no parábamos de pedir en la barra hasta que la cosa se fue animando y Tae arrastró a su novio a la pista. Los demás nos desplazamos hasta unas mesas pegadas a la pared final de la sala y contemplé a Yoongi con ojos de cachorrito hasta que suspiró frustrado y dio un largo trago al vaso que llevaba en la mano.

-Voy al baño, en que vuelva no te libras, voy a enseñarte lo que se hacer-grité para que me escuchase por encima de la música. El asintió y yo me encaminé hacia los pequeños cubículos que tenían una fila de tres hombres delante de mi.

Mientras esperaba respondí unos cuantos mensajes que me habían llegado y en cuanto entré, unos minutos después ya estaba saliendo de aquel cuestionable baño para encontrarme con los demás.

Al girarme para intentar ubicarme y ubicar a mis amigos, la escena más improbable se abrió paso ante mis ojos. Namjoon tenia a Hobi agarrado por la cintura y este lo guiaba a través del baile con sensuales movimientos de cadera mientras el más alto tenia su frente apoyada en la del otro demasiado cerca con sus narices casi rozándose y los ojos cerrados dejándose llevar por la música.

Abrí los ojos exageradamente por lo caliente de la situacion y busque a Jin con la mirada por la discoteca hasta que lo encontré al lado de la barra con el ceño fruncido y un vaso a medio vaciar en la mano. Seguí su mirada y la encontré posada en la pareja que cada vez se pegaba más, tanto que parecía que iban a fundirse, así que me dirigí a paso ligero hasta mi amigo y me apoyé a su lado en la barra. El solamente me miró y suspiró un poco derrotado, supo sin decir nada lo que iba a preguntarle.

-¿Estás bien? Tu y Nam, ¿todo bien?-dijo tanteando la situación. El desvió momentáneamente la mirada y después la volvió a posar en mi. Sonrió algo forzadamente.

-Si, somos amigos...-aclaró él a la pregunta no formulada.

-Pensé que había algo-confesé.

Él bufó molesto como si me estuviera metiendo donde no me llamaban pero permanecio tranquilo mientras negaba con la cabeza.

-Creo que Yoon quiere bailar contigo, porque no vas y le quitas esa cara de acelga que tiene desde que hemos entrado?- excusó él para que lo dejase solo.

Y entonces lo comprendí todo, Jin no quería hablar del tema pero me lo había dicho todo y yo había comprendido lo que pasaba ahí.

-¿Estarás bien aquí?-pregunté mirando hacia donde su mirada no paraba de dirigirse en la pista de baile.

-Perfectamente, ve a divertirte Minnie-dijo esbozando una sonrisilla. Lo abracé con cariño y cuando nos separamos pasó una mano por mi pelo y me guiñó un ojo.

No sin pena me marché de allí y me acerqué a Yoongi que hablaba tranquilamente con Jungkook sentados en una mesa al fondo de la discoteca.

-Hola-dije simplemente apoyándome derrotado en el sofá al lado de mi chico que me recibió pasando su brazo por mis hombros. Él besó mis labios y la mezcla de alcohol y sensualidad se instalaron en mi boca.

-Parece que vienes de la guerra...Tae te estaba buscando-interrumpió nuestro amigo. 

-Estaba hablando con Jin...¿habéis visto a esos dos?-pregunté sin quitar la mirada de Hobi y Namjoon que seguían restregándose al son de la música.

-Va a salir fuego como se sigan restregando-se carcajeó Jungkook apartando la vista y centrándola en la pareja.

-¿Apostamos algo a que vuelven a tener final feliz?-preguntó mi chico con la misma sonrisa. Me incorporé más en mi lugar y arqueé una ceja sin llegar a comprender que estaba pasando allí.

-Yo no apuesto nada, en menos de media hora vendrán a decirnos que se van juntos y volveré a perder-contestó nuestro amigo.

-Ah bueno, ¿esto ya ha pasado más veces?-pregunté por encima de la música.

Jungkook me miró extrañado y yo le devolví el gesto. -¿No habías notado nada?-respondió el también con una pregunta. Yo negué sorprendido con la cabeza.

-Esos dos son grandes amigos, no nos han contado nada directamente peor hay veces que desaparecen juntos durante horas, y le hemos visto tontear por ahí, aunque todos sabemos que Namjoon está enamorado de otra persona, aunque no lo quiera ver-expuso Yoongi

-Pero Hobi es tu mejor amigo, ¿no te ha contado nada?-cuestioné

-¿Acaso tu a tu mejor amigo le cuentas todos los detalles?-respondió el de la misma manera. Pensé en Tae, no tenia secretos con él y por lo visto él tampoco conmigo, aunque nos enteramos tarde siempre lo sabíamos todo el uno del otro.

-¿Obviamente si?...Tae lo sabe todo de mi y yo todo de él-aseguré como si fuese lo mas obvio del mundo.

-¿Os dais detalles morbosos?-cotilleó Jungkook acercándose más a la mesa. Yo reí por la ocurrencia.

-Tranquilo pequeño, tus secretos escabrosos están a salvo-chinché. Él arrugó su nariz y sonrió orgulloso.

¿Pero entonces Jin?-Volví a preguntar sin entender nada.

-¿Jin?- respondieron los dos a la vez. Sacudí la cabeza en confusión.

-Da igual, es solo que pensaba...no sabía que Nam y Hobi estaban juntos-declaré encogiéndome de hombros.

Ambos se miraron en silencio y de repente empezaron a reírse como dos locos en mi cara. Fruncí el ceño.

-¿De que os reis? Se os oye desde la barra y eso que esta música está para sordos-comentó Tae sentándose al lado de su chico que entrelazó sus manos por encima de la mesa. Ambos se sonrieron.

-Hablábamos de esos dos-expliqué para mi amigo señalando con la cabeza hacia la pista.

El abrió los ojos y con verlo supe lo que iba a preguntar.

-¿Están juntos?-gritó haciendo que un grupito que pasaba por allí se nos quedase mirando. Todos reímos por su expresión.

-No, no, no están juntos, solo se desfogan juntos, se conocen desde hace mucho asi que tienen confianza suficiente para pasar un buen rato y luego seguir con su amistad como si nada-

-Amigos con derechos vaya-sentenció Taehyung. Todos asentimos y volvimos a brindar con los vasos que teníamos en las manos.

-¿Y tu de donde sales?-pregunté yo hacia mi amigo cuando trague el contenido del vaso. El sonrió con aquella sonrisa que llenaba el corazón y no se si fue el cariño o el alcohol pero me abracé a el muy fuerte. Él me abrazó de vuelta.

-Estaba con Jin haciéndome un par de selfies-explicó encogiéndose un poco de hombros mientras nos las mostraba en su móvil. Yo reí por inercia.

-Tenéis que saber que en cada fiesta a la que he ido hay un loco de las fotos y queridos míos, ese es Tae, así que venga, juntaos, no queremos que se quede sin sus fotos-dije mientras me apretaba contra Yoongi y lo obligaba a su vez a apretarse contra Jungkook y Tae que ya estaban preparándose para la foto. Hicimos varias todos juntos, luego por parejas, en solitario, de Tae y mías y este quedó en pasárnoslas todas al día siguiente.

Más tarde conseguimos arrastrar entre todos a Yoongi a la pista y que bailase, tanto los cuatro juntos como él y yo solos y bien pegados.

Y efectivamente como había dicho Jungkook, en media hora larga Nam apareció donde nos encontrábamos los cuatro bailando, cogiendo de la mano a Hobi que se reía sin parar de algo que le había susurrado nuestro amigo al oído.

-Nosotros nos vamos ya, os vemos mañana ¿vale?-declaró con la mayor normalidad posible mostrándonos una sonrisa llena de hoyuelos. 

Asentimos todos y Hobi nos abrazó a cada uno. Los vimos marchar entre la gente de la mano casi comiéndose con la mirada.

Un rato después decidimos marcharnos nosotros también, y Jungkook nos avisó de que su hermano le había mandado un mensaje hacía unos diez minutos diciéndole que se volvía al hotel. Caminamos riéndonos y cada uno se perdió en su habitación esa noche. Decidí no molestar a Hobi y Namjoon que por deducción se encontrarían en mi cuarto así que directamente Yoongi y yo nos encerramos en la suya.

A la mañana siguiente, en nuestro ultimo día en la ciudad todos nos levantamos lo suficientemente tarde y con la suficiente resaca como para no salir de la cama hasta la hora de la comida. Comimos tranquilamente todos juntos en el comedor del hotel y me atiborre de postres con Jungkook que por poco no arruinó el catering mientras su hermano no paraba de gritarle que dejase de comer.

Entre risas decidimos ir a descansar y al contrario de lo que pensaba, Yoon se fue a trabajar en su ordenador mientras yo me quedaba interrogando a Hobi y contándole la cara de estúpido que se me había quedado la noche anterior cuando lo había visto con Namjoon. No soltó más prenda cuando le pregunté y tampoco quise agobiarle, solo me repitió lo que ya sabia y Jungkook y Yoongi me habían contado.

Aquella tarde salimos todos juntos de nuevo a pasear y no miento cuando digo que los obligué a pasar por el centro de la ciudad para comprar souvenirs como unos turistas más.

Después de cientos de tiendas y de oír a Namjoon y Yoongi quejarse de todas las veces que habíamos parado entramos en una preciosa tienda con un ambiente cálido y todos nos dispersamos por ella buscando y mirando los objetos expuestos en las estanterías

Cuando encontré las bolas de nieve con el nombre de la ciudad me agaché para hurgar entre los diferentes modelos y cuando me incorporé de nuevo vi a Yoongi contemplarme embobado así que le salude con la mano. Lo vi sonreírme a lo lejos mientras Jin le enseñaba un montón de gafas de sol y sonreí de la misma manera. Aquellas sonrisas me daban la vida. Volvía a centrarme en mi misión pero como siempre indeciso decidí buscar ayuda en mi mano derecha de confianza.

-¿Tae me echas una mano?-pregunté girando hacia mi amigo que contemplaba unas lamparillas de lava diminutas.

-Claro dime-aseguró poniendo toda su atención en mi.

-He pensado que a mamá le gustará tener una de estas bolas de nieve con el nombre de la ciudad, pero realmente me gustan estas dos-expliqué.

-Déjame observarlas de cerca-mi amigo las cogió entre sus manos y las examinó minuciosamente como cuando miras una joya, luego las agitó y sonrió con ternura. Mientras esperaba el resultado del juicio de Tae hacia aquellas dos pobres bolas, mi móvil comenzó a sonar en el bolsillo trasero de mi pantalón interrumpiendo la tranquilidad de la tienda. Lo saqué rápidamente y tras comprobar un extraño numero que indicaba ser de Tokyo en mi pantalla contesté.

-¿Si?-pregunté dándome la vuelta.

-¿Park Jimin?-preguntó la voz desconocida al otro lado de la linea. Me incorporé y fruncí mi ceño al no reconocer a quien estaba al otro lado del teléfono.

-Si, soy yo, quien es?-respondí.

-Oh querido, perdona por llamarte así, soy Choi Dong-yul, supongo que me recordarás, solo hace unos días que nos vimos- explicó. Todo el color se fue inmediatamente de mi cara al escuchar aquel nombre y una retahíla de maldiciones y palabrotas pasaron por mi cabeza.

Volví a elevar la vista y contemplé a Yoongi que había cambiado su sonrisa por una seria mueca al verme. Rápidamente me escabullí entre el barullo de gente y me abalancé sobre la puerta de cristal para salir a la calle.

-¿Jimin?-volvió a preguntar ante mi silencio.

-Perdón señor Choi, estaba saliendo a la calle para escucharle mejor, dígame-

-Muchacho, supongo que estás al tanto de que hace un tiempo le pedí a tu compañero Kim Namjoon que se uniera a mis filas y como a él a muchos muchachos con potencial y con futuro en este tipo de negocios nuestros-dijo todo de carrerilla. Un escalofrío me recorrió al oír el nombre de mi amigo salir de la boca de aquel hombre.

-Si, algo me han contado-murmuré intentando mantener una voz neutral y no parecer fastidiado como realmente estaba.

-Muy bien, pues me gustaría tener una reunión contigo, explicarte como van mis negocios, de que me ocupo aquí en Tokyo incluso de que me ocupo en Corea, creo que te puede interesar y no aceptaré que me niegues esa reunión, por eso quería avisarte y citarte para mañana-explicó el hombre. Yo simplemente me quedé quieto frente al escaparate de la tienda y contemplé a Yoongi deslizarse entre la multitud fuera de la tienda. Llegó a mi lado y se cruzó de brazos con la mirada fija en mi pero sin preguntarme nada.

-Pero señor...nos vamos mañana antes del mediodía, además yo...-objeté yo mirando como Yoongi fruncía el ceño conforme oía la conversación.

-Estupendo, te recibiré pronto por la mañana, no tardaremos mucho-sentenció. Sin darme tiempo a decir nada más sonó un pitido que indicaba el final de la llamada. Mantuve el móvil un segundo contra mi oreja y lo deslicé lentamente analizando la situación y comprobando que realmente la llamada ya había terminado.

Ambos nos miramos a los ojos y vi su rostro crisparse antes de preguntar nada.

¿Choi?-preguntó simplemente. Asentí y vi como los ojos de Yoongi se achicaban con rabia y apretaba su mandíbula conteniéndose de gritar o montar un numerito en medio de la calle.

-Pues si que ha tardado poco el puto...-murmuró. Tuve que interrumpirle para que pudiese pensar con claridad.

-Yoon por favor-pedí irritado. No tenía ganas de que se pusiese a la defensiva en ese momento.

-¿Vas a ir?-preguntó con condescendencia. Yo me encogí de hombros por un segundo y mantuve la mirada fija en sus ojos

-¿Que remedio no?-dije furibundo. El alzó las cejas y se acercó para cogerme de la mano.

-Minnie, puedes no ir, si te sientes incomodo no tienes que hacerlo, que le jodan a Choi-

-No voy a perjudicar a la banda, lo afronto, voy, le digo que no quiero tener nada que ver con él y nos volvemos a Corea, si lo miras así es bastante sencillo-excusé intentando buscar el lado bueno a todo aquel asunto.

-No vas a perjudicar a nadie, puedes no ir, no tienes ningún tipo de obligación- volvió a repetir él nervioso. Me quedé unos minutos pensativo con la mente dando vueltas a la posibilidad de salir huyendo y ya. Pero entonces tomé mi decisión.

-Iré, es mi primera misión en solitario y voy a llevarla a cabo-afirmé. Yoongi me atrajo hacia él y besó lentamente mis labios sin importarle que cualquiera nos estuviese viendo.

-Eres la persona más valiente que conozco y también el más cabezota-sentenció cuando nos separamos apretándome un poco más contra su cuerpo. Estábamos allí abrazándonos en medio de las marabuntas de gente que caminaba en las dos direcciones pero nada importaba en ese momento más que nosotros y los nervios en mi estomago.

-Gracias supongo-murmuré contra su cuello.

Volvimos a entrar en la tienda y Tae me ayudo a elegir el regalo para mi madre, pero la tarde no volvió a ser lo mismo, me mantuve serio y metido en mis pensamientos hasta que llegamos al hotel. 

Las tres noches que pasamos en Tokyo las pasé con Yoongi, besándonos hasta el amanecer, achuchándonos y hablando hasta entrada la madrugada y luego nos dormíamos y nos despertábamos juntos

Aquella noche no fue la excepción, aunque desde que entramos por la puerta de la habitación Yoongi no se apartó de mí sino que se paso todo el rato abrazado a mi dándome mimos. Vimos una película y nos abrazamos hasta que alguno de los dos cayese rendido, pero aquello no sucedió hasta bien entrada la madrugada. Apenas dormí esa noche y cuando lo hice me volvía a despertar dándole vueltas a la cabeza.

-Puedes coger uno de los coches de ayer, pídelo en la recepción y da tu nombre, en dos minutos lo tendrás en la puerta-me explicó Yoongi cuando me desperté y salí de la cama.

Simplemente asentí y dejando un beso en sus labios salí por la puerta para ir a buscar ropa para cambiarme a mi habitación. Entré en silencio para no despertar a Hobi que dormía a pierna suelta tapado hasta las orejas en su cama, y tras un rato rebuscando en mi maleta todo lo necesario me metí al baño para cambiarme. Cuando terminé me miré en el espejo y me animé a mi mismo y volví a salir a hurtadillas por la habitación con los zapatos en la mano para no hacer ruido. Cuando salí al pasillo me di de cara con Yoongi que me esperaba frente a la puerta vestido mientras miraba el móvil.

-¿Que pasa?-pregunté en voz baja cerrando tras de mí la puerta.

-¿No creerías realmente que iba a dejarte ir solo?, voy contigo-aclaró.

-Bien, pero yo conduzco-dije sin ganas de llevarle la contraria y acabar en una discusión que yo mismo sabía que tenia perdida.

-He avisado a Jin...está preocupado, Nam se ha ofrecido a acompañarte, le he dicho que les avisaría-explicó volviendo a guardar su móvil en el bolsillo de sus vaqueros.

-Lo agradezco pero si quiero que me tomen en serio debo hacer esto yo solo-dije tranquilamente dirigiéndome hacia el ascensor para llamarlo.

-Lo entiendo-murmuro acercándose a mi mientras tecleaba aquella respuesta en su móvil.

Pedimos el coche en recepción y un empleado nos lo trajo hasta la puerta. Al contrario que el día anterior yo me monté en el lugar del piloto y Yoons en el del copiloto. Nos mantuvimos en silencio durante todo el trayecto y cuando llegamos simplemente estacioné el coche donde me indicaron y me quedé mirando a mi chico a los ojos.

-Por cierto, ayer te compré una tonteria y se me habia olvidado dartela-dijo rompiendo el silencio mientras sacaba una pequeña bolsita plateada del bolsillo de su pantalón.

-Sabes que no tienes que regalarme nada-protesté. El esbozó una pequeña sonrisa.

-¿Eres mi novio no? Puedo hacer lo que quiera, además ya te he dicho que es una tontería-simplemente asentí y me pasó la bolsita.

Cogí el pequeño paquetito entre mis manos y lo vacié en mi palma. Una pequeña cadenita plateada de eslabones finos tintineó en mi mano y me fije en el dije que llevaba colgado. Un Y que brillaba con la ligera luz del sol.

-La vi en la tienda ayer y entre todo lo de la llamada y todo se me había pasado dártelo, ni siquiera tiene valor, pero me pareció que te gustaría-

-Me encanta-murmuré. No se si por los nervios o por que pero mi voz salió entrecortada y las pupilas de mi chico se achicaron con emoción. -¿Me la pones? Quiero llevarla ahí arriba para que me de suerte-pedí.

-No necesitas suerte, con tu personalidad y tu carisma es suficiente Jimin-expuso con cariño mientras amarraba el cierre de la pulsera alrededor de mi muñeca. Lo miré en silencio y suspire con frustración.

-Sabes que me ofrezca lo que me ofrezca es un no-aclaré.

-No tienes que darme explicaciones, lo se, simplemente lo se-declaró mirándome a los ojos. Sonreí un poco por inercia y el se contagió de mi sonrisa.

Me despedí de él con un beso y corrí para internarme en el edificio y meterme en el ascensor. Cuando llegó arriba el mismo hombre del día anterior me estaba esperando a la salida y Choi Dong-Yul esperaba también en los asientos como el día anterior.

Buenos días-dije educadamente haciendo una inclinación. Él hombre me respondió con el mismo gesto y una sonrisa.

-Querido Jimin, gracias por venir, pasemos a mi despacho, pero antes déjame decirte que debes desarmarte-recordó como si no recordase las normas que había impuesto a Yoongi y Namjoon cuando fuimos por primera vez.

-No voy armado, Yoongi me está esperando abajo y tiene mi arma-recalqué por si acaso.

Enarcó una ceja y puso cara de fastidio. -Si es así me fiaré de ti, pasemos-indicó marcando con su mano el camino.

Contemplé todo a mi alrededor, una enorme sala oscura con una mesa amplia en el centro y un montón de sillas a su alrededor me dieron la bienvenida. Dong-yul se sentó al frente y apoyó su bastón en la mesa.

-Siéntate, tengo mucho que ofrecerte y no quiero quitarte demasiado tiempo-dijo firmemente mientras me indicaba una silla cercana a la suya con la mano.

-Señor Choi...he venido porque ayer me negó darle un no por respuesta a esta reunión pero...-empecé a decir.

-¿Quieres algo de beber? ¿Café, té?-dijo alzando la voz e interrumpiéndome.

-No...yo...no pretendo quedarme mucho tiempo, señor...-volví a intentar decir pero él empeñado en seguir interrumpiéndome se volvió hacia sus empleados.

-Kang, traelé al menos una taza de té al muchacho-dijo para uno de los hombres que asintió rápidamente y se alejo hasta un mueble bar colocado en la esquina.

-¿Señor Choi me está acaso escuchando?-inquirí desde la silla en la que me había sentado mientras el hombre seguía dando ordenes a diestro y siniestro.

-Claro que te escucho, de hecho me recuerdas mucho a Namjoon, tan educado, balbuceando sin saber muy bien como expresarse para darme una negativa rotunda, sin parar de hablar desde que has entrado por esa puerta. Querido muchacho, se lo que vienes a decirme-anunció solemnemente.

-Entonces ¿Por qué estoy aquí señor Choi?-pregunté frustrado.

-Porque este viejo quería intentarlo contigo ya que no he podido con Namjoon y ni siquiera puedo intentarlo con tu amigo Taehyung-aclaró dejando por fin ver claramente sus intenciones conmigo.

-Debería haberse dado cuenta de lo que pasaría si me permite decirle-manifesté retorciéndome un poco las manos bajo la mesa.

-Nunca des la moto por vendida Jimin, apréndelo-aconsejó el señalándome con un dedo.

-¿Y que le hace pensar que yo dejare a mis amigos, que los traicionaré y que me alejaré de Yoongi?-pregunté solo por mera curiosidad.

-Eres un hombre inteligente Jimin...si sabes lo que te conviene...-empezó a decir el hombre. Me sentí intimidado y amenazado con aquellas palabras así que me dispuse a interrumpirle y demostrarle de que pasta estaba hecho Park Jimin.

-Ni siquiera me conoce y pretende hacer como que si, con todos mis respetos señor Choi pero si realmente me conociera no me hubiese elegido, además no me gusta que insinúe que Taehyung no es inteligente, si al menos se molestase en saber algo de nosotros se daría cuenta de que está muy equivocado...se perfectamente lo que me conviene y déjeme decirle que ya he escogido-espeté demasiado educadamente para como me sentía en ese momento en el que solo me hubiese gustado ponerle la estúpida taza de té de sombrero.

-Insolente...-murmuró. -No dudo de que tu amigo también sea inteligente pero he visto como mira al chico Jeon y está enamorado así que cualquier posibilidad de acercarme a él y atraerlo hacia mi va a ser imposible, pero tu todavía...-

Como por instinto golpeé la mesa y un par de hombres que se habían mantenido entre las sombras avanzaron unos pasos dispuestos a ir a por mi. El anciano permaneció sentado y levantó una mano para pararlos. -¿Que está insinuando? No se lo permito, no me conoce, yo le...-empecé a decir.

-¿Le quieres? el amor nos hace débiles Jimin...-sentenció el incorporándose también en su silla.

-Se equivoca, yo no soy débil, y mucho menos por lo que siento por Yoongi-sentencie levantándome y girando con intención de irme. Me paré frente al enorme hombre que estaba colapsando la puerta, pero no me asuste por su enorme estatura sino que me erguí más y estiré mi espalda sin titubear.

-Si esta es tu decisión solo déjame darte un consejo chico, si tanto lo quieres díselo, en este mundo cada día cuenta y no sabes si sobrevivirás a mañana. En cuanto esta relación vuestra empiece a trascender estarás en el ojo de mucha gente que te verá como un blanco fácil para atacar a Min y a su imperio, no olvides de quien estas enamorado- recitó como si se supiese el discurso entero sin moverse de la silla en la que estaba.

-No tengo miedo-murmuré.

-Lo se, eres joven e imprudente y nada te da miedo ahora. Solo es el consejo de un viejo mi querido Jimin si vas a entregar tu corazón no valen medias tintas- Lo vi levantarse en su lugar y dirigirse al hombre que taponaba la salida.

-Déjale ir-dijo simplemente.

Este se apartó hacia un lado y yo hice una regia reverencia hacia su jefe para después salir casi corriendo hasta desparecer en el ascensor donde pude respirar tranquilo. Corrí de nuevo fuera del edificio y ni siquiera me giré para mirar atrás. Si lo hubiese hecho hubiese visto al hombre tras las cortinas hablando por teléfono pero lo único que hice fue abrir fuertemente la puerta y deslizarme por ella ante la atenta mirada de Yoongi.

-¿Que tal ha ido?-preguntó cuando entre al coche y cerré la puerta. Yo apoye la cabeza en el volante y me volví hacia Yoongi con desgana mientras él se inclinaba hacia mi para pasar la mano entre mi pelo y luego acariciar mi mejilla con dulzura.

-Tenso...le he dicho lo que quería y lo que no quería oír-expliqué calmadamente.

-Joder...-murmuró simplemente.

-Lo siento es que no pienso permitir que me diga lo que puedo o no puedo hacer con la excusa de que soy joven y apenas se nada de este mundo, como si fuese idiota...-

-No, no, no lo sientas, lo has hecho genial y ahora ya podemos volvernos a casa tranquilos-me animó con una sonrisilla.

Conduje escuchando algunas canciones de la radio mientras le contaba más a fondo todo lo que había pasado obviando algunos detalles sobre la conversación y cuando llegamos me di prisa para acorralarlo contra la puerta trasera sorprendiéndolo por la espalda.

-No es tu coche pero me sirve-murmuré acorralándolo un poco más contra el coche mientras repartía pequeños besos y mordiscos por su nuca delicadamente.

-¿Que fetiche tienes con mi coche ángel?-murmuró extasiado por mis besos

-Que fetiche tengo contigo en tu coche dirás-contesté llevando las manos hacia delante deslizándolas por su cinturón. El abrió la puerta como pudo y nos internamos en el reducido espacio comiéndonos a besos. Ambos nos entregamos en cuerpo y alma el uno al otro en el asiento trasero del lujoso Mercedes sin ninguna sospecha de lo que pasaba a nuestro alrededor.

Una hora después volvíamos a estar reunidos con nuestros amigos en el hall del hotel con todo nuestro equipaje listos para poner rumbo al aeropuerto donde nos esperaba el jet de Yoongi. En menos de tres horas volveríamos a estar en nuestro país y volveríamos a nuestras vidas dejando atrás aquellos días tan llenos de sensaciones contradictorias. 

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Bueno! Hola a todos de nuevo. 

En primer lugar una disculpa, como ya sabéis estoy estudiando a la vez que trabajo y hay momentos en que no me da la vida para escribir y con los exámenes de por medio perdí el cauce de la historia pero bueno ya estoy aquí. 

Bueno, bueno, espero haberos sorprendido con este capitulo sobre todo con el momento Hobi y Nam, espero que los amantes del Namjin no me matéis, aun queda historia, nunca se sabe. 

Y aqui viene el aviso, este ha sido el principio del fin, Bullets está cerca del final y nos acercamos a pasos agigantados hacia el problema de la trama, así que disfrutad de lo que nos queda, porque aunque el drama sea corto, lo habrá.

Espero que os haya gustado. 

Nos leemos en el siguiente :)


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