Capítulo 3.
Pov Frank.
La fiesta era sofisticada y para mi gusto poco interesante, parecía más una reunión formal para hablar de sí mismos que una fiesta para divertirse.
Por lo menos la estúpida ropa de etiqueta no me quedaba mal, aunque era el traje de uno de mis hermanos.
Los ocho se negaron en venir ya que por alguna razón odian las amistades de Angie y este tipo de eventos, aunque los comprendo.
—Espero que nuestra boda no sea así de aburrida o Angie será viuda antes de tiempo —comenté y varios a mi alrededor rieron.
—Para mí es una hermosa fiesta —dijo una seguidora de mi prometida, porque estas no son amigas, son solo séquitos que la persiguen a donde sea que vaya.
Hablando de ella llegó justo a tiempo.
—¿Vieron que afortunada soy de tener a un hombre tan apuesto de prometido? —dijo ella orgullosa y sonreí.
Así se formaron nuevas conversaciones triviales y me sentí internamente fuera de lugar: ni siquiera he terminado mis estudios, tengo atrasada la boleta de la luz y éste grupo con el que hablo ahora están mostrándome sus diamantes, influencias y exhibiendo sus fotos en instagram de costosos viajes... no es que estén mal, es solo que no encajo.
Llevo bien las charlas porque sé como actuar y comportarme con las multitudes, lo que la gente quiere oír y ser el chico "popular". No tengo problema con ser el centro de atención, el chico apuesto y encantador que desean ver, no tengo problema con complacerlos y que mi carisma los haga quererme incluir a sus círculos de amigos.
Pero ese aspecto de mi personalidad es útil únicamente para fiestas, solo para cosas superficiales y no tengo problema con eso. Pero para lo real, para mi vida diaria y estar tranquilo solo quiero a mis verdaderos amigos.
«Y joder que los quiero aquí ahora» pensé todavía sonriéndole a un chico que me hablaba.
Sentí mi móvil vibrar como si hubiesen leído mi mente y cogí una llamada de Aaron.
—«Houston tenemos un problema» —dijo sin más.
—No me digan que faltarán hoy —rogué.
—«Este... ese no es el problema... Rossy y Elian se niegan a entrar sin los dos barriles de cerveza que compraron antes de que les avisaras que la fiesta era formal, estamos todos formales creo... pero a la vez son un poco desastrosos Frank, ya no sé como retenerlos» —dijo cansado.
—«¡Haremos nuestra propia fiesta en la entrada si somos muy cutres para tu princesita!» —chilló Sam de fondo.
—«Lo siento amigo, pero no quiero entrar sola, convence a las chicas para que entren» —sollozó Sanna.
—«Oh, ahí llegó Hunter y Kilian» —comentó Aaron— «¡Hola chicos!»
—«Vaya, que gran mansión ¿Qué hacen todos en la entrada? ¿Echaron a la plebe del castillo?» —oí la irónica voz de Kilian acercarse hacia Aaron.
—¿Qué diablos... —pensé en alto tomando el puente de mi nariz y riendo en voz baja— Al carajo, hablaré con Angie, entren como hayan venido, ustedes son mis invitados.
—«¡Yeeeeey! ¡Te amo putita!» —gritó Elian y sentí que me reventó el tímpano.
—Joder, ya los extrañaba —susurré antes de colgar y divisé a Angie— ¡Oye linda! —la llamé y se acercó con una sonrisa.
—¿Sí Franky?
—Mis amigos vendrán, están a punto de entrar creo y... —rasqué mi nuca al ver como fruncía el entrecejo— ellos quizá tengan su propia idea de "fiesta", así que solo mantén tu ataque de histeria bajo control —eso la hizo estrechar los ojos y antes de poder reprochar algo las enormes puertas de la mansión se abrieron de par en par.
Mi grupo apareció y su "discreta" forma de hacerlo llamó la atención hasta de los camareros, todos quedaron estáticos y en silencio al ver ese desfile de invitados.
El primero en cruzar el umbral de la puerta sin un ápice de timidez fue Kilian, con un traje completamente negro, mala cara y desajustando su corbata que parecía molestarle; detrás de éste Hunter que se veía bien con unos tirantes negros, pantalón del mismo color y camisa blanca. Cuando Connor entró parecía que la realeza estaba pasando, su traje era enteramente blanco y su postura magistral; allí lo siguió Chad con un traje azul marino y su característica mirada analizando su alrededor; Elian con su camisa estampada de calaveras arremangada hasta los codos y pantalón negro entró junto a Sam, que vestía un conjunto bordó, cargando ambos los barriles metálicos de cerveza y con eso sus pícaras sonrisas; Rossy junto a ellos con un traje gris y moño negro que sostenía una especie de ordenador en sus manos y otro aparato más; Lu entró con un vestido largo negro y sus gafas; Seguido Susan y Sanna dejaron a todos boquiabiertos con sus vestidos, eran opuestas, una rubia con vestido color ¿Crema? No sé, pero se veía angelical, y por otro lado una chica con cabello negro, piercings y vestido rojo oscuro, joder que le queda espectacular. Ambas estaban tomadas del brazo y riendo al entrar. Finalmente ingresaron Aaron y Thom con trajes negros muy parecidos solo que uno usaba moño y el otro corbata.
Busqué con la mirada a Matt pero no logré ubicarlo. «¿Quizá no vino?» Ese pensamiento me hizo entristecer de cierta manera, pero lo conozco, seguramente esta viendo una serie o trabajando. Si él es feliz no asistiendo hoy no lo culpo y no lo obligaré a hacerlo, me conformo con que pase una linda noche en donde sea que este y mañana iré con resaca a molestarlo por no haber venido.
Mis amigos se acercaron a mí al verme y comprendí que a esto se refería Aaron cuando dijo que sí venían de etiqueta pero al mismo tiempo no... aunque a todos pareció gustarles, de hecho en nuestra família somos bastante atracitvos la mayoría y eso fue un gran desencadenante para que todos comenzaran a hablar de ellos. Incluyendo a Angie.
—Cielito nunca me presentaste a tus demás amigos, solo había visto un poco a Hunter, el que tiene flequillo que le cubre medio rostro —habla de Sam— y el moreno alto, ¿Y los demás? —dijo con interés.
—Te los mostré por fotos An —le recordé e hizo una mueca—, a todos excepto Kilian y Connor porque no tenía fotos de ellos en mis redes —me encogí de hombros y ella los miró con atención.
—Wow, casi todos tus amigos no parecen de clase media cielo, creo que los juzgué mal y ellos se llevarán muy bien con mis amigos —sonrió acercándose a mi rostro y casi uniendo mis labios con los suyos.
—Permiso —comentó Rossy colocando su portátil en medio de el rostro de Angie y el mío.
—Hola puta fea —me saludó dándome un abrazo y nos miramos varios segundos, sin duda a ella no le agrada mucho Angie, pero se comporta demasiado para lo que suele ser ella.
—¿Qué? —soltó mi prometida, Rossy sonrió sin mucho entusiasmo y la miró.
—Hola, feliz cumpleaños —masculló y la saludó forzosamente, buscando algo con la mirada.
—Oh cariño es un placer que pudieran venir —dijo Angie pero antes de terminar Rossy había corrido a otro sitio.
Cuando Hunter se acercó a saludarme ella sonrió ampliamente.
—Oh Huny ¡Qué bueno que viniste! —dicho esto lo abrazó y levanté una ceja.
¿No que no quería que viniera? Que rápido se le pasan las cosas a esta chica.
—¿Eh? Emm, b-bien, gracias por invitarme, feliz cumpleaños —le devolvió el abrazo algo confundido y Kilian se paró junto a éste.
—¿Quieres abrazarlo o asfixiarlo? Se esta poniendo azul, ya suéltalo —demandó con autoridad y ella se separó al instante de él.
Angie primero se asustó, luego rió por su comentario e intentó saludar a Kilian con un beso en la mejilla a lo que él lo impidió y la miró con desprecio.
Estuve por meterme pero alguien se me adelantó.
—Él vivió varios años en el extranjero y allí es de mala educación este... este tipo de saludos, ya sabes Angie —intentó remediarlo Chad interponiéndose entre ambos.
—Ohh... —ella se vio fascinada por lo dicho— extranjero eh, ¿Algún país europeo? —éste me miró, sonreí, luego vio a Hunter y suavizó su expresión.
—Varios lugares —respondió sin interés pero no de forma hostil.
—Mmh, entonces ¿Et toi, Kilian —éste la miró fijamente—, tu parles français? (¿Y tú, Kilian, hablas francés?
—Bien sûr. Depuis que j’ai six ans (claro, desde que tengo seis años) —contestó con un perfecto acento.
—Kilian habla muchos idiomas —agregó con emoción Hunter y Elian apareció por detrás abrazándolo.
—Es tan lindo, mi bebé también, cuando follamos a veces me habla en otros idiomas, es tan sexy por todos los dioses —la mirada de Angie cambió a una de repulsión al ver a Elian y apreté la mandíbula al notarlo.
—Angie, juro que... —mascullé al mismo tiempo que habló Kilian.
—Ich werde sie töten, wenn es fortsetzt, es auf diese Weise zu sehen (La mataré si continúa viéndolo de ese modo) —dijo entre dientes, en eso apareció Connor y lo miró con frialdad.
—Nicht wert. Beruhig dich Kilian (No vale la pena. Cálmate Kilian) —nadie entendió que dijeron, pero Connor observó a Angie y ella le sonrió enormemente.
—No aprendí ruso, lo siento —se excusó ella y Kilian sonrió con sorna.
—Fue descortés hablar en un idioma del cual la mayoría desconoce, me disculpo y si no es molestia le pido hablemos únicamente español frente a mis amigos —añadió Connor formalmente.
—¡No seas tan educado que me siento vieja! —bromeó ella y él no cambio su expresión.
—Ya veo, intentaré no hacerlo —comentó Connor y un grupo más grande de chicas se acercaron a nosotros.
—Veo que son muy sofisticados algunos de tus amigos, aunque tú eres el más divertido de todos —me dijo una de las seguidoras de An y me encogí de hombros.
—Eso no es importante —dije con honestidad— son geniales por más motivos que sus apariencias —le dije acercándome a su rostro y sonriendo— y yo puedo hacer muchas cosas más que divertir —finalicé.
Se ruborizó y apretó los labios, sin darme cuenta ella se veía bastante emocionada por mi cercanía y guardé nuevamente mi distancia.
Las mujeres siguen siendo un tema delicado a tratar, no porque yo las busque, sino porque de alguna forma siempre terminan detrás de mí. He intentado que las amigas de Angie no se me insinúen demasiado, incluso rechacé a varias de ellas, pero siguen insistiendo... Por lo que repito "esta gente no es su amiga, es simple interés".
Pero me he comportado y no he engañado a Angie, no por ella en sí, sino porque desde lo que pasó en la mansión dejé la idiotez promiscua atrás... hay algo que no he podido llenar con el sexo casual desde entonces, algo que me hace sentir vacío y ese sentimiento le quitó la diversión al sexo sin emociones que me gustaba tanto.
Aunque ahora sigo pensando que quizá nunca encontraré ese "algo" que busco, quizá no nací con esos sentimientos tan fuertes dentro de mí y solo me queda aceptarlo.
—Somos súper simples —comentó Aaron y bajé de mi ensimismamiento.
—Depende cual sea tu definición de "simpleza" —añadió Sam pasando su brazo sobre el hombro de Aaron.
La música cambió drásticamente y las luces descendieron.
—¿Y esto? —se quejó Angie.
—Se ve que Rossy convenció al encargado del sonido —rió Thom y saludó a Angie levantando la mano.
—¿Quieres bailar An? —le ofrecí acercándola de la cintura a mí y se negó.
—Mis invitados no van a bailar esto, no quiero hacer el ridículo siendo los únicos bailando —contestó habiendo pucheros.
—Pero... —yo sí quiero bailar.
—Esto se va a poner bueno —comentó Susan y sonrió— ¡Vamos a bailar "Franky"! —se rió al imitar la voz de Angie en mi oído y tomarme de la mano.
—Frank Wolff —me regañó Angie tomando mi brazo con fuerza.
Es excesivamente celosa.
—¿Bailarás conmigo linda? —inquirí con ironía y me soltó enojada.
—¡Eso bro! Vamos —Sam miró a An—, yo te lo cuido —dicho lo último
me tomó de la cintura, Angie rodó los ojos y se giró molesta.
—Como quieran —soltó—, después de quedar como idiotas bailando solos suban las luces y saquen esa odiosa música —dijo rendida y con desprecio, ya que es sabido que mis amigos están entre mis prioridades, no los dejaría solos por uno de sus berrinches.
Y así ambos me arrastraron hasta el centro del salón. Todos se quedaron viéndonos, nadie bailaba, bajaron sus voces para hablar de nosotros, conservaban esa mirada extrañada y postura rígida.
—Que aburridos, parecen viejos —rió Susan y puso mis manos en su cintura.
La canción que comenzó a sonar era una que siempre bailábamos con todo el grupo cuando salíamos juntos y siempre nos encendía a todos a movernos.
No lo pensé dos veces y sonreí.
—Al diablo —dicho esto me quité el chaleco y a medida que la música subía mis movimientos la acompañaban junto a los de Susan y Sam, dejándola a ella desenvolviéndose majestuosamente en medio de ambos, y disfrutando de poder ser yo mismo con ellos.
Los segundos pasaban y nadie apartaba la mirada de nuestros cuerpos, se notaba el deseo por participar y su temor por el "qué dirán" .
Se nos unieron rápidamente Aaron, Chad, Sanna y obligada por la rubia también entró Lu a bailar. Eso incitó a todos a nuestro alrededor, fue la gota que rebasó su autocontrol y de a grupos de tres se acercaron a bailar con mucha emoción.
—¡Vamos que la noche recién empieza gente! —dijo Chad muy cercano a una colorada que lo abrazó por el cuello.
A esas alturas todos se olvidaron por completo de las apariencias y se estaban divirtiendo de verdad.
Minutos después sentía mucho calor por la cantidad de personas a mi alrededor, algunos optaron por quitarse sus corbatas, otros desabrocharon sus camisas y algunas se recogieron el cabello sin importarles sus peinados de altas peluquerías, todo guiados por el descontrol que comenzaba a generarse.
Tres chicas a mi lado izquierdo comenzaron a besarse de forma simultánea y recordé mis días de fiestas cuando iba al instituto.
Debo ser una mala influencia para que todo a mi alrededor siempre se vuelva un caos y desenfreno, pero es tan divertido que no me interesa.
Así mismo las bebidas en vasos costosos iban y venían de la mano de los camareros, por otro lado los barriles de cerveza que trajeron los muchachos estaban casi por la mitad y los vasos de plástico rojo rodaban por todo el lugar.
Con todo el ajetreo terminé cerca de la barra donde de un momento a otro Elian saltó sobre ella, tomó el lugar del pobre y atónito barman, sujetó dos botellas y se paró sobre la barra.
—¡Ven Kilian! Como en los viejos tiempos —le pidió, los miré y estaban a pocos pasos, Hunter notoriamente alegre y muy intrigado por lo que le sugería Eli a su pareja.
—No te va a gustar, Hunter —habló alto para que mi mejor amigo lo escuchase y logré oírlo también.
Hun hizo un puchero y comprendí el gran poder que tiene ese chico sobre el que creí, hasta el momento, indomable Kilian. Sin duda mi amigo era, es y será, su punto débil.
Cada vez que los veo recuerdo eso que me gustaría tener, no es envidia en absoluto, es como ¿Deseos? ¿Ilusión? No lo sé, pero desde lo que pasó en esa mansión con Kilian y los demás siento que hay algo que encontré y perdí.
Quizá ver a Hunter llorar y rezar tantos días junto a la camilla de Kilian me hizo desear amar así, amar desesperadamente a alguien, sentir que muero sin esa persona. Pero quizás, solo quizás... yo no tengo esa capacidad.
—Bien niño, pero te lo adver... —soltó y por la música no oí lo último, pero eso me bajó de mi ensimismamiento.
Se subió sobre la mesa y lentamente al ritmo de la música comenzó a quitarse la camisa, del mismo modo y con los mismos movimientos que Elian, solo que se veía más masculino de cierta forma.
—¡Oh por Dios! —rió Chad con asombro, esos dos se estaban luciendo allí arriba.
—Joder yo quiero subir —agregué emocionado y Sam me miró con una enorme sonrisa.
—La putita de la familia volvió, ¡Me siento en casa otra vez! —gritó y tomó del brazo a Thom, acercándolo al medio donde estaba la acción y más gente reunida.
Los movimientos sensuales e insinuadores de Elian dejaron a muchos estáticos, parecía un profesional allí arriba, me acerqué a la barra para pedir un trago antes de volver a bailar y noté a Connor de pie, tranquilo y serio mirando a Elian.
—¿Y cómo evitas tus celos al ver cosas así? —le pregunté curioso.
Yo no siento celos, nunca fui posesivo con ninguna de mis ex's o parejas, incluso ahora no lo soy. Aunque me molestaría que me fuese infiel por un tema de respeto mutuo y que eso sería una traición a mi confianza, pero no por los famosos "celos".
Quizá Connor es como yo...
—¿Evitar? Sí, eso sería genial —elevé una ceja—. Pero no, aunque no se note yo siento muchos celos por sus actitudes y las miradas sobre él siempre, a veces pierdo el control e intento que no se sobrepase con el contacto físico... —ladeó su rostro—, pero no quiero controlarlo, se que podría, puedo someter a Elian a mi voluntad porque él se desespera por mí —miró un anillo en su dedo y lo tocó— Él lucharía contra sí mismo intentando complacerme y reprimirse a sí mismo... pero ese no sería mí Elian. Él es lo más parecido a un gato que he conocido, es libre y salvaje, impredecible y extraño, no puedes obligarlo a obedecerte o dominarlo... solo puedes amarlo como es y esperar que haga lo mismo. —puso ambas manos en sus bolsillos y elevando el rostro hasta Elian sobre la barra mostró una perfecta y sincera sonrisa.
Esa sonrisa me dijo más sobre el amor que todos los libros, canciones y películas que intentan explicarlo.
—¡Yo les enseñaré como divertirse niñitos! ¿Quién será el primero? —gritó elevando ambos brazos con botellas y le entregó una a Kilian.
—¡Yo! —contestó Susan levantando la mano, su valentía animó a muchos más y gritaron "yo también".
Susu corrió hasta la barra, sabía lo que vendría, así mismo varias chicas y chicos se acercaron y éstos comenzaron a verter el contenido de las botellas directamente a la boca de los que se ofrecieron, a lo que regresé a bailar cerca de los demás.
—¿Celoso? —le pregunté a mi mejor amigo al acercarme a él.
—Lo odio por ser tan sexy, Kilian idiota —se quejó con falsa molestia al cruzarse de brazos.
—Me va a quitar el lugar de zorra de la manada —bromeé, frunció sus cejas y me goleó el hombro suave.
—No es cierto, él todo el tiempo me estaba mirando e incluso ahora solo me mira a mí, porque es mío. Solo, todo y siempre mío —manifestó caprichoso y cubrió su rostro al reaccionar lo que acababa de decir.
El alcohol siempre lo volvió algo impulsivo y raro al pobre Hunter. Reí y lo abracé al darme cuenta lo bien que lo estaba pasando gracias a que vino.
—Gracias por asistir hermano, los necesitaba —dije acariciando su cabello y sonriendo a lo que me devolvió el abrazo.
—Siempre serás mi hermano Frank, no importa lo que suceda... y sabes que siempre cumplo mis promesas —afirmó levantando el rostro, inclinándolo levemente y cerrando los ojos.
—Lo sé —apoyé mi frente con la suya pocos segundos ya que sentí algo frío chocar contra mi mejilla.
No sé que fue eso, pero la canción cambio, Hunter, Chad y yo la reconocimos al instante y gritamos "Ehhhh" y comenzamos a bailar hasta abajo junto a los demás que nos siguieron.
No cabía duda que mis amigos eran unos genios, me daban tanta felicidad solo estando cerca que era jodidamente increíble.
—No puede ser... vino el odioso risitos de oro —dijo efusivo Chad y al girar mi rostro lo divisé a lo lejos.
—Matthew —su nombre se escapó de mis labios junto a una enorme sonrisa—, sí vino —dije alegre.
—¡Ven aquí! —gritó Sanna y fue a abrazarlo, Matthew indiferente como siempre solo la molestó y le despeinó el cabello, ella sin embargo tomó su mano, la del chico junto a él y los trajo dulcemente hasta el centro de la pista.
Ella siempre será tan linda, como una hermanita menor, y pensar que los años no la han cambiado en nada me da todavía más ternura. Siempre la mantengo muy cerca para cuidarla de los buitres hijos de perra que se le acercan con malas intenciones, pero por suerte no soy el único, es la consentida del grupo junto a Hunter. Ellos dos son tan buenos que asusta dejarlos solos.
— Traje a Matty —dijo ella muy feliz por su labor y levantó también la mano del acompañante de Matt, el cual descubrí que era Tao.
—Vinieron —solté feliz por eso y el oriental sonrió ampliamente.
—No me digas... ¿Qué más descubrirse? ¿La gravedad? imbécil —dijo Matthew alargando la última "e" y al finalizar sonrió elevando su rostro un poco.
Cada vez que lo veo sonreír espero ver su verdadera sonrisa, se volvió como un hábito verlo sonreír falsamente esperando que lo haga con honestidad, y del mismo modo atesoro los momentos en donde veo su sincera felicidad reflejada en su sonrisa. Es raro cuando lo pienso, pero se volvió una mala costumbre mía.
Hoy tiene en su rostro esa expresión de malicia y engaño que siempre vende al público... otro día más donde me pierdo de su sonrisa real.
Llevé una mano a su nuca y lo acerqué a mí para que me oyese bien.
—Me alegra mucho que hayas decidido venir Matt —dije en su oído y apretó la mandíbula unos segundos.
—No tenía nada mejor que hacer, no te creas tan importante —respondió cerca de mí cuello y me generó un leve cosquilleo, seguido y sin aviso me empujó.
—Auch, ya me parecía demasiada cercanía para lo que usualmente me dejas estar antes de golpearme o empujarme —reí y me ignoró, a lo que le habló a Chad y fue a la barra en busca de bebidas supongo.
—Esto es un caos —comentó Lu al ver a una de las sofisticadas chicas de la fiesta bailar hasta abajo y mover espléndidamente su trasero en esa posición.
—No me quejo, nop, para nada —bromeé y ella rió dándome un empujón.
—Te extrañaba Frank —dijo abrazándome con cariño y le devolví el gesto.
Ella no es muy expresiva cuando no se trata de sus mangas, grupos o series favoritas, por lo que me sorprendió lo que hizo y dijo.
—Nos vimos hace pocas semanas la bienvenida improvisada de Kilian —comenté apretando mi agarre y luego soltándola.
—Es verdad, Aaron intentó beber con nosotros y terminó vomitando frente a su auto —recordó y reímos—, pero no me refería a eso —murmuró y Sanna tomó sus manos para bailar con ella y Sam.
¿Qué me quiso decir con eso? Ni idea.
Pov Matthew.
—Por la forma en la que te tomó del cuello hubiese jurado que te besaría en ese momento —dijo Tao junto a mí en la barra.
—Es porque eres retrasado, míralo otra vez —hizo lo que le dije y observó a Frank con Aaron subido en su espalda y riendo mientras cumplían una especie de reto.
—Oh... dices que es así con todos —manifestó y negué con la cabeza moviendo lentamente mi vaso en círculos.
—No... solo con los que quiere —se vio más desorientado por lo que dije— así es Frank, consiente, cuida y ama a su familia —sonreí— y yo soy uno más de la familia.
Es tan contradictorio amar y odiar la forma en la que él me quiere.
—Bien que al llegar y verlo con el enano le arrojaste un hielo en la cara —se mofó y tomé un trago que me ofreció una chica que había subido a la barra.
—Se lo merecía —mascullé al recordarlo tan cerca de Hunter.
—Wow... oye tu masoquismo ya deja de ser sexy y se convierte en algo triste rubio —lo miré con odio y levantó ambas manos— ni siquiera ese al que le gusta que le peguen se atrevería a tanto —entendí que se refería a Elian y le enseñé el dedo medio.
—No es masoquismo, esto no es nada más ni nada menos que la simple y tan conocida estupidez humana —musité con ganas de golpearme.
Siendo tan inteligente no pude evitar algo tan ridículo y desequilibrado como enamorarme... Soy sin duda la prueba viviente de que el destino ataca a los mejores seres.
Connor apareció detrás de mí, me jaló de la cintura hacia atrás con bastante fuerza y todavía conmigo en sus brazos me giró de tal forma que quedó él frente a la barra en mi lugar.
—¿Qué mier... —alcancé a decir antes de ver una de las botellas, que sujetaba una chica ebria que bailaba sobre la barra junto a Elian, cayera y se rompiera frente a mis ojos.
Tao se había salpicado un poco, yo nada en absoluto y Connor... bueno, digamos que no fue buena idea que viniese de blanco.
La chica tropezó al querer ver el desastre que causó la botella rota y Tao la sujetó en el aire.
Todos lo miraron asombrados y Elian se bajó de la barra.
—Lamento esto Matt —dijo Connor mientras Tao dejaba a la joven sentada en una butaca y el príncipe cacomodaba mi ropa, la cual arrugó mínimamente—, el inconsciente de Elian le dio una botella a esa chica sin equilibrio y pude anticipar lo que pasaría.
—Oh ya veo, ni te preocupes —comenté y la miré— yo la hubiese dejado caer por idiota —ella me escuchó y seguido me vio con desprecio. "Borracha inútil" dije en mudo sonriendo y haciendo la mímica con mis labios.
—Deja a la pobre en paz, no todos saben que debajo de toda, toda, toda —alargó la última palabra— tu maldad, hay un amor de personita, bien en el fondo —agregó el pelinegro animado y añ ver a Connor se acercó a éste preocupado.
—Cuidado, puedes cortarte si tropiezas —dijo tomando la mano de Elian y alejándolo de los vidrios del suelo donde los empleados del lugar ya habían llegado para arreglar el desorden.
—Ven amor, necesitas limpiar esa ropa —sugirió seductor en su oído.
—En mis tiempos se decía "vamos a coger", pero "limpiar la ropa" suena mas discreto —comenté irónico y Tao apoyó su barbilla en mi hombro mirando como Connor y Elian desaparecían entre la multitud.
—Vaya que justo se vistió de blanco —rió con sarcasmo y lo imité.
—Pensé lo mismo —me separé de él y lo miré con humor— que desastre eh.
—Claro, a la princesa porque la salvaron justo a tiempo —se justificó.
—Chino envidioso —hizo una mueca, su móvil sonó y se disculpó un momento alejándose para atender la llamada.
—¡Limpiate eso luego! —le grité, se giró hacía mí y sonrió de lado.
—Limpiame cariño —bromeó.
—En tus pervertidos sueños solo podría pasar eso —llevó una mano a su corazón, rodé los ojos y camino hacia la puerta con el móvil en su oído donde lo perdí de vista.
—¿Quiere otra joven? —preguntó un atractivo camarero apareciendo en mi campo de visión.
—¿Por qué no? —solté y tomé uno de los vasos.
Pov Elian.
—¿A dónde vamos? —inquirió mi príncipe mientras lo guiaba de la mano entre la multitud enloquecida.
—Ni idea, estoy buscando algo... —le dije alegre y elevó una ceja.
Aunque no es expresivo en absoluto lo conozco demasiado y él a mí también, sabía que tramo algo.
—Solo dame unos segundos —le guiñé un ojo y besé sus nudillos antes de soltar su mano.
Caminé rápido hasta llegar a pocos metros de donde supuse era la cocina y varios empleados salían.
—Buenas noches linduras —comenté y me miraron curiosos.
—¿Dejaron a este tipo entrar? Es tan... —dijo uno con mirada engreída y otro mucho más apuesto y adulto lo codeó.
—¿Qué se le ofrece joven? —preguntó cortés el mismo sujeto, pero esta vez mostrando su resplandeciente sonrisa.
—Tienen ropa de repuesto, he trabajado en lugares como éste y siempre había ropa extra por si alguno se llegaba a ensuciar —me vieron sorprendidos
—¿Cómo... —inquirió el chico engreído.
—Es obvio que no soy como los que asisten a estas fiestas, son tan aburridas —miré al hombre apuesto mientras tocaba la barbilla del menor engreído— Bueno, lo era antes de que llegáramos —recapacité— Es obvio que no encajo con estos niños mimados y créanme que para mí es un halago que lo noten.
Los cuatro se vieron desconcertados y la prometida de Frank apareció con una enorme mueca de enfado.
—¿Les pago para que estén holgazaneando? —inquirió con desdén y me paré delante de ellos.
—Fue mi culpa linda —me observó tajante y luego se forzó a sonreír, que extraña mujer—. Estás de fiesta, no deberías estar tan enojada... —ella suspiró intentando relajarse y cuando cerró los ojos dos de los camareros salieron al instante a repartir bebidas y los otros dos dentro de la cocina.
—Ay lo siento, es que el descontrol me altera, no puedo ver algo así —dijo rascando nerviosa el esmalte de sus lindas uñas.
—Este... —no la soporto, pero acordamos todos no hacerla sentir mal mientras ella hiciera feliz a Frank. Por lo que sonreí amable—, no a todos les gustan las fiestas supongo... pero eres joven y hermosa, ese debería ser un motivo para sonreír. Además te arrugarás más rápido así —señalé su entrecejo y lo frunció.
Ajá, ahí le saldrá un gran surco a este paso.
—Tú eres un crío, qué sabrás de la vida —solté una carcajada y miré la histeria que intentaba ocultar limitándose a rascar con fuerza sus uñas.
—Hay medicamentos para lo que tú tienes —dije mirándola de arriba abajo.
—¿Qué dijiste? —piensa en Frank Eli, hay que dejarla ser solo por él y los demás, prometí ser un chico bueno.
—Que los dioses bendigan al aventurero y pobre Frank —contesté elevando las manos, a lo que pasó por mi lado demasiado ofendida justo cuando el camarero mayor se acercaba y Connor a lo lejos me miraba.
Ops, se me escapó.
—Oye, ten —estiró su mano enseñándome un pantalón negro— es lo único que quedaba gracias al caos que se volvió esta reunión —se acercó más a mí y sus ojos se vieron juguetones—. Puedes pasar más tarde por aquí si quieres —sugirió y Connor se interpuso entre ambos.
—Estará ocupado —tomé el pantalón mientras ambos se miraban fijamente.
—Yo... es decir —apareció el camarero menor y le dio una caja de bebidas al mayor—, lleva esto a la barra, vamos, a trabajar —me miró e hizo una mueca— buenos noches, nos vemos —se despidió prácticamente arrastrando a su compañero y sentí el enojo en la mirada de Connor.
—Oye cariño, confías en mí, ya sabes como soy y no estás celoso ¿Verdad? —dije viendo como tragaba duro.
—Claro que lo estoy —me tomó de la barbilla y apretó los dientes—, eres tan erótico que siempre están mirándote, peor aún cuando bailabas sobre la barra... todos te miraban de forma lasciva —estuve a punto de besarlo pero esquivó mis labios—, lo haces adrede —sonreí con picardía— sigues provocándome.
Su voz me provocó un escalofrío y tomé su mano sin pensar, caminé hacia donde divisé unas escaleras y subimos por ellas.
—Elian —advirtió apretando su agarre en mi mano y solté un sollozo antes de sonreír de forma insinuante.
—Te recompensaré príncipe —susurré acercándome al lóbulo de su oreja y rozándolo sutilmente con mi lengua.
Tenía una sorpresa amores e iba a subir dos capítulos hoy, pero wattpad me borró los borradores y tuve que reescribir este :,c
Voy a reinstalar la app a ver si reaparecen pero no creo, lloro 😭
Espero que les haya gustado el capítulo a pesar de gaypad y como siempre gracias por leer a esta humilde esclava que los ama 💕
Bai💕
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