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33

—¿Qué quieres? —respondió en un tono indiferente —. Creí que no querías volver a saber nada sobre mí, ¿tan rápido volviste? —solto una risa.

Jungkook trago saliva y guardo silencio.

—¿Qué? —dijo —. ¿Te comieron la lengua los ratones?

—Necesito tu ayuda... —susurró finalmente cuando tuvo el valor de hablar.

—¿Mi ayuda? —rio —. Si que eres descarado.

—Puedo pagartelo después.

—Ah, si. ¿Cómo?

—No lo sé, podemos verlo después.

Silencio.

—Esta bien, ¿que quieres? —preguntó con interés palpable.

—Necesito un lugar donde quedarme.

—¿Y eso? —preguntó.

—Asuntos personales.

—Ya veo... Escapaste de casa.

Jungkook guardo silencio, sorprendido.

—¿Cómo... Sabes? —preguntó.

—Es fácil saberlo —cambio de tema —. ¿Dónde estás?

—En el parque del barrio...

—Ya voy para allá.

—Esta bien...

Corto la llamada y se quedó allí mirando el piso en silencio.

En menos de veinte minutos escucho un carro estacionarse.

Se asomo y miró la camioneta, se le hizo muy conocida así que salió de su escondite y camino hacía el carro. Se quedó ahí parado al lado de la puerta del copiloto.

De pronto los vidrios del auto bajaron y Taehyung asomo la cabeza.

—¿Te vas a quedar ahí parado? —preguntó —. Subete, pero ya —ordeno.

Jungkook asintió y abrió la puerta. Se subió al auto y puso su bolso entre sus piernas.

—¿Y por qué decidiste irte de casa? —preguntó con curiosidad.

—... —guardo silencio sin querer responder.

—Ya veo, no quieres decirme —tomo aire —. ¿Por qué? Te da vergüenza o simplemente no quieres decirme.

—La segunda —respondió mirando por la ventanilla del automóvil. Suspiró. Observó los carros transitar por las calles oscuras y reflexionó por si luego se arrepentiría de esta situación.

—¿Vamos al Bronx? —preguntó con curiosidad.

—Ujum... —respondió.

En unos minutos llegaron al Bronx. Se bajaron del automóvil y caminaron adentro.

Taehyung lo guío a su habitación, abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarlo pasar.

—Te quedarás aquí, no hay más habitaciones disponibles. A menos que te encante el olor a hierro.

Jungkook se estremeció al entender lo que quiso decir.

—Esta bien...

Entró en la habitación y se quedó parado examinandola. Antes no había tenido tiempo de hacerlo.

—Puedes dejar tus cosas en el armario, hay unos estantes sin llenar.

—Gracias.

Taehyung cerró la puerta saliendo de la habitación.

Fue hacía el armario y abrió los cajones, estaban ocupados solamente cinco y sobraban tres. Los suficientes para sus pertenencias.

Las ordeno correctamente y se fue a acostar a la cama.

Suspiró y cuando estaba apunto de cerrar los ojos escucho un gritó aterrador que le puso los pelos de punta.

Y después le siguieron más. Eran de un hombre y esos gritos eran terroríficos.

—¡PARA, PARA.  POR FAVOR. HARE LO QUE TU DIGAS SOLO DETENLO. MALDITA SEA! —se escucho en todo el pasillo y en la habitación.

Con miedo y curiosidad se levantó de la cama y fue hacía la puerta abriéndola. Se encontró el pasillo vacío.

Comenzó a caminar hasta llegar a la puerta donde provenían esos gritos. Si en la habitación daban miedo, ahí daban escalofríos.

Al observar que estaba medio abierta la empujó suavemente y pudo ver a un hombre de espaldas con guantes y un delantal negro. Pudo reconocerlo de inmediato: era Taehyung.

—Callate, maldita rata. Tras de que nos traicionas te atreves a gritar cuando estás recibiendo tu merecido —dijo enojado.

Y ante él, Jungkook pudo observar una imagen que no lo dejaría dormir por días.

El hombre que gritaba tenía toda la cara cubierta de sangre y pedazos de carne colgando de su rostro.

El aire en sus pulmones se detuvo.

Taehyung le estaba quitando la piel del rostro con un cuchillo.

Con manos temblorosas retrocedió y salió corriendo apresurado a la habitación.

Se encerró allí y con la respiración acelerada sintió el vomito subiendo por su garganta. Fue corriendo al baño y se dedicó a vomitar hasta que su estómago quedó vacío.

Lavo su boca con agua y luego de unos minutos se cepillo.

Ahora simplemente se sentía en shock, ya había dejado de temblar pero no sabía cómo sentirse al respeto.

Era como si todo estuviera pasando lentamente.

Se acomodo en la cama y cerró los ojos intentado dormir.

Por otro lado...

Taehyung suspiró al ver finalmente al tipo sin piel.

Luego de unos largos minutos lo había logrado.

—Ya sabías que pasaría si nos traicionas... Y aún así los hiciste —susurro.

El tipo se encontraba agonizando. Sino fuera porque estaba amarrado contra la silla ya se encontraría en el piso hace tiempo.

—Por favor... —suplico.

Si ya el dolor era insoportable las lágrimas que inevitablemente seguían saliendo le hacían ver y sentir el infierno. Las lágrimas le ocasionaba un dolor tan terrible.

Sentía que su cara ardía cada de una de ellas salía de sus ojos.

—Deja de lloriquear —dijo Taehyung —. Sabes perfectamente que esto te lo buscaste.

—Maldito infeliz —escupió.

—¿Cómo? —preguntó a la misma vez que se levantaba y le daba una patada en la cara, haciéndolo derribar.

—Ya verás, maldito —comenzo a patear su cara sin control, desahogandose.

Cuándo paro se agachó y observo que estaba más tieso que su ex.

—Ash, shibal —maldijo mientras le seguía dando patadas —. ¡No te vayas! —grito desesperado —. Justo cuando iba a comenzar a quemarte el rostro, quería verte sufriendo al oler tu carne quemada. Maldito animal de mierda.

Le dió la última patada con todas sus fuerzas y salió de la habitación.

Se adentro en su habitación y se sentó en la cama, ignorando al menor aparentemente dormido a su lado.

Jungkook al sentir movimiento a su lado despegó los ojos y observo a Taehyung de espaldas. Pero lo que lo dejo paralizado y sin habla era como estaba cubierto de sangre.

No entendía cómo después de torturar a una persona podía estar tan tranquilo. Definitivamente lo odiaba. Que clase de monstruo era ese.

Repentinamente se puso de pie y entró al baño.

Se desvistió y se metió a la ducha para darse un baño.

Al acabar salió del baño envuelto en una toalla y se comenzó a vestir.

Suspiró cansando y se acostó en la cama arropandose hasta el cuello.

—Descansa, mocoso de mierda —susurro antes de quedarse dormido.

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