¿Cuándo empezó a ser el amor trágico?

¿Cuándo su corazón se perdió tanto que no supo regresar a los brazos de su amado?

¿Cuántos te quieros se escondieron?

¿Cuántas promesas se rompieron?

¿Cuándo dejaron de quererse?

No, nunca lo hicieron. Jamás dejaron de amarse, sólo qué, la vida quiso que se separaran. Y uno de ellos, no quiso luchar más contra la vida.

AHORA

- ¿Estás segura de que quieres irte? -le preguntó él intentando mantener una calma que le era muy difícil pues parecía que ella lo tenía todo planeado y pensado sin darle derecho a réplica. 

Ella apretó sus labios sintiendo como las lágrimas caían descontroladas por sus mejillas. No podía contestar a una pregunta para la que no tenía respuesta. Miró al chico moreno con ojos color claro y sintió que el corazón se le rompía en miles de pedazos. Le costaba tanto mantenerle la mirada que el hacerse la fuerte era algo que no podía aguantar por más tiempo. 

Estaba destrozada, pero es que él estaba igual.

- Mi cabeza me dice que me vaya, que te deje Charles, porque mereces ser feliz, pero mi corazón no me deja -fue la respuesta que ella le dio a esa dolida pregunta.

- ¡Pues haz caso a tu corazón, cojones! -el grito del chico resonó en toda la estancia, provocando que ella pegar un respingo a causa de la fuerza de su voz.

Apoyó él sus manos sobre el borde de la mesa, apretando esta con tanta fuerza que sintió sus nudillos ponerse blancos a causa del agarre. 

- Es lo mejor, y lo sabes, Charles -volvió ella a repetirle por enésima vez desde que comenzaran esta desagradable conversación. 

- Tú te crees que lo sabes todo, ¿no, Cat? ¿te crees que mi prioridad en la vida es casarme y tener hijos? pues te equivocas, gatita. Parece mentira que no me conozcas. Yo no deseo eso -le dijo él haciendo mucho énfasis en sus palabras para que ella se convenciera por fin de que era lo que él pensaba de todo esto. 

- ¿Y qué es lo que quieres tú? -le preguntó ella apenas con un hilillo de voz.

Tenía que irse de ahí. De la que hasta ahora había considerado su casa, su lugar seguro. Aunque lo era porque Charles estaba en ella. Charles, su Charles. Quien le había enseñado a amar por primera vez en su vida. Quien le había demostrado que podía ser amada ella también y a quererse, sobre todo, a querer su cuerpo y su mente. 

Dicen que sólo hay un amor en nuestra vida, pues bien, Charles era el suyo. Y sería ese único amor. Ese que solo sucede esa única vez. 

- A ti Cat, eso es lo que quiero -sus palabras fueron pronunciadas acercándose muy lentamente a ella sin poder ni querer apartar su mirada de ella. De la que era su novia, o de la que pensaba que lo era hasta este mismo momento. 

- Charles, por favor, no hagas esto más difícil -le rogó ella apenas un hilo de voz, y con su confianza desquebrajarse con cada centímetro que él acortaba para estar más cerca de ella. 

- ¡Estoy ya hasta los huevos, Cat! -le dijo él alzando la voz- Mira, ¿sabes lo que te digo? que si quieres irte que te vayas. Que si quieres perder la oportunidad de estar al lado del hombre al que quieres y que te ama más que a su vida, vete. Porque nadie te va a querer tanto como te quiero yo, Cat. Porque me importa una mierda lo que no puede ser, lo que me importa es lo que es. Porque me has cambiado la vida y quiero que me la sigas cambiando. Y si de verdad tú no sientes nada por mi, si de verdad todas las promesas que me has hecho, han sido mentira, ahí tienes la puerta.

Las palabras de Charles eran duras, muy duras, pero, las más sinceras que le habían dicho en su vida. Estaba loca por él. Lo amaba tanto. Pero no quería hacerlo un desgraciado, porque a la larga sabía que él querría algo que ella no podría darle. Y eso era lo que le mataba. Lo que le impedía ser feliz a su lado.

Le dio una larga mirada y apretó sus dientes para no llorar otra vez. Cerró sus ojos pensando en lo que hacer los próximos segundos.

¿Despedirse para siempre del único hombre que la había amado por encima de todas las cosas?

¿O permanecer a su lado con todas sus consecuencias?

Cara o Cruz

Pares o Nones

No, que elija el corazón que al final es quien manda. 

De nuevo subo esta historia, pero esta vez con un protagonista nuevo con el que estoy más inspirada y con más ganas de escribir. Espero que esta historia sea de vuestro agrado. Un enorme beso para todos los que le dais una oportunidad a mis obras.