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➷ trigésimo octavo capítulo

— Nunca pensé que Kim Taehyung aceptaría una cita conmigo. — la sonrisa y la alegría en la voz de MinJae era claramente genuina, tanto así que pudo contagiársela a Taehyung, quien apenas iba acercándose a la mesa de la cafetería, un tanto alborotado por tener que empujar el coche de Jungkook y al mismo tiempo cargar la pañalera.

— No es una cita. — susurró un poco apenado el menor, una vez que acomodó el coche de Jungkook de tal manera que no interrumpiera a los demás comensales, y dejó la pañalera en la silla libre que se ubicaba a su lado.

MinJae sonrió coqueto y asintió, aunque para él, aquel encuentro seguía siendo una cita, como se lo había dicho la noche anterior, cuando recibió la llamada y posteriormente el mensaje del omega.

— No pensé que vería nuevamente a tu bebé. — se atrevió a decir el alfa, teniendo mucho cuidado con sus palabras, pues no quería incomodar a su acompañante o darle a entender que no le agradaba la presencia de su bebé. En realidad MinJae sabía a lo que se enfrentaba apenas reconoció a Taehyung aquel día en la empresa, sabía que tenía dos hijos gracias al pequeño interrogatorio que le hizo a MinHo un mes atrás, incluso también supo que se había divorciado, lo cual debió de "espantarlo", mas al contrario lo único que logró fue darle una chispa de esperanza, una chispa que se encendió cuando dejó un beso en la mejilla del pelicastaño a modo de saludo. MinJae había crecido en el extranjero y para él era normal saludar de esa forma, incluso se había colocado de pie para recibir al omega y demostrarle que para nada estaba inconforme con su llegada o la del pequeño que estaba en el coche. — ¿Puedo verlo? — preguntó una vez que se alejó, mostrando aún esa gran sonrisa en su rostro.

Taehyung negó de inmediato. El omega hubiera preferido dejar a Jungkook con alguien de confianza, pero justamente ese día su madre tenía una cita en el spa y tanto sus hermanos con su padre estaban trabajando, por lo que no le quedó mas opción que llevar a su cachorro a la pequeña reunión, por no decir cita, con MinJae. Al omega no le incomodaba andar con su pequeño, al contrario, adoraba pasar mucho tiempo con el bebé, pero no sabía si justo en ese momento estaba incomodando al alfa.

— En realidad me costó demasiado hacerlo dormir, así que preferiría-

— Oh, entiendo, entiendo. — dijo igual de amigable el alfa, tomando asiento al igual que el omega. — No sé si te incomode, pero pedí aquel pastel de chocolate con almendras que tanto te gustaba, bueno, en realidad espero que te siga gustando, porque antes, tú solías... Bueno, no sé si ahora...

Taehyung soltó una pequeña risa, dándose cuenta que no era el único nervioso en aquella "reunión", lo cual finalmente lo tranquilizó.

— Lo sé, soy un completo desastre. — dijo el alfa, soltando igualmente una risa al ver que Taehyung parecía entrar en confianza. — Sé que quizás esto te parezca incómodo, pero quiero que sepas que no tengo ninguna doble intención, al contrario, me sorprendió demasiado que te hayas dado el tiempo de hablarme o siquiera mandarme un mensaje.

Taehyung se sonrojo de inmediato, pues precisamente no se había dado el tiempo de hablarle, ni siquiera recordaba tener su tarjeta, pero eso no lo sabía el alfa y tampoco tenía que saberlo.

— En realidad, yo... — o quizás sí debía saberlo, pues mientras la cabeza de Taehyung decía que lo mejor era dejar que MinJae pensara que aquella reunión no tenía una doble intención, su boca siguió soltando las palabras incorrectas. — escuché que tú podrías ayudarme. — y sin pensarlo realmente terminó diciendo la verdad.

MinJae se quedó atónito por unos segundos, que parecieron eternos para el omega, hasta por un momento llegó a creer que había hecho mal al hablarle de esa manera al alfa.

— Y-yo... lo siento, N-no quise darte a entender que... pero... En verdad lo siento, solo que SeoJoon...

Y sin esperar una respuesta de MinJae el omega se vio interrumpido precisamente por una risa proveniente de su acompañante y a quien le había revelado que aquella "cita" tenía dobles intenciones.

— N-no pongas esa cara. — dijo el alfa, aún tratando de controlar su risa. — Lo siento Taehyung, solo que realmente es gracioso que yo haya creído que querías verme y en realidad solo necesitas de mi ayuda.

— No, no es lo que piensas, solo que...

— No te preocupes, realmente entiendo y no me molesta. — dijo de inmediato, cambiando rápidamente su expresión a una totalmente preocupada, pues no quería ofender al omega. — Si SeoJoon te dijo que hablaras conmigo es porque para algo soy bueno, ¿No es así?

Taehyung quiso negar todo, pero sabía que sería en vano, por lo que finalmente asintió con la cabeza, un poco tímido y avergonzado por toda la situación.

— Y-yo... — el omega no sabía si decirlo, en realidad no quería ser tan exigente, pero SeoJoon le había recomendado a MinJae y sabía que su hermano siempre le brindaba las mejores soluciones y ayudas, por lo que sabía que estaba en buenas manos. — Yo quiero volver a trabajar y SeoJoon dijo que tú podías ayudarme a entrar a una buena firma de abogados. — dijo tan rápido que por un momento sintió que MinJae no lo entendió y parecía que no por su ceño fruncido, sin embargo el alfa asintió igualmente con la cabeza y cuando estaba a punto de hablar llegó el postre que había pedido.

Ambos agradecieron a la trabajadora del lugar y luego de que esta se fuera, Taehyung siguió esperando una respuesta, temeroso aún de que quizás las cosas no salgan como lo había planeado.

— No es como que te pueda ayudar directamente, Taehyung. — finalmente dijo el alfa, tomando la cuchara que habia llegado con el postres y dándole un bocado, a pesar de que era un postre pedido exclusivamente para el omega. — Yo estudie administración de negocios internacionales, tengo una maestría en mi profesión, pero el que estudió derecho fue mi hermano menor JongIn. Él creó su propia firma hace un año atrás aquí en Corea, pero antes trabajaba en Estados Unidos, radicaba allá igual que yo, pero luego de casarse y tener a su primer hijo decidió regresar a su país natal.

Taehyung suspiró, sintiéndose derrotado, pues aunque MinJae no se había negado a ayudarle, entre sus palabras había escuchado un rotundo no.

— No creas que me estoy negando. — habló de inmediato el alfa, como si estuviera contestando los pensamientos del pelicastaño. — Puedo ayudarte a entrar a la firma de mi hermano, solo que él es alguien... difícil de entender y en toda su firma no ha habido hasta el momento omegas que trabajen para él, en realidad unas de las razones principales además del nacimiento de mi sobrino por el cual JongIn decidió regresar a Corea fue que en Estados Unidos trabajaba para un omega y pues...

— No le gustaba trabajar para alguien inferior a él, ¿Cierto? — completó Taehyung, viendo por fin por donde iba la cosa.

MinJae negó de inmediato. — No es eso, JongIn es muy respetuoso, su esposo lo adora y puedo decir que es alguien muy protector con su familia, pero en cuanto al trabajo, él todavía cree que los omegas no están capacitados para esas labores.

Taehyung logró entenderlo, sintiéndose nuevamente derrotado.

— Lo lamento Tae, yo en verdad quisiera ayudarte, pero JongIn es algo difícil de convencer.

El omega asintió, sonriendo apenas, pues tal parecía que el destino no quería que trabaje.

Después de aquella conversación decidió quedarse con MinJae, sabía que él se había dado tiempo para verlo, por lo que prefirió aprovechar que Jungkook estaba dormido y continuar con su reunión, de la cual pudo sacar mucho provecho, pues aunque no quiso reconocerlo en el momento, el alfa supo llamar su atención y escucharlo cuando era necesario. Hace mucho que Taehyung había dejado de sentirse escuchado y sobre todo, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que había tenido demasiado interés en la vida de una persona, lo cual pasó con MinJae.

[➷]

— ¡Pero si ahí está la princesa de mis ojos! — el grito y los brazos abiertos de su padre fue lo primero que vio y escuchó Taehyung al ingresar a la casa de sus padres. El señor Kim recibió a su nieta con un fuerte abrazo y luego la cargó, escuchando atentamente como la niña le narraba su día en la escuela.

Después de despedirse de MinJae con la promesa de volverse a ver, pero esta vez sin dobles intenciones, Taehyung fue por Hani a la escuela, no se había dado cuenta del tiempo hasta que Jungkook se despertó y la alarma que le indicaba que su hija estaba próxima a salir de la escuela, sonó, llamando la atención tanto de él como del alfa. Taehyung tuvo que despedirse y tras recoger a su pequeña se dirigieron a la casa de la familia Kim, pues habían quedado en almorzar todos juntos aquel día.

Al llegar a la sala de estar el señor Kim dejó a la pequeña Hani en el suelo, empezando la niña a correr en busca de su tío SeoJoon.

— Hani, con cuidado, por favor. — le advirtió el omega, tomando asiento con Jungkook en brazos, el bebé demasiado distraído con la camisa de seda que su madre estaba usando en ese preciso momento.

— Déjala, hijo, ella ya conoce la casa por completo.

Taehyung rodó los ojos, sabiendo que sus padres eran demasiado permisivos con su hija, lo cual le daba a entender a la pequeña que no tenía límites.

— Papá, sabes que no me gusta que Hani ande por la casa como si nada, puede romper algo y-

— Y yo lo comprare de nuevo, porque para eso está el dinero.

El omega bufó, inconforme con la respuesta de su padre y prosiguió a ver a su bebé, quien seguía distraído, ahora, con uno de los botones de su camisa.

— SeoJoon me comentó que tienes la loca idea de volver a trabajar.

Y aunque no quería hacerlo, Taehyung terminó soltando un gran suspiro, lo cual solo era el inicio de una larga conversación con su padre.

— Papá, por favor, no empe-

— ¿Por qué quieres trabajar? ¿acaso el inútil de Hoseok no te pasa la pensión acordaba? — Taehyung frunció su entrecejo, odiando esa pregunta. Estaba cansado de que le hablaran sobre el dinero de su ex esposo, como si realmente fuera valioso o necesario. — Hijo, Jungkook va a cumplir dos años dentro de poco, apenas es un bebé, no creo que sea conveniente que trabajes ahora.

— Papá, ya tomé una decisión. — dijo apenas el omega, advirtiendo que no quería hablar más del tema, sin embargo...

— Pero para qué quieres perder tu tiempo en eso, Taehyung, tienes suficiente dinero para vivir bien y darle una buena vida a mis nietos, además sino fuera así, nosotros te apoyariamos.

— Papá, por favor. — pidió el pelicastaño.

— O si deseas puedo crear una firma a tu nombre, tú serías el abogado y jefe, podrías trabajar cuando quisieras y tendrías tiempo para los niños, además...

— Papá, deseo ser reconocido por mi propia cuenta y no porque mi "papi" me compro una firma. — sentenció el omega.

El señor Kim suspiró, cansado por tener que lidiar con un hijo tan terco. — Haz lo que quieras.

Taehyung suspiró y asintió con la cabeza, sabiendo de antemano que en el almuerzo de aquella tarde el único tema sería él y sus ganas de trabajar.

[➷]

Un capítulo porque hubo una publicación en Facebook que me hizo el día. 🤫🤣

Por cierto, ¿Ya se dieron cuenta?

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