25
Jungkook despertó debido al insistente sonido de la alarma. Se removió con pereza, pero sintió un peso encima de su cintura que le impidió moverse, entonces recordó que le había pedido a Taehyung que durmiera con él después de tener sexo. La verdad no sabía porque le había pedido eso, se sentía confundido respecto a Taehyung.
El mayor al darse cuenta que Jungkook ya había despertado lo apretó más contra él mismo y hablo.
—¿Cómo dormiste, mi vida? —preguntó a la vez que lo miraba atentamente.
—Bien… —respondió para luego bajar la mirada.
—¿Cómo te sientes? —preguntó preocupado —. ¿Quieres que te cargue hacía la ducha?
Jungkook guardo silencio por un momento.
—No… así estoy bien.
Taehyung rápidamente noto su comportamiento raro, estaba alejado de él. Y eso le molestaba. Jungkook tenía que despertarse sonriente a su lado y abrazarlo y besarlo, no poner una barrera de por medio.
—Está bien.
Se bajo de la cama y le quito la cobija de encima para darle la mano y ayudarlo a bajar. Jungkook la acepto muy lentamente.
Taehyung ignorando lo que le había dicho lo cargo al estilo princesa hacía el baño.
—Dije que no era necesario —reprocho el menor.
—No voy a permitir que tus preciosos pies toquen el piso.
Jungkook se removió con incomodidad por el halago.
Taehyung al notarlo también se tensó.
Lo dejo contra la pared suavemente y lo comenzó a desvestir.
—Lo puedo hacer yo mismo, no es necesario —aparto sus manos, pero Taehyung no le hizo caso.
—Déjate tratar bien —dijo inexpresivo.
Jungkook se dejo y al terminar desnudo al frente del mayor miró a otro lugar con incomodidad al sentir su mirada en su cuerpo.
De pronto Taehyung se agacho y tomo uno de sus muslos, Jungkook rápidamente bajo la mirada para observarlo.
—Las marcas… —susurró —. Son hermosas —se acerco a besarlas —. Ahora cada que las mires vas a pensar en mí.
“Tienes razón, lamentablemente” pensó Jungkook entre sí.
Taehyung se puso de pie y lo observó, se acercó a su rostro y lo tomo con firmeza del mentón obligándolo a mantener contacto mientras lo tomaba de la cintura con su mano libre.
—Eres mío.
Y Jungkook se sentía tan mal, porque de algún modo se sentía así. De Taehyung, su propiedad. Su cuerpo, su alma, sus sentimientos, sus besos, absolutamente todo. Pero se replicaba en su mente que no podía ser malo, solo se negaba a aceptarlo. Taehyung lo trataba bien, le decía halagos, se preocupaba por él, lo miraba con deseo y algo más que no podía explicar. Era como cuando miras algo hermoso, pero a la misma vez con posesividad, como cuando sabes que es tuyo y solamente tuyo.
No era del todo malo, se convenció. Debía de admitir que había veces donde no eran tan cariñoso o comprensivo, pero habían sido muy pocas y la verdad sentía que Taehyung lo quería. No sería tan malo darle una oportunidad, ¿verdad?
Quería preguntarle que sentía por él, algo que no fuera deseo. Quería saber como lo veía. Jungkook quería que alguien lo viera y lo tratará con amor, solo necesitaba eso. Necesitaba confirmar de algún modo lo que Taehyung sentía por él.
Jungkook lo observó y se acercó a dejarle un corto beso.
—Tuyo —afirmó.
Ahora ambas manos de Taehyung se encontraban rodeándolo.
—Eres hermoso… —susurró.
Jungkook rápidamente volvió a sentir esa sensación tan placentera y a la vez tan asfixiante en su estómago.
—¿Y algo más? —preguntó con interés.
—¿Algo más? —asintió Jungkook —. Te lo diré cuando vengas por la tarde —sonrió para dejarle un último beso en los labios.
Ahora se encontraba de mejor humor, Jungkook ya no era arisco.
Taehyung comenzó a desvestirse y abrió la regadera esperando que salga el agua caliente. Al hacerlo acerco a Jungkook y lo mojo muy bien para luego enjabonarlo y después quitarle el jabón con agua. Jungkook salió de la ducha y se envolvió con la toalla.
—Te espero en la cama —aviso.
—Eso sonaría tan bien si viviéramos juntos —dijo Taehyung con una sonrisa pícara.
Jungkook sonrió y se fue a sentar en la cama mientras se secaba y vestía con el uniforme.
Taehyung no demoro mucho en ducharse y salir vestido. Al ver como el cabello de Jungkook se encontraba mojado comenzó a secarlo con la toalla y lo peino con los dedos.
Se quedo observando como Jungkook lo miraba con esos ojos tan grandes y expresivos, era como un muñeco, hermoso.
Dejo la toalla en la cama y lo tomo de la cintura.
—Ya es hora de despedirnos —aviso y pudo observar como Jungkook hacía una mueca de molestia.
—¿Qué? —preguntó Taehyung divertido —. ¿No quieres que me vaya? —preguntó con una sonrisa.
Jungkook se negó a contestar. No era el momento de ser tan transparente.
-—¿Hoy que me darás? —preguntó con una sonrisa.
—No lo sé —arrastro las palabras —. ¿Qué quieres? —preguntó.
—Lo que quieras darme —sonrió con picardía.
—Está bien —se inclino a darle un beso. Jungkook lo acepto inmediatamente y paso los brazos por el cuello de Taehyung haciendo el beso más íntimo.
Después de que Taehyung saliera por la ventana Jungkook bajo al comedor donde su mamá ya se encontraba sirviendo el desayuno.
—Casi que no bajas —dijo en un tono amargado arruinándole la mañana a Jungkook.
—Se me hizo tarde —respondió con fastidio mientras tomaba asiento y comenzaba a comer la arepa junto al café.
Su madre no dijo nada y se sentó a comer junto a su marido.
—Las ventas del salón han estado recayendo -dijo su madre sin encontrar la respuesta. Sin imaginar que era porque tal vez como su hijo ya no iba a trabajar las adolescentes que iban por una vaga ilusión de conquistarlo se habían esfumado al no verlo más.
—¿Has subido los precios? —preguntó su esposo mientras le daba un trago al café.
—No, de hecho, he rebajo unos cuantos procedimientos. Lo bueno es que no es nada alarmante ya que no hemos perdido tantos clientes.
—Eso es bueno —dijo después de tragar.
Jungkook, al terminar fue a dejar los platos a la cocina y comenzó a lavarlos para después dejarlos en su sitio correspondiente. Subió a su habitación por su bolso y bajo de prisa, pues ya se le hacía un poco tarde.
Salió a tomar un taxi, y afortunadamente lo consiguió al primer intento. Al subirse le dio la dirección y el taxista asintió. Al llegar le pago y se bajo para entrar al colegio, solo faltaban cinco minutos para que las clases empezaran, aun así, durmió un rato más hasta ser despertado por su amiga, Ari, como de costumbre.
—¿Por qué siempre llegas a dormir al colegio? —preguntó mientras dejaba su bolso en el respaldar de la silla y tomaba asiento a su lado.
—Ayer no pude dormir bien —confesó.
Y era verdad, se había despertado a cada momento. Y siempre que lo hacía se dedicaba a observar a Taehyung dormir pacíficamente.
No sé cómo le haces —confesó —. Yo me duermo y ya no despierto.
Jungkook rio.
—Que envidia te tengo —dijo.
En poco tiempo comenzaron las clases y a la tercera hora el profesor les había hecho hacer una actividad, y como habían acabado ligero se quedaron conversando.
—Ari —llamo. La chica lo miró atentamente antes de responder.
—Dime.
—Estoy confundido respecto a alguien —soltó con pena.
—No entiendo —frunció el entre cejo aparentemente muy confundida —. ¿Te gusta esa persona o cómo? —preguntó.
—Eso es lo que no sé —confesó.
—Dime lo que sientes por ella y como te sientes cuando se besan o se abrazan, si es que hacen eso —aclaro.
Jungkook se quedo meditando sus pensamientos antes de decirlos.
—Pues… cuando nos besamos me encanta la sensación, me gusta sentir sus labios contra los míos, me besa tan bien —hizo una pausa avergonzado —. Y cuando me abraza me siento bien, siento como una llama en mi cuerpo que me envuelve donde quiero sonreír y nunca soltarlo.
—Suficiente —dijo su amiga —. Según mis estudios —comenzó diciendo —… efectivamente te gusta —casi gritó.
Jungkook se cohibió.
—¿Será? —preguntó confundido y frustrado.
—Sii —chillo emocionada su amiga —. ¿Quién es? Quiero conocerla, ¿o ya la conozco? —preguntó ansiosa.
—No la conoces —dijo Jungkook, casi diciendo pronombres masculinos.
—¿Y cuantos años tiene? —preguntó emocionada.
—Es mayor.
Ari puso una expresión sorprendida.
—¿Y como es? —interrogó.
—Pues… —se tomo un tiempo para recordar a Taehyung.
—Tiene el pelo negro, ojos negros, piel blanca, un lunar en la nariz, labios delgados pero bonitos… —iba a seguir, pero recordó que entonces sería más complicado buscarle características como si fuera mujer.
—¿Y como te trata? —preguntó sin disimular su interés.
—Creo que bien —lo pensó detenidamente —. Recientemente me ha ayudado en algo y también me regalo otra cosa y hoy me va a dar algo más, también me ha dado dinero. Y me llama por apodos cariñosos.
—Se oye que es muy buena contigo.
—Lo es… —susurró no del todo seguro.
—¿Ahora que salgas vas a ir a verla? —otra pregunta.
—Si…
—¿Y como se conocieron? —preguntó interesada.
—Mi —dudo si seguirlo llamando mejor amigo. Después de lo ocurrido no habían vuelto a hablar, incluso ni lo miraba en los recreos —. Un amigo me lo presento.
—¿Tienes amigos? —fingió una expresión sorprendida —. No lo sabía —dijo burlonamente.
—Pues como te parece que si —le hizo una mala cara haciéndola reír y riendo él de paso.
Al tocar la campana del recreo salió de clases junto a su amiga.
Jungkook se sentó en la banca y mando a su amiga a comprar. Ari puso resistencia, pero finalmente cedió ya que tenía hambre y no había llevado dinero.
Al llegar le entrego dos hamburguesas y ella se quedó con una sola. Comieron la hamburguesa acompañada de una Coca-Cola y volvieron al salón cuando el recreo terminó.
Después de las ultimas tres horas salieron del colegio despidiéndose a la salida.
Ari yendo a su casa y Jungkook a donde Taehyung lo esperaba.
Tomo un taxi hasta el lugar dejándolo unas cuadras antes y camino un poco para llegar a su destino.
Entró en la oficina de Taehyung antes de tocar la puerta y paro a su lado.
—Hola, mi vida —saludo Taehyung con una sonrisa dedicándole una mirada.
Jungkook sonrió y respondió.
—Hola, Tae.
—¿Desde cuando me llamas Tae? —preguntó aparentemente feliz.
—Desde hoy.
—Si conseguí que me digas así después de la follada de ayer entonces lo hare todos los días hasta que me ames.
—Eres un idiota —dijo Jungkook tratando de no ponerse nervioso.
—Y tú una hermosura —contestó Taehyung con un deje de coquetería. Jungkook se sonrojo en su sitio —. Oh, es verdad —dijo levantándose del asiento —. Tu regalo —recordó y de un cajón saco una bolsa grande y se la extendió. Jungkook la recibió feliz, pero tratando de disimularlo. La abrió y saco otra bolsa transparente, en esa se podía ver que era un traje de seguridad donde había unos guantes de cuero negros, unas rodilleras, un casco negro y más. Jungkook lo miró anonado porque se dio cuenta que era muy costoso, pero también hermoso, le había encantado.
—¿Y? —preguntó Taehyung a la expectativa —. ¿Te gusto? —lo observo con cuidado y se relajo cuando vio a Jungkook mirarle y sonreírle para luego abrazarlo.
—Gracias —susurró —. Está muy bonito.
—No es nada. Te vas a ver hermoso vestido así —acaricio su cabello mientras observaba la cara sonriente y alzada desde su pecho que lo miraba con un brillo especial.
—Eres hermoso —dijo y se pudo percatar como Jungkook se sonrojaba y escondía su rostro en su pecho. Sonrió maravillado y se sentó de nuevo atrayendo el cuerpo del menor a que se sentara en sus piernas. Jungkook lo observo en silencio y Taehyung se dedico a acariciar su labio lentamente mientras observaba su cara roja.
—Eres hermoso —susurró perdido —. El más lindo… —decidió arriesgarse —. Maldita sea, me gustas tanto —gruño mientras lo tomaba fuertemente de la cintura.
Jungkook trago saliva y lo observo atónito antes de responder.
—¿Te gusto? —preguntó con los nervios a mil.
—Más que eso. Todo de ti me encanta, eres todo lo que alguna vez soñé. Quiero estar todos los días a tu lado.
Jungkook trago saliva aparentemente nervioso.
Mantuvieron el contacto visual por un tiempo antes de que Jungkook lo rompiera con un beso. Taehyung correspondió de inmediato. Jungkook se separó solo unos milímetros y susurro.
—A mí también me gustas —y volvió a besarlo.
Taehyung continuo con el beso y bajo a su cuello donde comenzó a dejarle chupones y mordidas. Jungkook disfrutando en cada momento mientras dejaba salir pequeños jadeos y suspiros de placer.
Taehyung continúo marcándolo hasta volver a besarlo y dar pequeñas mordidas en el labio inferior del menor.
Jungkook se sostuvo de sus hombros mientras movía sus caderas.
Taehyung ya muy excitado comenzó a quitarle el uniforme. Luego de tenerlo desnudo continuo con la sesión de besos.
—Aun no me has montado —susurro en el oído del menor.
—¿Quieres que lo haga? —preguntó mientras bajaba los pantalones de Taehyung hasta antes de las rodillas.
—Me encantaría.
—Entonces tienes que enseñarme porque no sé cómo hacerlo.
—Te enseñare todo, pero antes de eso tengo que prepararte —lo arrincono de espaldas contra el escritorio mientras sacaba el lubricante de un cajón. Rápidamente saco una considerada cantidad y la unto en sus dedos mientras abría las nalgas del menor y comenzaba a hacer círculos en su entrada estimulándolo.
Comenzó a besar su cuello antes de introducir el primer dedo. Jungkook se tensó, pero comenzó a relajarse al instante con los besos y caricias de Taehyung que continuaba estimulándolo.
Soltó un gemido ronco cuando introdujo el segundo dedo y comenzó a follarlo sin contemplación.
—Aahg, Tae —gimió con los ojos cerrados.
Introdujo un tercer dedo con embestidas rápidas y duras haciendo delirar al menor. Dio una nalgada antes de sacar sus dedos y darle la vuelta.
Taehyung se sentó de nuevo y Jungkook se posiciono con ambas piernas colgando a los lados de la cadera de Taehyung. El menor sostuvo el gran pene mientras lo alineaba a su entrada y baja lentamente, Taehyung lo sostuvo de la cadera y lo hizo bajar de golpe provocando que deje escapar un gran gemido y que esconda su cara en su pecho.
—¿Estas listo? —preguntó con una voz ronca.
El menor asintió y con las indicaciones de Taehyung comenzó a moverse mientras recibía su ayuda en la parte de bajar.
Jungkook observaba la cara de excitación del mayor mientras el sudor escurría en su cuello y frente. Podía mirar cómo se lo devoraba con una sola mirada. Lo miraba con tanto deseo que lo hacía sentir tan excitado.
Continúo moviendo sus caderas mientras marcaba un ritmo haciendo gemir a Taehyung. El menor ya sobre excitándose tuvo que tener más ayuda de Taehyung porque con todo su cuerpo tembloroso y débil ya no podía hacerlo tan bien como hace unos minutos. Taehyung lo hizo bajar con fuerza follándolo duro como les gusta a ambos.
—No sabes lo mucho que me encanta tu cara cuando te follo, es un poema. Pareces una actriz porno.
—Deja de decir esas cosas —respondió con la voz temblorosa.
—Prometo follarte todo un día —dijo antes de dar la ultima embestida haciendo que Jungkook se corriera con un gran gemido mientras arqueaba la espalda.
En cambió Taehyung logro eyacular al ver la expresión del menor.
Al terminar saco unos paños húmedos y comenzó a limpiar a Jungkook, luego se limpió el mismo. Se vistieron y Jungkook permaneció sentado en su regazo mientras sus piernas aun continuaban temblando.
Taehyung se dedicaba a acariciar el pelo del menor.
Estuvieron en silencio hasta que alguien toco la puerta con calma antes de hablar.
—Señor, informaciones de la señorita Kim Jennie.
—Pasa —detuvo las caricias. Jungkook que se encontraba a punto de dormir despertó al no sentir la mano de Taehyung.
—Buenas tardes, patrón —saludo.
—Habla —dijo sin paciencia.
—Recibimos la notificación de que la señorita Kim Jennie se encuentra en camino.
—Hazle una reserva en el mejor hotel de la ciudad, inspecciona su habitación antes de que entre. Y háganle guardia encubiertos.
—Si, señor.
—¿Algo de Namjoon? —preguntó.
—Mmn, lo último que oímos es que ha estado haciendo negocios con la mafia rusa.
—Mantenlo vigilado.
Jungkook que había estado escuchando la conversación se preguntaba quien era la tal Jennie y porque Taehyung había dado la orden de reservar una habitación en el mejor hotel.
—¿Quién es Jennie? —preguntó. El mayor bajo la vista para observarlo.
—Ya la conocerás —dijo antes de volver a subir la vista.
—También cita a Park Jimin, no es urgente, pero necesitamos hablar.
—¿A solas? —preguntó.
—Obviamente —respondió irritado.
—No creo que se pueda. Min Yoongi no se apartará de su lado y menos sabiendo lo que paso entre ustedes.
—¿A caso eso importa? No quiero a su noviecito aquí. Cuando venga lo dejas esperando afuera.
—Si, señor —respondió —. ¿Algo más? —preguntó.
—Nada, puedes retirarte.
El hombre salió de la habitación.
—¿Qué paso entre Park Jimin y tú?
—Solo sexo —respondió sin inmutarse.
Jungkook, por otro lado, se tensó.
—¿Cuándo fue la última vez que follaron?
—No sé, creo que hace un año —dijo con una expresión de confusión.
—¿Es guapo?
—Si. Jungkook sintió que su cabello se prendía de fuego de su enojo.
—¿Más guapo que yo?
—¿Bromeas? —lo miró con una expresión de incredulidad —. Eres la persona más hermosa que he visto.
—¿Quién te lo hace mejor él o yo?
Taehyung disfrutando de la escena de celos de su pequeño respondía a todo.
—Tú, obviamente. Con solo verte ese culo siento que puedo tener un orgasmo.
—No quiero que lo veas.
—¿Por qué? —preguntó con una sonrisa —. ¿Temes que me lo vuelva a coger o algo así?
Taehyung pudo observar como la cara de molestia de Jungkook se transformo en una de enojo.
—Si lo haces te juro —Taehyung lo interrumpió.
—Cuando hable con él estarás en esta habitación.
Jungkook lo miró con desconfianza.
—¿Me lo prometes?
—Te lo juro.
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