➸ 2
P.O.V. Clint
En cuanto aparezco por la planta de entrenamiento de S.H.I.E.L.D. todo el mundo me mira sin ningún tipo de recelo. Idiotas. La única que no se extraña de verme allí es María, quien me saluda con una mano. Me pregunto si Furia me mandará a Hill como en nuestras antiguas misiones. Ahora ya qué más da, sería una despedida más en cuanto acabase con esta misión, o cuando acabasen conmigo.
Entreno en la sala de tiro al arco y agarro mi favorito. Una antigua sensación recorre todo mi brazo. Cierro los ojos para disfrutarla y evadirme de la realidad, cosa que hago con mucha frecuencia desde hace un año.
Abro los ojos y fijo mis objetivos en las pequeñas luces rojos y verdes que se nos ponen a una distancia de unos 50 metros. Podían ponerlo difícil al menos. Acierto todos en menos de un minuto. Echaba de menos un arco de los buenos y no el improvisado que hice con ramas e hilos.
- Barton - me riñe Furia a mis espaldas - No estás aquí para dar una lección a los demás.
- ¿No quieres que la misión sea un éxito? - no me contesta - Pues déjame a mi aire, sé lo que tengo que hacer.
Mi jefe temporal resopla y se oyen sus pisadas por toda la habitación. Sino quería que le contestase mal, que no hubiese recurrido a mí. Nadie habla, nadie se acerca a mí; deben de saber lo ocurrido hace tiempo. No se puede tener un secreto.
Acabo el entrenamiento que me impuse cuando salí de casa y voy al piso de investigación. Consigo toda la información que tienen de la Viuda Negra, que no es mucha, y me voy.
Espero al ascensor con impaciencia y cuando se abre, veo a una María sorprendida de verme. Entro sin decir nada y marco el 0; tengo que volver a casa para planear la jodida misión.
Una carpeta gruesa aparece en mi campo de visión y me obligo a ver a Hill a los ojos.
- Supuse que necesitarías esto - y se calla a la vez que cojo los archivos y la miro con confusión - Antes de las misiones damos toda la información que pueda resultar útil, ya sabes: familia, posibles tapaderas, posibles ubicaciones, sitios que frecuentan...
- ¿Desde cuándo hacéis esto? Recuerdo perfectamente que nunca me disteis semejante información, todo teníamos que averiguarlos nosotros.
- Desde hace un año más o menos. Nos hemos vuelto un poco cautelosos con todo esto desde... - se calla al momento.
Sé a lo que se refiere. Llegamos al piso 15 sin más conversación. Ella se va sin mirarme y deduzco que en esta misión estoy solo. Mejor.
Llego a casa y estudio todo lo que tengo en la mano, que resulta no ser mucho más de lo que ya sabía: "Natalia Romanova" alías "Viuda Negra", de raza blanca, ojos verdes y pelo rojizo, de origen ruso, sin familia conocida. Se cree que la entrenaron desde una edad muy temprana por el gobierno para tener su propio ejército que ya nadie sospecharía de una inocente e indefensa mujer. Maestra en el disfraz (por eso no tienen fotos de ella) y en las mejores técnicas de lucha conocidas. Las últimas noticias que se han tenido de ella son en Cuba. S.H.I.E.L.D. poseía un topo, ahora muerto que nos asegura que su próximo movimiento será en Budapest.
Cierro el archivo y me masajeo el puente de la nariz. No va a ser fácil. Busco en Internet si algo pasa en Budapest en los próximos días y descubro que varios representantes de la ONU estarán alojados allí. Ya sé cuál es el objetivo de la viuda.
Reservo en el "Four Seasons Hotel Gresham Palace Budapest", puesto que la reunión de los asociados a la ONU será en esos salones y estoy bastante seguro que ella estará muy cerca, incluso puede ser un agente encubierto. El acontecimiento no es hasta dentro de una semana, pero reclamo el avión privado de S.H.I.E.L.D. a las doce de la noche para llegar con un margen lo suficiente amplio para estudiar el hotel, sus instalaciones, posibles traidores dentro del hotel, etc.
Me confirman la casa franca que tengo asignada en la ciudad en cuestión y preparo una pequeña maleta. Me quedan cinco horas hasta que tenga que ir a por el avión. Cojo la única foto que tiene S.H.I.E.L.D. de la viuda y la escruto esperando encontrar algo que pueda darme una pequeña pista de cómo es ella. Ni si quiera puede ser pelirroja cuando la vea, incluso puede usar una máscara facial para parecer otra persona totalmente diferente. Lo tengo muy jodido.
___
Llega la hora y el avión despega conmigo dentro, llevándome a mi destino de completar la misión y olvidarme de S.H.I.E.L.D. para siempre o me dirijo a una muerte segura. Ambas opciones me parecen muy atrayentes.
> Hatvan, Hungría <
P.O.V. Natalia
- Perfecto señorita Romanova, su reserva está completa. La esperamos por la noche. Su habitación es la 159 en el tercer piso. Una de las habitaciones con mejores vistas de toda la ciudad - me confirma el secretario del hotel.
- No lo dudo - corto la llamada.
- Más te vale no fastidiarla esta vez - dice Lev en mi oreja.
Todo mi pelo se eriza ante su aliento.
- He conseguido que te perdonen esta vez pero no prometo segundas oportunidades.
Asiento y se va, dejando el peor presentimiento en todo mi cuerpo: me van a traicionar, no sé cuándo, ni quien, ni como, pero se lo he notado. La gente que me ha convertido en esto me va a traicionar.
Cargo mis cuatro pistolas y guardo tres en sus fundas alrededor de mi cintura, me escondo dos cuchillos en cada bota y salgo de mi casa. Identifico a Lev a lo lejos, caminando despreocupadamente. Miro a los lados e identifico a su protector personal. Saco mi segunda pistola mientras disparo al pecho a su guardaespaldas y disparo a la pierna de mi jefe.
Corro hacia él y lo llevo al callejón más cercano, evitando las cámaras.Lev intenta golpearme pero hago presión en su herida para inmovilizarle del dolor. Lo tiro encima de un cubo de basura y haga que abra su boca para arrancarle la píldora de cianuro y evitar que se suicide antes de que pueda decirme algo de utilidad.
- ¡¿Natalia?! - gime al reconocerme - ¡¿Qué mierdas estás haciendo?!
Saco uno de mis cuchillos y aprieto contra su cuello.
- Quiero información.
Me escupe a la cara y solo aprieto más mi cuchillo hasta que sale un fino hilo de sangre.
- Estás firmando tu sentencia de muerte con mi sangre. No puedes dejarme ir tan fácil, sé que has sido tú quien nos ha traicionado. Soy un testigo de tu traición.
- Ibais a traicionarme de todas formas - digo con la voz completamente serena, al igual que él.
Él ríe un poco pero no lo niega. Tengo razón.
- Sé muchos trapos sucios tuyos, créeme que te sale mejor tenerme de aliada en este momento. No querrán saber todo lo has hecho a sus espaldas, aprovechándote de la proximidad que tenías con las viudas.
- No sabes lo que estás haciendo.
- Lo sé perfectamente. Al igual que tú sabes que por tu culpa solo quedan dos viudas negras en toda la sociedad.
- Pequeña rata... - aprieto más el cuchillo para que se calle y me diga lo que quiero saber - No te íbamos a traicionar... Solo, íbamos a poner aprueba tu lealtad. ¿De verdad creías que tu fallo no traería consecuencias? Que ilusa eres.
- Solo quedan dos viudas negras, no podéis deshaceros de mí - razono, desde siempre hemos sido lo más importante de aquí.
- Eres una buena asociada, pero eres prescindible, como todos.
- ¿La misión de la ONU es una trampa para matarme?
- No, queremos eliminar al italiano que va a ir, es un verdadero estorbo en nuestros planes a largo plazo.
- ¿Por qué?
- Vamos Natalia, eres una chica lista, más o menos... Él sabe de toda nuestra organización y quiere delatarnos. Serían dos pájaros de un tiro: en cuanto le matarás, tú caerías.
- ¿Cómo estas tan seguro? Tú mismo lo has dicho, soy una buena asociada, creo que podría escapar sino por un casual no consigo mataros.
- Vamos, que somos nosotros. Es una trampa para asesinos, las personas más importantes de la ONU estarán allí con sus guardaespaldas y todos los agentes encubiertos del gobierno de cada representante, la policía de aquí, el ejército...
- Lo tenéis todo bien atado, ¿verdad? - es imposible que pueda salir de allí con vida.
Antes de que pueda contestar, hundo el cuchillo en su cuello para evitar que me delate. Tengo que suponer que todo lo que me acaba de contar es cierto y soy una traidora de la agencia que me ha convertido en esto. Puedo escapar hoy mismo y vivir retirada en cualquier isla alejada de ellos, pero demasiadas personas sabe de mi existencia, sobre todo ese italiano que nos conoce. Mientras él esté vivo, yo no estoy a salvo, nadie de aquí lo está.
HOLA, perdón por haber tartado tanto en actualizar, estoy de exámenes y me cuesta equilibrar el tiempo. A todos los que habeís llegado hasta aquí, muchas gracias por estar leyéndome.
Os loveo y nos leemos -Ari
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro