
Veintitrés
Habían pasado apenas unos días cuando Louis arregló un acuerdo con su tío sobre el departamento, oficialmente viviría con Harry.
Claro que lo más difícil de todo había sido convencer a Anne, la cuál no terminó muy bien con Louis, pero al final aceptó, en el fondo realmente sabía que Louis era bueno para su hijo.
El ojiazul llegó al departamento con una caja entre sus manos, aún estaban terminando de mudarse.
— Louis, ¿Que cargas, piedras? — Se quejó Niall detrás de él, que también cargaba cajas.
Louis dejó la que él traía en la entrada y le abrió la puerta a su amigo.
El departamento era muy pequeño, estaba en el penúltimo piso de un edificio, y a Harry le gustó el balcón que había en la salita. Tenía sólo dos habitaciones y el baño, y la cocina y comedor estaban juntas, además estaba amueblado, con cosas de su tío, pero lo estaba, era perfecto.
— Son los juguetes de Harry — Dijo y abrió la caja para asegurarse que estuvieran bien, no quería tener un chico llorando y haciendo berrinche por que sus juguetes se rompieron.
— Me dolió la espalda, ¿No pudiste arrastrarlo tú? — El rubio bufó y se hizo hacia atrás para estirar la espalda.
— No, sabes qué, te quejas demasiado, no te dejaré quedarte aquí cuando quieras salir de tu casa.
Niall se sentó en el pequeño sofá y fingió quedarse dormido.
Louis abrió la puerta de la habitación que sería se ellos pero Harry no estaba ahí, así que abrió la otra y lo vio. Estaba fuera de la casita, sentado en el suelo y se cubría hasta la cabeza con su cobija de oso, le daba la espalda, así que no veía lo que hacía, solo lo escuchaba balbucear.
—... Y cuando quiero cho-chocolate Lou dice si. Siempre dice si, es Lou, me gusta él...
El ojiazul sonrió y se acercó para ponerse de cuclillas a su lado. Harry estaba vistiendo a Bubba, de nuevo, y hablaba con dificultad por el chupete
— Bebé, ya volvimos — Le habló suave y le acarició la mejilla.
— ¡Mira! Es el azul — Le enseñó el traje del oso, era un vestido con gorrito del mismo color.
— Es muy bonito, Hazz...
— Quiero uno así, ¿Me lo das? — Pidió, señalando la vestimenta de Bubba.
— ¿Un vestido? Si, trataré de conseguirlo — Le besó la mejilla y Harry se sacó el chupete de la boca acercando sus labios al ojiazul.
— Besito.
— Besito, mi amor - Louis sonrió y le dio un beso de piquito, luego Harry volvió a poner el chupete en su boca y siguió en su tarea de arreglar su oso, bajo su cobija.
— Todavía hace ruidos — El rizado señaló su estómago sin apartar la vista de sus movimientos.
— Tienes hambre, bebé ¿Que quieres?
— Chocolate.
— No, Hazz, comida de verdad...
— Chocolate — Repitió.
Louis negó y sonrió de lado, besando su cabeza para luego salir de la habitación. Vio a Zayn y Liam también dentro, ellos habían ayudado a transportar sus cosas en el auto de Liam.
— ¿Quieren comer algo? — Preguntó Niall, medio dormido desde el sofá.
— Saben, Harry no ha comido verduras estos días, supongo que sería bueno una ensalada o algo así — Propuso Louis, todos lo miraron mal.
— El cielo salve a Harry de vivir contigo — Dijo Zayn, llamando para pedir comida china.
— Oye, solo lo cuido de no comer demasiada azúcar, se pone muy hiperactivo.
Harry salió de la habitación rápidamente y cerró la puerta detrás de él, estaba sollozando y corrió a los brazos de Louis con su oso entre las manos.
— ¡Lou me da miedo! — Lloriqueo y señaló la habitación — Me pico aquí — Le mostró su mano y tenía una mancha roja con un punto blanco.
Todos fueron de inmediato a la habitación, pero no encontraron nada extraño, salvo una abeja que estaba tirada dentro de la casita de Harry.
— Es una abeja Louis, ¿Es alérgico? — Dijo Liam, mientras la tomaba para sacarla.
— No... Que yo sepa.
— Me duele — Lloró Harry, y escondió su carita en el pecho de Louis.
— Enséñame amor, no puedo verla.
Harry se la mostró, y seguía igual, luego Niall se acercó.
— Tienes que sacarle el aguijón, a ver, ¿Me das tu mano Harry?
— No.
Louis rió bajito al ver a su novio esconder su mano y alejarla de Niall.
— Amor, enséñale a Niall, yo no sé sacar eso. — Dijo Louis besándole la cabeza.
Harry limpió sus lágrimas y le dio tímidamente la mano a Niall, el cuál quitó el aguijón lo más rápido que pudo.
— Au — Se quejó cuando estuvo fuera — Duele Lou — Murmuró.
— Ya, ya es todo bebé, te voy a poner una pomada.
Harry asintió y siguió a Louis hasta la otra habitación, donde rebusco en una caja y sacó una pomada.
— ¡Tienes que lavarle! — Gritó uno de los chicos desde fuera.
Harry sorbio su nariz y vio a Louis.
— ¿Un baño Lou? ¡Los patitos!
— No bebé, solo voy a lavarte aquí y y luego te pondré esto ¿Si? Te bañas en la noche.
Louis llevó a Harry al baño, y después de lavarle y ponerle la pomada de dijo que no se tocara para que le curara bien.
— Ya no llores Hazz, es todo... Dame un beso.
Harry limpio sus lágrimas de nuevo y asintió, besando a Louis cortamente.
— Eso es — Le retiró el cabello del rostro y sonrió, tenía que preguntarle si quería cortarselo.
— Quiero comer Lou.
— Si, creo que ya llegó la comida, vamos.
Fueron a la sala y sus amigos ya estaban sirviendo en platos.
No traían la televisión aún, así que solo se pusieron a conversar y jugar, y a cuidar a Harry entre todos.
— ¡Así no! — El menor le arrebató a Bubba de los brazos de Liam, que trataba de ponerle otro gorrito.
— Hazz, abre — Louis le acercó una cuchara con arroz a la boca, y Harry la abrió, sin quitar la vista del gorrito de su oso.
— Lou, el no sabe — Frunció el ceño y escondió el peluche de los chicos que 'no sabían cómo cuidarlo'
— Ya no se lo prestes, bebé — Louis le dio de comer una vez más y dejó que jugara con Niall cuando recibió una llamada, era Marlon.
— ¿Si?
— Hola Louis, ¿Cómo están?
— Bien, perfectos... ¿Y ustedes?
Marlon suspiró al otro lado.
— Bien, yo eh... Solo quería decirte que estoy en el aeropuerto, ya tengo que irme, pero no quise decírselo a Harry, creo que estará molesto.
Louis sintió su pecho oprimido por alguna razón, tal vez él si le agradaba, y también se sentía mal al saber que Anne se quedaría sola.
— No te preocupes, luego le diré yo.
— Si, eso sería bueno — Hubo unos segundos de silencio — Me preguntaba también, si podrias darme el número de tu amigo... Nunca los intercambiamos.
Louis miró a Niall reír mientras veía a Harry decirle cosas a Liam por no cuidar bien de su oso.
— Le daré el tuyo, y el decidirá si te llama.
— Si, si... Está perfecto.
— Bien, entonces, hasta pronto, supongo.
— Nos vemos muy pronto Louis... De verdad, aunque no convivimos demasiado, fue bueno saber que puedo contar contigo como un amigo, y que dejo a mi mejor amigo en buenas manos.
Louis sonrió de lado y asintió, acariciando la espalda de Harry, ajeno a todo.
— Igualmente... Hasta pronto, Marlon.
— Adiós, Louis.
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