Desperté con un fuerte dolor que al intentar moverme solo logró agudizarse más.

— Ahg — me quejé llevando mi mano derecha a la zona.

— ¿Duele mucho? — escuché una gruesa voz y miré en dirección a ella. Namjoon estaba parado en el umbral de la puerta.

— Maldito bas... — no pude seguir hablando por el dolor tan fuerte que sentía en mi cuerpo y cráneo.

— ¿Pensabas qué podías meterte con mi esposo y quedar impune? No y de paso... — carcajeó — Intentar separarlo de mi lado.

— T-tú solo le has dado una mala vida, lo has engañado, maltratado y chantajeado por años... J-jimin no merece eso.

— ¿Eso es lo qué te dijo? — se rió — vaya mierda habla de quién le dió de comer por tanto tiempo. Pero bueno, así es la gente de mal agradecida.

— Tienes una orden de alejamiento, No puedes estar cerca de él.

— ¿Y creés que eso a mí me importa? Jimin me pertenece, me debe lo que es hoy en día, gracias a mí sigue vivo y gracias a mí no fué a la cárcel por asesino.

— ¡Él no los asesinó! F-fué un accidente — dije lamentándome por haber gritado. Mi cabeza dolía muchísimo.

— No, no. Él sí los mató, fué su culpa no haberles dicho la verdad sobre el auto defectuoso que había comprado. Los dejó tomarlo y fue incapaz de decirles "sálganse del carro así sea saltando en movimiento" eso los habría salvado. Hubiesen tenido raspones o golpes y estarían vivos, pero se quedó callado ¿Por qué? Porque estaba harto de ellos, no lo dejaban vivir, y siempre estaban juzgando todo lo que él hacía.

— Mentira, él me dijo que lo amaban...

— Te mintió — rió de lado — ¿Sabes cómo me enamoré de él? Permíteme te doy un resumen: SeungWoo y yo éramos mejores amigos, estudiábamos juntos, peleábamos juntos. Jimin siempre se me había hecho lindo pero yo era un tipo de mala reputación y me daba pánico acercarme a él. Eso lo supo Woo. Le confesé lo mucho que me atraía ese pequeño y él simplemente fué y lo hizo su novio... Me tocó tragarme todo lo que sentía y ver cómo lo besaba y manoseaba en frente de todos. Yo me volví el amigo. Cuando Woo se iba de fiesta y engañaba hasta el cansancio a Jimin yo era quien lo consolaba y eso solo alimentaba mi amor por él — inhaló — le dije mil veces que SeungWoo era una mierda pero al parecer a él así le gustaban — volvió a sonreír — cuando su familia murió, él estaba devastado... Pero no tanto por sus padres, sino por Woo. Yo cuidé de él hasta el día que se quiso suicidar. Se casó conmigo por lástima y compromiso; eso me lo dijo un año después cuando me quiso dejar, luego de haberme hecho creer que estaba enamorado de mí. Pero conmigo nadie juega ¿Sabes? Si tengo que ir preso por todo lo que he hecho me aseguraré de llevarme a Jimin porque su castigo por no amarme es tener que vivir toda su vida a mi lado.

  Miré al rededor y me dí cuenta de que ya no estábamos en el mismo lugar. Parecía más una bodega, había sangre seca por las paredes, pisos y no lograba reconocer nada.

— ¿Estás detallando el sitio? — se rió mientras mirabas también — Aquí era donde se realizaban las peleas, murió bastante gente sólo por avaricia.

— ¿Dónde está Jimin?

— Oh... ¿Lo extrañas mucho? ¿Cómo no me imaginé que te estabas follando a mi esposo? Jimin siempre hablaba de lo bien que lo tratabas. De lo mucho que amaba trabajar en esa compañía y muchas mierdas más que me hicieron arrepentirme de dejarle ese proyecto a él. ¡Tráelo! — gritó hacia afuera y unos segundos después entró Baekyung arrastrando a Jimin quien estaba esposado y vendado de ojos y boca.

Me levanté con la poca fuerza que tenía y Namjoon me apuntó con un arma — No te muevas o te mato.

— ¿Por qué estas haciendo esto, Baek? — pregunté con lágrimas en los ojos y un profundo dolor.

Él solo desvío la mirada y no contestó — átalo a él también — ordenó — si intentas algo te mataré y lo mataré — me dijo, apuntando hacia Jimin.

Baekyung ató con una cuerda mis manos y yo solo me dejé hacer — Jimin, amor... Soy yo — le hablé para que me reconociera, él no podía hablar porque estaba amordazado pero su pecho subía y bajaba por espasmos a causa del llanto.

— Tan románticos — se burló Kim — los dejaré un rato aquí para que recapaciten — lanzó a Jimin contra el piso y le ató los pies; hizo lo mismo conmigo — diviértanse — se fueron cerrando la puerta.

El lugar quedó completamente oscuro. Me arrastré hacia mi chico y le hablé — Estoy aquí — con mis dientes mordí la tela que tenía en su boca y jalé hasta bajarla a su cuello — Bebé, hablame.

— J-jung — su voz se escuchaba tan rota — fuí estúpido, todo es mi culpa.

— No amor, shh... Está bien, son ellos que están enfermos, tú no tienes la culpa de nada.

— Baekyung fue a buscarme al trabajo, me dijo que si no iba con él... Algo malo te pasaría, me hizo creer que te tenían secuestrado — ví como gruesas lágrimas bajaban por sus mejillas.

— Maldito hijo de puta.

— Tengo miedo, Kook.

— Tranquilo, mi amor, saldremos de esta, confía en mí — le dí un beso mojado con nuestras lágrimas y cansado como nuestros cuerpos.