Capítulo 12
Sin darse cuenta, aquella loca persecución se habia prolongado por algunas horas, tanto que ya estaba empezando a caer la tarde, estuvieron recorriendo en círculos casi toda la ciudad, Nike tenía la leve impresión de que habían entrado en una trampa y estaban haciendo todo lo que el doctor quería, siempre que estaban a punto de alcanzarlo aceleraba colocando una buena distancia entre él y sus perseguidores, era un juego de caza, como el del gato y el ratón, incluso Krist y el jefe de policías se habían unido a ellos siguiéndolos de cerca, pendientes de cada uno de los movimientos de Judo Tantachj.
El cual volvió acelerar de repente, estaban en las afueras de la ciudad, un lugar en donde solo habían terrenos vacíos, para la sorpresa de todos, el auto se detuvo a la orilla de la carretera, la puerta se abrió y su ocupante salió con un arma en las manos, les sonrió como si nada y abrió el maletero del auto sacando a Ploy, la cual tomo del cuello y apunto justo en su cabeza; Judo tenía dos opciones, la mataba o la dejaba vivir, si la perdonaba ella les diría sobre la existencia de Lingling, cosa que no quería, pero igual podrían descubrirlo si revisaban a fondo la casa, habían huellas dactilares por todas partes, además de que si la mataba lo más probable es que no saliera con vida, Lingling y Fluke estaban a salvo, no valía la pena correr el riesgo, así que decidió dejarla vivir, pero se divertiría un rato con los detectives, aquel juego era emocionante.
Los primeros en bajar de su auto fueron Nike y Gulf, sus armas estaban en alto apuntando en su dirección, cuando vieron de cerca a su compañera, ambos se horrorizaron por su condición, parecía un zombi ensangrentado salido de una película de terror, no entendían porque llevaba puesto un traje tradicional tailandés con manchas de sangre seca y otras frescas, una de sus manos estaba en una extraña posición y no se podía mantener en pie por ella misma, estaba en un estado casi inconsciente.
—¡Baje el arma ahora mismo! —, grito Nike desde su posición, la prioridad ahora era tratar de obtener a Ploy de su lado.
—Si hago eso sería un error de mi parte, tienen que admitirlo.
Para ese entonces, Krist ya se habia unido a sus compañeros y los policías también, todos mirando con ira y horror las condiciones de la detective, ver al doctor así les decía que era verdad, Peterpan Thasapon era un asesino, entre los agentes que estuvieron involucrados en la carrera se encontraba Poon, quien aún no podía entender como el doctor habia sido capaz de eso, los conocía a los tres, paso algunas navidades en su casa y en ningún momento sospecho de ellos, no hubo nada que lo hiciera dudar de su amabilidad y bondad, supieron engañarlo.
—No tienes opción, estas rodeado—. Señalo Krist a todos los policías en el lugar —Un movimiento en falso y sabes cómo terminaran las cosas, baja el arma y deja ir a la agente Thanawat.
Judo solo los miro fingiendo cansancio, por supuesto que sabía que no tenía escapatoria, pero tenía que seguir el juego, como lo dijo el detective casi todos los policías estaban allí, no se habían dado cuenta de su error, nadie buscaba a Fluke, ¿en qué momento se darían cuenta que lo dejaron escapar? —Si, ya sé que quieren que les regrese sana y salva a su detective, que eso es lo único que les preocupa, son egoístas, por personas como ustedes es que tomamos el asunto en nuestras manos.
—¿De qué hablas? — Krist sabía que eso no los llevaría a ninguna parte, pero mientras lo mantuvieran distraído les garantizaba que no le haría nada a Ploy.
—A que solo persiguen a quienes están a su alcance, a los delincuentes de bajos recursos y aceptan como si nada los horrores que cometen las personas que se hacen llamar importantes en la sociedad, solo voltean hacia un lado como si nada hubiera pasado.
—Las cosas no son así, siempre buscamos hacer justicia y atrapar a quienes cometen un delito, por lo que dices solo atacan personas que han hecho algo malo, en ese caso Ploy no pertenece a esa categoría, ella no te hizo nada ni a ti, ni a nadie, ¡mírala!, ¡esta debilitada! ¿crees que eres mejor que esas personas que mataste?, te aprovechaste de su debilidad para lastimarla.
—Tienes razón, ella no nos hizo nada, pudimos haberla matado hace mucho tiempo, pero no lo hicimos, incluso le dimos varias oportunidades para que se adaptara a nosotros, solo que es algo terca y le gusta llevarnos la contraria, por eso esta así, ella misma lo decidió.
—Entonces no la mates ahora, sabes muy bien que si ella muere tu también lo haces, investigue un poco de ti, sé que eres inteligente y tomaras la mejor decisión; tú decides como quieres terminar, si vas a la cárcel aun podrías hacer lo que te gusta, puedes ser ayudante en la enfermería, además de que estarías al lado de tus amigos, demuéstranos que aun tienes algo de humanidad en ti— Krist se metió en su papel de negociador, no podía permitir que después de tanto tiempo su compañera terminara muerta.
El doctor solo sonrió levemente, le parecía patético el tono condescendiente que estaba usando el detective contra él, si estuvieran en otras circunstancias y tuviera su hacha consigo, seguro ya le hubiera hecho un feo corte, incluso cortado a la chica que tenía en el los brazos solo para molestarlo; no era momento de pensar en eso, ahora haría como si sus palabras de verdad hubieran surtido efecto, les haría creer que habían ganado esa pelea, aunque de verdad ni lo hubieran hecho y todo aquello formaba parte de su plan, así que dejo caer su alma y dejo lentamente a Ploy en el suelo.
Nike y Gulf corrieron hacia ella, mientras Krist esposaba a Judo; Nike se sentía aliviado, incluso algunas lágrimas brotaron de sus ojos, Ploy estaba bien, durante ese tiempo habia soñado muchas veces con encontrar su cuerpo sin vida, pesadillas que lo hacían levantarse agitado en su cama, que tenerla allí viva, respirando, era como una bocanada de aire fresco para su corazón que nunca perdió la esperanza de encontrarla, no estaba en las mejores condiciones, pero se recuperaría.
—¡Tenemos que llevarla al hospital de inmediato! —, hablo Gulf viendo como la chica aún tenía algunas heridas abiertas.
—Necesito que me quiten esto que llevo puesto, no lo soporto, no quiero volver a verlo—. Lloro la mujer en los brazos de su compañero
—Te lo quitaran en el hospital, no te preocupes—. La tranquilizo Gulf, entendía su necesidad por deshacerse de esa ropa, estaba toda cubierta de sangre y seguro tendría muy malos recuerdos impregnados en ella.
—¡Quémala!, cuando me la quiten quémala, no la quiero volver a ver— Nike la cargo para llevarla al auto haciéndole saber que lo harían.
Ya Krist habia entregado a Judo con Pete Pol, así que se acercó a donde estaban sus compañeros, los policías aún estaban sin poder creer lo que habia pasado, hasta que escucharon las sirenas de las ambulancias acercándose, subieron rápidamente a Ploy, Nike la acompaño, se sentían aliviados de por fin haberla encontrado con vida, por eso Gulf decidió llamar a Kao para contarle lo que habia pasado.
—Detective Noppakao al habla.
—Kao soy Gulf, Ploy está viva y de camino al hospital, no está en las mejores condiciones, pero está viva que es lo que importa, Nike se fue con ella.
—¿Que tan mal esta? —. Le hizo una seña a Gina para hacerle saber que la habían encontrado.
—Herida, tiene muchos cortes, una mano fracturada y sus piernas tampoco está bien, Krist y yo iremos al hospital, ¿te unirás a nosotros?
—Lo haremos, ¿qué paso con el doctor?
—El jefe de policías ya lo tiene en custodia, van de regreso a la estación en este momento.
—Bien, dejare que él se haga cargo de las cosas por ahora, Gina y yo iremos al hospital, también queremos ver a Ploy con nuestros propios ojos.
Con eso la llamada quedo finalizada, habían descubierto quienes eran los asesinos, su compañera estaba viva y bien dentro de lo posible, eso era lo único que les importaba en esos momentos, tanto que ni siquiera recordaron que aún les faltaba arrestar a uno de sus sospechosos.
Media hora después, todo el equipo de detectives incluyendo a Farida se encontraban en el hospital, estaban esperando que saliera el médico para que les dijera como estaba su compañera, estaban nerviosos, temían que el daño que le hicieron le trajera consecuencias, estaba en peores condiciones que cuando fue secuestrada la primera vez, seria difícil para ella recuperarse de aquella experiencia.
—Algunos de nosotros deberían volver a la estación para interrogarlos—, hablo Nike de repente.
—Lo sé, aunque no creo que sea fácil sacarles información, el medico se rindió con mis palabras, pero no sé hasta qué punto hicieron efecto— Krist no estaba muy convencido de que Judo hubiera dejado libre a su compañera por su intervención, después de todo el hombre se veía tranquilo.
—Peterpan también ha sido un hueso duro de roer, no demuestra ninguna emoción en su rostro y hasta el último momento negó que fuera un asesino, solo lo admitió cuando le dijimos lo que su compañero estaba haciendo— Kao se pasó una mano por su cabello, esos hombres parecían tener todo fríamente calculado, se comportaban muy tranquilos a pesar de que tenían el agua al cuello.
No siguieron hablando porque en eso salió el médico y todos se levantaron para escuchar lo que tuviera que decir:
—Bien, lo primero que tengo que decirles es que no hay abuso sexual de ningún tipo, sin embargo, el abuso físico es realmente severo, ¿qué paso exactamente con ella?
—No lo sabemos, estuvo secuestrada por más de cuatro meses, pudieron haberle hecho muchas cosas durante ese tiempo, díganos que encontro— Gina se sentía mal por las condiciones que le describieron sobre su compañera.
—Uno de sus dedos fue cortado, su mano izquierda y pierna derecha están fracturadas, de hecho, sus radiografías nos mostraron que estuvieron varios huesos rotos y curados varias veces, tiene muchas cicatrices, cortes recientemente, hematomas y quemaduras, perdió algo de sangre, pero nada de qué preocuparse, de hecho, los cortes son superficiales, no fueron con la intención de matar, simplemente de dañar, va a necesitar mucha terapia y tratamiento para volver a ser la misma.
Para quienes ya habían visto las condiciones de la mujer, no fue una sorpresa el diagnóstico del médico, pero para sus compañeros que llegaron después si estaban impactados por la gravedad del asunto, tanto así que entraron a la habitación de Ploy sin importarles que el medico los llamara para detenerlos, al parecer tenían que verla con sus propios ojos para saber que estaba bien, los otros solo se quedaron atrás sabiendo que no debían agobiarla con su presencia.
Ploy apenas si estaba despierta en aquella cama de hospital, verlos entrar hizo que tratara de abrir los ojos, estaba a salvo, por fin estaba fuera de peligro, así que una diminuta sonrisa se formó en sus labios, aquello le parecía tan irreal, creía que si cerraba los ojos despertaría nuevamente en aquel cuarto en donde la mantuvieron prisionera, pero no era un sueño, pudo sentir como Kao tomaba suavemente su mano buena, las chicas hicieron lo mismo, le estaban demostrando que eran reales, que estaban allí con ella.
—Lo sentimos por haber tardado tanto—. Se disculpo Gina, se sentía culpable por haber dejado que su compañera llegara a ese estado tan lamentable, Ploy solo dejo escapar un pequeño sollozo acompañado de una lagrima que recorría su mejilla, esas palabras le recordaron el tiempo que permaneció lejos de ellos siendo torturada hasta el cansancio.
—¿Es cierto que Sushar está muerta?, ellos me dijeron que la habían matado...
El silencio reino en aquella habitación, ninguno quería ser el que confirmara aquello, pero después de un rato y con un suspiro de pesar Farida decidió hablar: —Lamentablemente es cierto, murió el día de tu secuestro—. Esas palabras hicieron que llorara con más fuerza, ella mantenía la esperanza de que le hubieran mentido buscando doblegar su voluntad.
—Yo no pude hacer nada, tenía más experiencia que ella, debí de haberla protegido...
—Eso no fue culpa tuya— Kao apretó su mano a modo de consuelo —Estamos conscientes de que las tomaron por sorpresa y no les dio tiempo de reaccionar, ninguno de nosotros hubiera podido hacer algo, terminaríamos con el mismo resultado.
—¿Los atraparon?
—Por ahora tenemos a Peterpan Thasapon y Judo Tantachj bajo custodia...— Justo en ese momento fue que se dieron cuenta de su error, ¡les faltaba uno!, el tercer asesino aún estaba suelto, Farida y Gina lo miraron con ojos inquietos, ¿cómo pudieron pasar ese hecho por alto?
—¿Fluke todavía esta allí afuera?, ¿atraparon a la mujer? —, pregunto desesperada Ploy, tenía miedo de que regresaran por ella al hospital, sabia lo obsesionado que estaba aquel hombre con hacerle fotografías que llamaba arte.
—¿Qué mujer? — Farida estaba horrorizada con la idea de que hubiera un cuarto integrante que no sabían.
—Hay una mujer, creo que se llamaba Lingling, Fluke la llevo hoy para que practicara conmigo...
—¿Practicar? — Para Kao era una locura lo que estaba escuchando y solo ver la mirada de su compañera lo entendió, los cortes recientes provenían de esa práctica —¿Que paso exactamente? —. No pudo evitar hacer la pregunta que tenía en su cabeza.
Por unos segundos, Ploy se quedó pensando que tenía que hacer, era algo humillante y doloroso hablar de su experiencia, miro su ropa por primera vez, no tenía ningún disfraz que Fluke le hubiera obligado a ponerse, solo tenía una simple bata de hospital, se sentía libre, tenía que dejarlo salir, sabía que esa información les ayudaría a saber más de los asesinos y en consecuencia proceder durante el interrogatorio.
—Yo era un regalo para él...
—¿Para quién?, ¿para Fluke? —, pregunto sorprendida Gina, Ploy solo asintió.
—Él tiene como pasatiempo la fotografía, tiene una habitación llena de sus obras, junto con equipo fotográfico de ultima generación, le encanta hacer fotografías a seres vivientes, yo era su nueva modelo, antes de mi hubo otras, me dijo que era la que más le habia durado con vida y le habia dado sus mejores tomas—. Las lágrimas corrían por sus mejillas sin ningún tipo de control y las otras dos mujeres presentes la acompañaban en su dolor, mientras Kao se retorcía de la rabia por dentó, pero tenía que ser firme y continuar con aquello, así que hizo su siguiente pregunta:
—¿Que más puedes decirnos de esa mujer que te visito hoy?
—No la recuerdo bien, era primera vez que la veía, lo único que puedo decirles es que esta igual de loca que ellos, fue la que rompió mi mano usando un martillo.
—Está bien, ya averiguaremos quien es, por ahora descansa, yo me tengo que ir, pero te quedas con las chicas—. Eso ultimo lo agrego Kao al ver el pánico que habia en sus ojos al pensar que se iba a quedar sola, por ahora no necesitaba de los servicios de las otras dos, en el peor de los casos necesitaría del ingenio de Farida con los computadores, pero eso era algo que ella podía hacer desde cualquier lugar.
Cuando salió de la habitación, se encontro a los otros tres miembros del equipo esperando por lo que tuviera que decir —Como ya saben esta débil, sin embargo, esta consciente y hablo con nosotros, cosa que nos hizo darnos cuenta que cometimos nuevamente un error en este caso.
—¿Qué? —, pregunto Nike sin saber a qué se refería.
—Colocamos toda nuestra atención en la persecución del médico y se nos olvidó su pareja, no buscamos a Fluke Natouch...
Los ojos de los otros tres se abrieron a todo lo que podían, uno de los asesinos todavía estaba libre, ni siquiera se habían comunicado con la policía para saber si estaba en la casa, o lo habían ido a buscar al trabajo, como lo dijo su jefe toda su atención se centró en Judo Tantachj porque era quien tenía de rehén a su compañera, salvarla se convirtió en su prioridad en ese momento, así que después de un largo suspiro Kao decidió llamar al jefe de policías.
—Qué bueno que llama detective Noppakao, ¿cómo se encuentra su compañera? —, hablo del otro lado de la línea Pete Pol.
—Ella estará bien, pero no llamo para eso, quiero saber: ¿atraparon a Fluke Natouch?
—No, los oficiales lo buscaron en la casa y en la cafetería, pero no habia rastro de él en ninguno de estos lugares.
—¿Interrogaron a los empleados?, ¿a los vecinos?
—Si, pero nos dijeron que él era hermético con sus cosas, no tenía mucho contacto con ellos, así que no hay una pista de a donde pudo haber ido... uno de sus vecinos solo nos dijo que estaba acompañado de una mujer.
—Está bien, nosotros nos ocuparemos—. Aquello solo confirmaba lo que Ploy les habia dicho, habia un cuarto miembro en el equipo de asesinos, colgó la llamada y miro a sus compañeros, tenía que informarlos —No lo encontraron, pero los vecinos les dijeron a los policías que salió acompañado de una mujer, Ploy dijo que se llamaba Lingling, son cuatro.
Eso fue como un balde agua fría para los otros detectives, pensaron que estaban en el final de aquella pesadilla, pero no era así, todavía tenían dos personas que atrapar, entonces fue Krist quien tomó la palabra: —Él sabía perfectamente que estaba haciendo...
—¿Quién? —, pregunto Gulf no entendiendo a que se refería.
—El doctor, él sabía lo que estaba haciendo, Ploy nunca fue su rehén para escapar, solo fue la distracción para que su pareja y la mujer huyeran...
Eso cambiaba la panorámica de todo lo que creían saber, todo este tiempo Peter y Judo solo estuvieron jugando con ellos, estaban haciendo tiempo para que dos de ellos pudieran huir, seguían siendo peligrosos, era como si estuvieran un paso adelante de ellos todo el tiempo.
—Kao—, llamo Gulf a su jefe —Hay que colocarle vigilancia a Ploy, los que están todavía por allí podrían intentar matarla.
El hombre se pasó la mano por el cabello, él sabía eso, estaban nuevamente a ciegas con lo que estaba por venir, así que volvió a la habitación de su compañera y llamo a las dos chicas, necesitaban organizarse, les resumió la información que habían obtenido del jefe de policía y giro nuevas órdenes, se turnarían para vigilar la habitación de Ploy; Gulf estaría tomando el primer turno esa noche, haría que Pete Pol enviara algunos policías para reforzar la seguridad por si acaso también, los demás debían regresar a la estación de policías, habían dos detenidos que interrogar, trabajo que haría el mismo junto a Krist y Nike, Farida tenía la tarea de buscar a la tal Lingling para reunir toda la información que pudiera encontrar de ella, mientras que Gina debía enfrentarse a la prensa, la ciudadanía tenía que saber que habían atrapado a dos de los asesinos, además de colocar la foto de Natouch entre los delincuentes buscados, alguien tenía que haberlo visto.
Salieron de aquel hospital decididos, cada uno de ellos sabía que tenía que hacer, no permitirían que salieran victoriosos esta vez, descubrirían que tramaban y los encerrarían en la cárcel por un largo periodo de tiempo.
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