Hey! Take a coffe (Jimin)
El amargo olor del café inundó todo el lugar, todos los días se deleitaba con ir a la misma cafetería sólo para estar rodeada de aquel dulce aroma. Tomaba siempre lo mismo mientras se la pasaba escribiendo cosas que posiblemente la mayoría de las personas no entenderían así que se reservaba a compartirlas sólo con ella misma.
Podía contar con los dedos de su mano derecha a sus amigos de verdad y sonreía feliz por eso, no necesitaba más. En su pequeño mundo perfecto todo giraba bien, aunque había algo que quería hacer para sentirse completa por fin, quería tener sexo. Era virgen y posiblemente algo bueno para la sociedad pero para ella no, por años escuchaba las platicas sexuales que su mejor amiga le contaba, sabía lo que ese mundo le podía ofrecer así que quería experimentarlo, miró de nuevo hacia la puerta, el siguiente cliente en entrar sería el afortunado que obtendría su virginidad.
Esperó un buen rato ya que sólo entraban mujeres, tal vez no estaba siendo buena idea eso. Entonces entró un chico, no cualquier chico, un verdadero ángel había atravesado el umbral, ese ángel sería suyo.
O esoo pensó, luego de varios días de ir siempre a la misma hora se había dado cuenta de un gran detalle, no sabía cómo hablarle a un chico. Se limitaba a observarle desde lejos debido a su inesperada timidez, normalmente hablaba con varios chicos sin importarle eso pero él tenía algo especial ¿o acaso era su nerviosismo de virgen?
El chico pedía siempre lo mismo, un café negro, parecía cansado siempre que llegaba pero era puntual en su hora, ¿siempre había estado llegando? jamás lo había notado pero daba gracias a lo que fuera que existiera allá arriba por haberlo visto.
Suspiró bastante cansada de sólo observarle así que mejor empezó a escribir en su viejo y gastado cuaderno, la vaga sonrisa que ese desconocido había mostrado en una ocasión resplandecía en su mente así que pensaba en eso, razón por la cual no se dio cuenta que alguien se sentaba enfrente de ella.
-¿Escribes? - preguntó una voz, alzó la vista para ver quien poseía una voz tan melodiosa, quería decirle que le dejara en paz aunque tuviera esa hermosa pero se encontró también con un lindo rostro
-Ehm - soltó torpemente, no se esperaba eso, miró hacia donde él había estado sentado hasta hace 5 minutos, no había nadie, regresó la vista y él le miraba con una gran sonrisa que hacía desaparecer a su lindos ojos
-Me llamo Park Jimin - le tendió su mano y ella la estrechó algo confundida, luego la miró esperando algo - ¿Y tú eres...?
-Ah, perdón, María Fernanda - contestó y al instante recibió una sonrisa de parte de él, sus sonrisas mataban
-Lindo nombre Mafer - comentó tomando un poco de café de su taza, ella no había notado que había una taza de café ahí - siempre vienes a esta cafetería
-Sí - contestó apresuradamente ¿debía decirle lo mismo?
-A mi me gusta por el café - era como si leyera sus pensamientos
-Hacen buen café - miró su taza de café y tomó un poco también para no sentirse tan expuesta a los ojos de él
-Gracias - ella lo miró sin entender - yo soy el dueño de esta cafetería
-Oh - soltó comprendiendo todo, ahora sabía porqué él siempre estaba ahí a la misma hora
-¿Sabes qué más hago bien? - preguntó de repente con un tono seductor, ella tragó saliva
-¿Qué? - su pregunta se escuchó como un murmullo, estaba nerviosa
-Galletas, hacemos buenas galletas - contestó con una sonrisa tierna, ¿estaba jugando con ella? - ¿te gustan las galletas?
-Sí, claro, las de chispas de chocolate - él alzó una ceja y ella se preguntó porqué
-¿Quieres quedarte a comer unas? - ahora sabía porqué aquel gesto, estaba coqueteando con ella
***
Se quedó hasta que cerraron la cafetería como le había pedido Jimin, eran ya las 8 de la noches y ellos estaban en la cocina del lugar, miraba como él preparaba la harina.
-¿No quieres ayudar? - preguntó él de repente al verla sentada observándole
-No sé cocinar - le sonrió con malicia, lo cierto es que sí sabía pero prefería quedarse a verle, nada era más sexy que ver a un chico cocinar
-Al menos ayúdame a mezclar - se levantó de su asiento y comenzó a seguir las ordenes que le daba - y dime Mafer ¿cuántos años tienes?
-Tengo 20 - contestó ella revolviendo la mezcla, de repente unas manos se pusieron sobre las suyas, desde atrás Jimin se acercó a ella
-Debes móverlo así - le decía muy cerca de su oído mientras movía sus manos junto con las de ella para hacer la mezcla, se sentía tan nerviosa de tenerlo ahí - ¿debería enseñarte más?
-Yo - empezó a decir ella con nerviosismo - creo que debes enseñarme más - respondió a duras penas, ella deseaba eso así que
-Bien, sigue batiendo así - se separó y fue por otros unos moldes, ella parpadeó esperando que sucediera algo más, al parecer no era lo que pensaba
Le empezó a explicar un montón de cosas sobre las galletas, ella sólo asentía siguiéndole la corriente pero lo único que quería era comerse a las galletas y a Jimin.
-Me pasas la harina de allá - le señaló la bolsa y ella fue preguntándose para qué la quería si las galletas ya estaban en el horno, regresó con ellas pero la torpeza innata que poseía le hizo tropezar
La harina se regó por toda la cocina y sobre ellos, empezaron a toser para luego verse y reírse.
-Pareces un fantasma Jimin - le dijo riéndose, seguía en el piso así que él se agachó para levantarla
Tomó la mano que le tendía y ambos se levantaron sólo que por la harina el pie de ella resbaló cayendo encima de él en el piso.
-Auch - se quejó Jimin, ella alzó la cabeza un poco para verle, había caído en su pecho y no era para nada despreciable eso
-Perdón - dijo ella, su rostro estaba algo cerca de los labios de Jimin
Lamió su labio sintiendo el sabor de la harina, quería besarle, si tan sólo pudiera simplemente lanzarse a comerse sus labios llenos de harina.
-¿Debería besarte? - preguntó de repente, ella asintió sin verlo
Con su mano derecha acarició la mejilla de Mafer y la acercó a él, ese beso sabía a harina pero luego de un rato sólo eran sus labios jugando entre ellos, su lengua se metió dentro de ella y comenzó a jugar con la de ella. Las manos de Jimin vagaban por cada parte del cuerpo de Mafer explorando ese cuerpo desconocido pero del que sentía mucho deseo, se había dicho que sería amable y sin apresurarse pero no se contuvo más y comenzó a quitarle la playera gris de Batman que traía, ella se dejó llevar por él, el piso blanco de la cocina era frío pero no le importaba, su cuerpo estaba bastante caliente. Sus inexpertas manos comenzaron a acariciar todo lo que podía, su espalda ancha, sus hombros y cabello negro, sólo con eso ya se sentía complacida.
-Quítame la ropa - le ordenó en su oído, ella movió sus manos para intentar quitarle la playera roja que andaba, cuando lo hizo todo su cuerpo reaccionó, tenía el abdomen más trabajado que había visto - ¿te gusta lo qué ves? - ella rió ligeramente
-Sí - contestó, se lanzó de nuevo a sus labios
La molesta ropa comenzó a desaparecer de sus cuerpos quedando olvidadas en el piso, la harina no era molesta porque les daba una nueva sensación cuando sus cuerpos se friccionaban. Los besos de Jimin iban desde el cuello hasta los pechos de ella volviéndola loca, siempre le habían dicho que era delicioso que te chuparan los pechos, ella creía que era algo pervertido pero no lo era, al menos con él no lo era. Los gemidos de Mafer se escucharon en toda la cocina, se encontraba solamente con sus bragas y él en boxers, una sensación húmeda en su parte intima comenzó a hacer notar, quería que Jimin se la metiera ya.
-Usa tu mano - Jimin había agarrado la mano de ella llevándola hacia su erección que necesitaba urgentemente ser atendida ya
Con nerviosismo metió su mano encontrándose con algo largo semejándose a un plátano sólo que algo más blando y suave, podía ser inexperta pero sabía qué hacer debido a su mejor amiga, movió la mano de arriba a bajo logrando que también él gimiera. En la punta sintió un líquido mojar su mano, lo usó para que su mano resbalara más, queriendo verlo lo sacó de la ropa interior de él y lo miró, era extraña su forma, nunca había visto ni tocado uno en la vida real así que se quedó un rato viéndolo mientras él seguía besándole, le excitaba verlo y sentía que debía tenerlo dentro de ella.
-Mételo ya - pidió de repente dejándose llevar por sus instintos, él la miró y sonrió
-¿Segura? ¿a caso no eres virgen? - ella abrió los ojos al escuchar eso
-¿Cómo sabes? - pasó su mano por su mejilla
-Cariño, sé reconocer cuando son inexpertas - sus mejillas ardieron
-Yo quiero hacerlo contigo - murmuró
-Entonces aún falta algo - la puso debajo de él y bajó sus bragas
Sentía tanta vergüenza por mostrarse así delante de él pero cuando sintió una lengua pasar por ahí un grito lleno de placer y pena se escuchó en toda la cocina, sin tregua alguna siguió lamiendo, la sensación tan nueva para ella estaba siendo completamente satisfactoria, luego sintió un dedo penetrándola, soltó otro grito pero esta vez de dolor.
-Tranquila, si no entra un dedo no entrará mi pene - le dijo burlonamente, empezó a mover su dedo
Se estaba humedeciendo más, el dedo de Jimin resbalaba muy bien así que metió otro, las paredes de su vagina se abrieron más y la sensación se duplicó, comenzó a gemir de nuevo, le gustaba eso. Luego de un rato estaba lista, Jimin se puso encima de ella y guió su miembro para meterlo en el orificio de ella, podía sentir como entraba lentamente con dificultad dentro de ella. Cuando estuvo dentro la miró mordiéndose el labio, al parecer estaba disfrutando aquello.
-Estás tan apretada - le confesó con placer, los ojos de él estaba oscuros por la gran lujuria que su cuerpo estaba sintiendo mientras que Mafer podía sentir dentro de ella su miembro, se sentía tan bien
-Muévete - le pidió suplicante, deseaba sentir más
Le hizo caso y comenzó a moverse, lentamente para que ella pudiera ver como su miembro entraba y salía de su cuerpo, una gran presión se formaba en su vagina, enrolló sus piernas en la cadera de Jimin acercando su cuerpo a él. El piso ya no estaba frío, ahora estaba caliente debido a esos dos cuerpos haciéndose el amor, aprisionaba sus labios cada que podía, luego bajaba hacia sus pechos para chuparlos mientras sus caderas se movían dándole embestidas que le hacían gemir.
La movió hacia arriba para que se sentara en su regazo y volvió a darle más, ella gemía, jamás pensó que tener sexo eran tan placentero, él se salió de ella repentinamente.
-Voltéate al otro lado - le pidió, ella como siempre le hizo caso
Aún en el regazo de él volvió a introducir su miembro en ella, esta vez le daba embestidas desde atrás, besaba su espalda, hombro y cuello, con su mano derecha tocaba los pechos de ella que rebotaban debido a las embestidas. Una nueva sensación comenzó a formarse en su vientre, iba a llegar a algo, lo sentía.
-Me vendré - murmuró ella mientras gemía, Jimin apresuró la velocidad para también venirse dentro - Ah - empezó a decir indicando que llegaba
Antes de terminar sacó su miembro manchando la espalda desnuda de ella con un liquido blanquecino.
-Espero que no sea lo que pienso - dijo ella con una risa
-Sí lo es - contestó Jimin riendo, un sonido los hizo voltear, las galletas estaban lista - justo a tiempo
Se levantó y fue por las galletas, Mafer observó a Jimin sacar las galletas, sería normal sólo si no estuviera desnudo y con su miembro al aire.
-¿Quieres leche con galletas? - le preguntó, ella negó
-Quiero limpiarme tu amor de mi espalda - volvió a mostrarle una gran sonrisa
-Vamos al baño, ya tendremos tiempo de comer muchas galletas - sus palabras querían decir muchas cosas más, por el momento quería volver hacerlo con ella en el baño
-Claro - contestó ella parándose, besó sus labios y él la levantó llevándola al baño
Sería una larga noche.
Hola chicas! mucho tiempo sin actualizar, lo siento u.u esta vez fue Mafer :B espero que hayan muchas Mafers por aquí 7u7, nos leemos luego y las invito a que vayan a leer 'My Best Friend Rap Mon' ya la terminé.
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