➷ septuagésimo tercer capítulo
Hoseok seguía sin poder creer que lo hayan molido a golpes y despedido de su trabajo en el mismo día, ni siquiera entendía la molestia de Minjae y como a todos sus compañeros parecía haberle divertido el show que había armado este apenas llegó a la oficina para golpearlo. Entendía que estuvo mal haberse acostado con un omega comprometido, como lo era Taehyung, pero no podía dar vuelta atrás, ya todo estaba hecho y aunque quería decir que se arrepentía, algo muy dentro suyo estaba riéndose de toda la situación, muy a pesar de que había sido despedido y tenía muchas deudas que pagar. Sin embargo las marcas en el rostro, el labio roto, la nariz fracturada y el ojo morado le dolía como una puta mierda y aunque se sentía igual de mal, no podía dejar de lado el orgullo de haber sacado de quicio al hombre que estaría al lado de Taehyung de ahora en adelante, tal y como lo había asegurado Minjae después de haberlo dejado en el psio.
— Al parecer sí te dieron una gran paliza. — el tono burlesco de Namjoon, seguido de una risita baja anunciaron la llegada de este. Hoseok no quería ver a nadie en ese momento, ni siquiera al que una vez fue su amigo, pero necesitaba de un abogado familiar en ese momento y no había mejor abogado que Namjoon.
— Eres un idiota. — fue lo único que dijo el pelinegro, viendo como su amigo pedía un trago en su bar favorito, al cual siempre solían frecuentar desde que eran jóvenes y posteriormente padres de familia.
— Al menos a mí no me dejaron con la cara desfigurada. — volvió a burlarse el hombre.
Hoseok quería ignorarlo, realmente quería tener que evitar llegar a esto, pero no había otra opción. Minjae le había dejado en claro que se llevaría a sus hijos lejos, además de pedir una orden de restricción apenas llegue a su país de destino, en donde se establecería con Taehyung una vez que su compromiso se oficialice, por lo que no tenía ninguna otra opción más viable que consultar con Namjoon sobre esa situacion.
— El gran escándalo que hubo en la firma de JongIn es una noticia ahora mismo en redes, probablemente hundan a tu jefe y tenga que salir a pedir unas disculpas por el bochornoso accidente que tú y su hermano empezaron en sus oficinas. — informó Namjoon, como si Hoseok no estuviera al tanto de la mierda que se iba desatando en redes, pues algún idiota había decidido grabar el momento justo en el que lo tenían tirado en el piso y con el rostro lleno de sangre por los golpes de Minjae.
— No tienes que decirme algo que ya sé. Precisamente fueron aquellos videos los que me tienen ahora mismo aquí, tomando mi ultimo trago caro, porque dudo que alguna firma me quiera contratar después de lo que me hizo ese imbécil. — Hoseok tomó el último sorbo de su bebida e hizo una mueca clara de dolor al pasarla, pues hasta eso le causaba un dolor inimaginable.
— Bueno, hermano, solo te puedo decir que estás completamente jodido, mucho más de lo que lo estuviste en el divorcio con Taehyung.
Hoseok no tenía que ser muy inteligente para saber eso, su situación no era la mejor, se había quedado sin trabajo, tenía muchas deudas que saldar, unas pensiones que pasar y una esposa loca que parecía no tener consideración al usar las tarjetas de crédito que estaban en su poder. El alfa ya no tenía un plan B para ese momento y aún asi, lo único en lo que pensaba su lado animal era en Taehyung, en el omega que ya no le pertenecia pero por el cual habia recibido varios golpes ese dia.
— ¿Has tratado de hablar con él? — preguntó NamJoon, aun sabiendo la respuesta, pues Taehyung jamás le contestaría una llamada a Hoseok, mucho menos si se trataba de otro tema que no sea sus hijos.
El pelinegro se quedó callado por un momento, tratando de buscar las palabras correctas para decir que había llamado a Taehyung varias veces esa tarde, con la esperanza de que pudieran hablar de lo sucedido y lo que había hecho su futuro esposo, pero para su mala suerte, no recibió respuesta alguna, hasta incluso llegó a creer que sus llamadas fueron bloqueadas, pues llegó un punto en el que dejó de sonar el movil. Taehyung no lo quería en su vida, eso estaba más que claro.
— Hoseok, tienes que entenderlo. — dijo de repente Nam, como si hubiera adivinado el accionar de su amigo en aquella tarde. – Taehyung ya hizo su vida y tú, lamentablemente, ya no formas parte de ella. Solo te toca soltar. – el alfa continuo bebiendo poco despues de decir aquellas palabras y Hoseok no le dio la contra.
Ambos alfas continuaron en aquel bar por muchas horas más, compartiendo apenas una botella y mirando un punto fijo sin decir absolutamente nada, pues ninguno tenia mucho que decir, ya no eran amigos y no tenían un tema en común más allá del escándalo que Hoseok había armado esa mañana y claro, el tema legal en el cual Nam representaba a Taehyung.
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Cuando Jennie se enteró del despido de su esposo, lo primero que hizo fue enojarse con este y pedirle una buena explicacion para que lo hayan corrido de improviso de un trabajo en el cual se desenvolvía bien, luego pidió otra explicación a los golpes de Hoseok, como intuyendo muy en el fondo que algo estaba sucediendo más alla de las vagas respuestas que se le habían brindado. Jennie no estaba contenta, menos por todo lo que tenían que pagar, pero no podía hacer nada más que apoyar a Hoseok y fingir que todo saldría bien, cuando en realidad en su cabeza lo unico que pasaba era el porqué había despedido a su esposo de un lugar tan prestigioso como ese y en el cual se había ganado su puesto.
Los dias comenzaron a transcurrir, Hoseok continuó buscando trabajo, pero cada vez era más imposible por el escándalo que habia protagonizado en su antiguo centro laboral y del cual creia que su mujer no sabia nada. Sin embargo, Jennie no era tonta y poco tiempo después de que se le retiró del trabajo a su esposo, se llegó a enterar que la persona que lo había golpeado fue el prometido de Taehyung, la razón no la sabia exactamente, pero ya algo dentro de ella estaba atando hilos sueltos y aunque no quería decirlo en voz alta, en su cabeza solo habia una buena razón para todo ese accionar y no era nada bonito.
Jennie amaba a Hoseok, creia que era el hombre ideal para ella y el mejor padre que le pudo haber dado a su hija, incluso creía fervientemente que ella habia ganado, al final la que tenía un anillo de compromiso y de casada en el dedo anular era ella y no el omega estúpido por el cual su esposo seguia muriéndose. Sí, Jennie lo sabía, podía notarlo en la mirada de Hoseok, en la forma en la que trataba a los hijos que tenía con Taehyung, en como parecía siempre tener cuidado con sus palabras al estar alrededor de ese omega y sobre todo, en la sonrisa que siempre se le dibujaba al ir a visitar a sus hijos; Hoseok lo seguía amando, pero ella era la esposa y eso valía mucho más que unos tontos sentimientos que iban a desaparecer con el tiempo, porque sí, eso iba a desaparecer y volvería a tener al hombre del cual se enamoró.
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Taehyung llevaba unos lentes oscuros, a pesar de que no hubiera sol aquel día y muy a pesar de que se encontrara dentro de una de sus cafeterias favoritas en toda la ciudad. Para ese momento, lo único que podía calmar sus náuseas matutinas era el olor del café y eso precisamente era la razón por la que habia citado a Minjae en aquel lugar. El alfa se encontraba con la mirada perdida en la taza de cafe que había pedido hace casi media horas atrás, cuando llegó a ese lugar, con la esperanza de quizas arreglar las cosas y poder continuar con el compromiso, pero las palabras de su omega seguían grabadas en su mente, muy a pesar de que salieron de su boca hace como cinco minutos atrás.
— No pienso aceptarlo. — fue lo único que pudo salir de sus labios al ver el anillo de compromiso que Taehyung habia dejado en la mesa del lugar, tras soltar esas horribles palabras que seguian flotando en la mente de Minjae.
"Lo mejor es terminar con el compromiso." Esas malditas palabras seguían en la mente de Minjae y hasta parecía que seguían dando vueltas alrededor de ellos, en el aire, como recordándole que todos sus intentos por solucionar ese problema habían sido en vano. Taehyung no queria continuar a su lado, por más que se habia esforzado en disculparlo y decirle todo ese tiempo que podrían lograrlo juntos, que todavia deberían estar juntos. Minjae sí lo queria, queria a esos niños y sabía que podria llegar a querer a ese tercer bebé en camino, pero nada de eso podría ser si Taehyung se negaba a aceptarlo.
— Te amo, Taehyung, llevo casi dos semanas intentando hablar contigo y convencerte de que podemos seguir con el compromiso. ¿Por qué no me aceptas? — dijo ya en una súplica, sintiéndose totalmente desesperado y perdido. — Estoy haciéndolo bien, Tae, por favor...
Taehyung sintió un nudo en la garganta, no solo estaba triste, también decepcionado con él mismo, con su comportamiento, con la manera en la que había sucedido todo eso, estando a puertas de su matrimonio. El omega realmente quería a Minjae, pero no podía pasar por alto la gran falta de respeto que había cometido, se había traicionado a sí mismo, a su novio, su compromiso, la familia que iban a formar. Definitivamente no podrían darse una oportunidad más.
— Lo lamento mucho, Minjae. — dijo apenas, tratando de aguantar un poco más las ganas de llorar. No podía creer el gran dolor que estaba sintiendo en su corazón en ese preciso momento, no queria perder a nadie, pero sus acciones lo habían llevado a eso. — El bebé no es tuyo y aunque ese no es un gran problema, sé que al casarme lo único que te voy a causar es una gran infelicidad.
Minjae negó con la cabeza, tratando de alcanzar las manos de Taehyung, incluso penso en un momento por levantarse de su asiento y abrazarlo, pero sabia que ese momento no era el adecuado.
— Solo inténtalo, por favor, Tae. — insistió una vez más, sintiendo un nudo en la garganta, el cual anunciaba que estaba a nada de llorar. Minjae nunca habia sido tan frágil como en ese preciso momento.
— Te amo, pero no puedo seguir, Minjae. — un suspiro salio de los labios del omega y aunque queria aceptar la propuesta del que ya era su ex novio, se negó.
El alfa no tomó el anillo, solo asintió con la cabeza, sintiendo las primeras lágrimas deslizarse por sus mejillas. Lo había amado como a nadie y queria una vida junto a él, pero tampoco podia engañarse, aunque realmente estaba seguro de querer continuar con el matrimonio, su lobo seguia herido y lo unico que pedia era retirarse, aunque eso significara perder todo tipo de contacto con el omega que ya habia elegido para toda la vida. Minjae salió de aquella cafetería más por vergüenza a que todos se dieran cuenta que aquella era una despedida entre ellos dos, que por decisión propia.
Taehyung solamente lo vio irse y aunque no quería tomar el anillo, terminó haciéndolo, pues no pensaba dejar un recuerdo tan valioso como ese en un lugar cualquiera, como sino significara nada, cuando para él lo era todo.
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Sé que tardé mucho, beibis, pero ya tenía escrito este capitulo en diciembre, asi que solo lo edité.
Estamos cerca al final, ¿Qué creen que sucederá?
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