Unos días después, las cosas parecían haber mejorado o al menos de alguna forma.

Jungkook estuvo de vuelta en el instituto, aún tenía algunos rastros de golpes en su cara, pero parecía que pronto iban a desaparecer.

Taehyung en todos estos días hizo su mayor esfuerzo para acercarse al pelinegro, el cual siempre se quejaba cuando lo tenía cerca, pero de alguna forma, se había acostumbrado a su presencia. Ocasionalmente le traía algunas golosinas de la cafetería o refrescos de la misma, como una clase de manipulación dulce para no alejarlo de él.

Pero a pesar de eso, Jungkook siempre fue tan cerrado como siempre y no parecía que avanzó mucho con él, pero algo era algo ¿no?

"Kook" llamo él rubio que se encontraba algunos pasos atrás del mencionado, caminando con lentitud "¿dónde está tu primo? no he vuelto a verlo por aquí"

Jungkook se quedó en silencio por unos segundos, hasta que por fin se digno a hablar.

"Yugyeom normalmente se pasea más por los pasillos de los grados más avanzados, ahí están todos sus amigos" respondió con simpleza.

"¿Um?" ladeó su cabeza "pero yo siempre lo veía contigo"

"Era así, hasta que tu" remarcó la última palabra "empezaste a pegarte a mi como una garrapata"

Él rubio hizo un diminuto puchero lo que causó que Jungkook rodará los ojos, era tan infantil.

"Deja de hacer boca de botella, idiota"

Taehyung inmediatamente hizo lo que se le ordenó, aunque poniendo una expresión de reproche

"Eres realmente rudo cuando te lo propones ¿eh?"

Él pálido termino por chirrar los dientes para después solamente aumentar el paso, taehyung obviamente lo siguió por detrás como un perrito faldero.

Jungkook se sentía raramente bien. Desde que él idiota de taehyung comenzó a perseguirlo por todos lados no paso por ninguna situación insinuante o tuvo toqueteos en su cuerpo, de alguna forma, se sentía protegido ya que al tener alguien tan cerca de su persona no habría nadie que se acercaría para lastimarlo.

Su hermana en algunas ocasiones siempre le dedicaba malas miradas o algunos choques de hombros cuando se cruzaban por los pasillos, ya que en lo que le queda claro, él rubio tuvo cierta lejanía con la fémina y bueno, obviamente ella lo estaría culpando.

Sin embargó, no le importaba mucho si se lo preguntaban.

El día paso más rápido de lo común, así que no tardó mucho en llegar a su casa y adentrarse en silencio en su habitación como siempre lo hacía. Sus padres normalmente siempre trabajaban durante todo el día, asi que solo se encontraban junghwa y él en la casa.

Su vida era algo miserable por así decirlo, pero prefería estar en la soledad y oscuridad de su cuarto a relacionarse más de lo necesario con los monstruos que decían ser su familia.

Jungkook siempre contuvo la fé de que algún día saldría de esa detestable cárcel en la que lo había condenado la vida, en cuanto fuera mayor de edad y tuviese por lo menos sus estudios acabados, haría lo posible por independizarse. Era de sobra mencionar que no le tenía ningún tipo de cariño a sus progenitores, desde pequeño se ganó el puesto de ser la oveja negra de la familia, junghwa siempre fue la triunfadora del cariño de sus padres.

Ella se aprovechó de ello, por supuesto, su personalidad 'dulce' y 'gentil' no era más que una fachada que ella había inventado.

Él era quien verdaderamente sabía la gran víbora que era su hermana, lamentablemente, le tocó aprender de la peor manera..

Su desdicha de recuerdos fueron interrumpidos cuando escucho la puerta de su habitación siendo abierta.

No sé sobresalto en lo absoluto, sabía muy bien quien era.

"Hey, kookie" oyó la voz femenina justo atrás suyo, tal vez estaba a los pies de su cama.

No le devolvió el saludo, para nada.

"Es bueno que no abras la boca, me gusta que lo hagas" sintió un peso extra en su cama, no podía verla debido a que estaba de espaldas así que asumió que se había sentado en el colchón "siempre eres tan obediente"

"¿Necesitas algo?" fue al punto.

Junghwa sonrió con cinismo, encogiéndose de hombros aunque sabía que no la miraba.

"No es nada importante" comenzó diciendo, en un tono aparentemente dulce "sabes que me gusta mucho taehyung ¿verdad?"

Él menor guardo silencio

"He visto que se a acercado mucho a ti últimamente" soltó una risita.

"No es lo que piensas" dijo bajito, con sus ojos dilatados pegados a la frazada de su cama "e-es...se acercó a mi de repente, siempre hago lo que puedo para alejarlo"

"Entiendo perfectamente" la fémina soltó un suspiro "tu no quieres meterte en problemas conmigo, kookie"

El terror se instalo en su pecho cuando sintió como junghwa se ponía de pie y se acercaba hasta su lado, aún sin tocarlo.

"No" corto.

"Taehyung me a estado ignorando por querer jugar al guardián contigo, kook ¿no crees que es muy egoísta de tu parte?"

"Yo te juro que no hice nada para que se acercara...-"

Sus palabras fueron interrumpidas cuándo la mayor lo obligó a observarla, tomando su mandíbula y clavando sus largas uñas en sus mejillas.

Comenzó a temblar.

"Eso no es lo que te pregunté"

Su respiración se cortó ante el abundante miedo que rodeo todo su ser. Se sentía tan patético, detestaba con toda su alma dejarse doblegar tan fácil y más cuando se trataba de su hermana.

"Lo lamento mucho, de verdad"

"Ese no me interesa" le proporciono un apretón que lo hizo jadear de dolor "no quiero ver tu repugnante existencia cerca de él, siquiera que estés cerca" espeto

Jungkook asintió como pudo, debido a que las palabras se quedaron atoradas en su garganta.

"Y para asegurarme de ello" dijo con cuidado "tendré que soltarles la sopa a mis padres, kookie"

Él menor la miro confundido, aún con ese deje de miedo en sus cristalizados y oscuros ojos.

"¿A que te r-refieres?" ella estiró sus labios en una mueca.

"¿Recuerdas la golpiza que te dieron cuando se enteraron lo que estuviste a punto de hacer en los baños de la escuela?" murmuró cerca de su cara "yo nunca les dije que fue un hombre con quién te encontré" agrando su mueca "¿que pensarían nuestros padres al enterarse de que tienen un sucio maricon viviendo bajo su techo?"

"¡Tu sabes que las cosas no fueron así!" se atrevió a decir, arrepintiendose de inmediato al ver la expresión asesina de junghwa.

"¿Crees que les importara lo que un maricon como tú diga?" la pelinegra soltó una falsa carcajada, soltando su barbilla "eres todo un ingenuo, kookie"

Jungkook araño la sábana sin poder evitarlo. Por supuesto, sus padres siempre tomarían la palabra de su hermana antes que la suya, jamás le creerían aunque les gritara que no era cierto. No importa cuánto llorara, suplicara o implorara por un poco de confianza por parte de sus progenitores, ellos nunca darían su brazo a torcer ni por su propio hijo.

Tenía tantas ganas de echarse a llorar en ese momento.

Junghwa lo observó un par de segundos más hasta que por fin se alejo, dando por terminado su cometido.

Estaba más que satisfecha.

"Entonces supongo que nos entendemos" concluyó, dandose la vuelta para caminar hacia la puerta de la habitación "¿verdad?"

"si, junghwa" susurró con la voz rota, encogiéndose en su lugar.

"¡Ujum!" abrió la puerta "entonces espero que cumplas tu parte del trato, jungkookie, creeme que no quiero volver a ver moretones en tu bonito rostro, o tal vez, con algo peor"

Él pelinegro soltó todo el aire guardado en sus pulmones en cuánto por fin se fue, intentando respirar con tranquilidad

De alguno u otro modo, la presencia de taehyung lo estaba afectando de sobre manera.

¿Que podría esperar? tenía claro que nunca sería diferente.

Nochu<3