30
∆ En este capítulo habrán escenas +18 hetero.
Al siguiente día no quería saber nada de Taehyung, y le alegraba porque tampoco recibió señales de vida por parte de él.
Había tomado una decisión: dejaría a Taehyung. No quería estar con alguien que le pegaba y trataba mal, y peor aún: que no quiso escuchar sus explicaciones.
Sabía que no sería tan fácil alejarse de Taehyung, pero creía que después el mafioso se aburriría y lo dejaría por cualquier chico como con los que se acostaba. Jungkook pensaba que no tenía nada especial así que no sería difícil que eso pasará.
Incluso ya lo había borrado de sus contactos.
Pasado mañana estuvo siguiendo su rutina con normalidad.
Ari le había insistido en ir al club del que le había platicado hace unos días, pero Jungkook al no sentirse tan bien se había negado, hasta que Ari finalmente lo convenció.
Habían quedado en ir a las siete de la noche. Jungkook pasaría recogiendo a Ari porque sino sus papás no la dejarían salir, y había sido aún más difícil convencerlos porque Jungkook era un hombre. Y a cualquier padre no le gustaría que su amada hija salga con un muchacho que no conocen a las siete de la noche para regresar a las once o doce.
Cuándo por fin los convencieron tomaron un taxi hasta el dichoso club.
Cuándo llegaron entraron grátis porque Ari se había hecho amiga de uno de los administradores semanas antes.
Primero habían pedido unas bebidas suaves mientras platicaba y miraban el lugar.
Después Ari lo había invitado a bailar y Jungkook no se negó.
Después de un tiempo decidieron separarse porque Ari se dió cuenta que si seguía con Jungkook iban a pensar que eran novios y no la invitarian a bailar.
Y tenía razón porque no mucho después la saco a bailar un tipo con una buena apariencia, definitivamente no era cualquier gamin.
Jungkook estaba aburrido viendo vídeos en su teléfono hasta que miró las notificaciones que le comenzaban a llegar.
Fue inevitable no ponerse nervioso pero decidió ignorarlo.
Al ver cómo le comenzaba a llamar apagó el teléfono y le dió un buen sorbo a su bebida.
Estuvo distraído con los pensamientos que su propia mente generaba hasta que sintió un toque en su hombro. Volteó inmediatamente, desconcertado.
Miró que al frente suyo se encontraba una chica bonita de pelo negro hasta los hombros, ojos negros, labios carnosos y un cuerpo de reloj de arena. También llevaba un vestido negro pegado a su cuerpo, con unos tacones de punta fina con el mismo color.
Al verla en lo primero que pensó fue en Daniela, le recordaba mucho a ella.
La chica le sonrió.
Jungkook ya fuera de sus pensamientos le correspondió.
—¿Estás aquí solo? —preguntó ella hablando un poco alto por el ruido del lugar.
—Ehh, si —respondió un poco nervioso.
No mentía. Le atraía, pero era una atracción muy baja, no despertaba casi nada en él.
—¿Con quién viniste? —preguntó acercándose coquetamente.
—Con una amiga, pero estaba bailando con alguien más —dijo en voz alta.
La chica hizo una mueca al escuchar que había venido con una amiga.
—¿Eres asiático? —preguntó con curiosidad.
Jungkook sin ánimos de dar explicaciones se limitó a asentir con la cabeza en respuesta.
La chica hizo una o con sus labios.
—¿Bailamos? —preguntó mientras le extendía su mano.
Jungkook nervioso miró la mano y a la chica. No era muy bueno bailando.
—Yo... No sé bailar.
La chica no mostró ningún gesto de rechazo.
—No importa, te enseño. La verdad solo tienes que dejar fluir tu cuerpo con el ritmo —dijo calmadamente.
Jungkook la miró vacilante y finalmente acepto la mano.
Fueron a la pista de baile y la chica se puso de espaldas a él.
—¿Cómo te llamas? —preguntó Jungkook.
—Samantha —respondió —. ¿Y tú?
—Jungkook.
—Esta bien, Jungkook. Ya vamos a comenzar —dicho eso comenzó a mover sus caderas.
Jungkook con nerviosismo la sujetó de sus grandes caderas y se fue moviendo al mismo ritmo que los demás hombres que había observado toda esa hora.
—Lo haces muy bien —dijo Samantha.
—Gracias... —susurro.
Estuvieron bailando por unos largos momentos hasta que se cansaron y se fueron a sentar mientras bebian algo.
—¿Cuántos años tienes? —le preguntó Samantha.
—Dieciséis —respondió —. ¿Y tú? —preguntó interesado. Le había caído muy bien la chica y ahora su atracción había incrementado.
—Catorce —dijo con calma.
Jungkook abrió los ojos.
—¿Cómo lograste entrar? —preguntó curioso.
—Mi primo es el dueño de esto.
—Ohh...
De pronto, Samantha tomo su mano y le sonrió.
—¿Me acompañas al baño? La otra vez que intente ir un tipo me estuvo acosando.
Jungkook que ya sabía que no era para ir al baño exactamente acepto.
Fueron al baño apresurados, tomados de la mano.
Jungkook ya podía sentir su corazón acelerarse y su cuerpo subir de temperatura.
Al llegar abrieron un cubículo y la acorraló en la pared.
Agradecía que los baños fueran muy espaciosos y que las puertas sean muy altas.
Samantha entrelazó sus manos atrás del cuello de Jungkook y se acercó a besarlo con desesperación.
Jungkook correspondió de inmediato y metió su rodilla en medio de las piernas de la chica.
Puso sus manos en su cadera y fue bajando poco a poco a su trasero. Después lo apretó y amaso con fuerza sacándole un gemido.
Cansados de los besos en la boca los bajo al cuello asegurándose de no dejar marcas.
Estaba batallando por no tocar los senos de la chica que se los veían muy apetitosos.
Ella bajo sus manos a pene de Jungkook que comenzó a tocar suavemente torturandolo.
Con la respiración acelerada lo empujó en la taza y lo hizo sentar ahí mientras se comenzaba a quitar la parte superior del vestido quedando en brasier.
Jungkook la tomo de la cintura y la acercó mientras enterraba su cara en los senos.
Los lamió y beso.
La chica se sentó en las piernas de Jungkook y comenzó a sacarle su miembro del pantalón.
Cuándo estuvo afuera comenzó a masturbarlo.
Jungkook soltó un gruñido mientras le quitaba el brasier y se metía un seno a la boca.
La chica que estaba tan mojada que sus fluidos ya hasta los sentía bajar por sus piernas gimió.
Ella del brasier saco un condón y lo comenzó a poner en el miembro de Jungkook.
Cuándo estuvo a punto de bajar Jungkook la detuvo.
—Espera —dijo con la respiración acelerada —. Tengo que hacer algo antes —y de su bolsillo saco su teléfono y mientras esperaba a que prendiera la chica lo miraba impaciente.
Cuándo finalmente prendió le escribio un mensaje a Ari.
Ari leyó los mensajes inmediatamente así que se tranquilizo y dejo el teléfono aparte para ponerse de pie y alzar la pierna de la chica mientras ella se sostenía de sus hombros.
—¿Es tu primera vez? —preguntó.
—No... —susurro ella entre gemidos.
Genial, el único virgen soy yo. Pensó.
Después de tener sexo se vistieron y salieron del baño.
Jungkook caminaba apurado.
—¿Por qué tanta prisa? —preguntó Samantha extrañada mientras trataba de seguirle el paso.
—Necesito ver a mi amiga —dijo.
Samantha no disimulo su disgusto.
Jungkook no le hizo caso y cuando llegó al salón busco a su amiga con la mirada. No tomo mucho tiempo ya que estaba en la barra sentada con el tipo con el que había bailado antes.
Camino con prisa al ver cómo él le estaba ofreciendo un trago con insistencia mientras ella se negaba.
Tomo el trago y le dió un sorbo mirándolo.
—¿No entiendes cuando es no? —preguntó con enojo.
—No te metas. —contesto con fastidio.
—Pues lo hago porque la hora de irnos ya llegó así que me la llevo —dijo mientras la jalaba del brazo y lo ponía por sus hombros para luego sujetarla de la cintura.
Sin esperar a que respondiera la saco del bar con mucho esfuerzo.
Ari soltó una suave risa.
—Despierta, tus padres me van a matar al ver el estado en el que llegas —dijo mientras esperaba a un taxi.
Ella volvió a reír, ebria.
—Quiero arroz con pollo —dijo enredadamente.
—Pues fíjate, que no me importa.
—Ush... —susurro e intento apartarse pero Jungkook no la dejo —. ¿Te fuiste a culiar verdad? —preguntó acusatoriamente.
Jungkook disimulo su nerviosismo y contestó.
—No, yo... Fui al baño...
—No sabía que no te podías limpiar el culo
—¿Eh? —preguntó desconcertado.
—¿Sino es así por qué entraste con esa niña?
—Si lo hice o no, no tengo porque decirte.
—Entonces si culiaron... ¿Qué se siente?
—¿Eh? —preguntó extrañado.
—¿Qué se siente meterla? —preguntó en medio de una risa.
—No seas cochina...
—¡Dime! —insistió.
—Pues... Rico —dijo con vergüenza.
Ari rio como si le hubieran contado el mejor chiste.
—¿Sientes mariposas en el pene? —rio.
Jungkook la miró raro para luego reír.
—Pues, podría decirse que si.
—Que rico —dijo.
Jungkook al ver cómo finalmente un taxi había frenado se apresuró a meter a Ari y a decirle la dirección.
Ari miró por la ventana en silencio antes de hablar.
—¿Podemos hacerlo?
—¿Que? —susurro exaltado y con pena al ver cómo el taxista los estaba escuchando.
—¿Hacer que? —preguntó en voz baja.
Ella se inclinó para crear confidencialidad y hablo en voz baja.
—Ya sabes... Lo que hiciste hoy —susurro con pena.
—¡No! —dijo asustado —. ¿Por qué?
—Quiero saber que se siente...
—No... Eso tienes que hacerlo con alguien especial.
—No creo que una tipa que acabas de conocer sea especial para ti —dijo acusatoriamente.
—Eso... es diferente.
—Aja... No seas hipócrita —lo señaló.
—Es que es la verdad, tienes que hacerlo con alguien que sea especial y que te respete para que la pases bien.
—¿Cómo fue tu primera vez? —preguntó con inocencia.
Jungkook recordó como si fuera una película su primera vez con Taehyung, solo había dos palabras:
—Fue horrible.
—¿Por qué?
—Porque si.
Ari no contenta con la respuesta le dió la espalda.
—Ya estamos cerca —dijo Jungkook.
Luego de unos tres minutos el carro aparcó al frente de la casa de Ari.
—¿Podría esperarme aquí por favor? Volveré rápido —suplico.
El taxista asintió y Jungkook tocó la puerta, a los segundos la mamá de su amiga le abrió.
—¿Por qué llegan a esta hora? —dijo rabiosa.
—Perdón, señora. Se nos pasó —contesto con pena.
Ella se apartó y lo dejo pasar.
—La iré a dejar a su cuarto —aviso Jungkook.
Subió a la habitación de Ari, abrió la puerta y la acostó en la cama. Le quitó los zapatos y los accesorios para finalmente arroparla con una cobija por el frío.
Salió de la habitación y bajo encontrando a la mamá de su amiga.
—Gracias por traerla —dijo.
—No es nada, seño. Era mi responsabilidad —contesto amablemente.
—¿Quiere tomar algo? Hay pan y tintico —dijo con amabilidad.
Jungkook sonrió en agradecimiento.
—No, muchas gracias pero tengo que ir rápido a mi casa.
—Esta bien, que le vaya bien y mi Dios lo bendiga.
—Gracias —dijo y salió de la casa.
Se subió de nuevo al taxi y le dió su dirección.
Cuándo por fin llegó a su casa le pago y se bajo del taxi.
Entró con cuidado de no despertar a sus padres.
Subió a su habitación sigilosamente y se acostó unos segundos para procesar todo lo que había pasado hoy.
Se había acostado con una extraña y ni siquiera tenía su número. Un día sin Taehyung es igual a un día hermoso, pensó.
Sonrió con satisfacción y se quitó la ropa para cambiarla por una pijama.
Mañana ya se bañaría, no quería despertar a sus padres con el ruido de la ducha.
Prendió su teléfono y en un minuto parecía que iba a estallar de lo mucho que vibraba. Miró la pantalla alarmado y todos eran mensajes de Taehyung.
Cuando dejo de vibrar entro a WhatsApp y fue al chat de Taehyung, tenía más de dos mil mensajes. Todos con amenazas y diciéndole cosas como que lo deje de ignorar.
Aparto el teléfono inquietado y se quedó pensando en todo hasta que por fin se durmió a las tres de la mañana.
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