Prrtrtrtrtrt... sonido de tambor pongan música triste y luego me dicen que canción eligieron.

La charla con Jack había sido dolorosamente esclarecedora.

Como un huracán echando abajo todos los ladrillos de ilusión que Billy inconscientemente había estado poniendo alrededor de Jack.

Jack no buscaba nada serio. Esas habían sido sus palabras, le gustaba lo que tenían, lo disfrutaba pero aquello era todo. No buscaba más, no quería que Billy buscara más. Y necesitaba saber que ambos estuvieran en la misma página.

La honestidad es una valor importante ¿No? ¿por qué de pronto odiaba que Jack fuera tan honesto? Si le hubiera mentido al menos Billy se hubiera sentido justificado de enojarse, llorar y llamarlo mierda.

Pero Billy no podía enojarse con Jack por ser honesto ¿por qué lo estaba entonces?

No podías obligar a alguien a sentir algo que no sentía…

Billy se mordió el labio inferior pensativo mirando el techo de su propio cuarto. Música triste saliendo de sus auriculares de la mano de Radiohead. Billy le había pedido un tiempo a Jack para pensarlo.

No era mucho lo que tuviera para pensar, no era que Jack le hubiera dado demasiadas opciones pero en el fondo necesitaba decidir si eso era lo que quería y más allá de eso, si es que podía resguardar lo suficientemente su corazón para seguir con eso que tenían o si ya era demasiado tarde. Tal vez dar un paso al costado era la decisión más prudente.

Billy no era lo suficientemente ingenuo como para no notar  cierto alivio en el castaño cuando decidió alejarse.

Eso dolió,  dios.

Se preguntó si acaso había mal interpretado las señales. Juraba que no era posible que aquello fuera unilateral.

Miró el oso sentado en la silla de su escritorio, ya no le parecía tan bonito. Se sentía más bien como si hubiera sido una disculpa por adelantado antes de botarlo.

¿Lo había botado de todos modos?

Dudaba que se pudiera terminar algo que no había  existido desde el principio. Pero tampoco podías tomarte un tiempo en una relación que no existía y de todos modos él  se lo había pedido y Jack, maldita sea, Jack había respetado su decisión. Le había dado su espacio y Billy lo odió por eso.

Había vuelto a trabajar en Harold’s chiken, en su tiempo libre estudiaba y armaba la maqueta que tenía  que presentar bajo la cuidadosa mirada de halcón de su prima.

Se había pasado casi dos semanas así y ni una vez Jack había intentado comunicarse con él.

Diablos, había creído que mantenerse ocupado iba a ayudar a que le diera menos vueltas al asunto.

Grave error, había seguido pensando en Jack, solo que había estado más distraído de lo normal, rompiendo más platos de los humanamente aceptable para un mozo, por lo que lo relegaron a las tareas de limpieza.

Sí , eso un poco humillante pero al menos ahí no podía lastimar a nadie. Estaba sacando la basura del local cerca de la hora del cierre cuando oyó que lo llamaban.

-Bill…-dijo una voz  familiar.

Billy la conocía demasiado bien, era la voz con la que había fantaseado desde que aprendió para que servía su pene.

Casi se habría sorprendido de  verlo pero lo cierto era que conocía demasiado bien a Brandon Hodge para saber que tarde o temprano acabaría por dar con el.

Ya habían pasado por eso antes.
Muchas veces.
Tantas que ya ni siquiera recordaba, Brandon lo acosaría hasta que él  cediera y volverían a correr en círculos como perros y gatos. Billy se sabía de memoria la rutina, solo que por una vez no se sintió emocionado. Algo apretó en su pecho.

-¿qué haces aquí?

-¿Por qué me estuviste evitando?

-¿es broma?

-yo no pensé que ellos… yo nunca.-Brandon dio un paso en su dirección y Billy dio un paso hacia atrás  atrás  ocultandose detrás de la tapa de los sestos.

Brandon se detuvo al darse cuenta del miedo que  reflejó el rostro del pequeño por un momento.

Maldita sea, Brandon lo amaba, maldijo. Se sujetó la cabeza como si temiera que fuera a estallarle.-Billy…

-Acércate más y voy a gritar Brandon.

-Tu me conoces, sabes que yo no te haría daño. No así. Cuando me enteré lo que te hicieron les di su merecido te juro que solo era para asustarte, porque tu dijiste eso… y…

-Lo conseguiste Brandon, me asustaste tan jodidamente mucho que pensé en quitarme la vida. Lo intenté de hecho pero mi prima me encontró y se lo agradezco pero eso es algo que nunca voy a poder quitarles de su cabeza ni de la mía.

-¿qué? Tu nunca harías eso.

-Si. Lo hice. ¡Vergonzosamente si! Y Siempre voy a tener ese maldito estigma sobre mi. Ellos siempre van a verme como alguien que puede romperse en cualquier momento y  aunque ellos lo olvidaran  yo no lo haré, siempre voy a tener miedo de que un día vuelva a ese poso negro al que me llevaron tu y tus amigos. Yu no lo entiendes.- Billy sintió su garganta cerrarse.-cuando te haces daño a ti mismo es como que algo dentro de ti se rompe, y esa pared de cristal que te detenía de toda la mierda suicida desaparece, entonces solo estás tu, aterrado porque ya no hay nada que te separe del abismo, y sabes que solo hace falta un empujoncito y la peor parte es que sabes que puedes darlo y eso es lo más aterrador, porque no sabes cuando volverás a ese sitio oscuro donde no importa lo que otros te digan tu eres una mierda asustada y sin valor, porque eso es a lo que tu consigues reducirme, un jodido amasijo de mierda sin valor.

-yo nunca  quise…

-¡no quisiste pero lo hiciste! La única razón por la que no hice la denuncia a salir  del hospital fue por ti. Pero si vuelves a acercarte te juro que lo haré y les daré cada uno de sus malditos nombres a la policía.-le dijo explotando con rabia, ni siquiera Billy había sido consiente de lo molesto que estaba hasta que las palabras empezaron a salir de su boca y toda la frustración de las últimas semanas se desbordó.

-yo no te golpeé.-Dijo a la defensiva.

Brandon parecía aturdido, nunca había visto a Billy furioso, no con él. Lo había visto actuar como diva cuando estaba molesto pero ni una sola vez lo había visto tan enojado al punto que parecía querer darle un puñetazo en medio de la cara.

-Tu me empujaste al suelo para que ellos hicieran lo que quisieran conmigo.-lágrimas  de furia corrieron por sus mejillas y Billy no se molestó en ocultarlo, sus manos cerradas en puños  a los lados por la indignación-¡me dejaste! Me abandonaste, como lo has hecho siempre Brandon. ¡Tu me dejaste!
Billy estaba furioso con el mundo en ese momento, porque todos lo dejaban, maldita sea, Brandon no había elegido el mejor momento para aparecerse.

-Billy cálmate, estás llamado la atención.

-si no querías que llamar la   atención no hubieras venido. ¡Vete de una maldita vez!  Sal de mi vida y dejaré de llamar la atención, no vaya a ser cosa que alguien te relacione con el marica. ¡Sal de una maldita vez de mi vida y no vuelvas a buscarme!

Billy en ese momento quería a alguien que lo estrechaba en sus brazos y le dijera que todo estaría bien, pero Brandon no era ese. Brandon solo sabía decir lo que quería oír sin escuchar lo que Billy gritaba y el pelirrojo nunca había sido tan consciente de eso como en ese momento.

-Bill tu no quieres decir eso.

-¡Déjame decidir  lo que quiero o no quiero decir! ¡tú no sabes lo que quiero!

-¡Sé que me amas!-lo acusó Brandon. Y luego bajó el  tono una vez más al  darse cuenta de que estaba gritando- Tu me amas a mi.

Billy se detuvo como si acabaran de abofetearlo, apretó el lateral de su labio inferior entre sus dientes y asintió. Toda la ira desarmándose con esas dos palabras.

-El amor no siempre es suficiente Brandon. A veces no se trata de lo que quieres, sino de lo que necesitas. Yo no necesito esto.

-¿Qué necesitas Bill?

-no a ti.-Billy lo miró a los ojos.

¿Cuanto se tarda en ver a través de la máscara del amor?
Para Bill bastó un parpadeo, un pensamiento y todo se caía a pedazos. ¿Cómo demonios no lo había visto antes?

Brandon soltó una maldición comenzando a enojarse. No eso no tenía  que ser así. No se suponía que fuera así. Billy no tenía que botarlo. No a él. Billy no podía botarlo. Billy nunca lo hubiera  hecho de no ser por…

-Esto es por su culpa, ¿No?.¡el maldito profesor marica! ¿Crees que el es lo que necesitas?-
Billy no respondió. -¡NO! ¡él  no puede darte lo que necesitas!

Ellos no tenían que estar teniendo  esa conversación,  eso estaba fuera de sus planes. Ese maldito profesor estirado, no podía, no podía quitárselo.-tu solo lo estas usando para sacarte la picazón. Sabes que tu no lo amas. ¡Lo sabes!.-lo acusó.

-tal vez no... -Admitió Billy viéndolo por debajo de  sus pestañas húmedas, no estaba seguro de nada de lo que sentía por Jack para ser honestos. -pero es seguro que tu  eres todo lo que necesito fuera de mi vida.

-No.
Billy suspiró y cerró sus ojos para calmarse.

-Míranos, mira a donde hemos llegado.-La mano de Bill se apoyó en la de Brandon -Yo quiero todo lo que tu no quieres y esta bien.¿ Sabes? Al principio me dolía, pero esta bien que no me quieras de esa forma.

-yo te quiero de esa forma.. yo. la dejaré. -Brandon tomó el rostro de Billy con sus dos manos  desesperado por que lo viera a la cara..-lo prometo. Por favor. Te amo.

-No es cierto, quisiera que si,-murmuró Billy con dolor- Estoy seguro de que en estos momentos dd verdad lo crees, pero yo no puedo ser todo lo que tu necesitas,  ni tu lo que yo necesito. yo quiero salir al parque de la manos de mi novio y que esa persona no se oculte,  que se atreva a besarme frente a todo el mundo y no ser su secreto sucio en un coche en medio de la oscuridad. Tu quieres una esposa bonita con 2, 5 niños en casa. Yo no puedo dártelo. Y si salieras del armario por mi, dios, estoy seguro que me odiarías más de lo que ya lo haces. Tu no me amas Brandon. Esto no es amor , cuanto menos es una mala obsesión que nos esta dañando a ambos.

-Bill…

-Déjame ir,  por favor. Por lo que mas quieras. Déjame ir ahora que aun soy lo suficientemente fuerte para hacerlo. Ya nos hicimos demasiado daño .-Le dijo Billy.

Brandon apretó más fuerte sus manos en las mejillas del pequeño pelirrojo.

-Brandon por favor.-las lágrimas empezaron a correr de nuevo por sus mejillas- Déjame ir ahora que aún estoy a tiempo, no se si vaya a conseguirlo luego. Si alguna vez me quisiste solo un poco, déjame buscar mi felicidad y busca la tuya lejos de mi. Ya no puedo seguir aguantando esto.

Brandon buscó en su mirada con desesperación, una mueca, algo que le indicara una duda, una esperanza. No la había . Conocía demasiado bien esa determinación en el rostro del chico frente a él. Era la misma que había visto cuando había aceptado estar junto a él contra viento y marea. La misma que lo había besado por primera vez de bajo de unas gradas a pesar de ganarse un puñetazo en el estómago. Cuando Billy tomaba una decisión era inquebrantable, en parte era eso lo que admiraba del chico.

Brandon cortó la distancia apoyando su frente en la del chico.

-te odio,  Billy Brennan.-murmuró sobre sus labios.

-yo también.-le dijo Billy sabiendo lo que significaba para ambos.

Te odio, porque te amo.

Brandon se apartó y le dio un ligero empujón  más por costumbre que por alejarlo. Le lanzó una última mirada y se subió a su coche quemando llantas.

Billy suspiró, le lanzo una última  mirada al que creía el amor de su vida, esperó a que se fuera y se dejó caer contra la pared de ladrillos a su espalda.  Su pecho dolía. Una risa nerviosa escapó de su garganta, mezclada con sus lágrimas, si era por Jack o por Brandon no tenía ni puta idea, acababa de terminar con dos relaciones en menos de un mes.

Joder. Eso debía ser un puto récord.

Definitivamente eso de los triángulos amorosos era bonito solo en las novelas y películas de amor.

En la vida real apestaba.