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Capítulo 10

Jack llevaba un buen rato mirando su ordenador y tratando de dilucidar cuál era la peor parte de todo el asunto con el chico Brennan, Elisa y el bebé.

Había dejado a Billy en su casa como hacía media hora luego de pasarse todo el día con él, era lo que había hecho esas últimas  semanas, a veces dormían juntos, otras como esa tenía que devolverlo temprano a su casa, que desde que el chico le había dicho que le gustaba y él le había admitido que la cosa era reciproca habían entrado en algo así como una  relación sin nombre.

Salían.

Eso era seguro.

Al menos a Jack así le parecía.

Billy había insistido en que no podía estar en chicago sin ir al mirador de Skydeck, el sitio era un cubículo de vidrio  a más  de 100 pisos de altura y con vista panorámica a cuatro estados, era bonito, dios, Jack lo admitía, pero lo cierto era que se pasó más tiempo viendo a Billy hablando sobre la vista de lo que realmente vio la ciudad y los edificios que le indicaba.

Al chico de verdad le gustaba el diseño, hablaba de cúpulas, y de la historia de los edificios, de cómo o qué arquitecto famoso lo había diseñado o modificado.

Jack nunca fue un fanático de la arquitectura. Vamos, que odiaba a los arquitectos que planteaban diseños estrafalarios e insostenibles para que luego ellos se pasaran horas haciendo cálculos para que las estructuras no se fueran al demonio.

Sí, por norma general sus amigos y él eran jodidamente cuadrados, habían odiado a los arquitectos con sus aires extraños y se habían burlado de ellos que solo sabían poner las ideas, pero no podían llevarlas a cabo.

Un arquitecto sin un ingeniero que avalara su obra no era nada más que un diseñador, que no podían hacer más de tres piso sin ayuda.

Sí,  los ingenieros eran un poco engreídos  pero es que los arquitectos  no hacían más que darles trabajo para elevar sus egos.

Los ingenieros eran prácticos, mientras fuera funcional y se mantuviera de pie estaba aprobado. Eran hombres de números, no necesitaban tanto ornamento.

Que hasta tenían su manera de estandarizarlos cuando iban a la universidad, de hecho tenía un profesor que solía decirles que la arquitectura era para los gay de closet, que no tenían bolas para hacerle frente a la ingeniería, ni para decir que le gustaba el diseño de interiores.

Jack y sus compañeros se habían reído varias veces y ahora dios, de pronto la arquitectura le sonaba fascinante de la boca de Billy.

Jack se creía capaz de hacerle el cálculo de un puente a la luna si se lo pedía con un puchero.

Dios.

Estaba mal.

¿Qué tan malo era estar tan jodidamente enganchado con un crío?

Jack no creía estar enamorado, pero dios, seguro como el demonio que tenía un flechazo con él, que no se había sentido así con nadie más en su vida.

Billy podía hacerlo reír, podía seducirlo, hacerle una escena o hablarle en serio, y todas sus facetas le gustaban.

Las últimas semanas se le habían pasado rapidísimo, y se habían visto casi todo los días, no era ético, Jack lo sabía, que lo estuvo ayudando a estudiar, casualmente había "aplazado el examen" para ganarle tiempo. Que el chico no era duro para los números.

Era DURÍSIMO.

No conseguía hacer una cuenta jodidamente básica sin distraerse. A jack le habían entrado varias Jaquecas que el chico había compensado a base de besos y miraditas inocentes.

Dios, Billy lo tenía mal.

Era tan absurdo considerando que con su diferencia de edad y posiciones, lo lógico era que él  fuera el que llevara "el mando" pero el niño con un movimiento  de su cintura lo tenía envuelto alrededor de su meñique.

Habían ido al cine, y al teatro, y a cada jodido lugar que al niño se le había ocurrido, vamos,  lo había consentido toda la semana, a Jack le gustaba hacerlo y Billy disfrutaba de todas las atenciones del mayor con falsa modestia.

Vamos, Jack no era tonto. Cada vez que quería algo le batía las pestañas y suspiraba mirándolo en los escaparates, Jack nunca creyó que llegaría el día en que acabaría pagando por la atención de un niñito pero ahí estaba como un idiota, suspirando por el crío.

A Jack nunca le había pasado algo así , sentirse tan necesitado por alguien, tan necesitado por captar hasta la última mirada del chico, por besar hasta la última de sus pecas,  e incluso por verlo llorar con cada estúpida película romántica que le gustaba ver.

Jack quería absorberlo por completo, dios, nunca se había sentido así por ninguna de sus novias.

No era el sexo, era más, Billy lo tenía comiendo de la palma de su mano.

Se frotó  la cara y volvió a ver la pantalla. Se había comunicado con Elisa por chat.

Sí, estaba siendo cobarde. No quería escuchar la voz de la chica pero tampoco podía seguir ignorando las llamadas de la...¿madre de su bebé?

Hacía media hora le había dicho que lo tendría.

Oficialmente eso complicaba las cosas.

Dios, Jack no sabía como sentirse con eso. Estaba cagado. Dios. No quería volver a Inglaterra. No quería ir a Liverpool.

¿Qué tan mal lo tomaría la chica si se lo dijera?

¿Y qué le diría?

Jack abrió un correo y se puso a redactar.

De: [email protected]

Para: [email protected]

Asunto: Me quedo en chicago.

"Querida Elisa"

Jack borró y volvió a escribir.

"Lissa"

No. Jack volvió a Borrar ¿Eli? ¿Lisa? ¿Como demonios le decías a tu ex cuando querías dejarla tirada con un bebé en camino?

Capullo cobarde, se recriminó a si mismo.

"Elisa"

Jack se quedó un buen rato viendo la pantalla, jugueteó con sus dedos sobre el teclado sin decidirse hasta que por fin empezó a escribir como un loco poseso.

"oye Eli, ¿recuerdas que te embaracé y hui? pues vaya parece que no solo eso pasó en Chicago. Illinois es un lugar fantástico creo que me quedaré aquí, ah si, también esta ese otro asunto. Un pequeño pelirrojo. Me la estoy liando con un alumno ¿no te lo dije? Estoy enseñando en una universidad, la cosa va en serio. Me gusta él, joder. Me gusta demasiado oh y es un crío, un jodido crío sinvergüenza, deberías verlo, es tan pequeño y delicado.... Y tiene este ex novio que lo trata como la mierda, me preocupa la manera en la que lo trata, lo vi mirarlo en clases, como si quisiera hacerle algo malo. dios no puedo dejarlo solo Eli, tal vez estoy loco y veo cosas donde no las hay, tal vez lo ve como cualquier ex ve a otro, tal vez tu me mirarías peor en estos momentos, pero dios Billy es como un jodido terremoto comiéndose el mundo y es un asco para los números ¡y quiere ser arquitecto! Se que es extraño, tú sabes que siempre fui esnob con eso. Pero dios Eli, no me importa. Lord Harrel va a asesinarme por esto pero no importa.  Por una vez no me importa nada más a parte de él..."

Jack re-leyó el cuerpo del mensaje y borró.

Sí, no, no se lo diría. Dios. Eli y él habían sido algo así como amigos los últimos meses, que no era una mala chica, era intensa y a veces lo asustaba, dios, que era demasiado para él ¿pero mala? No.

Jack nunca había sido muy adepto a las mujeres que estudiaban ciencias duras, pero Elisa era buena, joder.

Jack y ella habían tenido una ligera rivalidad por el promedio durante toda su carrera, tal vez por eso Tom se la presentó esa noche.

La chica era amiga de Tom .

¿Por qué tuvo que presentársela?

¿Y por qué demonios tuvo que conocer a Bill nada más a llegar a Illinois?

¿ Por qué no solo pudo pasarse una noche borracho y volver a casa?

¿Por qué todo se había vuelto tan confuso?

Que el era un tipo de rutina. Si Billy no hubiera destrozado su rutina de aquella forma... Dios, en esos momentos probablemente se encontraría en Liverpool.

Que Tom tenía razón cuando le decía que no servía para las relaciones casuales.

Probablemente hubiera vuelto a casa a los dos días y se hubiera casado con Elisa, siempre acababa haciendo lo que Lord Harrel quería.

Probablemente él hubiera estado ahí en la consulta ginecológica para oír el latido del bebé esa tarde.

Pero no había estado, su vida era un jodido caos, su familia lo estaba buscando por todos lados, tenía un bebé en camino y diablos, que él no dejaba pensar con el pene.

Estaba siendo un capullo cobarde.

Dios, que apenas comenzaba a hacerse la idea de la posibilidad de un bebé y ahora se lo habían confirmado.

Estaba hecho.

Miró de nuevo la pantalla.

Elisa le había enviado un E-mail con la ecografía del bebé , 16 semanas.

Era la primera que se hacía. No había querido hacérsela hasta no estar segura de conservarlo.

Se sentía jodidamente asustado y culpable.

¿Qué demonios estaba haciendo?

Acercó su mano a la pantalla y acarició la foto de la eco. Se veía como una sombra pequeñita, pero ahí estaba.

Era un bebé.

Su bebé.

—lo siento.—susurró para nadie en particular.

Sintió su mejilla húmeda.

Diablos.

Se secó los ojos con furia y cerró de un golpe la computadora.

No podía, dios, no podía, no podía hacerlo. Él no estaba preparado para eso.

¿Y si no era su hijo? Esa idea se plantó en su cabeza como una horrible esperanza.

Podía no serlo ¿no?

Sí de verdad el bebé era suyo...

¿No se suponía que sintiera algún instinto paternal o lo que sea? 

¿Cuándo se suponía que le aparecería en todo caso?

¿y si nunca le aparecía?

Porque joder, que no se sentía como si ese bebé fuera suyo, era como el bebé de alguien más. Era un bebé sí, ¿Pero no se suponía que sintiera algo como alguna conexión especial o lo que sea?

¿O eso era solo en las madres?

¿Qué demonios era el instinto paterno en cualquier caso?

Tal vez si tuviera el instinto de las películas nunca se hubiera ido en primer lugar.

Tal vez se desarrollaría con el tiempo si lo miraba por muchas horas.

Jack volvió a su ordenador y buscó de nuevo la imagen.

La observó, se pasó casi 20 minutos mirando la pantalla, no le nacía nada más que un terror que opacaba todo lo demás.

Quería llorar, quería llorar con ganas y que ese bebé desaparezca.  a la vez eso lo hacía sentirse una basura.

Vamos, que era un bebé, no podía hacer un abracadabra para volver en el tiempo.

Había sido una borrachera, una maldita borrachera, él  no planeaba tener herederos, él  no quería hijos, nunca los había querido, el odiaba su jodida vida en Sefton.

¿Cómo demonios iba a condenar a un bebé a ser otro Harrel?

Tal vez eso fuera lo más parecido al instinto paterno que nunca tuviera.

¿Qué demonios vas a saber tu del instinto paternal? Se recriminó a sí mismo echándose en la cama.

Su padre no tenía instinto paternal y él  estaba seguro de ser un Harrel, su carta real lo aseguraba,  tal vez simplemente los Harrel carecían en absoluto de él.

¿Qué demonios se suponía que iba a hacer?

Era probable que volviera, dios, no era probable, era seguro que volvería, pero aún tenía unos meses por delante ¿no?

Tenía que aclararse, necesitaba aclararse.

Necesitaba aclarar las cosas con Billy, no podía crearle ilusiones al niño.

Tendría que dejarlo, su padre no le permitiría quedarse mucho tiempo.

Le dejaría que se divirtiera un rato y luego iría a reclamarlo.

Él era solo otro objeto de la corona.

Un titere más posando a su antojo, era lo que su madre y él siempre habían sido para lord Harrel, bonitos accesorios de una vida aristocrática.

Como las joyas que le compraba a su madre cada vez que la engañaba o la golpeaba y Lady Harrel había tenido uno de los joyeros más envidiables de todo Inglaterra.

Su madre se había cansado de eso cuando Jack cumplió los 16, se había largado, diciéndole que lo amaba pero que no podía seguir soportando más por él.

Que no valía la pena seguir por él.

Jodido instinto de madre había tenido la cabrona, podría haberlo llevado con ella, a Jack no le hubiera importado dejar Sefton. Pero, no. Lo había dejado con el bastardo de su padre.

Cuando su padre lo descubrió lo había molido a golpes con un jodio atizador de fuego caliente, eran las marcas que había visto Bill en su espalda.

Se había desmayado y despertado en la casa del veterinario, claude lo había llevado hasta allí para que le curara las heridas, su hermano bastardo era 4 años mayor que él y por entonces era la mano derecha de su padre, de alguna forma el bastardo era mucho más Harrel que él.

Lord Harrel solía gritarle que era un inútil como su madre, donde él era una decepción para su padre, el bastardo despertaba una mezcla de rechazo y admiración en su padre.

Jack estaba más que seguro que Lord Harrel hubiera preferido a Claude como primogénito y no a él, razón por la que Jack solía disfrutar recordándole que era un bastardo hijo de una prostituta.

Sí, Jack no era ningún ángel del cielo.

Claro que la gloria le duraba pocos minutos antes de que su padre le partiera la cara.

Todos los Harrel eran violentos.  No, él no estaba capacitado para ser padre.

¿Qué tal si un día se levantaba y lo golpeaba?

Él no era muy distinto a su padre, una vez había golpeado a un chico hasta dejarlo inconsciente, ni siquiera recordaba el por qué, era adolescente y se había descontrolado, su padre había tenido que pagar mucho dinero para silenciar a la familia. El tipo había quedado dañado de por vida, dios, Jack no estaba orgulloso de eso.

Le aterraba.

Jack estaba jodidamente aterrado por todo.


Aquí estamos con un poquito más de estos dos. 

Los amo!

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