capítulo 19
Tom había llamado esa mañana diciéndole que todo lo que pudo averiguar fue que Gunner estaba internado en un nosocomio del estado y su familia habían tenido un accidente un par de años atrás.
Jack tamborilló sus dedos sobre el teclado y sintió un nudo en el estomago.
Asquerosamente conveniente para él que no hubieran quedado supervivientes que siguieran presionando a la noble familia Harrel.
Era como hacer borrón y cuenta nueva sobre su pasado. Pero averiguar lo de Gunner solo lo hacía sentir enfermo.
Miró la pantalla del ordenador.
La nota de 5 líneas en una vieja publicación del periódico local no decía mucho.
Un mala racha para la familia, una curva muy estrecha en la zona rural, nadie para socorrerlos a tiempo. Un trágico final para la familia del chico que había quedado hemipléjico años atrás por estar en el lugar y momento incorrecto.
Jack se había esforzado jodidamente duro por olvidar aquel día, lo que no había sido tan difícil. No recordaba demasiado, hubiera sido solo otra pelea en la que se hubiera visto envuelto, solo otro rostro olvidado si las cosas no se hubieran descontrolado de aquella manera.
Las cosas llevaban tiempo descontroladas por esa época, sus padres vivían en guerra, él vivía en guerra con ellos. Lord Harrel había llevado a su hermano bastardo a casa Sefton , había sido un escandalo mediático, nadie podía salir sin que le pusieran un grabador en la boca para que “declarara”
¿Qué demonios iba a declarar?
Su padre era un hipócrita de mierda y el era un crío demasiado enojado con la vida. No hacía más que meterse en problemas sin importarle las represalias.
Pero aquella noche las consecuencias no cayeron sobre él sino sobre Gunner, el chico que acabó envuelto en una pelea callejera luego de una noche alocada.
Jack también había estado envuelto en ella, solo que su nombre había sido cuidadosamente oculto de los tabloides cuando el escandalo se levantó.
Algunos dijeron que el chico se defendía, otros que había sido quien inició la pelea.
Jack no lo sabía con certeza, Tom le había dicho que todo había sido muy rápido y confuso.
—Todos estábamos un poco locos e intoxicados esa noche, Jack-—le había dicho.
Era cierto.
Una cosa llevó a la otra, un mal golpe en el cuello con algo que ya nadie recordaba, daño en las cervicales, una mala entubación en un hospital de mala calidad le quitó voz y la capacidad de comer por su cuenta, muerte en vida por los siguientes años, el chico era poco más que un vegetal.
Solo otro mal episodio una noche oscura en un callejón, la gente lo olvidó, Jack lo olvidó.
Al menos hasta que todo el asunto con Billy le trajo el recuerdo como si se despertara de un sueño a una realidad amarga.
Su madre se había largado cuando en la familia se supo que había estado involucrado en el asunto, luego que los Gunner presentaran cargos en su contra.
Su padre se había levantado de la silla que siempre ocupaba en la punta de la mesa, recordaba ese día a la perfección como uno de los más amargos de su juventud, lo había tomado por el cuello y le había dado un par de golpes en la cara antes de soltarlo para ir a arreglar su “mierda”.
Jack no quería que arreglara su mierda, quería que lo consumiera del mismo modo que la culpa que lo persiguió años después.
Claude se había ido tras su padre, por entonces ya era su mano derecha.
Lady Harrel había observado toda la escena sin intervenir mientras los empleados corrían la vista como si fueran ciegos y sordos a todo lo que pasaba en la casa.
Como siempre.
Fue la hija de la cocinera, que trabajaba en la limpieza de la casa, la única en atreverse a acercarse a él y dejarle un pañuelo para que se limpiara la sangre del rostro cuando los señores se retiraron.
Su madre había subido en silencio a la habitación antes de bajar con una maleta en la mano. Lo había visto con su mirada dura, sus palabras como fríos puñales mientras le decía lo decepcionada y avergonzada que estaba de él, Jack le había dicho que cambiaría rogándole que no se fuera o que lo llevara con ella , pero su madre no hizo más que mirarlo a la cara y decirle que no valía la pena quedarse a seguir aguantando por alguien que sería un monstruo como su padre.
Su madre se había rendido con él. Dios, su mirada decepcionada había sido mucho más duro que los golpes que su padre le dio luego de descubrir la ausencia de su esposa.
Jack no había vuelto a verla desde entonces, el que se fuera al otro jodido lado de reino unido le bastaba para comprender la indirecta de que no era bienvenido.
Había hecho una nueva familia, con un nuevo hijo y un esposo granjero en Chelmsford.
Jack odiaba Essex. Odiaba la nueva familia de su madre, odiaba a su madre y odiaba Chelmsford. Pero no tanto como se odió a si mismo por una buena temporada.
Sintió un nudo en su estomago. Algo como la culpa se revolvió en el.
—hey ¿que haces grandulón?—Billy se colgó de su espalda y le dio un beso juguetón en la mejilla antes de acomodarse para ver sobre el hombro del castaño—¿Qué ves?—Preguntó viendo la pantalla y frunció ligeramente la naricita—Odio las noticias.
Con un gesto de su mano les restó importancia levantándose para ir a la cocina a preparar la cena.
Jack cerró el ordenador intentando aparcar su mierda de momento, y centró su mirada en el chico pelirrojo que se movía con confianza en la cocina.
Desde que casi había incendiado el departamento se había empecinado en no dejar que tocara nada que tuviera fuego. Le preparaba la comida o le llevaba viandas con la comida que preparaba su tía para que no tuviera que molestarse en cocinar. Jack estaba bastante seguro de haber subido de peso en los últimos meses. No era como que necesitara un cocinero personal, pero era un gesto indudablemente encantador del chico. Que tener a Billy en su departamento se había vuelto costumbre, hasta le había dejado una copia de las llaves.
Billy era intenso.
Dios, Jack estaba bastante seguro de eso, era de las personas que llegaban a cualquier sitio y lo llenaban, era agradable y carismático, incluso en los últimos tiempos, en los que había estado apagado… que Jack juraba que los peores momentos de Billy debían de ganarle con creces a sus mejores momentos.
Billy volvía todo cálido y personal.
Billy siempre tenía una sonrisa guardada para regalarte incluso cuando lo veías caerse a pedazos, a pesar de que era ligeramente manipulador, vamos , eso también formaba parte del combo Billy, Jack podía estar embelesado por el chico pelirrojo pero no era ciego, podía ser objetivo con el y juraba que lo era cuando decía que el muchacho siempre estaba pensando en los demás.
Donde él había visto un departamento elegante y lo había rentado, Billy había hecho de él un hogar con cojines decorados en los sillones.
《Para que no te sientas tan solo》 le había dicho cuando pasaron por delante de una tienda de decoración y nada mas verlos lo obligó a comprarlos.
Jack no tenía idea de como unos almohadones podían hacerlo sentir “menos solo” pero si para Billy funcionaban, para él también.
Jack no había tardado en comprender que realmente las explicaciones no le importaban, lo que funcionara para Billy funcionaba para él.
Dolorosamente debía admitir que… simplemente Billy funcionaba para él.
—Estuve pensando en volver a trabajar después de navidad—Soltó de golpe.
—Eso seria maravilloso, niño.
—Lo sé. Carlos dijo que aun soy bienvenido, aunque hay un chico en mi lugar temporalmente. Dice que cuando esté listo me devolverá mi puesto. Pero no lo sé. Me siento mal por quitarle el puesto a alguien ¿Qué tal si necesita el dinero? Tal vez tendría que buscarme un nuevo empleo...
—¿Sabes que a nadie le importa eso? seguro que no le importó tomar tu puesto antes y seguro como el demonio que no pensaría en si necesitas el dinero antes de quedarse con el.
—lo sé ¿pero que tal si tiene un niño pequeño esperando en casa y ese es su único sustento?¿y si tiene una abuelita enferma que cuidar?¿o si vive con muchos hermanitos que mantener? ¿Qué tal si no tiene otra cosa?¿y si le quito el empleo y queda en la calle? Yo puedo esperar a encontrar otra cosa...
—Eres demasiado bueno para este mundo, mocoso.—Jack suspiró con una mezcla de molestia y dulzura. Como si no pudiera hacer más que resignarse a que ese crío era demasiado para él.
—...Además... podría conseguirme algo de tiempo completo
Jack frunció el ceño.
—¿Qué hay de la universidad?
—pensé en dejarla...
—Bill...
—¡Sería temporal!—se atajó antes de comenzara a reprocharlo—empezaría el año próximo, podré juntar ahorros. He visto un par de universidades...
—¿Qué hay de malo con esta?
Billy alzó una de sus cejas depiladas lanzándole una mirada incrédula como si fuera lo más estúpido que hubiera preguntado.
—No puedes dejar que te arrebaten la oportunidad de hacer lo que quieres. huyendo, no conseguirás nada, tarde o temprano vas a tener que retomar tu vida, Bill...
Y preferiría que lo hicieras antes de que me vaya.
Billy suspiró y miró los morrones en la tabla de picar antes de retomar con su tarea de cortarlos en cubitos.
—Lo sé. Lo haré. Pero en otra universidad. ¿ te imaginas lo que sería tener que ver a mis compañeros un año por delante de mi? Todos señalándome. Dios, no quiero ser el chico al que todos conozcan porque casi lo matan en un baño. Miradas de lastima. Murmullos. La gente siempre habla, Jack. No faltará el idiota que diga que fui yo el que los provocó solo porque ser Gay esta mal. Ya pasé por eso. No puedo hacerlo de nuevo. No puedo seguir intentando convencerlos de que estoy bien cuando ellos luchas tan jodidamente duro por hacerme creer que soy todo lo malo del mundo solo porque no me gustan las bubies.—Terminó su discurso clavando el cuchillo en la tabla con más fuerza de la necesaria.
Jack lo observó, Billy había pasado de la depresión a un extraño ánimo combativo en el que sus bombas parecían hechas de purpurina rosa. Lo había visto pasar de ocultarse tras ropa oscura y holgada a vestir los atuendos mas chillones que había encontrado en su guardarropas como si no le importara atraer miradas, como si las quisiera, De hecho lo había visto delinearse los ojos y echarse brillo para andar por calle, era como un gran vete a la mierda para todo el mundo, un “estoy aquí, vengan por mi, cabrones" escrito con delineador de ojos azul plateado, Jack estaba preocupado.
—No hay nada malo en ti.
—Lo sé. Pero habrá quienes si lo crean.
—Bill…
—De cualquier modo…—Bill dejó los vegetales y fue por una olla para la pasta. —De cualquier modo perderé la beca. Tendré que buscar una universidad más barata.
—Aun puedes conservarla.
—Sabes que eso no es cierto. He perdido 6 semanas de clase. Aunque hicieran la excepción de permitirme rendir los exámenes, ponerme al día es casi imposible.
—"Casi" no es imposible Bill.
—¿y tu desde cuando tan optimista?
Desde que te conocí.
—Puedes hacerlo. Tienes asegurado que te aprobaré, Bill, ciencias básicas es la más difícil de primer año, lo sabes. Te enseñaré lo que necesitas para el examen. Teoría de la arquitectura de chicago prácticamente te la sabes de memoria. Solo tendrías que concentrarte en estudio de diseño y expresión artística espacial. Hughes pide un plano para evaluarte, puedo corregírtelo para asegurarte que te lo apruebe, soy bueno en dibujo técnico. Y expresión artística tienes que presentar una maqueta y defenderla en tribunal.
—vaya…
—¿Qué?
—lo tienes todo muy planeado Jack.
Billy lo observaba con una expresión que no pudo leer.
Auch.
—Siento si me extralimité—-se disculpó.
¿Cuál era el limite realmente entre ellos? Ninguno había definido bien los limites de su relación, simplemente habían estado orbitando uno alrededor del otro desde que se conocieron. Casi casuales, casi como si tuvieran todo el derecho de tener al otro, le había parecido tan natural que Billy organizara su casa, que averiguar sobre la universidad del chico no le había parecido tan desubicado cuando lo hizo.
Tal vez se equivocó.
Tal vez a Billy no le gustara tenerlo metiendo la nariz en sus asuntos. No podía pretender organizarle la vida por muy natural que él lo sintiera. Dios, todo con el chico se estaba volviendo agobiantemente confuso.
—no es eso. Jack, es solo… —Billy se mordió el labio inferior pensativo.—¿Por qué te obsesiona que vuelva a la escuela?
—Creí que era lo que querías.
—lo sé, solo que desde el accidente…
—te atacaron Bill, no fue un accidente.
Bill hizo una mueca y asintió.
—Tengo miedo de entrar a la universidad.—Admitió con vergüenza.—Salir de casa, me costó lo suyo… y de verdad intenté lo de la uni, de hecho el otro día fui hasta la facultad. Me quedé una hora parado en la puerta antes de marcharme. Lo intenté Jack. Se que no lo parece, reconozco que no pasé por mi mejor momento, pero Quiero retomar mi vida, no dejaré que me vean roto, solo que…
—No dejaremos que te vean roto, Bill...—Jack se acercó por la espalda del muchacho y lo abrazó.—funcionará. Haremos que funcione. Te ayudaré.
Billy recostó su peso en el pecho del mayor y suspiró.
—No sé que te trajo a Chicago, Jack. Pero sea lo que sea—Se apresuró a añadir antes de que el mayor le soltara otra de sus excusas vagas que apestaba a mentira por todos lados.—Agradezco que vinieras, has sido un gran apoyo para mi todo este tiempo… sin ti…no sé si hubiera salido adelante.
—lo hubieras hecho Bill.—Jack se inclinó y le dio un beso suave en la frente.—cuando te veo, pienso en el dominio de Tasmania ¿sabes? El dibujo.
—Duh, si lo conozco. Pero él es malo.
—No. No es lo que quise decir. Soy terrible con las palabras. Quiero decir ...Eres como un tornado que se lo lleva todo por delante. Nunca conocí a alguien como tu. Con tanta fuerza. No sé como explicarlo, eres adrenalina directo al corazón. Revives muertos.
Billy soltó una risita—Entiendo el punto.
Jack asintió, no era bueno con las palabras pero con que Bill lo entendiera le bastaba.
Afirmó sus brazos alrededor de la cintura del pequeño y se quedaron quietos en la cocina difrutando del silencio con el ruido de las ollas ropiendo hervor como unica compañía.
Los silencios entre ellos siempre eran cómodos.
Billy suspiró.
Tal vez lo consiguiera pero estaba claro que se estaba volviendo jodidamente dependiente del Inglés ¿Cómo demonios explicaba sino que ese simple gesto lo hubiera llenado de calidez?
—No sé por que me siento tan cómodo contigo. Es como si te conociera de antes...—admitió.
—...como si fuera natural, lo fue para mi desde el primer día.
—Tal vez en otra vida nos conocimos.—Sugirió Billy.
—Tal vez en otra vida estábamos destinados a ser.
Billy asintió de acuerdo, no pasó por alto que Jack últimamente le soltara cosas como esa, como si no estuviera en sus planes… como si él no estuviera en sus planes.
Diablos.
Su estomago se estrujó y como si intentara combatir el malestar se apretó más al castaño. No mentía cuando dijo que agradecía haberlo conocido , incluso si aquello era temporal era lo suficientemente idiota y masoquista aferrarse a eso.
—Espero encontrarte en mi próxima vida, Jack.—Murmuró.
No supo si el mayor lo escuchó pero sus brazos se apretaron alrededor de su cuerpo.
🖤🖤🖤🖤🖤🖤
Red_Queen fuera 🖤🖐
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