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Capítulo 12


El martes por la mañana Billy se encontró frente a la hoja del examen en blanco.

Sus ojos fueron a la figura de Jack que iba explicando que aquella nota se promediaría con el segundo parcial que se daría a finales de noviembre, tendría recuperatorio , eso era algo bueno para los que no fueran becados.

Billy tragó saliva.

Sí, corría con ventajas.

Vamos. Él sabía de ese examen y lo había preparado, pero esa era toda la ayuda que Jack le había prestado.

Que había intentado pedirle ayuda al hombre durante el examen y no había hecho más que mirarlo con su rostro severo y decirle.

—Relee la consigna, Brennan.

Bien. Billy se sintió ligeramente herido por eso.

Que luego lo vio ir por los bancos de otros  de sus compañeros resolviendo sus dudas.

Billy se mordió el labio inferior y golpeteó la hoja sobre su banco con los dedos..

Conoces el ejercicio, se dijo. Dios,  casi estaba seguro de haberlo hecho antes. Solo no recordaba el resultado.

Vamos, cerebro, piensa, por favor…

Seguro como el demonio que se lo había dado entre los 10 millones de ejercicios que Jack le había dado de práctica esa semana.

Billy volvió sus ojos al profesor que se había sentado en su escritorio tras resolver las dudas de sus alumnos.

Sus ojos se encontraron por un momento y Billy le suplicó con la mirada.

No podía hacerlo sin él.

Por favor Jack ven a ayudarme, pensó con todas sus fuerzas como si de alguna forma pudiera llegar hasta él mentalmente . 

Era absurdo, Billy lo sabía pero estaba desesperado.

Por favor , por favor,  por favor…

Jack desvió la vista, parecía completamente cerrado a él. Diablos, que era como intentar tratar con un muro de acero. 

¿Por qué estaba  tan serio?

¿Se habría enterado de lo de Brandon?

No era posible.

En cualquier caso,  Ellos no tenían ningún acuerdo de exclusividad ¿no?

No había hecho nada “ilegal...”

Billy se  mordió el interior de la mejilla  y sacó su calculadora maldiciéndose por no anotar las fórmulas en ella.

Vamos, no estaba orgulloso de hacer machete. Pero de pronto sentía que se le había olvidado todo lo que había estudiado.

Casi se sintió estúpido por creer que iba a lograrlo sin hacer trampa.

Billy se llevó el lápiz a la boca y jugueteó nerviosamente con él  entre sus labios mientras cargaba los datos en la calculadora.

Media hora después, Billy se había levantado a dejar su hoja sobre el escritorio de Jack, había sido el primero en entregar el examen y había huido del salón, diablos, no quería quedarse a oír los resultados de los otros.

Que si había algo que el pelirrojo odiaba era ese momento post examen en el que todos salían y comparaban sus resultados.

No, definitivamente Billy odiaba enterarse lo mal que lo había hecho.

Fue hasta la cafetería y tras comprarse un bollo y un vaso de capuchino se sentó a esperar otra media hora.

Para las 11 del día ya no soportó más la angustia y le envió un mensaje preguntándole por su nota.

“Aún estoy dando clases, niño, ni siquiera he pasado por mi despacho. No he visto los  exámenes.”

Okey. Lo había llamado niño, no le gustaba el mote, pero comenzaba a acostumbrarse a él.

A que le dijera “mocoso” cuando conseguía fastidiarlo o “niño" cuando estaba de buen humor.

Sí,  Billy podía ser “su niño lindo" si con eso lo aprobaba.

“a que hora sales?”

“tengo un curso más con los de cuarto en media hora, te avisaré cuando tenga tu nota, mocoso"

Auch. Mocoso. Billy sonrió sin ser del todo consciente de eso. Sí, ¿Qué tan extraño era que le gustara que lo llamara así?

Habían pasado otras dos horas y medias cuando vio a Jack llegando a su oficina.

Sí , se había quedado cerca husmeando para verlo llegar ¿acosador?

Tal vez un poco.

Pero necesitaba convencerlo de que valía la pena aprobarlo.

Lo necesitaba de verdad.

  Si no sacaba ocho o más perdería su media beca, que si perdía la promoción, perdía el promedio y  no era opción, vamos que si lo hacía no podría cursar en primavera,  y ya tenía el récord de empleos de medio tiempo para pagar media matrícula, si tenía que pagarla por completo de verdad que tendría que pensar en considerar la prostitución como opción.

Vamos, que simplemente no era nada barato hacer una carrera donde te pedían hacer 50 mil maquetas y sí, sus tíos le habían advertido que era una carrera demasiada cara de pagar, que fuera contable como su prima…

¡contable! Él que no conseguía sumar dos más dos sin perderse en el camino.

Era por eso que Billy caprichosamente había insistido en pagársela por si mismo.  Había creído que no sería tan difícil, pero lo cierto era que los números no solían cerrarle muy bien a final de mes, que había sacado préstamos estudiantiles por todos lados y aun así...

Habían sido meses duros desde que empezó la universidad, nada era como en las películas, no hubo gente bailando en el tour de bienvenida, ni fiestas a lo american pie, que había fiestas de fraternidad, pero había estado demasiado ocupado trabajando todas las malditas noches para llegar con los gastos.

Además, no había encontrado ese grupo de amigos para toda la vida, ni el chico que iba a amarlo hasta el final de los tiempos y del que se enamoraría luego de un tórrido y toxico romance que haría que se olvidara de todos sus exs.

No, no había tenido nada de eso, había reprobado la mayoría de sus exámenes  y los materiales…

Eran jodidamente caros.

Billy se había ahorrado su pasta ese mes, que Jack le había comprado todo lo que necesitaba  para el taller de expresión artística espacial.

Estaba desesperado, vamos.

Tal vez si estaba siendo un poco mantenido por Jack si lo pensaba.

Auch.

Pero es que gracias a eso se había evitado hacer turnos extras…

¡hasta había estudiado!

Aunque estaba muy seguro de que no había servido de mucho.

Tal vez si debiera considerar la prostitución como carrera, vamos, que por cómo iban las cosas parecía que no importaba cuántas horas de estudio le dedicara, era un negado para los números.

Dios,  y la curricula indicaba que tendría que verlos por varios años más, quería llorar de frustración.

—Profesor—Billy lo llamó acercándose hasta la puerta antes de que el mayor entrara.

—Brennan.—Jack sonaba indiferente y profesional pero no pasó por alto la mirada atenta que le dedicó.

Sus ojos acariciaron las facciones del niño pelirrojo y algo en Billy se sintió cálido, fingiera lo que fingiera, Jack estaba atento a él.

— ¿Podríamos hablar un momento? —Billy nervioso miró a los lados asegurándose de que no estuvieran recibiendo ninguna atenta e inadecuada mirada en ese momento de algún compañero chismoso.

No parecía haber moros en la costa pero de todos modos mantuvieron las distancias.

—Estamos fuera del horario de consultas. Que sea rápido-Le cortó Jack entrando primero y dejó abierta la puerta detrás de él para que el pelirrojo pasara.

Billy tuvo que suspirar y armarse de valor antes de avanzar con pasitos inseguros hacia el interior del despacho de Jack.

Que vamos, cuando estaba en modo profesor, era severo e intimidante, se había ganado su mala fama en el mes que llevaba a cargo del puesto. A veces hasta se olvidaba que ya lo había visto desnudo un jodio montón de veces. Pero es que tenía ese no sé qué, que a pesar de no ser tan mayor como el resto de los profesores conseguía intimidar.

Cerrando la puerta con pestillo detrás de él avanzó hasta el escritorio de Jack y se reclinó un poco en él ganando tiempo.

El inglés se veía ligeramente cansado en esos momentos, dejó su portafolio a un costado y lo interrogó con la mirada.

—yo...-Billy se removió inocentemente.—Creo que me fue mal hoy en el examen. Va estoy casi seguro.

Billy se mordió el labio inferior tiernamente consiguiendo captar la mirada del mayor en aquel punto de su anatomía.

Al darse cuenta de lo que hacía,   carraspeó.

—¿Crees o estás seguro? aclárate niño.

—¿Casi seguro?—le regaló una sonrisita avergonzada o lo intentó.

Que debía de ser una decepción para el mayor en ese momento, podía ver como las fosas nasales del hombre se dilataban  al tomar aire. Claramente debía de pensar que había perdido el tiempo intentando meter conocimiento en su cabeza y esa idea no hizo más que avergonzarlo aún más.

Era un niño bonito y hueco, eso era todo lo que era.

Billy se sentía completamente avergonzado en ese momento.

Jack soltó el aire en sus pulmones.

—¿y qué se supone que haga al respecto?

Billy paseó su vista por todos lados incapaz de posar sus ojos en Jack.

¿En verdad iba a sugerirle lo que pensaba sugerirle?

Probablemente estuviera rompiendo alguna clase de limite con eso.

Que Jack siempre le marcaba la distancia en la universidad pero estaba desesperado.

Billy sintió sus mejillas arder.

Dios, Qué el podía regalarse solo porque se le antojaba y conseguir cosas a cambio de sexo de forma indirecta, eso era una cosa, pero pedir algo directamente, eso lo hacía sentirse avergonzado.

—tal vez...—Billy jugueteó con sus deditos sobre el escritorio de Jack con cierta timidez.—Podría… hacer algo para …conseguir una mejor calificación…

Jack frunció el ceño y se cruzó de brazos antes de recostarse hacía atrás con una mirada evaluadora.

uy, esa no era la mirada de alguien dispuesto a colaborar 

¿Lo había ofendido?

¿Qué más daba? NECESITABA ese ocho.

Billy clavó sus ojos en el mayor intentando lucir lo más inocente y desvalido que podía,  tal vez mover la fibra sensible de Jack con su mejor cara de cachorro era la mejor carta para jugarse de momento.

Conseguir—Jack pareció saborear aquella palabra en su lengua con un tono de voz  dolorosamente duro. Auch. —¿Está sugiriéndome lo que creo que me está sugiriendo?

¿Lo estaba haciendo? 

Tragó saliva.

Ya, solo hazlo se dijo Billy alentándose y sin permiso se dejó caer de rodillas frente a Jack.

¿ya lo había hecho antes no? en todo caso, aquello era como una morbosa fantasía.

¿Pero si solo era un juego de poder...Por qué de pronto se sentía tan asustado por hacerle una mamada a Jack?

Billy no quiso detenerse a pensarlo.

Con manos nerviosas  bajó la cremallera del mayor bajo aquella atenta mirada de ojos oscuros. 

El pene de Jack se encontraba ligeramente hinchado por la anticipación, darse cuenta de eso, fue un ligero alivio, dijera lo que dijera y a pesar de su actitud cortante Jack lo estaba deseando.

Billy se relamió los labios.

Tomó con sus manos la polla del mayor, no diría que ella y su boca eran viejas amigas, pero sin duda se habían puesto al día desde que había conocido al Inglés aquella noche que parecía tan surrealista en esos momentos. 

Acercó su rostro a la ingle del mayor y  se deleitó con la sensación de la satinada piel del hombre acariciando su rostro, como minino en busca del afecto de su amo Billy frotó su naricita por aquella carne disfrutando del contacto.

Oh vamos , lo estaba disfrutando.

La mano de Jack detuvo sus movimientos al enredarse en sus cabellos, y lo alejó unos centímetros para que su boca quedara frente al falo que apuntaba amenazadoramente hacia arriba.
Completamente hinchada y erecta, su polla era bonita, diablos, a Billy se le hacía agua la boca de solo verla.

—ya...—el tono de Jack pretendía ser calmo pero estaba tan acalorado que hizo a Billy estremecerse.

Santo cielos.

Sintió la ligera presión  sobre sus labios y tarareó de felicidad al abrir la boca para recibir la cabeza. Le gustaba chupar pollas, era innegable, diablos  y la de Jack era una buena polla. Separó un poco más sus labios y dejó que de se deslizara en su interior, la sensación tersa y húmeda de su boca alrededor de Jack, todas las terminaciones nerviosas siendo estimuladas, su lengua empujando ligeramente a la vez que sus mejillas se sorbían al chupar...

Oyó a Jack gruñir de placer y fue música para sus oídos, tomó una profunda respiración por su nariz y conteniendo el aire en sus pulmones empujó aquella polla a su garganta.

Oh, eso era tan sucio...

Tal vez si tenía alma de chico de alquiler, le estaba chupando la polla a su profesor  en su oficina por una mejor nota.

Y diossss, aquello lo estaba haciendo suspirar de placer sobre aquella carne caliente que abría sus labios.

La mano de Jack  tiró de sus cabellos ligeramente antes de acariciar su cabeza con cariño, e inconscientemente Billy inclinó la cabeza buscando aumentar el contacto mientras se seguía moviendo sobre el pene del mayor.

Le gustaba la manera en la que Jack marcaba el ritmo sin lastimarlo. Suave sin ser débil, firme, pero  con una nota de cariño en cada movimiento.

El corazón de Billy latía jodidamente doloroso en su pecho.  incluso en la posición sumisa en la que se encontraba se sentía protegido  a su lado de una manera que casi le daban ganas de llorar.

Billy se sentía sobrepasado de emociones.

¿Qué demonios le estaba pasando?

—Mírame, mocoso.

Billy lo hizo, estaba tan caliente, sus miradas conectadas, su boca invadida complaciendo a Jack. Sus labios ligeramente adormecidos y enrojecidos al igual que sus mejillas, un hilo de saliva deslizándose por la comisura de su boca, todo era ruidos húmedos y calor.

Billy chupó, sorbió y jugó con su lengua. Sus manos a los lados de la cadera de Jack le ayudaban a mantenerse en la posición, le dolía ligeramente las rodillas y el cuello, vamos, no era una posición cómoda, pero la imagen de Jack tensándose y gruñendo incapaz de apartar los ojos de él valía eso y mucho más.

Sintió a Jack apretar sus cabellos en puño, sus caderas envistieron hacia delante  una y otra vez.  Billy dejó que le follara  por unos minutos hasta que  se dejó ir en el fondo de su garganta con un gruñido.

Maldición.

Billy tuvo que esforzarse en tragarlo para no ahogarse,  diablos.

Sin apartarse respiró por su nariz sintiendo como Jack se iba desentumeciendo en su boca.

El agarre en su cabello se fue aflojando a la vez que el mayor abría los ojos.

Billy se tomó unos minutos más para saborearlo y se apartó, alejándose solo un poco , se dejó caer sobre sus talones y con sus dedos juntó los restos que habían chorreando por su barbilla para llevárselos a la boca bajo la atenta mirada del mayor.

Silencio.

Jack y Bill se observaron por unos momentos mientras recuperaban el aliento.

Había sido una mamada genial y la había disfrutado como el demonio. Pero seguía esa cosa que inquietaba a Billy aún flotando en el aire.

—¿Que hay de ese ocho?—Soltó tentativamente.

—¿Iba en serio?

—¿la mamada fue de broma?

Jack le regaló una sonrisa desagradable que tuvo el pecho de Billy estrujándose de dolor.

—ya. Muévete.—El mayor se acomodó a si mismo los pantalones y lo apartó.

Auch.

  Claramente su profesor/amante se había molestado.

Billy se levantó dudando ¿Habría tirado demasiado de la cuerda? Billy no quería que Jack se enfadara con él, pero de verdad, de verdad necesitaba esa nota.

—¿Jack?—Dijo Billy  con su voz ligeramente enronquecida por la reciente mamada y un peso horrible en su estómago.

El mayor rebuscó en su bolso ignorando al nervioso pelirrojo parado frente a él, de  entre una pila de papeles numerados sacó el examen de Billy.

Fueron los 5 minutos más largos de su vida hasta que vio a Jack hacer varios tildes y poner un 8 en la planilla del ordenador.

—Gracias—murmuró bajito  mirando sus botas con vergüenza.

No quería ver a Jack a la cara pero sentía que le había fallado. Que debía decir algo.

—Pude haberte puesto un 10 pero insististe tanto en el ocho que ahí lo tienes.—Le gruñó de mal humor el mayor.—Todo lo que quieras, Brennan.

—¿espera, que? —Billy no parecía molesto por que le hubiera puesto una nota menor a la merecida, de hecho se veía solo   sorprendido.

—lo hiciste perfecto.

—no...¿en serio?

—sí, compararlo si quieres.—Jack le lanzó su examen y con un gesto indicó el modelo resuelto que  había hecho de los ejercicios para que la corrección fuera más rapida.

Billy rodeó de nuevo el escritorio y miró su examen y el modelo.

Oh...

—¡lo hice perfecto!¡oh dios! Lo hice perfecto.—Antes de que pudiera darse cuenta Billy saltó a los brazos de Jack y comenzó a llenarle el rostro de besos que desarmaron un poco la postura irritada del mayor.—lo hice perfecto de verdad. ¡Dios. No puedo creerlo! Lo hice solo.

—sí, mocoso.

—¡eres el mejor profesor del mundo Jack! Eres...no lo habría conseguido sin ti. Dios. No puedo creerlo.—Billy lucía genuinamente orgulloso de si mismo y Jack tuvo que hacer un gran esfuerzo por recordar que estaba molesto con el crío.

—sí, niño. Lo conseguiste sin necesidad de chuparme la polla. —auch.

Jack le acarició la espalda pero sonaba molesto aún.

—Yo...

—vuelve a intentar sobornarme con sexo y no solo no te aprobaré, será la última vez que veas mi polla.—le advirtió el mayor en tono serio.— No te regalaré notas.

Mentiroso, ya  los has hecho antes ¿qué te has olvidado de eso?, susurró la vocecita de su conciencia. De acuerdo, lo había hecho pero el chico no tenía por que saberlo ¿no?

—lo siento. Lo siento. Lo siento. Yo de verdad necesitaba ese ocho o iba a perder mi beca. Lo siento jack. Por favor no te enojes conmigo, estaba desesperado yo nunca creí que podría hacerlo.

Billy comenzó a llorar y Jack retiró las manos del chico de su rostro para verlo en la cara.

—Puedes hacerlo, Bill... solo tienes que creer un poco más en ti. Eres un chico lindo ,sí, pero no tan tonto como crees.

—¡oh Jack! lo siento, lo siento, lo siento.—El chico se abrazó a su cuello y lloró en su hombro como un niño pequeño.

—niño...

Jack lo rodeó con su brazo izquierdo y dejó que el chico se calmara con caricias suaves en su espalda.

Vamos  ¿Qué  se suponía que hiciera? El chico se había acurrucado apretado contra su pecho.

No podía echarlo.

Llevó su mano al bolsillo  trasero de los jeanes del pelirrojo y la dejó allí  para mantenerlo cogido mientras se disponía a revisar el resto de los exámenes con el niño aun encima. Era un poco difícil revisar exámenes en esa posición, pero considerando lo bien que se sentía teniéndolo en brazos,  Jack no estaba en posición de quejarse.

Pasó un buen rato, mientras Jack hacía su trabajo Billy seguía en su regazo sin hacer ruido.

Era tan gracioso pretendiendo que no estaba que el mayor no pudo evitar dejarle un par de besos en el pelo cada tanto.

Tonto mocoso.

Ese niño era malo para su salud.

—¿Sigues enojado conmigo?—Billy preguntó al rato jugueteando con sus deditos en el nudo de la corbata de Jack.

La llevaba mal anudada, era algo que Billy no había tardado en notar.

El hombre siempre llevaba mal hecho el nudo. Que más de una vez se había tentado en hacérselo él  mismo, que se veía un poco ridículo y desprolijo, sexymente desprolijo, pensó viéndolo, vamos que al principio había creído que era una casualidad, luego simplemente notó que Jack siempre la llevaba así, como si estuviera más cerca de quitársela que de anudársela.

—Intentaste sobornarme con una mamada. ¿Tu qué crees?

—lo siento. Lo siento. No te enojes. Por favor, De verdad seré un buen niño, lo prometo,  seré un buen niño de papi—Le dijo batiendo sus pestañas.

uhhg Jack soltó un gruñido ronco al oír como lo llamaba.

Dios ese niño era terrible.

¿Cómo demonios podía ponerse serio con él  si lo tenía  acurrucado en sus brazos llamándolo papi?

Dios, no podía.

—Eres terrible, mocoso.

Billy le sonrió con picardía. A Jack parecía habérsele pasado el malhumor —pero te gusto así ¿no papi?

Jack rodó los ojos.

—ya, vamos—Le dio una ligera nalgada con la mano que tenía en el pantalón del chico.— tienes que irte. No hagas que me arrepienta y te desapruebe.

—Oye, pero me lo he ganado honestamente—Billy infló sus mofletes.

—Pero antes me ofreciste sexo a cambio de una nota. ¿Sabes qué te pueden expulsar por eso, Bill?

El pelirrojo rodó los ojos seguro de que el mayor no lo delataría. Sus amenazas estaban más vacías que su billetera a fin de mes, vamos, que el tipo lo miraba con esa cara de quiero comerte y adorarte por el resto de mi vida.

—¿No puedo quedarme un rato más? Me gusta estar así…—admitió hundiendo un poco más su nariz en el cuello del mayor. Dios, que se sentía tan cálido y seguro entre sus brazos. Sintiendo ese latido sereno en el pecho de Jack.oliendo la colonia de su cuello. Dios, eso era nuevo, pero le gustaba, solo escuchar sus respiraciones y pechos acompasándose, era tan tranquilizador... ¿Qué tan normal era eso?

—ya es lo bastante raro que te metas en mi oficina luego de un examen.—Jack le regaló un par de caricias distraídas mientras parecía considerarlo—que te quedes demasiado rato sería peor Billy.

—solo uno ratito  más …—Ronroneó en tono empalagoso.

Jack rodó los ojos pero volvió a acercar su silla al escritorio y con el niño aún en brazos comenzó a corregir los exámenes que le faltaban.

Sí, aquello era jodidamente poco ético.

...pero ¿cómo decirle que no?

🖤🖤🖤🖤🖤

DIOS!!! AMO mucho a esta pareja jajajja  en fin otro cap. Más, espero estén disfrutando las actualizaciones

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