Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

03- ∆ Mauvaises influences ∆

🄿 🄰 🅁 🄴 🄽 🅃 🄰 🄻
🄰 🄳 🅅 🄸 🅂 🄾 🅁 🅈
🄴 🅇 🄿 🄻 🄸 🄲 🄸 🅃
🄳 🅁 🅄 🄶 🅂

-03-

∆ Mauvaises influences ∆

—KARTER—
—BROWNBEAR—


Música, el idioma del alma.

Adoro la música. Electrónica, clásica, blues, Jazz, salsa, tango; pop, rock, rap, hip hop.

Soy bastante flexible a la hora de eschar música.

Para mí la música ha Sido gran parte de mi vida. No hay día de mi vida en el que no escuché o haga música. La primera opción es más probable que la segunda.

Gracias a mi abuela, y en realidad toda mi familia, he aprendido a muchos instrumentos.

Talvez no es para tanto, pero valoró mucho que ellos me apoyen en todo lo que me aventuró a probar en mi vida.

Mis preferidas siempre han sido las guitarras. Sin embargo, cuando busco paz mental, me vengo a sentar en el banquillo frente al pulcro piano negro en nuestro estudio de música.

Pero las desgracias siguen persiguiendo a mi pobre ser.

Las manos me empezaron a temblar, quizás más de lo normal. Puede sentir mi corazón latiendo tan rápido, pero a la vez latía de una manera muy pesada.

En el momento de mi extraño ritmo cardíaco, Kamala y su amiga, Matilda, entraron al estudio. Ambas vestían bonitos vestidos de princesas.

—¡Karter!—Kamala me llama.—¿Podrías tocar una canción para nosotras?

Las manos me suban.—¿C-cúal canción quieres?—Posicione mis manos en el teclado, pero temblaban demasiado.

—Ma belle Evangeline.—Responde ella.

Empiezo con las notas de melodía, mis torpes dedos temblorosos están tratando de buscar su orden. Trato de encontrar mi voz, pero ésta extraña presión en el pecho me lo está haciendo complicado.

—T-toi, ma r-reine de la nuit.
Dors bien, ma mie.
Oh, c'est vraiment merveilleux, ma foi
Qu'elle aime quelqu'un comme moi.—Tratato de cantar, pero me tiembla la voz.

Kamala nota que hay algo mal en mí, pero tal vez no lo suficiente.

—Levántate, yo la tocó mejor.—Me dice.

Yo hago lo que me ordena, ella toma asiento y trata de tocar las notas. Matilda está a un lado de ella, ríen y bromean un poco. Kamala trata de enseñarle a tocar también en piano.

Me alegra que ella tenga una mejor amiga.

Yo a su edad no tenía ningún.

Los latidos de mi corazón se volvieron más pesados en mis oídos. Del bolsillo de mi pantalón saque el paquete de cigarros que siempre fumaba, abrí la ventana y me salí por ella. El estudio queda en la planta baja de la casa, al igual que la biblioteca y las pequeñas oficinas de mis padres y de mi tío.

Lo único que me salté fue un pequeño murito que separaba la ventana del suelo, quizás de de un metro, no era para tanto.

Mi salida tan rara del estudio se debe a dos razones. La primera, es que no puedo fumar en el estudio por qué el lugar absorber demasiado el olor a cigarro y no me permiten fumad. Segunda razón, pero no menos importante, Kamala y Matilda. No puedo exponerlas a algo así.

Pongo el cigarro entre mis labios, aún con mis manos temblorosas, y busco mi encerdedor pero no lo encuentro.

Maldigo por lo bajo.

Siento que alguien toca mi hombro. Mi giro y veo que es mi abuela, ella me ofrece su encerdedor y yo lo tomo. Mis temblorosos dedos encienden con algo de éxito el cigarro. Me siento un poco más aliviado sientiendo el humo recoerrer mis pulmones.

Le devuelvo el encendedor.—Gracias.

Ella saca uno de sus cigarros y lo prende.—No es nada. ¿Que te había pasado?

—Nada.—Miento, no sé explicar lo que pasó.—Solo quería fumar y Kamala estaba al lado mío.

—No dejes que ella éste cerca de tí cuando fumas. Es peligro para su asma.

—Lo sé.

—Necesito que me acompañes a hacer una compras.—Ella habla.

Suelto el humo en mis pulmones.—¿Dónde vas?

—A un lugar en especial.

Yo asiento, y empezamos a caminar hacia el garage. Nos montamos en mi auto y ella configura el GPS en la dirección donde vamos.

Sinceramente, es una ubicación muy extraña, nunca he escuchado de alguna tienda situada por esos rumbos. Pero si ella me dice que vayamos ahí, es porque vamos a ir.

Me estacionó dónde me marca el GPS, ella y yo nos quitamos los cinturones y bajamos del auto. Emilia camina frente a mí y yo la sigo. Nos dirigimos a unas escaleras que bajan a una especie de sótano. Ella toca el timbre y no dejan pasar.

Jamás pensé que lo que vería en éste "sótano" fuese una Smoke Shop. Tenían una decoración muy bonita de luces neón y algunas lámparas de lava. Había muchas pipas de colores y formas extravagantes, algunos ceniceros y otra cosas que no supe distinguir.

Caminamos hasta llegar con un señor que estaba podando con sumo cuidado una plata con unas finas tijeras. Él se quita los lentes y se levantan de la silla.

—¡Emilia!—Saluda a mi abuela con un abrazo.

—¡Juan!—Ella contesta el saludo.

—¿Cómo te trata la vida?

—Muy bien, no puedo quejarme...

Ellos hablan, y yo analizo el local. A decir verdad, se mira increíble todo lo que tienen. Su decoración y ambiente son inigualables. Hay un gran mural de una Grag Queen en una de las paredes del local. Y por lo que puedo inferir, sin usarlo de una manera despectiva, es que el hombre que habla con mi abuela es la Drag.

—¿Que te trae por aquí?—Pregunta él.

—Vengo por algo de...—Hace una pausa siendo disimulada.—Flores.

El hombre leventa sus cejas.—¿Flores y "herramientas"?

—Sí, justamen por eso.

—Viniste en el día correcto, hoy trajimos nuevas herramientas.

Sus juegos de palabras no eran todo un éxito si buscaban que yo no entendiera nada. Siendo sincero, no iba a juzgar a mi abuela, ni tampoco iba a cuestionar al vendedor.

No soy lo suficientemente "santo" como para cuestionar la moralidad de los demás.

Pasamos varios minutos ahí, mi abuela estaba como en una jugueteria con tantas cosas que tenía toda la tienda. Yo entrado en la curiosidad también empezaba a preguntar por las cosas que había.

Pagó por las cosas, salimos del establecimiento secreto y nos fuimos al auto. Conduje hasta un lugar algo apartado de la gente, pero algo cerca de nuestra casa. Una vez paqueados, ella abrió las cosas que compro.

El primer objeto que sacó de la bolsa fue un "Bong" de vidrio con un color algo azulado, después un tarrito cilíndrico y por último, su estrella principal de la noche, sus "flores".

Mi abuela suspira y me mira, esperando por alguna respuesta negativa de mi parte, pero yo solo la veo sin ningún tipo de incomodidad.

Ella es libre de hacer lo que quiera. No puedo meterme en las cosas que ella hace, ni las cosas que ella fuma. Ya es una adulta y mi opinión sobra en su vida.

Ya que yo no le digo nada, ella procede a hacer su proceso de preparación. Toma el tarro cilíndrico y pone la hierba y un clavo de olor en su interior, empieza a darle vueltas como si fuera un moledor pimienta. Lo deja a un lado y toma el bong, le pone un poco de agua helada de la botella que también había comprado. De un pequeño compartimento de su "moledor" saca la el producto final.

Lo pone en la parte específica de su bong, pone sus labios en la boquilla y lo enciende con su encerdedor, hace algunos sonidos por el agua pero luego quita la parte con la hierba para aspirar todo el humo. Aspira algo de aire y luego lo suelta todo.

Sus ojos verdosos se fijan enteramente en mí.—Dilo, sé que soy una mala influencia para tí.

Reí un poco ante sus descarada aceptación.—Tecnicamente, sí, estás siendo un muy mal ejemplo para mí como mi abuela.—Encogo mis hombros.—¿Y eso que importa? También eres mi amiga, y los amigos no suelen ser buenas influencias.

Esa típica sonrisa juguetona se forma en sus labios y vuelve a fumar, repitiendo el mismo proceso de encender, aspirar y exhalar.

Ella me ofrece el objeto entre sus manos.—¿Que clase de mejor amiga, Mala influencia, sería si no te doy un poco?

Alzo mis hombros mentalmente, lo tomo y trato de seguir el mismo proceso que ella realizó. Sostengo el encendedor y enciendo la hierba. Tozó un poco al sentir como el humo recoerre mi garganta. Ella ríe abiertamente y yo la imitó. Al parecer a alguien ya le entró el efecto.

Vuelvo a intentarlo, está vez me sale mejor.

No sé cuántos minutos pasamos haciendo ésto, pero lo he estado empezando a disfrutar.

—¡Vamos! ¡Sigue fumando, pulmones bebé!—Me insiste ella entre risas.

Yo tampoco he parado de reír.—¡Ya es mucho, canas plata!

—¡Tú puedes!

Le doy otra aspirada al humo.

Wow, Bob Marley debe de estar orgulloso de mí.

Gracias al cielo, mi última "fumada" fue la última calada que nos quedaba. Ahora solo nos tocaba esperar a que el efecto se terminará. Asi que recostamos nuestros asientos y buenos el techo del auto.

Yo me empecé a sentir algo extraño, nuevamente ese temblor en el cuerpo apareció.

Malditos ataques de ansiedad.

Por alguna extraña razón me empecé a estresar y eso estaba dándole paso a mi ansiedad.

Pero ahora, puedo sentir como mi abuela pone la palma de su mano en mi pecho. Giro a verla, tienen esa sonrisa llena de ironía.

—Estaremos bien, creo que ambos hemos probado peores drogas.—Ella habla de medicamentos.

—Oh, sí. Estoy desacuerdo con eso.

—Ni una palabra a tus padres, Karter Emilio Brownbear Roux.

Yo reí, otra vez, ante la forma de decir mi nombre completo.—Ni una palabra de ésto a mis padres, Emilia  Esperanza Marques De la cruz.

Después de nuestro "viaje", volvimos a casa, rezando por qué no sospecharan nada.

Que lindos momentos abuela y nieto.

X--------------------------------------X
Nota de Autor:

OMAIGAAAAAAAT medio potente el capitulo ¿No creen?

Doña Emilia es todo un desmadre marica jajaja. No sé, quiero una amiga como la señora.

KARTER BE LIKE:

Cómo sea, hasta aquí nuesto capitulo.

Voten, comenten y compartan.

🌟Tomen awita y nunca dejen de sonreír 🌟

—K.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro