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Único capítulo.

Nota: Esta historia será narrada únicamente por Park JiMin.

¡A leer!

Yo era un chico cualquiera, uno que no tenia el dinero suficiente como para comprarme ropa de marca o algo por el estilo. Ese era yo, Park JiMin.

Cuando llegué a la Universidad todos se burlaban de mi sólo porque decían que no estaba al nivel de ellos, que esa Universidad sólo era para personas adineradas y no para un chico becado. Lloré por muchas noches incluso me corte los brazos con navajas, lo único que quería era desaparecer. Mi madre me dijo que eso no era importante, sin embargo, para mi si lo era, así que me pinte el pelo de color rosa, me hice piercings para aparecer más llamativo ante los demás y.... no lo conseguí, aún con máscara seguía siendo aquel chico humilde cosa que ellos no eran.

Me quedé con ese estilo, de todos modos me  gustaba, no me importaba si llamaba la atención o no. Mi madre me regaño ir hacerme eso y me lo merecía, yo no era el hijo que ella merecía, ahora ya entendía porque mi padre me abandonó cuando sólo era un bebé.

Mi vida siguió normal, al menos ya no me hacían bullying, todo era normal hasta que apareció el en mi vida.

Era un día normal como cualquiera, me dirigía a mi Universidad, ya estaba aburrido, sólo me faltaba dos ciclos para terminar mi carrera. Entre a la Universidad y como siempre los chicos populares estaban en el patio reunidos conversando, yo sólo pasaba esquivandolos, en ese momento vi a unas chicas abrir la boca formando en sus labios un 'O' yo pensé que seguramente un chico popular había llegado, chicas y chicos empezaron a gritar como locos señalando hacia la puerta principal, la curiosidad me terminó matando y volteó a ver quien era y me topé con el.

Aquel chico parado en el centro del patio, un chico pelinegro, aquellos cabellos caían por su frente, tez pálida que lo hacía ver cómo un hermoso muñeco de porcelana, ojos gatunos que con sólo verlos sentía que estaba en el cielo. Portaba unos jeans negros un poco rasgados, Polo a rayas y una chaqueta celeste.

Ese era el príncipe de mis sueños que tanto espere.

Desde ese día que lo vi me puse a investigar más sobre el, sus gustos y disgustos, las cosas que el amaba y yo empezaba amar, le cosas que el odiaba y yo empezaba a odiarlas. Investigue todo hasta su tipo de sangre, tal vez suene algo exagerado pero todo eso investigue. En mi investigación descubrí que ha Min YoonGi le gustaba el peluche de Kumamon así que me compré uno, también averigüe su perfume favorito y lo compré, le puse la fragancia al peluche para que así oliera a Min YoonGi.

Desde ese día todas las noches duermo abrazado con ese peluche y lo trató como si fuera el en persona.

Estaba caminado por el patio trasero del colegio, me habían votado del aula una hora antes del descanso ya que me había peleado con uno de mis compañeros, tenía que buscar como pasar el rato. Tenía mis audífonos puestos mientras miraba el cielo azul despejado, mi vista volvió a dar al frente cuando vi a Min YoonGi abrazando sus rodillas, sentado en el pie del árbol.

Mi corazón se rompió cuando me quite los audífonos y escuché sus sollozos, estaba llorando. Corrí hacia el cayendo al suelo de rodillas al frente de el, me miró sorprendido, claro quien no.

Sus bellos ojos gatunos estaban rojos y llenos de lágrimas, había ojeras y ese bello rostro de porcelana estaba demacrado, no podía ver a la persona que tanto amo, al príncipe de mis sueños, al amor de mi vida así que me abalanzó hacia el sin previo aviso y lo abrace con todas mis fuerzas, note el asombro en su rostro y no me importaba responder a su interrogatorio, el correspondió a mi abrazo sin saber quien era exactamente, escondió su rostro en mi pecho u sollozo y desahogo.

Después de varios minutos abrazados me separe de el, con la yema de mis dedos limpie los restos de lágrimas y le regale una sonrisa, el me miró algo confundido y quiso corresponder a mi sonrisa pero sólo salió una mueca.

— No llores, tus bellos rojos no están hechos para llorar - si el lloraba yo también lo hacía-

Note como el me miró con confusión, sabía que para el yo era un completo desconocido pero eso no me importaba.

— ¿T-tu quien eres? - por primera vez mis oídos pudieron escuchar de cerca esa hermosa voz y estaba directamente dirigida a mi-

— Yo Soy Park JiMin y tu eres Min YoonGi - yo le sonreí-

— ¿T-tu me conoces?

«más de lo que tu piensas»

— Por supuesto que te conozco todos hablan de ti - con algo de duda pase la yema de mis dedos por sus blancas mejillas, eran suaves, era como tocar el azúcar- yo te conozco mucho más de lo que piensas.

Su mirada se volvió curiosa y eso me gustaba, tener los ojos de el en mi.

— Gracias por consolarme.

— ¿Por que llorabas? - quite mis dedos de su mejilla-

— M-mis padres se van a
d-divorciar - YoonGi dejó escapar un sollozo-

Yo no sabía que hacer, nunca conocí a mi padre así que no sabía exactamente lo que sentía YoonGi.

— Mi padre me dejo cuando yo era apenas un recién nacido - yo hable y el me puso atención- sólo crecí con mi madre, ella trabaja muy duro por sacarme adelante, nunca supe el amor de un padre ni tampoco lo necesitaba por que ella me daba todo su amor son límites, no se exactamente tu situación, sin embargo, se que con quien decidas quedarte te dará todo su amor como el hijo su que eres.

Vi un pequeño brillo en esos ojos gatunos que tanto amaba, no me importaba si el no se daba cuenta de mis sentimientos, al menos quería estar junto a el en este momento tan difícil, quería que al menos se acordará de mi como el chico que lo consolo cuando sus padres se divorciaron.

— S-supongo que tienes razón - por primera vez una de sus más bellas sonrisas fue dirigida a mi-

Al verlo sonreír mi corazón latía lo más rápido que podía, no lo podía evitar, el sonrojo apareció en mis mejillas sin que el me de un cumplido, si tan sólo todas sus sonrisas fueran dirigidas a mi, si tan sólo el supiera todo mi amor por el.

— ¿Estas sonrojado? - YoonGi paso sus dedos por mi mejilla y por más que quería desmayarme en ese momento me contuve, no era el momento- ¿Por que estas sonrojado?

— Y-yo... - mi boca no podía decir ni una sola palabra, si era un sueño nunca quería despertar de el-

— La hora de descanso va a llegar, ¿Quieres que te invite un café?

— N-no es necesario - yo agache mi mirada, no quería que notará mi nerviosismo aunque se veía que el ya lo había notado-

— Es lo mínimo que puedo hacer por agradecerte hacerme sentir mejor.

— Y-yo...

— Vamos - el se levantó y extendió su mano pálida hacia mi-

Yo no sabía que hacer, era como si mi príncipe azul me estuviera dando la mano, y claro, el era mi príncipe y no exactamente azul.

Con algo de nerviosismo coloque mi mano sobre la suya, mi mano quedó pequeña a comparación de la mano de el, tomó mi mano con algo fuerza y me ayudó a levantarme y no soltó mi mano hasta llegar a la cafetería.

Me sentía en las nubes, tener entrelazada mi mano con la de el era uno de mis más grandes sueños que se estaba cumpliendo.

Nos sentamos en una mesa, pedimos dos cafés y nos pusimos a conversar, el a empezar conocer más cosas de mi y pues yo...a confirmar todo lo que había investigado de el.

✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴✴

Había pasado una semana después de ese día y el sólo me miraba y me saludaba nada más.

No podía esperar más, el era un chico millonario, hermoso, atractivo, sexy, respetuoso, amable a diferencia de los demás, yo no le llegaba ni a los talones, yo era un chico feo en el cual el nunca se iba fijar o al menos eso era lo que pensaba.

🔸🔸🔸

Estaba caminado por los pasillos de la Universidad, era la hora de salida y yo moría de hambre. Camine hasta la puerta de salida y ahí lo vi.

Como siempre tan hermoso, miraba su celular lujoso mientras estaba afianzado a la pared a un costado de la puerta de salida,  parecía esperar a alguien, mi corazón dolió con sólo imaginar que estaría esperando a alguien que no era yo, tal vez estaba saliendo con alguien y yo seguía con la ilusión de que algún día se fijará en mi.

Agarre fuertemente los tirantes de mi mochila y avance, a paso lento pero seguro, cuando estuve a punto de pasar la puerta escuché su hermosa voz decir mi nombre.

— JiMin -  Vi como apago su celular, lo guardó en el bolsillo de su jeans y se acercó a mi con una gran sonrisa- te estaba esperando.

Mi corazón iba a estallar ¿Me estaba esperando a mi? Una sonrisa escapó de mis labios, no sabía el motivo por el cual me estaba esperando pero de todos modos era una alegría para mi.

— Quería invitarte a comer ¿Estas disponible?

— Claro que si - yo sonreí-

Ambos salimos de la Universidad, un carro negro lujoso esperaba afuera, YoonGi se acercó al chófer y luego me abrió la puerta para entrar.

Era la primera vez que viajaba en un auto lujoso y con la compañía de YoonGi era mejor.

— ¿A que restaurante vamos a ir? - mire a YoonGi y este soltó una carcajada, me confundí bastante con su actuar-

— De hecho vamos a ir a mi casa - el sonrió y puso su mano encima de la mía-

Mis mejillas empezaron a arder, iba a ir a su casa, era como si me fuera a presentar a su padres porque teníamos una relación, o al menos así me sentía.

— ¿P-pero a tus padres no les incomodara mi presencia?

— Claro que no, mis padres se divorciaron hace dos días, yo me quedé con mi madre y ella es la que quiere conocerte.

— ¿Y tu padre?

— El se fue por otra mujer, no quería estar con el y una madrastra así que decidí quedarme con mi madre.

Ambos nos miramos por unos segundos, yo aparte mi mirada, me sentía muy nervioso.

Después de casi una hora llegamos, su casa era muy grande, era una mansión muy lujosa. Ambos entramos y ahí estaba la señora Min.

— Un gusto de conocerte Park JiMin, mi hijo me ha hablado mucho de ti.

Sentí el nerviosismo crecer al oír aquello ¿El le había hablado de mi?

Ambos nos sentamos en una gran mesa, habían muchos platillos y todos habían sido preparados por la señora Min, ella era muy amigable y me trató muy bien durante todo el almuerzo, comí muy bien, sabía que nunca en mi vida iba a comer tanto como ese día.

Después del almuerzo la madre se YoonGi se fue a la empresa a arreglar unos asuntos, el y yo nos quedamos solos en esa gran mansión, me sorprendía que no hubiera empleados pero YoonGi me explicó que a su madre no le gustaba.

El me llevo a recorrer toda esa gran mansión, llegamos a una gran sala donde había un gran piano.

El tocó para mi y yo me sentía tan maravillado que incluso lo grave en mi celular para verlo todo el tiempo. Después decidimos ir al patio trasero.

Había una gran piscina parecía hondo o al menos para mi. Mire el cielo azul, camine mirando hacia arriba mientras YoonGi me miraba desde una esquina, tal vez mirar arriba fue uno de mis más grandes errores aunque si no hubiera pasado tampoco hubiera pasado aquello...

En mi descuido camine muy a la esquina de la piscina y me caí en ella.

— ¡JiMin! - YoonGi al darse cuenta corrió hacia la piscina se quitó el polo que tenía y se lanzó en ella a rescatarme ya que me estaba ahogando-

Sentí como unos fuertes brazos me tomaron de la cintura apegandome a ese cuerpo pálido, puse mis brazos en sus hombros y mi rostro salió a la superficie, por fin podía respirar.

— ¿Estas bien? - Mire a YoonGi quien estaba preocupado-

Ahí me di cuenta que el tenía el torso desnudo, yo tenía puestas mis manos en sus hombros descubiertos, las gotas de agua caían por ese pelo negro de YoonGi, simplemente me quedé hipnotizado, el aún me tenía agarrado de la cintura así que la distancia entre nosotros era muy poca.

Aquellos labios delgados sentía que me seducian a querer probarlos, sentir esos labios besar todo mi cuerpo y al parecer YoonGi sentía lo mismo que yo.

Fuimos reduciendo la distancia entre nosotros hasta rozar nuestros labios, tal vez esto era indebido, tal vez era un pecado sin embargo nos sumergimos  en el.

Nuestros labios se juntaron, me apegue más a su cuerpo, ambos moviamos nuestros labios lentamente para disfrutar cada instante, encajabamos perfectamente, el mordió mi labio inferior y yo solté un leve gemido que hizo que el metiera su lengua en mi cavidad bucal para intensificar el beso.

El aire nos faltaba y tuvimos la necesidad se separarnos lo suficiente para respirar.

— M-me gustas Min YoonGi - no podía ocultarlo más, el tenía que saberlo después de todo-

— Tu también me gustas Park JiMin.

Sentí mi corazón latir fuertemente y nos volvimos a besar.

No supimos como pero llegamos a su habitación, aún mojados me hecho en su cama con tanta delicadeza, quería perder mi virginidad con tal de que sea con el.

Nos besamos, acariciamos, nos amamos hasta llegar al orgasmo.

Ambos nos habíamos entregado al otro, caímos rendidos y nos dormimos.

Desperté, era de noche, YoonGi dormía a un costado mío aun desnudo, busque mi celular y le mandé un mensaje a mi mamá que no iba a llegar a casa que al otro día le explicaría todo. Lo dejé en la pequeña mesa mire a YoonGi y sonreí, tomé la colcha y lo tape bien para que no vaya a tener un resfrío

Buenas noches YoonYoon.

Sonreí, esta vez no le decía buenas noches al peluche de Kumamon, esta vez le decía buenas noches a Min YoonGi, al príncipe de mis sueños.

Fin

Dr13a.

Espero que les haya gustado este oneshot, esta idea se me vino a la mente y decidí escribirla, espero que haya sido de su agrado.

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