─ Ya sabes...

Rosé le extiende una porción recién horneada de brownie envuelta en papel sulfurizado a Jennie.

Jennie asiente a modo de respuesta, tomando el postre entre sus manos para guardarlo en una cajita que ella misma había decorado mientras ve cómo Rosé se dirige a su lugar, detrás de ella, con las mejillas enrojecidas y las palmas de las manos sudorosas.

No iba a mentir, está igual de nerviosa.

Bien... tú puedes, tú-.

En ese instante, Jisoo entra al salón emanando un aura pesada, con un semblante serio y una actitud desconfiada.

Como siempre, con la apariencia de una persona que no ha tenido un buen inicio de día. 

Jennie traga saliva, nerviosa, esperando paciente que su compañera tomara asiento a su lado. 

— Buenos días, Rosie — saluda amable.

No importaba si no estaba de tan buen humor, Jisoo siempre es amable.

Y es que haber dormido mal y lucir dos oscuras ojeras bajo sus párpados podrían hacerlo parecer una persona desaliñada y grosera, pero seguía teniendo presente sus modales.

—B-buenos días, unnie —tartamudea, extendiendo la cajita hacia la mayor.

Jisoo frunce el ceño, no entiende.

— ¿Es para mí?

Jennie asiente, Jisoo toma la cajita con sorpresa.

Observa la decoración del cartón. Está cubierto por un envoltorio celeste, con calcomanías de nubes con mensajitos escritos a mano y un sol sonriente pegadas sobre el papel de color. 

Bonito.

Abre la cajita y el olor a chocolate invade sus fosas nasales.

Deja la tapa sobre la mesa y toma el brownie, probándolo de inmediato.

Una mueca de satisfacción se dibuja en sus labios, haciéndole saber a ambas castañas que a la pelinegra le había gustado mucho el postre.

—Gracias —se lo dice a ambas aunque está observando únicamente la decoración de la tapa de la caja, sonriendo genuina, con cariño y alegría.

Rosé se sonroja, Jennie suspira.

Ambas menores observan a la mayor disfrutar del postre, embobadas por tan adorable escena.

 Jisoo tiene migajas sobre sus labios, alrededor de ellos también.

Rosé y Jennie quieren ver aquella escena más seguido.

Y por supuesto que lo harán.