quatorze.

luke miraba hacia un punto fijo en las baldosas del baño y michael tardó muy poco para darse cuenta de que éste estaba llorando.

"no, no," miró su ropa seca. "joder. luke, no llores." 

le partía el corazón verlo llorar, lo odiaba; así que no le importó mojarse y se metió junto a él en la ducha.

"¿qué pasó con liz, lukey?" pasó uno de sus brazos sobre los hombros del chico, atrayéndolo hacia él.

"s-se fue. m-me dejó con e-el puto de mi pap-pá." el rubio no dudó en apoyar su cabeza en el hombro de su amigo. "y y-yo la extraño más que a nada. si ella est-uviera aquí nada de esto pas-aría."continuó llorando fuertemente. "antes de irse m-me dijo que no lo hacía por mi, p-pero yo sé que fue así, pero si-siempre se gritaban cosas sobre m-mi, y-yo los escuchaba."

michael sólo lo abrazó más fuerte, y aunque no quería aprovecharse de la borrachera de luke para sacarle algunas cosillas, sabía que él estando sobrio no se las iba a decir.

"¿cómo te hiciste todos estos moretones, cariño?" hasta él mismo se sorprendió por la manera en la que había llamado al oji-azul, pero al fin y al cabo, él no iba a recordar nada -o al menos eso esperaba-.

luke lo miró con sus ojos ya tornándose rojizos y como si quisieran salirse de su cuenca, luego negó con la cabeza.

"no le digas nada de ésto a papá, no le digas nada de ésto a mi papá."

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re broken home todo esto we.