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➷ sexagésimo tercer capítulo

Taehyung aún recuerda su boda con Hoseok, el ambiente, los invitados, la decoración tan mágica que habían realizado para su dia especial, además de todas sus damas de honor, que en su mayoría fueron primas lejanas que muy pocas veces había visto, pero con las cuales se llevaba más que bien, el gran pastel que fue decorado a su gusto y del cual escogió su sabor favorito, pues al estar embarazado, lo único que exigía es que pudiera escoger todo lo que se iba a servir en la recepción y fiesta de su ceremonia; todo fue realmente bello, no puede negar que aquel día lo disfrutó mucho y aunque estaba pasando a otra etapa de su vida a muy temprana edad, para el gusto de toda su familia, eso no le quitó la sonrisa del rostro y las tantas boberías que hizo, muy a pesar de que no podía tomar ningún tipo de bebida alcohólica.

Quizas el matrimonio con el que soñó tener por el resto de su vida no había funcionado, pero no se arrepentía de su boda, tampoco de los años que había "desperdiciado" al lado de Hoseok, mucho menos de sus hijos, sus maravillosos hijos, que se encontraban en ese preciso momento corriendo uno detrás de otro por el gran patio de la hacienda en la que se encontraban.

— ¡Hani! ¡Detente por favor! — fue su turno de intervenir, pues aunque no haya estado atento en su totalidad a lo que sucedía alrededor suyo, por estar sumergido en sus recuerdos, bien sabía que no podía dejar mucho tiempo a sus hijos solos bajo el cuidado de Minjae, mucho menos sabiendo como se comportaban cada vez que estaban alrededor de alfa.

La pequeña Hani se detuvo al escuchar a su padre llamarla y detrás de esta, Jungkook, quien solo por acto reflejo hizo lo mismo, ya que al ser más pequeño se engreía demasiado, no solo con Taehyung, también con su padre alfa, lo cual significaba que el niño no hacia caso a alguien en especial, menos a sus padres.

— Solo estamos jugando, papi. — trató de excusarse la niña, aunque muy en el fondo solo fuera una mentira, ya que tanto a ella como a su hermanito no le agradaba el amigo de su padre.

— No hay problema cariño, solo estamos jugando. — Se apresuró a decir el alfa, tratando de esa manera que su pareja no reprendiera a los niños.

Taehyung negó con la cabeza, mientras ya veía la sonrisa de victoria asomarse en el rostro de su pequeña. La conocía tan bien.

— Hani, ve con tu tío Seojoon, estoy seguro que él no estará feliz de verte corretear con un vestido tan bello y caro como el que llevas puesto. — Taehyung sonó muy severo, tenia que hacerlo, ya que la pequeña cada vez más se parecía a su padre en cuanto a salirse con la suya se trataba.

— ¡Pero papi! — Gritó en su defensa la pequeña, recibiendo de inmediato una mirada de advertencia, que la llevó de inmediato a dar media vuelta y correr en busca de su tío favorito.

Jungkook miró a su hermana alejarse y aunque quiso seguirla, todo quedó en un intento, pues de inmediato Taehyung lo tomó en su brazos para reprenderlo por igual, lo cual el niño odiaba por completo.

— Cariño, no hizo nada malo. — volvió a insistir Minjae, refiriéndose a la pequeña Hani, extendiendo a la vez sus brazos para recibir a Jungkook, quien gustoso se lanzó hacia el alfa, lo cual no era por cariño o afecto, sino por mera conveniencia.

Taehyung miró a su hijo hacerse cada vez más pequeño en los brazos de MInjae, como escondiéndose de la situación y tras un suspiro decidió que dejaría pasar ese mal comportamiento solo por ese dia. Jungkook estaba muy berrinchudo últimamente, pero por más que quería reprenderlo siempre intervenían terceras personas como Hoseok o Minjae, quienes nunca permitían que se le gritara al pequeño, y si no eran este últimos, eran sus hermanos o su padre. El pelicastaño ya estaba cansado de la situacion, pues sentia que lo desautorizaban delante de sus hijos, sin embargo no había mucho que hacer, pues su pequeño siempre lograba salirse con la suya.

— Cariño, no te enojes, solo es un niño que no sabe lo que hace. — trató de insistir Minjae, aunque Jungkook estuviera sonriendo escondido entre sus brazos, lo cual claramente el alfa no veia, pero Taehyung sí.

— Claro que entiende y a la perfección, Minjae. — insistio el omega, viendo con severidad a su hijo.— pero solo por hoy lo dejare pasar. — Taehyung realmente quiso sonar severo, aunque eso ya no fuera una total amenaza para su hijo. Jungkook habia entrado en una etapa muy difícil que cada vez le era imposible controlar.

— Nuevamente estás reprendiendo a mi niño. — La voz de Seojoon se hizo escuchar a lo lejos y solo eso bastó para que Jungkook comenzara un nuevo berrinche, el cual consistía en llorar para que su tío favorito lo cargue y defienda de todo y todos.

Taehyung miró mal a su hermano y luego a su hija, pues sabia que Hani habia ido en busca de su tío solo para que este defendiera a su hermano, otra mala costumbre que había aprendido la pequeña hace unos meses atras.

— Seojoon, no intervengas por favor. — Insistió el pelicastaño, viendo como su hermano recibia a Jungkook en sus brazos, luego de que este decidiera extender sus brazos hacia su tío mientras continuaba con su llanto; ni siquiera Minjae pudo hacer algo contra eso.

— Tengo que intervenir, ya que se trata de mi pequeño Jungkook.— fue lo único que contesto el alfa antes de pedirle al niño que deje de llorar a cambio de darle uno que otro regalo costoso.

Taehyung no hizo nada más que tomar una de las tantas copas de champagne que estaban ofreciendo los meseros y retirarse de la escena, sabia que no podia hacer mucho, por lo que prefirió buscar a Seokjin para felicitarlo por la nueva etapa que estaba iniciando y la cual quería que fuera para siempre, pues su mejor amigo solo se merecía lo mejor, al igual que su hermano, aunque este ultimo se comportara como un idiota en algunas ocasiones.

Seokjin no se encontraba muy lejos de la escena, por lo que fue muy fácil para Taehyung encontrarlo, sin embargo, este también tenia sus propios problemas que incluian a sus pequeños discutiendo entre ellos por alguna travesura que no querian admitir, lo típico entre los mellizos.

— ¡Ya basta! Les dije que si hacían alguna travesura el dia de hoy, hablaría con su padre y les quitaría los videojuegos. — Seokjin sonaba muy severo y se veia muy molesto para ser el dia de su boda, pero tener cuatro hijos a veces le pasaba factura.

— Vayan con el tío Seojoon, está dando dulces.— se atrevió a decir Taehyung, interrumpiendo la reprimenda y dejando a Seokjin con la palabra en la boca. Los niños de inmediato se vieron entre sí y sin pensarlo mucho fueron en busca del tío Seojoon, el cual ya sabían que seria parte de su familia y y al cual admiraban tanto como a su padre.— No me agradezcas.— dijo tras terminar su copa y dejarla en una de las tantas mesas del lugar.

Seokjin solo suspiró y terminó dejándose caer en una silla muy bien decorada con flores.

— Por fin tengo un momento para mí. — se atrevió a decir el mayor, tras una sonrisa llena de cansancio. — Los mellizos están con Seojoon, Minseok está con mis padres y la bebé también.

— Nadie nos dijo que sería así de dificil, ¿no? — Taehyung lo siguió y se sentó en otra silla, admirando desde lejos como Seojoon lidiaba con su pequeño Jungkook, los mellizos y probablemente tambien con Minseok, pues el pequeño habia visto la reunión a lo lejos y también quería un regalo de parte de su tio favorito, pues todos los niños parecían saber que podían convecer rapidamente a Seojoon de comprarles todo lo que quisieran.

Seokjin negó. — Realmente es difícil, pero no cambiaría a ninguno de mis hijos por nada del mundo, quizás a su padre sí, pero a ellos no, nunca lo haría.

— Estoy de acuerdo contigo.— dijo rapidamente Taehyung, sabiendo que a pesar de tener hijos berrinchudos y que le sacaban de quicio muchas veces, nunca los dejaría o cambiaría por nada del mundo.

Ambos omegas se quedaron en un silencio cómodo, observando como Seojoon y Minjae se desenvolvían a la perfeccion con los niños. Ellos parecian estar hechos para eso: ser padres.

— Te daré el ramo, Taehyung.— se atrevió a decir Seokjin, luego de un largo silencio. El mencionado de inmediato lo miró, como si hubiera dicho algo prohibido. — Sé que Minjae quiere pedirte matrimonio, creo que quiere hacerlo desde que te conoció, pero solo ahora que estás disponible puede.

Taehyung se quedó en silencio por un rato, procesando lo que había escuchado, sobre todo la propuesta de matrimonio de la cual ni siquiera estaba al tanto, pues veía que su relacion iba bien, le gustaba Minjae, se comportaba bien con sus hijos, pero no creía que estuviera listo para dar nuevamente ese paso de casarse y convivir con un hombre que sus hijos poco a poco iban aceptando.

— Estás loco.— fue lo único que llegó a pronunciar, sin saber que más decir. No podía creer que Minjae estuviera planeando casarse con él, ni siquiera habían hablado de matrimonio en esos ultimos meses, quizás porque estaban ocupados con los preparativos de la boda de Seojoon y Seokjin, pero igualmente no había forma de que estuvieran listos para eso, o al menos eso es lo que veía Taehyung.

Seokjin sonrió y tomó las manos de su mejor amigo entre las suyas, mirándolo esta vez fijamente a los ojos.— Te daré ese ramo porque realmente mereces ser feliz igual que yo, encontré a mi príncipe, ese del que tanto hablábamos en nuestra adolescencia y estoy seguro de que Minjae es el tuyo, no como ese impostor de mierda que conociste hace años.

Taehyung rió y negó con la cabeza, aunque recordara a la perfección su boda con Hoseok y como con ilusion habló sobre su príncipe y que ya lo había encontrado, en medio de la ceremonia, halagando a un hombre que no existía.

— Te lo agradezco, Seokjin, pero no creo estar listo para dar...

— Yo tampoco lo estaba cuando tu hermano me lo propuso, pero mírame, me casé el dia de hoy, tengo un nuevo anillo de bodas y un esposo maravilloso que me ama con toda su alma. — Se veía el amor en los ojos de Seokjin, al igual que en sus palabras, eso no podia negarse por nada del mundo; él realmente estaba enamorado.—  y al igual que a mí, a ti te toca también ser feliz y creo que Minjae es ese hombre que puede darte todo lo que necesitas, asi que no te niegues, te dare mi ramo y dentro de unos meses te casarás y recibiras flores de tu ex, lamentándose por haberte perdido...

Y la risa no se hizo esperar en ambos, mirando a lo lejos un adorno floral muy bello que Namjoon había mandado para ese día en especial, felicitando a Seokjin por su nuevo compromiso.

— ¿No lo extrañas? — se atrevió a preguntar Taehyung, sabiendo que quizas Seokjin no le diría la verdad, pues era hermano de Seojoon. Sin embargo, tentó su suerte, sabiendo de antemano que su mejor amigo nunca le mentía.

Seokjin admiró las rosas, las bellas rosas que se había esmerado su ex esposo en hacerle llegar ese día, quizás en reemplazo de su presencia, pues cabe resaltar que lo habían invitado a la ceremonia, pero por "motivos laborales" no fue, lo cual era otra mentira, ya que todos ahí sabían las circunstancias de Namjoon, incluso él mismo. No podía negar que lo amó mucho tiempo, que lloró por él y que incluso sufrió un aborto espontáneo de un embarazo, del cual no estaba al tanto, cuando se enteró que probablemente su entonces esposo seria padre de un bebé que no estaba en su vientre; realmente fue mucho lo que aguantó y todo por amor, pero después de todo creía firmemente que ya todo estaba superado, habia superado a Namjoon.

— No, no lo extraño, Taehyung.— dijo con firmeza, dedicándole una sonrisa a su mejor amigo, la cual fue suficiente para hacerle saber que estaba diciendo la verdad.

Seokjin solo quería que Namjoon fuera feliz, ya sea solo o con alguien más. No le deseaba el mal, al contrario, esperaba que encontrara el amor, asi como él lo hizo.

[➷]

Sé que me tardé, nuevamente, pero aquí está el capítulo y cada vez más se va acercando al final :). Creo que ya van imaginando que viene.

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