➷ quincuagésimo capítulo
— Tienes que entender a tu madre, hijo. — le pidió el señor Kim con uno de los tantos refrescos, que estaban repartiendo, en mano.
Taehyung suspiró y asintió, aún con su mirada puesta en la gran ventana de la cocina, en donde se podía observar a su madre hablando con MinHo o mejor dicho, recalcando que no iba a salir.
— La entiendo, papá, pero es el cumpleaños de Jungkook. — respondió el pelicastaño, dándole un trago a su refresco por igual, a ver si se esa manera lograba pasar el nudo que se le había hecho en la garganta desde que vio ingresar a Hoseok a su casa.
— Lo sé, hijo, pero tu madre no tolera a Hoseok, tampoco creo que le haya gustado la presencia de esa mujercita en este lugar. — señaló por duodécima vez el señor Kim, como si Taehyung no estuviera al tanto de eso.
MinHo salió de la casa unos segundos después y finalmente negó con la cabeza al llegar a donde se encontraban los Kim.
— No piensa salir, dice que no saldrá hasta que Hoseok y su esposa se retiren. — suspiró el mayor, dirigiéndose hacia su pequeña Sunnie, que yacía dormida en los brazos de su padre omega.
Taehyung asintió, soltando un gran suspiró y dejando el vaso con refresco en la mesa. — Si es así, entonces creo que es hora de que empiece el show infantil. — dijo finalmente, yendo hacia Jungkook, quien tenía su gorrito de cumpleaños bien sujeto a su pequeña cabecita. — vamos, bebé, creo que es el momento de que disfrutes de tu gran día. — el pequeño comenzó a aplaudir, como si supiera lo que venía en camino, mientras gritaba un efusivo "¡Mamá!"
SeoJoon dejó ir a su sobrino con su madre y solo en ese momento se dio el tiempo de acercarse a MinJae, con quien había tenido una conversación pendiente desde hace varios días.
— ¿Qué haces aquí? — le susurró el alfa al posicionarse al lado de su mejor, mientras fingía que se divertía al ver el show infantil que estaba a punto de iniciar. — Te recuerdo que el venir a los cumpleaños de mis sobrinos no te ayudará en nada a lo que quieras hacer con mi hermano.
MinJae casi se atraganta con el refresco que estaba tomando cuando escuchó a SeoJoon, negando lentamente con la cabeza apenas se reincorporó.
— No es lo que piensas, SeoJoon. — dijo de inmediato. — Taehyung me invitó solo porque ya conocía a Jungkook, además-
— ¿Qué tú conocías a mi sobrino? — interrumpió. — ¿De dónde rayos conoces a un niño de apenas dos años, MinJae? — la indignación en las palabras de SeoJoon eran más que notables, pues el hombre ya le había advertido sobre su cercanía con Taehyung. — Es mi hermano de quién estamos hablando. — dijo, finalmente dirigiéndole la mirada. — Si lo recomendé contigo era para un tema netamente laboral, no para que andes metiéndote en su vida de a poco.
— SeoJoon, no tengo absolutamente nada con Taehyung, él y yo somos amigos...
— ¡Pero sé que no quieres ser su amigo! — le gritó, aprovechando que la música había comenzando a sonar lo suficientemente fuerte como para pasar desapercibidos.
— SeoJoon, tranquilizate, no tengo ninguna doble intención con Taehyung, él me agrada, pero al parecer todavía tiene problemas con su ex esposo, lo cual significa que yo no puedo ser otro problema más en su vida.
— Eso es lo que quisieras, ser otro problema más en la vida de mi hermano si eso significa que podrás meterte en su cama, así como lo has hecho con todas esas omegas que-
— Eso ya pasó, SeoJoon, por favor controlate, estamos en una fiesta infantil y te recuerdo que es la de tu sobrino, así que tú deberías ser el mejor-
— ¿El mejor comportado? — volvió a interrumpir SeoJoon, algo ido por todo el asunto de Hoseok y ahora el de MinJae.
— Exacto, amigo, deberías disfrutar de la fiesta y sobre todo, deberías ver dónde se encuentra tu pareja, porque por lo que veo no está del todo bien. — avisó, dirigiendo su mirada por sobre el hombro de su amigo.
SeoJoon de inmediato dio media vuelta y sin esperar ningún segundo se dirigió hacia donde se encontraba SeokJin, quien al parecer tenía una discusión con NamJoon, pues el alfa lo estaba arrastrando en contra de su voluntad hacia dentro de la casa.
— ¿Qué rayos está pasando aquí? — gritó igual de enojado al llegar a la pareja de ex esposos. Había tenido que prácticamente correr y aprovechar todo el tumulto que se había armado en el centro del jardín por el show infantil para llegar a su pareja. — Suelta a SeokJin.
— Todo está bien, SeoJoon. NamJoon solo quería hablar un tema de los niños conmigo, pero ya le aclaré que no es el momento ni tampoco el lugar. — advirtió SeokJin, dedicándole una mirada de total enojo a su ex esposo.
NamJoon sonrió sarcástico al ver por dónde iba la cosa y sin decir nada siguió arrastrando a SeokJin del antebrazo, importándole muy poco que algunos otros padres los vieran.
— ¡Ya te dijo que lo sueltes! — advirtió SeoJoon, esta vez acercándose lo suficiente como para apartar a NamJoon de su pareja.
— ¿Qué rayos sucede contigo, señor perfecto? — NamJoon había tolerado muchas veces al idiota perfeccionista de SeoJoon, incluso hubieron muchas ocasiones en las cuales se burlaba con Hoseok de su entonces cuñado, alegando que era un alfa muy amargado y que iba a terminar solo, pero al parecer la situación se había invertido y ahora el que parecía terminar solo era él. — Necesito hablar con la madre de mis hijos sobre unos temas que no te conciernen a ti, porque te recuerdo que no eres el padre de esos niños.
SeoJoon ya estaba muy irritado de por sí, por lo que escuchar al ex esposo de SeokJin no estaba ayudando para nada.
— SeoJoon, ya vengo, ¿Si? Solo hablaré un momento con NamJoon sobre lo que quiere y luego tomaremos un poco de refresco y probaremos todos los bocadillos que están haciendo agua mi boca desde que llegue. — SeokJin trató de tranquilizarlo, sabía que siempre podría hacerlo si le hablaba despacio y con ternura.
El alfa asintió, soltando un suspiro y contando mentalmente hasta diez para no terminar partiendo la cara de NamJoon.
— Está bien, cariño, iré a buscar los bocadillos más deliciosos para ti y la nena. — SeoJoon sonrió, acariciando con una mano el vientre abultado del omega, lo cual no fue una gran idea en ese momento.
— ¿Cómo puedes permitir que toque a mi hija, SeokJin? ¿Acaso ya te acostaste con él? — los reclamos no se hicieron esperar. NamJoon ya había llegado a su límite por ese día, fue demasiado el haberse encontrado a su ex esposo de la mano de un idiota que no toleraba y nunca toleró, para ahora darse cuenta que ese mismo idiota parecía estar más presente en la vida de sus hijos que él. — ¡Jamás creí que te diría esto, pero desde que nos separamos no has hecho nada más que comportarte como una maldita prostituta! ¡No tienes respeto por ti y tampoco por nuestros hijos, menos por el bebé que tienes-
Y antes de siquiera terminar la frase, NamJoon se vio interrumpido por un puñetazo que dio directo en su mejilla derecha. SeokJin había tratado de impedirlo apenas vio que SeoJoon avanzaba hacia su ex esposo, pero en definitiva su pareja tenía mayor fuerza que él.
— ¡Cállate maldito, bastardo! ¿Acaso no ves que está en espera? ¿Cómo piensas que lo vas a tratar así después de todo el daño que le hiciste? — SeoJoon había hecho de todo para mantener la compostura, pero ver a NamJoon en el suelo le dio una satisfacción que no había sentido en años, como si en realidad a quien hubiera golpeado no sea el ex esposo de SeokJin, sino el de su hermano.
NamJoon se limpió la sangre del labio que le acababan de reventar y sin más se colocó de pie, lanzando por igual otro golpe que fue de lleno al rostro de SeoJoon.
— Esa de ahí fue por meterte con mi esposo, maldito desgraciado. No sabes cuántas ganas tenía de partirte la cara desde que te conocí aquella noche.
Taehyung estaba pasándola muy bien con su hijo en brazos cuando los gritos comenzaron a llamar su atención, además de muchas personas acumulándose alrededor de la entrada hacia la casa.
La música se detuvo cuando comenzaron a pedir ayudar y entonces el omega maldijo por lo bajo al pensar que el alboroto lo estaba causando Hoseok.
— Se trata de SeoJoon. — apenas dijo MinHo al pasar por su lado. Taehyung se sorprendió y sin esperar mucho dejó a su hijo al cuidado de Taemin, quien había dejado a su hija en su pequeño coche.
Todos los invitados se reunían alrededor de la pelea, tratando de separar a los alfas, pero estos no daban tregua, ni siquiera el señor Kim parecía tener la fuerza para alejarlos uno del otro. NamJoon estaba encima de SeoJoon, propinándole uno tras otro golpe, disfrutando de eso, mientras que SeokJin gritaba que se detuviera.
— ¿Qué rayos te pasa? ¡Aléjate de él! — gritó MinHo al llegar, sujetando a NamJoon para por fin terminar con ese escándalo.
— ¡A quien deberías alejar es a tu maldito hermano, pero de mi esposo! — gritó NamJoon, entre forcejeos con MinHo por querer liberarse e ir nuevamente detrás del otro alfa.
— ¡Él no es tu esposo! ¡Están divorciados porque lo engañaste con muchas mujeres! — gritó SeoJoon, por igual, recibiendo la ayuda de su padre para levantarse.
Taehyung, quien fue el último en llegar a tumulto, no hizo nada más que rodear a SeokJin y pedirle que se tranquilice, pues su mejor amigo estaba demasiado pálido y con algunas lágrimas amenazando con salir de sus ojos.
— ¡Has arruinado el cumpleaños de mi sobrino, maldito imbecil! — continuó SeoJoon, importándole muy poco la mirada llena de dureza que su padre le dirigía.
Hoseok, quien hasta ese momento se había mantenido al margen, finalmente tuvo que acercarse, pues su hija comenzó a preguntar si el tío SeoJoon se encontraba bien e incluso quería ir, pero el alfa no lo podía permitir, no podía dejar que su hija viera en ese deplorable al que siempre fue su tío favorito.
Jennie, por otro lado, trataba de aguantar la risa, mientras sujetaba a su pequeña. La omega no podía estar más feliz de que aquel cumpleaños haya sido igual de arruinado que el de su hija. Lo agradecía demasiado.
— ¿De qué te ríes, maldita zorra? — la pregunta no llegó de sorpresa, pues la mujer sabía que Taemin iba aprovechar cualquier momento en el que estuviera sola para insultarla.
— Mi hija está presente, Taemin, no pienso buscarte una pelea en la que claramente no ganaré. — se defendió la omega, tratando de morderse la lengua para no contestar como acostumbraba.
Taemin soltó una risa sarcástica y esta vez se acercó un poco más. — No te sirve de nada que te hagas la digna, cuando todos los presentes comenzaron a murmurar lo descarada que eres al venir a la casa del omega al que le quitaste su marido.
Solo fue un susurro, algo que probablemente JiYu no iba a escuchar, pues la pequeña está adormilada, pero fue más que suficiente para alterar a Jennie. La mujer dejó a su hija en una de las tantas sillas decoradas del lugar y se acercó amenazante al otro omega, que por tantos años había odiado.
— ¿Te crees muy ético, no es así, Lee Taemin? — el otro omega asintió, alegando que al menos él no se había metido en un matrimonio y celebrado eso, como si fuera un título profesional. Jennie se enojó aun más. — Puedes decirme lo que quieras, pero al menos yo no me embarace de un ricachón para obtener su dinero y asegurarme de por vida. — el rostro de Taemin ni siquiera se inmutó, pues aquello ni siquiera era verdad y menos un insulto que pudiera afectarlo.
— Yo pude haberme embarazado de un ricachón como tanto dices, pero por lo menos yo di a luz a una niña que orgullosamente podrá decir que no es una bastarda fruto del amor de un hombre casado con una cualquiera.
El rostro de Taemin se iluminó al ver la mirada llena de enojo de Jennie, había logrado su cometido, así que dando media vuelta se dirigió hacia Jungkook, quien estaba sentado al lado del coche de su hija. Sin embargo no dio más de tres pasos cuando escuchó el grito de Jennie y sintió un fuerte jalón en su cabello.
— ¡Yo te mataré, maldito! — gritó la chica, comenzando así otra pelea en el cumpleaños del pequeño Jungkook, quien seguía sin entender mucho y solo reía.
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El siguiente capítulo ya es el punto clímax, beibis.
Nos vemos. ♡♡
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