04- ∆ Meilleurs amis ∆
-04-
∆ Meilleurs amis ∆
—KARTER—
—BROWNBEAR—
¡Hoy será un gran día!
O eso es lo que está escrito en poster motivacional que está pegado en la pared frente a mí.
No creo mucho en la positividad.
En realidad no me me considero alguien positivo conmigo mismo. Puedo alentar a los demás a ser personas productivas, puedo alentarlos a amarse a si mismos. Pero, conmigo es diferente.
Solo soy un cuerpo que respira y ya.
No tengo tantos sueños o tantas esperanzas. Tampoco tengo una meta que cumplir o algo por lo que luchar.
Mi único plan de vida es estar en una gran oficina, comiendo comida rápida en mi triste y pesada soledad.
Kamala, mis padres, mis tíos, mis abuelos, mis amigos, todos se habrán ido de mi lado a hacer y seguir con sus vidas.
Y yo me quedaré solo.
Pff, ¡Que más da!
Ganaré tanto dinero y eso me hará compañía y no necesitaré de nadie más que yo. Después de todo, nadie me aguantaría.
Bueno, fin de la conversación conmigo mismo sobre mi raro plan de vida. Hora de bañarse.
Hoy saldria un rato con mis amigos a patinar a un parque cerca de nuestras casas, así qué, me levanté de mi cama, camine hasta el baño y encendí la llave. Me quite los pantalones junto con los boxers y me metí bajo la regadera para empezar a mojar mi cuerpo.
Hoy me vestí con algo un poco fuera de mi "zona" habitual. Me puse una camiseta blanca, un chaleco de tela a cuadros, unos jeans
negros rasgados y unos converse negros algo viejos.
Preparé mi mochila con otra camiseta por si algo le llegaba a pasar a la que estaba usando, algunas herramientas por si algo les ocurría nuestras patinetas.
Sí, a veces me comportó como señora.
Tome mi mochila y también decidí que patineta usar hoy. Tome mi patineta blanca que tiene algunos stickers de cosas Random.
Salí de mi cueva, baje por las escaleras y puede apreciar la basta soledad de ésta casa, cada quien está en lo suyo a esta hora, así que no me sorprende no encontrar a nadie. Caminé hasta la cocina para sacar cuatro botellas de agua y las metí a mi mochila.
Mi última parada sería la biblioteca. Me dirigí sobre ruedas hacia la biblioteca. Supuse que ella estaría ahí, lo "suyo" es pasársela leyendo todo el rato en la biblioteca. Así que entro sin hacer mucho ruido. Puedo distinguir su cabellera rubia provenir de un libro en particular, no es nada nuevo verla leerlo.
—Mamá.—La llamo.
Sus ojos azules se concentran en mí para después volver al libro.—Dis-moi. [Dime]
Yo apunto hacia atrás.—Saldré a dar una vuelta con los chicos.
Ella cierra el libro, me mira, se levanta y camina hacia mí, buscando algo en su bolsillo. Con un ademán, pide mi mano derecha y yo la pongo sobre ella. Lo que sacó de su bolsillo parece ser un anillo dorado, unos bonitos detalles como si fueran laureles que forman un K en medio. Tono que ella también tiene uno, solo que más fino, con su inicial. Lo pone en mi dedo anular. En mi dedo índice ya tengo un anillo de oso y en mi dedo meñique ya tengo mi sello familiar en anillo.
Sí, a veces me gusta ser un básico.
—¿Ahora tenemos símbolos madre e hijo?—Bromeó, indagando el porqué de el accesorio.
—Tomalo como nuestro "sello" familiar.
—¿Xavier también tiene uno?—Usualmente no me siento cómodo llamando a mi padre "padre".
Ella me mira de mal modo.—Sí, tu padre tiene uno, él fue el de la idea.
Yo no me convenzo de su explicación.—¿Su idea? O ¿Tu idea y su consentimiento?
—Tu padre a veces no es tan malo, Karter.
No es malo contigo. Conmigo, es otra historia.
—¿Él me ama?—Murmuró, con temor.
Ella se sorprende de mi pregunta.—Eres su hijo, él...-
—¿Fuí planeado, mamá?—Digo, directamente.
Ella toma mi rostro entre sus manos, caricia mi mejilla con su dedo índice.-Mi plan siempre fue tener hijos, que te hayas adelantado al plan no fue un inconveniente, Karter.
—¿Tú plan era tener hijos con Xavier?—Preguntó, incrédulo por su afirmación.
Ella rueda los ojos.—Hablas como si tú papá fuera Mussolini.
—A veces lo parece.
—Él tiene un temperamento complicado pero sabes que en el fondo él te quiere.
Me quiere, pero matar.
—Su "fondo" es como la fosa de las Marinas.—Digo como sarcasmo.
—Karter.—Me regaña.—No hables así de tu padre.
Suspiró.—Bien, no quiero tener ésta conversación ahora. Se me hace tarde.
Camino hasta la puerta, antes de salir la veo.
—Ten cuidado en esa cosa, Kater Brownbear.—Se refiere a la patineta.—No quiero verte con un yeso cuando vuelvas.
Le sonrió y le lanzó un beso.-Sí, mamá, yo también te quiero.
—¡Bon voyage!—Es lo último que escucho de ella antes de desaparecer por el pasillo.
Al salir, saludé a los jardineros y puse nuevamente mi patineta en el suelo, me subí en ella y me fuí hasta el parque que estaban los chicos. Saqué mis Airpods y los activé, le puse play a una canción de rock. De paso, mire nuevamente la ubicación del parque.
Me tomo algunos venite minutos llegar, pero no estaba cien porciento seguro de que sea la ubicación correcta, ya que llegué a un parque acuático abandonado o en construcción, no lo sé. Me quite los audífonos y los puse en su estuche. Busque a mis amigos con la mirada.
—¿Dónde está Brownbear?—Puede escuchar la voz de Zara.
Camino en dirección a su voz y puedo verla a ella y al resto de mis amigos parados a un lado de la camioneta de Chase.—Más cerca de lo que crees, cariño.
Zara gira a verme, una sonrisa socarrona se forma en su rostro.—Uff, por fin apareces.
Hago me cabello hacia atrás.—Sé que te encanta verme, pero no seas tan obvia, Primor.
Ella sonríe y apreta levemente mi mejilla.—No puedo con tu ego.
Me hago el indignado poniendo la mano en mi pecho.—Hey, es mi mayor atractivo.
—¿Ya acabaron?—Pregunta Chase, interrumpiendonos.-No tenemos todo el día.
—Cálmate, princesa.—Le digo.—Déjame saludar como se debe.
Abrazo a Zara, estrecho la mano con un leve abrazo de lado a Marcus, mis ojos caen sobre una sonrojada Angela, la abrazo fuertemente y ella sonríe con nerviosismo, luego estrecho la mano de Chase.
—Bien, ¿Cómo entramos?—Les hablo.
—¡Saltaremos la valla!—Dice Marcus poniendo un pie sobre la valla.
Su idea no me convence del todo. Pero igual, los sigo. Tiramos las patinetas las otro lado y empezamos a escalar para cruzar al otro lado. Cuando baje por completo ayude a las chicas a bajar también.
La verdad, siempre nos divertimos un montón. Éste día no era la excepción.
Nos deslizamos por las piscinas vacías del lugar, mientras reíamos de como tratabamos de hacer los giros y los saltos en la patinetas sin caernos pero siempre nos caíamos. Literalmente sentí que deje la mitad de mi redondo trasero en esos toboganes. Estábamos haciendo de todo un poco.
Descansaba un poco de patinar, y cuando digo "descansando", es que ayudaba a Zara a sacar fotos para su Instagram.
—Vamos, dame un cara de 'Bitch, yo soy la puta ama de las patinetas'.—La aliento, buscando un buen ángulo para sus fotos.
Ella ríe.—Amo que seas mi fotógrafo. Porque también haces de mi psicólogo para subirme el ego.
—No lo amarás tanto cuando empiece a cobrarte por foto.—Bromeeo y ella me mira de mal modo.
—Solo tu sabes que te pagaré.—Murmura estar dientes.
—Vamos, Zara, posa mejor de lo que patinas.—La molesto un poco causando que ella me muestre su dedo medio. Yo hago lo mismo solo que le sumo sacarle la lengua.
Sonrió para mí mismo.—Tengo tanta sed, al menos invítame a una soda.—Vuelvo a bromear.
Siento algo frío pegando en mi hombro, giro mi cara para ver lo que es. Es Ángela, sosteniendo una lata, me brillan los ojos al ver que es una Monster fruit punch.
—¡Cielos, eres mi salvación!—Le digo emocionado.
Sus pálidas mejillas se enrojecen.—Lo sé, soy tu ángel de la guarda.
Arrugó mis cejas.—Técnicamente, las bebidas energéticas joden mucho la salud, y también, no creo tener un ángel de la guarda. Pero, gracias por la bebida.
—Tú entendiste.—Me dice, algo aveegozada.
Me dirijo a Zara.—Toma, revisa las fotos, yo me sentaré a tomar mi bebida.
Ella toma el celular. Yo camino hasta mi skate con Angela atrás de mí y me siento en él, ella a un lado de mí, igualmente sobre el skate. De mi bolsillo saco mi paquete de cigarrillos y mi encendedor. Pongo uno de ellos en mis labios.
—¿Te molesta si lo enciendo?—Le pregunto. Ella niega con su cabeza.
Lo encendí y le di una calada, abri mi bebida y la lleve a mis labios para darle un largo sorbo. Le ofrecí un poco a Angela y ella lo acepto.
—Éste está siendo muy divertido.—Le digo para tener un tema de conversación como dos amigos normales.
—Sí, yo siempre divierto cuando estoy contigo...—Hace una pausa pensado lo que dijo anteriormente.—Contigo y los chicos, claro.
Yo le sonrió para no hacerla sentir mal. Le doy otra calada a mi cigarrillo.
—Es divertido pasar tiempo con ustedes.
Me quedo viendo el atardecer que se pinta en el horizonte, con un poco de esa vista puedo tener una visualización del rostro de Angela. Ella es bastante bonita y una chica con modales perfectos, pero en realidad no sé por qué no me siento tan atraído hacia ella.
Ella se dirige a mi, sus ojos marrones con ese toque de verde brillan, puedo ver cómo se pone nerviosa por tener mi atención sobre ella. Su mirada baja de mis ojos a mis labios.
—¿Me das Monster?—Marcus nos interrumpe asustandonos un poco.
—Claro.—Se la doy y él le da un largo sorbo.
—¿Por qué no me trajiste una a mí? A mí también me gustan las Monster.—Dice Marcus, sé que lo hace en broma porque pone esos ojos de cachorrito.
—Por que tú no eres el que le gusta a ella, genio.—Habla Zara. Todo volteamos a verla asustandonos por su comentario. Zara se alarma.
Angela la mira con cara de confusión y talvez algo de ira. Chase arruga las cejas y Marcus luce algo herido. Yo abro mis ojos haciendo mi señal de que no debió decir eso.
—¿Hacemos un truco?—Digo, parándome rápido para relajar el ambiente.
—Sí, Hagamoslo.—Marcus acepta.
Me levanto de la patineta y ayudo a Angela que se levanté también. Alzo el Skate usando mi pie y me dirijo a la orilla de una de las piscinas vacías. Antes chocando con Zara, a una distancia algo retirada de los chicos.
—¡¿Que carajos acabas de decir hace un minuto, Zara?!—Le gritó de una manera muy silenciosa.
—¡No sé lo que dije, Karter!—Me grita en silencio.
Me hago el disimulado, y sigo caminado a la orilla de la piscina. Marcus está en la otra orilla frente a mí. Lo que pensamos hacer es como una tipo vuelta, como un efecto espejo. Todo iba bien hasta que Marcus se desequilibra y ambos chocamos. Yo caigo encima de él y en ese instante puedo oír el crujido de algo.
Mierda, dime qué es una rama.
Puta madre, que sea una rama.
—¡Ah!—Grita Marcus.
Maldita sea, no es una rama.
Me levantó rápido para no lastimarlo más. Zara es la primera en correr hacia él.
—¿Te duele algo?—Le pregunta alarmada
—¡El brazo! ¡Me duele mucho el brazo!—Grita mi amigo con mucho dolor.
Con mucho esfuerzo nos salimos del lugar para ir en la camioneta de Chase al hospital. Parecíamos locos corriendo a toda velocidad por las calles, hasta que llegamos al lugar. Gracias al cielo lo atendieron rápido.
Mierda, la culpa no me cabe en el pecho, ni siquiera me cabe en la existencia.
¡Pobre Marcus!
Antes de cualquier cosa, me salí del hospital y tome un Uber hasta una tienda de skateboard's y cosas de deportes extremos. Suena a una locura lo que haré, pero no tengo otra forma de disculparme.
Claro un "Lo siento, Bro" puede funcionar. Pero eso no abarca un "Lo siento por romper tu brazo y ser Crush de la chica que te gusta, Bro".
Así que, le estoy comprando otra patineta, específicamente un Penny de color verde con luces en la ruedas. Amablemente hice que la señora que atendía el local la envolviera en papel de regalo con estampado de ruedas de Skate y ella acepto.
Tome otro Uber y me fui para el hospital. Busque el cuarto en el que él estaba y entré con mi gran regalo. Él me miró con confusión y con algo de emoción, los demás me veían como sk estuviera loco.
Le entregué el regalo, con una noticia de lo siento y una carita triste llorando. Él la abre como un niño en navidad. Sus ojos se iluminan al verla. Angela, Chase y yo lo dejamos que descansará un rato. Zara se quedó adentro, haciéndole compañía.
Yo me senté en una de las sillas frente al cuarto, Angela a mi lado. Chase se fue a comprarnos unos cafés mientras viene la mamá de Marcus.
—Si no le hubiera dicho lo del truco, nada de ésto hubiera pasado.—Murmuro para mí mismo.
—Solo relájate, son cosas que pasan.—Me dice Angela.
Ella trata de poner su mano sobre la mía, pero yo la aparte antes de que pudiera hacerlo. Quizás vaya a ser un poco duro con Angela últimamente, no quiero lastimarla, entonces "sutilmente" voy a dejar ser más demostrativo con ella, para que sus sentimientos por mí se vayan desvaneciendo.
Porqué solo somos... Mejores amigos.
X--------------------------------------X
Uff que capitulo el de hoy.
Hoy actualicé un poco más temprano pa que vean como los quiero.
No tengo nada que aportar acerca del capítulo.
Pues bye.
—K
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro