Extra 3
Jack
Jack estacionó el coche frente a su casa. Había tenido uno de esos días malos en los que te preguntas para que siquiera intentas con eso de seguir levantándote.
Que habías días malos donde tus superiores se meten contigo solo porque pueden y su mujer la ha sido infiel, entonces odian a todo ser más joven que ellos que consideran amenaza.
Y luego estaba esos días donde todo iba tan mal que hasta en la cafetería te servían el café con la nata cortada.
Jack estaba teniendo una combinación de ambos.
Nunca creyó que ser pobre iba a ser tan difícil, pero estaba decidido a sacar a su familia adelante. Su orgullo le impedía demostrar que darle la espalda a la familia Harrel se le está haciendo cuesta arriba.
Era un hombre fuerte, joven y ambicioso. Lo llevaba en la sangre. El dinero era seguridad en su mundo y Jack estaba decidido a asegurar su familia así tuviera que acarrear el infierno sobre sus hombros.
Se prometió a sí mismo que no volvería a faltarle y cumpliría esa promesa.
Las inversiones le han ido bien.
Podía decirse que vivían holgados. Había conseguido una buena casa en un barrio de los suburbios, un buen barrio , pero prácticamente la estaban rematando por lo que ni siquiera se lo pensó antes de invertir en ella y comenzar a refaccionarla para Billy, Jack se había tomado muy en serio lo de compensarlo construyéndole la casa que el pelirrojo quería. Que los fines de semana cuando el trabajo no era muy grande que requiriera mucha mano de obra se encargaba personalmente de hacerlo.
“su Bob el constructor" le decía Billy antes de darle un beso. Solo por eso para Jack valía la pena el esfuerzo físico luego de horas de trabajo de oficina. Billy era más de encargarse de las cosas livianas como elegir el color de las cortinas. Aunque había descubierto que era un carpintero excelente. Jack se encargaba de la parte pesada y Billy de los detalles.
Como en todo Billy era excelente para los detalles y un adicto a las cosas bonitas. Y si había algo a lo que Jack era adicto era a complacer los caprichos de su esposo. Si no podía conseguirlo, se lo construía. Punto.
Se había mudado a un pequeño piso del centro con su pequeña constructora, trabajaba en ella luego de trabajar para Hollons, una gran empresa de construcciones que explota personas y se lleva el crédito. De hecho le había robado un par de clientes, si no era muy honesto pero así eran los negocios ¿no?
Jack se había prometido llegar a la cima, porque necesita el dinero para sentirse seguro y porque se prometió a sí mismo que el sería mejor jefe y contrataría a todos los de su planta dándoles contratos más justos que las mierdas con seguro de salud barato que le daban a ellos.
El trabajo en la facultad ese era un problema aparte. Había tenido suerte, apenas volver de Europa había conseguido recuperar su puesto, fue con lo que se mantuvieron aquellos primeros tiempos de humor bohemio, de morirse de hambre tomando café que era alquitrán y alimentarse de amor y sueños.
Bueno eso había estado bueno un tiempo.
Pero era obvio que no podía llevar a un niño acostumbrado a los lujos a una vida como esa. Que ni ellos podían mantenerse por entonces. Pero si de algo le había valido esos años fue para comprobar que lo suyo valía la pena porque a pesar de todo ninguno de los dos corrió lejos de ese desastre.
Se unieron más y de hecho luego de la primer pelea que tuvieron por la economía decidieron correr al registro civil y casarse. Fue algo rápido como una reafirmación desesperada de que se amaban. Y había valido, que llevaban 8 años juntos desde entonces. De hecho Jack comenzaba a planear una boda de verdad, una que sea del gusto de Billy porque aunque a él le bastara con saber que se pertenecían mutuamente conocía lo suficiente a su esposo para saber que esa no era la boda de sus sueños.
Estaba pensando proponerle que renovarán sus votos cuando cumplieran 10 años. Era una buena fecha para Jack.
Suerte que Billy estuviera por recibirse ese año, lo que se gastaba en la matrícula del pelirrojo podían invertirlo en la boda.
Que estuviera en pareja con un alumno fue un buen asunto a solucionar con los directivos. Billy dejó su carrera suspendida por varios años antes de retomarla, en el fondo Jack sabía que lo hizo para apoyarlo económicamente con eso.
Billy era así, el tipo de persona que te da lo que necesitas sin que se lo pidas. El tipo de personas que ni siquiera sabía podían existir en el mundo pero se negaba a soltarse de su cintura ahora que lo había encontrado y hecho suyo. Billy hacía que todo se mantenga en orden. Eso era algo que jack no podría hacer.
Otra cosa que no podía era hacerse cargo solo de Nathan. Jack no sabía cuidar niños. El tiempo alejado de su hijo había hecho que algo se oxidara con eso de la paternidad, que tantos rechazos directos habían hecho que acabara apartándose para resguardarse, vamos. Era un ser humano. Billy había sabido llenar los huecos que el dejaba con ese asunto. Jack no sabría que hacer sin él. Lo necesitaba. No solo él, su hijo también lo necesitaba.
Suspiró.
Estaba agotado y eran pasadas las 11.
Trabajaba en tres sitios a la vez y a veces se levantaba tan temprano que no podía ver las caras de sus chicos por la mañana.
Sacó su móvil y lo encendió para revisarlo, de pronto recordó que no lo había hecho en todo el día, el trabajo lo había absorbido por completo.
Los mensajes y llamadas perdidas de Billy empiezaron a caer una tras otra y sientió su estómago revuelto de preocupación.
《Nathan está enfermo.》
《Nathan esta con fiebre, no se como bajarla. Estoy desesperado Jack》
《JACK contesta ese maldito teléfono》
《Jack por favor.》
《Jack. Tengo miedo. Te necesito.》 Ese mensaje partió el corazón de Jack. Odiaba fallarle de esa forma.
Jack aprieta el móvil en su mano y baja. Se espera una discusión. Conoce lo suficientemente a Bill para reconocer una pelea inminente por la manera en la que le envía un texto.
Cuando llega, la casa está en penumbras. El silencio es cálido después de un día agotador. El sillón de la sala es tentador.
Quiere echarse allí, dormir hasta mañana y levantarse temprano para huir de la probable detonación del pelirrojo. Lo considera por un momento y suspira.
Sus ganas de compartir la cama con su niño son mayores que el miedo a la discusión, por norma general no importa lo peleado que estén, duermen juntos para no distanciarse, es su filosofía matrimonial, peleados pero juntos, incluso se obligan a hacer el amor porque saben que les ayuda a reconciliarse, más tarde más temprano es mejor estar juntos que separado para que una pelea tonta no arruine su matrimonio, por los que acaba subiendo al cuarto que comparten.
Sorpresa, Billy no está en él.
No le sorprende del todo. Aunque duele. Para que Billy se vaya de la cama significa que la ha calado más del límite normal y que esa definitivamente no será una pelea tonta. Traerá cola y Jack lo sabe. Siente su estómago revolverse incómodo.
Cuando va a revisar el cuarto de su hijo, los encuentra.
Nathan es un niño grande y desgarbado, del tipo de niño que parece crecer demasiado rápido para que su propio cuerpo se adapte a sus huesos. Rodillas nubosas, piel tirante por todos lados, músculos largos, mejilla pálidas, y, grandes ojeras oscuras, tiene el rostro oculto en el pecho del pelirrojo en ese momento y se le nota sudoroso e intranquilo en sus sueños.
Duerme hecho un bollito a su costado buscando consuelo en los brazos de Bill. A pesar de todo es un niño, se recuerda, a Jack a veces se le olvida, parece un niño más grande y a veces lo trata como si lo fuera, pero sigue siendo un niño pequeño. Y esta enfermo y en ese momento de ve diminuto incluso al lado del pequeño cuerpo de Billy que lo abraza protectoramente como si intentara cubrirlo de la gripe.
Los dos están durmiendo.
Billy tiene las mejillas rojas y cuando llega hasta él y pone la mano en su frente se da cuenta de que esta volando de fiebre.
Sus ojos se abren y luce bastante desorientado, abraza al niño más fuerte como si intentara protegerlo del intruso hasta que su mirada desorientada se aclara lo suficiente para reconocerlo.
—¿Donde estabas? Te llamé
45 veces según el registro de llamadas. Jack lo sabe.
—No podía contestar. Lo siento. - intenta acariciarle la mejilla pero el pequeño pelirrojo la corre. Jack suspira.
—tienes fiebre, Billy.
—Tomaré algo para bajarla. No te preocupes. Es mejor que te vayas o acabarás contagiándote también.—Cubre su molestia de falsa preocupación pero en realidad es una invitación a que se vaya porque no quiere verlo.
Hay pocas personas a las que Jack es capaz de leer con tanta facilidad fuera del ámbito profesional. Billy es de esas personas. Por desgracia. Porque le encantaría comerse la mentira de su falsa preocupación. No le queda más remedio que obedecer.
Jack no quiere hacerlo. Quiere quedarse con él, pedirle disculpas y abrazarlo hasta que sean los tres los que se contagien esa gripe maldita. Pero no puede hacerlo. Mañana tiene que estar en la universidad a las 6 para dar clases, luego a la oficina y a su pequeña constructora si quiere que aquello prospere.
Tiene que hacer sacrificios, dejar a Billy molesto y enfermo es uno.
—de verdad lo siento.
—hablamos luego, Jack.—señala al niño con un gesto.—recién conseguí que se le bajara la fiebre. No ha dormido en todo el día. Por favor...
Indica la puerta con la barbilla, la “preocupación" se transforma pronto en irritación en su voz.
Jack suspira sabe que tendrá unas buenas semanas por delante con Billy molesto. Pero no tiene más remedio. No podrá solucionarlo esa anoche. Le comprará un regalo bonito y brillante, y por la mueca en el rostro del pelirrojo tendrá que ser algo muy costoso.
El se lo dará.
El es un proveedor por naturaleza, es lo que sabe hacer, no es un tipo afectuoso pero les dará seguridad y dinero es lo que mejor se le da.
Jack es un adicto al trabajo, un adicto a la seguridad.
Se va del cuarto soltando un buenas noches y un te amo que no son contestados.
Definitivamente tendrá que ser algo muy bonito, Brillante y costoso si quiere que billy lo perdone pronto.
Billy lo hará, eventualmente, lo sabe. Pero también sabe que está más que simplemente enojado, está herido y odia lastimarlo. Casi tanto como odia no poder ser igual que él, tan dulce y amable. Tan lleno de calor y sangre en las venas.
Donde Jack es hierro solido y recio , Billy es el fuego capaz de fundirlo y suavizarlo un poco, es volátil y apasionado y a veces siente que Billy es demasiado para el, pero sin el pelirrojo solo es hierro, duro, inquebrantable y frío. Lejos de Billy es una persona que no le agrada, es su padre y es un Harrel de pieza a cabeza, un hombre digno de la casa donde nació, es todo lo que odia. Billy es como un orfebre que saca la mejor versión de él. Odia decepcionarlo.
Billy es el padre que Nathan necesita, el padre que el nunca fue ni se siente capaz de ser. Billy destila amor, ternura y paciencia, Jack solo sabe dar ordenes. Es estricto, perfeccionista y a veces es demasiado duro a la hora de juzgar los errores de otros, No sabe ser condescendiente, y no está en su naturaleza pasar una falta por alto, lo han criado para ser el mejor, rendir al 120%, menos de eso no es aceptable. Lo lleva en la sangre. No es injusto, solo demasiado objetivo, si exige algo es porque ha comprobado que es posible, y nunca exige de los demás más de lo que se exige a si mismo.
Es un buen jefe, un empleado aún mejor y tiene una mente ágil para los negocios. Se ha perfeccionado con los años, es lo que se llama un tiburón del mercado laboral, si hay una oportunidad sabe aprovecharla, sabe vender lo que sea y en especial a si mismo, el hombre perfecto puertas afuera, pero es un pésimo padre y un esposo deficiente aunque Billy no lo admita.
El sabe como construir casas de muchos pisos, puentes robustos que soporten cientos de toneladas, calles y viaductos, puede crear una empresa de la nada y construir edificios, fríos edificios que no sabe como llenarlos. Billy es el encargado de darles calidez, Billy sabe poner amor a todo lo que hace, desde el diseño de un plano hasta una taza de té. Billy transforma una casa en un hogar con una sonrisa y un plato en un manjar con beso.
No es sorpresa que nathan se apegue a él.
No ha tardado en notar que Nathan ha pasado de intentar separar a Billy de él a internet apártalo a él de Billy para hacerse con toda la atención del pelirrojo.
Es un niño celoso, y posesivo.
Billy dice que en eso se parece a Jack. Aunque Jack no lo cree, Nathan es un alma sensible por eso se lleva mejor con Bill, ha encontrado en el pelirrojo el cariño que su padre no supo darle y Jack se siente agradecido por eso con el pequeño pelirrojo que ha postergado su vida por cuidar a un niño que no es suyo, y lo ha hecho con tanto esmero y amor que se lo ha ganado.
A veces Jack tiene celos de la relación que tiene Billy con nathan. No le pasa por alto que el niño recurre a Billy por todo.
Hasta lo más mínimo, lo primero que sale de su boca en la mañana es Billy, lo último que berrea en la noche también es Billy. A él solo lo llama para preguntar donde está Billy cuando no logra ubicarlo.
De hecho ha notado que a veces se le escapa llamarlo papá aunque no han hablado de eso.
La escena en el cuarto de su hijo es otra prueba innegable del apego del chico, una parte de Jack se siente desplazada pero no sabe como recuperar el terreno perdido y como tantas otras veces hace lo que mejor sabe hacer.
Huye dejando atrás a las dos personas más importantes de su vida.
Billy sabrá cómo solucionarlo.
Billy siempre sabe como arreglar las cosas.
Billy siempre sabe hacerlo mejor, los ha visto redecorando el cuarto de su hijo en tonos azules, resultaba que al parecer el verde a Nathan ni le gustaba y vaya si se sintió idiota ese día, jack le había comprado todas las cosa verdes.
Esas cosas siempre pasaban con Nathan, el podía intentarlo pero siempre lo hacía mal.
Era insuficiente, vamos , así era como se sentía con el crío, no sabía como hacerlo.
Como la vez que Billy le comentó en la cama que a Nathan le gustaba dibujar y pintar cosas.
Jack se había pasado por la librería de camino a casa y le había comprado los cuadernos para colorear y todas esas mierdas que la mujer que atendía le ofreció, pero fue Billy quien se tumbó en medio de la sala, con su pecho en la alfombra y sus pies cruzados en el aire a pintar junto al niño.
Jack tenía la cabeza metida en el ordenador como siempre, enfrascado en algún trabajo, pero los oía hablar, Jack no entendía una mierda de lo que decían pero Billy parecía muy interesado en las historias del niño o al menos fingía mientras pintaba a su lado uno de los cuadernos. se veían tan tranquilos juntos, tan familiares.
Jack se distrajo observándolos hasta que Billy alzó la vista buscando su mirada desde el suelo, le sonrió y a nada estuvo Jack de levantarse para besarlo.
Pero su teléfono sonó con un correo del trabajo y su atención volvió a distraerse.
Una fotografía mental es todo lo que tenía de ese momento, pero era uno de sus recuerdos favoritos. Dios, Nathan y Billy eran todo lo favorito de su mundo.
🖤
Okey último extra por ahora, un poco desde la perspectiva de Jack. Espero les haya gustado esta historia.
Conocer un poco más de la historia de Jack y Bill. Un poco más de la mierda de cada uno. Me gusta que cada personaje tenga historias de vida que los marquen y los hagan quienes son. En fin. Espero haberlo reflejado en esta historia y que se hayan divertido leyéndola como yo disfruté escribiendo sobre ellos.
Los amodoro.
Pd: amo a Jack y Billy. Son creo de mis parejas favoritas, creo que se los he dicho mil veces, pero amo que Billy sea una pequeña mierdita caprichosa con un gran corazón y Jack un tonto sin remedio. No espero decirles como juzgarlos, cada cual lo suyo. Pero que Jack no es una mala persona, solo una persona a la que le pasaron cosas malas e hizo lo mejor que pudo con sus propias mierdas.
Me gusta que todos mis personajes tengan algo bueno y algo malo, odio el héroe perfecto y sin defectos, espero haber podido reflejar eso en ellos, que son solo humanos con defectos, una de cal y una de arena y que ninguno tuvo una vida fácil, pero como dijo Bill ¿cuando la vida es fácil para alguien de todos modos?
En fin...
Pd: de la Pd: los amo.
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