29
Este día en particular Jungkook había recibido una llamada de Pantera.
“—Tengo información.
—¿Qué es? —preguntó esperanzado de encontrar algo más.
—La causa de su muerte no fue por un prestamista... —revelo.
—¿Entonces por qué?
—Hizo tratos con quién no debía... —dijo misteriosamente.
—¿A qué se refiere con eso? Sea más claro.
—Niño estúpido, me refiero a que hizo tratos con alguien muy peligroso. Esa persona no respeto el trato y le pasó lo que le pasó.
—Usted... ¿Sabe quién es?
Se oyó un suspiro.
—No... Pero puedo tratar de averiguarlo.
—Esta bien, muchas gracias por su colaboración.
—Cual gracias ni que ocho cuartos, cincuenta barras en ya sabe dónde. Aquí lo estaré esperando —y colgó.”
Esa tarde Jungkook fue al Bronx, pero está vez para reunirse con Pantera.
Al llegar tocó la puerta tres veces y dijo la contraseña.
Al segundo le abrió.
—Sabes que... Dame el dinero y llévate está papeleta. Es la última y tengo que hacer nuevos pedidos —le paso una papeleta con un polvo blanco.
—A mí no me gusta eso... —lo rechazó apartandolo.
—Me importa tres cominos. Llévatela, la puedes vender en el camino.
—Esta bien —la guardo en su bolsillo trasero y se apresuró a entregarle el dinero. Pantera lo contó cuidadosamente y sonrió con satisfacción.
—Tratare de encontrar información lo más pronto posible —dijo con una sonrisa.
—Si sabes algo me llamas.
Pantera asintió en respuesta y Jungkook se apresuró en salir y miró al rededor para ver si los habían visto.
Comenzó a caminar hasta la salida pero solo cuando le faltaban unos pasos sintió una mano en su hombro.
Se quedó frío inmediatamente.
Giro lentamente y se encontro con uno de los hombres de Taehyung.
Lo habían pillado.
Antes de que pudiera hablar otro se había acercado por su izquierda y entre los dos lo estaban llevando hacía Taehyung.
—Suéltame —forcejeo, pero fue inútil.
Al llegar a la oficina de Taehyung tocaron la puerta y lo dejaron dentro de un empujón.
Cayó de rodillas y sus manos impactaron con el piso.
Soltó un jadeo y se paró, miró fijamente a Taehyung y paso saliva al verlo con una expresión más seria que de común.
—Viniste y ya te ibas yendo, algo me dice que no viniste a verme... —se paro.
Jungkook se apresuró a ponerse en pie y no tuvo la valentía para mirarlo a los ojos.
Taehyung se acercaba a él lentamente.
—¿No vas a hablar? —preguntó.
—Yo apenas acababa de llegar y ya iba a venir a verte —mintió.
Algo le decía que no podía contarle a Taehyung. Confiaba en él, pero lo que le había dicho estaba raro. Y su instinto nunca fallaba.
—¿Ah sí? Entonces porque te ibas yendo.
—No me estaba yendo —se apresuró a decir.
—Te vi, así que deja de mentirme —advirtió ya lo suficientemente cerca.
—No estoy mintiendo...
—¿Qué es lo que me estás ocultando? —preguntó duramente.
Hoy Taehyung había revisado el teléfono de Jungkook y se había dado cuenta que recibió una llamada de un número que no estaba registrado.
—Ya te dije que nada —respondió en un tono brusco.
Taehyung se acercó peligrosamente y en un rápido movimiento lo volteó y lo puso contra la pared. Lo tomo de las caderas y acerco su cara al cuello del menor.
Jungkook comenzó a respirar entre cortadamente.
—¿Qué... Es lo que estás haciendo? —preguntó nervioso y sin tratar de moverse.
Las manos de Taehyung acariciaron su cintura y aspiro su aroma haciendo erizar los vellos de Jungkook.
Se encontraba tan hipnotizado que no se dió cuenta en el momento que Taehyung saco de su bolsillo la papeleta.
Rápidamente lo soltó, y Jungkook al darse cuenta se volteó y lo miró con ojos asustados.
Taehyung se quedó examinando la papeleta.
—Así que era por esto a lo que venías —dijo duramente.
—No —se apresuró a negar.
—¿Ah no? —cuestiono —. ¿Y que hace esto aquí en TU bolsillo? —alzo la papeleta y la tiró en dirección a su cara.
—No es mía —susurro ya transpirando.
Taehyung lo sostuvo de sus brazos y lo tiró contra la pared haciéndole golpear la cabeza de paso.
Jungkook soltó un grito y un gemido de la impresión y dolor.
Con los ojos llorosos continuo hablando.
—No es mía, yo no meto de eso —dijo con la voz temblorosa y los ojos empañados.
Taehyung apretó su agarre haciéndolo chillar.
—Odio que me mientan —dijo en voz baja pero notandose lo enojado que estaba.
De un solo movimiento lo tiró al piso haciéndolo rodar.
Jungkook asustado se arrastro en el piso intentado ponerse a salvó y salir corriendo.
Cuándo estuvo a punto de ponerse en pie Taehyung lo sujetó del cabello con fuerza y lo arrastro hacía la puerta y le puso seguro para volver a estrellarlo contra la pared.
Jungkook ya se encontraba con tanto miedo que lo único que buscaba era poder escapar o tratar de que los golpes no sean tan fuertes.
Taehyung volvió a tirar de su cabello y lo miró fijamente.
Jungkook se encontraba con los ojos cerrados fuertemente, con bastante miedo como para poder abrirlos.
—Sabes que no me gustan las mentiras, ¿verdad? —preguntó en su oído.
Jungkook al escucharlo tembló y comenzaron a salir lágrimas de sus ojos.
—¿Lo sabes o no? —preguntó con fuerza mientras jalaba el pelo con más fuerza.
Al ver cómo Jungkook solo lloraba apretó su cuello con ambas manos.
El menor con sus manos temblorosas trato de apartar a Taehyung sin éxito.
Abrió la boca tratando de poder respirar.
—¡Habla! —gritó Taehyung con enojo.
Jungkook comenzó a asentir salvajemente.
Taehyung lo soltó lentamente y Jungkook estuvo a punto de caer pero Taehyung lo sujetó del pelo sacándole un jadeo.
—Sabes que no me gustan las mentiras y aún así sigues mintiendome sin parar.
—Perdón —sollozo.
—¿Cómo? —preguntó con voz airada.
—Per... Perdón —volvió a susurrar.
—Ahh, no. No, mi amor —sonrió —. Está vez no la dejaré pasar.
Jungkook tembló violentamente y se agachó en su rápido movimiento.
Intentando quitarle los pantalones a Taehyung mientras susurraba “perdón” miles de veces.
Taehyung rio pero al segundo lo levanto agarrándolo del pelo y lo estrelló contra su escritorio.
—Maldita puta —susurro —. ¿Crees que dándome una mamada te puedo perdonar?
Jungkook se quedó en la posición que había aterrizado sin querer mirarlo a la cara.
No entendía cómo solo por un sobre había terminado en esta situación, solo rogaba que ya terminará.
—¿Me estás escuchando? —preguntó con enojo.
Jungkook asintió.
—¿Entonces que estaba diciendo? —preguntó mientras comenzaba a acercarse.
Jungkook corrió a abrazarlo mientras lloraba.
—Perdoname —susurraba entre lágrimas.
Taehyung se tomó unos segundos para finalmente apartarlo y casi hacerlo caer de una bofetada que resonó en toda la habitación.
Luego de verlo solto un suspiro seguido de una risa.
—Creo que esto es suficiente —dijo mientras Jungkook sollozaba con violencia —. ¿Te quedó clara la lección?
Jungkook con miedo de volver a hacerlo enojar respondió rápidamente.
—S...si.
Taehyung le dió la espalda y fue a abrir un cajón de una repisa.
Saco un botiquín y lo puso en su escritorio. Lo agarro del brazo y lo jaló.
Con su mano tiro las cosas que estaban en el escritorio y lo alzó haciéndolo sentar ahí.
Comenzó a sacar las cosas del botiquín y puso unas gotas ungüento en un algodón.
Alzó la cara de Jungkook que se encontraba agachada mientras trataba de calmar su llanto.
Taehyung sintió algo aumentar su tamaño al ver los ojos de Jungkook rojos por el llanto, los labios hinchados y tamblorosos y su cara con lágrimas secas. Y lo que más le ponía era esa mirada llena de mío, por él, solo por él.
Con una gran fuerza de voluntad se obligó a curar las heridas.
Cuándo por fin termino con su cara le quitó la camisa y pudo ver unos moretones en su abdomen, tomo un poco de pomada y la unto en las heridas.
Aparto las cosas y bajo a besar uno de los pezones mientras sentía el pecho de Jungkook subir y bajar por los espasmos del llanto.
Jungkook no opuso resistencia, solo dejo que Taehyung besara y tocará su cuerpo.
Cuándo se canso de sus pezones comenzó a besar el cuello haciéndolo culparse horriblemente. Se estaba exitando a pesar de lo que le había hecho Taehyung.
Parecía que su cuerpo no opinaba lo mismo que su cabeza.
Taehyung comenzó a besar sus labios mientras tenía una de sus manos en su cintura y la otra en la erección contraría.
Siguió besándolo sin importarle que Jungkook no le correspondiera. Le ponía más así, sentía como su fuera un muñequito, dejándose hacer todo.
Beso la partes trasera de su oreja mientras sentía el cuerpo de Jungkook temblar y hacer suaves movimientos debió a la estimulación.
—Sabes que no me gusta golpearte, pero hay veces donde me sacas la paciencia —susurró.
Jungkook al escuchar eso comenzó a llorar en silencio.
Taehyung terminó por quitar su ropa mientras el se bajaba el pantalón.
Tomo su erección entre sus manos y la sobo en el trasero del menor.
Fue introduciéndose poco a poco. Deleitándose con los quejidos de Jungkook junto con sus caras, estaba consciente que le dolía al no estar lubricado. Pero se lo merecía.
Se quedó sin moverse por un rato hasta que supuso que era suficiente tiempo y comenzó a penetrarlo con dureza.
Admiro como los ojos de Jungkook se dilataban y se empañaban de lágrimas, se deleitó con su cara de dolor.
Cómo le encantaba producir lágrimas en ese celestial rostro.
Jungkook lo abrazo por los hombros y escondió su cara en el cuello contrario.
Era consciente que estaba llorando, pero la verdad le importaba muy poco, siguió penetrandolo con fuerza.
En cada embestida podía admirar como el cuerpo de Jungkook producía espasmos debido al estar llorando.
Lo aparto y miró su rostro rojo e hinchado. Su labio estaba siendo mordido, su nariz roja y más grande de lo común. Ante muchos esa apariencia podría ser desastrosa, pero a los ojos de Taehyung, era increíble. Le fascinaba profundamente.
Siguió embistiendolo con más ganas luego de ver esa imágen. Podría ser un loco, pero uno con buenos gustos, no por nada se había obsesionado con Jungkook.
El pequeño no tenía ni idea de lo que Taehyung estaba planeando para él, y Taehyung lo subestimaba demasiado. Ese sería su más grande error. ¿Pero al fin y al cabo como terminará la historia? Era muy difícil saberlo con alguien como Jungkook que explota al llegar al límite y alguien como Taehyung que está explotando constantemente.
En una de las muchas embestidas de Taehyung, el menor terminó corriéndose con una gran carga de culpa sobre él.
En cambio, Taehyung solo estaba concentrado en su propio placer y con sus pensamientos maniáticos.
A los pocos minutos termino por venirse con un fuerte gruñido.
Salió con lentitud y comenzó a vestirse.
Jungkook se quedó quieto en el mismo lugar. Quería desaparecer, quería que fuera un sueño, quería poder ser transparente. Quería evitar esa situación, quería evitarla a toda costa.
—Vete, no te quiero ver por hoy —dijo con indiferencia poniendo el botiquín en su lugar.
Jungkook sintiéndose humillado a más no poder se apresuró a vestirse y salir de ese lugar con el alma rota y con la apariencia más deplorable.
Prefirió irse a pie hasta su casa.
No quería ver a nadie, y que nadie lo viera.
De todos modos no podía evitar sentirse como se estaba sintiendo.
Un muñeco roto, un muñeco manipulable a más no poder.
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