Narrado por Jungkook

   Jimin trataba de hablar pero las palabras no salían, tenía un shock emocional muy grande y yo no sabía qué mierda hacer. Me habían quitado mi teléfono y mi arma. Solo quería que saliéramos de ese jodido lugar.

— Bebé, por favor. Dime por dónde ir — rogué.

— Y-yo... No lo recuerdo, creo que por allá — señaló — lo jalé por el brazo y corrimos juntos.

Detrás de nosotros se escuchaban cosas caer y sabíamos que Namjoon venía siguiéndonos el rastro. No entendía como podía caminar estando herido en la pierna, pero recordé que mi padre decía que el odio podía impulsarte más fuerte que un motor.

— Por aquí — dijo Jimin y seguimos hasta conseguir una puerta que estaba cerrada con una cadena vieja y oxidada — es una de las tres salidas que hay, l-la otra está muy lejos.

Mierda... Miré al rededor buscando con que abrirla y ví un extintor de incendios, lo tomé y comencé a golpear la cadena, sintiendo los nervios a flor de piel.

Vimos como Kim entró al lugar donde estábamos y aunque caminaba con dificultad y su pierna chorreaba sangre, se acercaba a nosotros.

Con un último golpe, la cadena se rompió y salimos corriendo, era de noche todo estaba sumamente oscuro, habían árboles por todos lados y pude ubicar que estábamos en un bosque muy alejado de la ciudad.

Jimin y yo corríamos mirando hacia atrás, viendo como aquel desquiciado nos perseguía. Mi temor aumentó cuando vi que sacó una navaja y yo no tenía nada con qué defendernos, solo mi fuerza.  

Seguíamos corriendo hasta que quedamos frente a frente con un muro, era una gran reserva de agua.

Por un lado había cercado eléctrico y por el otro estaba Namjoon sonriendo tétricamente mientras más se acercaba a nosotros — Los tengo, hijos de puta — dijo escupiendo sangre.

Puse a Jimin detrás de mí y me cuadré dispuesto a pelear pero un disparo salió de la nada hiriéndolo en la otra pierna.

Namjoon cayó en la arena y se quejó del profundo dolor.

Miramos asombrados hasta el lugar de donde vino y vimos como varias personas llegaron. Dos oficiales levantaron al hombre del suelo y lo esposaron — Kim Namjoon, está usted detenido, tiene derecho a permanecer callado ya que todo lo que diga podrá ser usado en su contra. Aunque con todas las pruebas que tenemos, seguro se va a pudrir en la cárcel.

— No saben con quién se están metiendo... — fue lo último que le escuché decir.

Jimin y yo estábamos sin palabras, sin fuerza e inmóviles. Reconocí el rostro de Jin cuando se acercó a abrazarme y luego a mi chico. Todo pasaba en cámara lenta y no visión era borrosa.

Ví a algunos metros a Taemin con ojos rojos cargados, mirando hacia nosotros. Me sentí terrible por él.

— ¿Están bien? — preguntó mi amigo.

— ¿Nos vemos bien? — cuestioné seriamente. Abracé a Jimin y él solo se puso a llorar.

— ¿Por qué te empeñas en hacer todo solo, Jungkook? — me regañó — si me hubieras avisado lo que ibas a hacer nada de esto habría pasado.

— ¿Cómo es que dieron con nosotros?

— Fué gracias a él — señaló a Taemin — vamos a la ambulancia, los llevaremos al hospital y en el camino les contaré todo.

   Taemin daba vueltas en el departamento, la hora de irse junto a Baekyung estaba llegando y no había logrado saber nada más de él.

Después de que Jungkook salió como alma que lleva el diablo, no pudo volver a comunicarse con su pareja.

El celular salía apagado todo el tiempo pero de igual forma le escribió cada dos horas, esperando que la notificación de entrega le llegara.

Tres días después, el teléfono de Baekyung fué encendido, se levantó de golpe de la cama y activó el rastreador, no quería ser paranoico pero algo estaba mal, asi que desde su computador rastreó el móvil, dándose cuenta de que estaba muy lejos de Seúl.

Llamó, pero aparecía que estaba en otra llamada. Salió del departamento dispuesto a ir hasta donde su hermanastro estaba, pero se encontró en el pasillo con un hombre de cabello oscuro tocando la puerta del departamento de Jungkook.

— Disculpa ¿Conoces al hombre que vive aquí? Soy abogado y ellos — señaló a tres hombres — son policías, lo estamos buscando.

— No sé si deba decir esto, pero algo muy raro está pasando, mi hermanastro está desaparecido hace días y Jungkook fué el último que habló con él. Antes de eso, me dijo que Baek se había llevado a Jimin, realmente no sé a dónde pero logré rastrear el celular y está en una carretera a las afueras de Seúl.

Jin y los oficiales se miraron entre ellos — Muéstranos, iremos hasta allá.

Condujeron, siguiendo el rastro del GPS hasta que horas después llegaron a una bodega abandonada cerca de la reserva de agua.

Entraron armados al sitio buscando una señal de vida.

Mientras los oficiales y Jin miraban por un lado, Taemin a lo lejos vió un brazo en el suelo que sobresalía de una puerta, su corazón se detuvo al reconocer la pulsera roja que este llevaba en su muñeca.

Con lágrimas a punto de salir de sus ojos y un mal presentimiento, se acercó hasta el lugar y vió el cuerpo balaceado de Baekyung — ¡No! ¡Baek! — gritó cayendo al suelo junto al ser frío y sin vida, llorando a mares mientras lo sostenía en sus brazos — No... Por favor, bebé, dime que no es verdad. Dime que no es cierto ¡Nos íbamos a ir juntos! ¡Lo prometiste! Después que papá nos separó porque decía que estábamos enfermos nos volvimos a encontrar... Íbamos a irnos juntos a busan, por favor ¡Ayúdenme!, mi amor, despierta, por favor. Te lo suplico, Bae... Bebé — los policías y Jin corrieron hasta donde él estaba, para separarlo de su hermanastro y uno de ellos tocó su pulso.

— Está muerto, no hay nada que podamos hacer.

Taemin lloraba sin aceptar lo que había pasado. Todo era tan injusto...

Jin miró el GPS y vió que el celular se seguía moviendo — ¿Pero que mierda? Si Baekyung está aquí ¿Quién tiene su celular?

— Llamaré una ambulancia para que saquen el cuerpo, ustedes tres sigan el rastro, está aquí cerca — dijo uno de los policías.

— Taemin, si quieres ve con él — propuso Jin.

— No... — dijo limpiándose las lágrimas y nariz con el antebrazo — Quiero ir con ustedes, saber quién le hizo esto.

— ¿Estás seguro?

— Lo estoy — dejó un beso sobre los labios sin color de su amado, antes de ponerse de pie.

 Corrieron por el bosque siguiendo el radar hasta que a lo lejos vieron la figura corpulenta de Kim Namjoon acercándose con una navaja suiza a Jimin y Jungkook que estaban arrinconados.

    
         
— Y eso es todo lo que pasó — terminó de contar Jin.

Taemin iba en la ambulancia con ellos sin decir absolutamente nada.

— Gracias... — dijo Jimin, dirigiéndose a él.

— ¿Cómo fué?

— ¿Eh?

— Baek... ¿Cómo murió? — preguntó Taemin sin mirar a nadie, solo observaba el suelo.

— Nos estaba ayudando a escapar. Namjoon... Bueno... Él lo asesinó cuando intentamos huir.

— O sea que por ustedes mi Baek está muerto — dijo con odio mirando al rubio.

— No — intervino Jungkook — tu hermano participó en el secuestro de mi novio y formó parte de toda la mierda que tuvimos que pasar, nos tuvieron encerrados por ¡Días! En esa maldita bodega a punta de agua, y al final la culpa lo hizo que nos intentara ayudar. No tuvimos nada que ver. Y ten cuidado como le hablas a Jimin, él es una de las víctimas aquí.

Taemin solo comenzó a llorar y el rubio con buen corazón le consoló poniéndole la mano en el hombro — Lo siento mucho — se disculpó.

— Ahora viene el juicio — dijo Jin — Tienes que prepararte. Namjoon será atendido por sus heridas y luego podrá presentarse en el estrado.

     Bueno gente, gracias por leer, creo que en dos caps más se acaba esto, de verdad quiero agradecer por su apoyo pq en esta historia viví lo que es actualizar y tener lectoras de inmediato y eso me hizo sentir muy feliz. Gracias por sus votos y comentarios las amo mucho 💜