Capítulo IX: Las luces de una noche estrellada
Casa de Sana y Momo - 2 de noviembre 2023.
Mina no ha salido de la casa desde que llegó, su hija está dormida y en lo único que puede pensar es en todo lo que pasó ayer, nunca creyó que en algún momento de su vida llegaría a poder zafarse de su esposo, estaba casi segura que iba a estar desnuda a sufrir hasta el final por sus malas decisiones y ahora está esperando que Momo la ayude en todo para poder divorciarse del hombre que le ha hecho tanto daño.
Espera que su hija en algún momento llegue a entender.
"Creía que ya te habías dormido". Eran las nueve de la noche y seguía sin poder cerrar los ojos, a pesar de que es muy temprano, lo normal para todas es estar dormidas más o menos a esa hora porque tenían que trabajar. "¿No puedes hacerlo?". Se sienta frente suyo y apoya la cabeza en la mesa.
Sana es alguien que por más que hayan pasado por cosas malas sigue apoyándola sin importar qué, aún cuando discutían cada segundo porque no se soportaban, han logrado tener una convivencia mucho mejor y más ahora que sabe que Mina por fin va salir del dolor de cabeza constante que tenía.
"Estaba pensando en todo lo que va a pasar en unos días". Murmura porque tiene miedo de alzar mucho la voz y que su hija se despierte, por suerte Sana y Momo tienen una habitación de invitados en la que se está quedando provisionalmente. "Será bastante difícil y no lo digo tanto por mi, si no por mi hija". Minatozaki estira la mano y toma las de la menor acariciandolas antes de sonreírle como lo hace cada que quiere darle apoyo a alguien. "Ella quiere mucho a su papá".
"Eso no hará que deje de quererlo o algo por el estilo". Levanta la cejas para verla a los ojos. "En algún punto va a entender que es por el bienestar de todos y que podrán ser felices aún cuando estén separados". Dice. "Además de que así van a estar mejor porque si seguían juntos crearias un gran trauma en tu hija si seguía escuchando o si llegaba a ver las cosas que hacía él".
"Tomé muchas malas decisiones". Mira hacia la ventana y suspira, la luna está más grande que nunca alumbrando como si se tratara de un reflector. "Sí me hubiera quedado en el pueblo".
"Las cosas tampoco serían fáciles ahí". Se escucha tan segura que Mina elige creer por un momento. "La madre de Chaeyoung era una desgraciada que lo único que hacía era hacer sufrir a su hija porque ser cómo es y el padre de Chaeyoung lo único que hacía era maltratarla". Myoui se siente mal por lo que está escuchando, huyó de todo eso para salvarse y al final terminó siendo toda una cobarde y sufriendo algo parecido.
"Dejé de lado el amor de mi vida porque tenía miedo de caer en un lugar donde me harían año tanto a mi como a ella y terminé cayendo en lo mismo". Sonríe con amargura y suspira. "Aún así sigo creyendo que si me quedaba iba a tener una mejor vida porque estaba enamorada y el amor para mi puede con todo".
"No siempre". La interrumpe. "Cuando me separé de Momo al ser adolescente no importó el amor que nos teníamos sino más bien lo que nos demoraría el futuro y al final estamos aquí juntas como si nada de eso hubiera pasado". Ese es un dato que Mina no sabía, siempre pensó que ellas habían estado juntas desde siempre. "El amor en ese momento no pudo con todo pero al final volvió a florecer y más que nunca, eso te puede pasar a ti".
"¿Me estás diciendo que puedo estar con Chaeyoung?". Sabe muy bien lo mucho que Sana protege a Chaeyoung así que tiene miedo de lo que vaya a responder a lo que acaba de decir, casi que siente que fue como un insulto que le puede costar caro.
La mayor la fulmina con la mirada pero al final sacude la cabeza y ríe. "No soy nadie para decir que deben estar separadas". En ese preciso instante el timbre suena y Mina siente un frío que recorre desde sus pies hasta sus manos, cree que se trata de su esposo así que camina sigilosa para esconderse.
Sana aprieta el puño y abre la puerta, sonríe un poco al ver de quién se trata y la deja pasar. "Perdón por llegar tarde pero sé lo mucho que a Mina le gusta el pollo en salsa picante". Camina hacia la cocina y deja las bolsas. "Hola Mina". La saluda y da un abrazo, la nombrada inhala el delicioso aroma que tiene la menor y le sonríe. "¿Cómo te estás sintiendo?".
Se encoge de hombros sin saber muy bien que decir. "Diré que no estoy mal pero tampoco bien". Le acaricia la espalda.
"Las cosas van a salir perfectas, confía en Momo es una excelente abogada que hará hasta lo imposible porque salgas de esa cárcel". Parece que lo asegura con cada una de las palabras que dice, eso tranquiliza un poco más a Mina que sonríe como nunca al ver a Chaeyoung, Sana se percata de eso y no puede evitar rodar los ojos, sabe muy bien que van a terminar juntas y es algo que por más que le da miedo porque siente que no puede salir tan bien, la relaja y hace sentir como en los viejos tiempos viendo a las dos chicas que considera como sus hermanas estando felices juntas.
"Te agradezco mucho todo lo que estás haciendo por mi". Susurra y los ojos de Son brillan tanto como las estrellas que recubren el cielo nocturno. "A pesar de...". Chaeyoung niega con la cabeza y hace que se vuelva a sentar.
"Hay cosas que es mejor no decir". Canturrea Sana pasando al lado de Myoui que se ríe. "Voy a llamar a Momo". Trota y Son espera a que entre a la habitación para inclinarse hacia Mina y plantarle un gran beso en los labios.
"Te extrañé un montón". El corazón de la pelinegra se activa tan rápido que se impresiona, hace tanto tiempo que no se sentía así, siente que ha perdido la práctica y que no sabe muy bien como controlar sus emociones. "¿Me extrañaste?". Se aleja al escuchar que la puerta se abre.
"Mucho". Le dice sin hablar solo moviendo los labios para que sus amigas no la escuchen hablar de esa manera.
"Dios, gracias Chaeng por traernos comida". Le revuelve el cabello y se sientan en la mesa una al lado de la otra observando como si fueran un escáner. "¿Ya se fue el desgraciado?".
Mina se tensa y mira mal a Momo porque no quería que Chaeyoung supiera. "¿De qué hablas?".
"Jeno ha estado por aquí gritándole a Mina para que vuelva". La mayor ve como la vena del cuello de Son comienza a marcarse con más intensidad. "Pero no te preocupes, ya llamé a la policía por si acaso quiere pasar por aquí, se lo llevarán detenido hasta que se dé cuenta que lo está haciendo está mal".
"Ya veo". Responde con los dientes tan apretados que le duelen. "Bueno aquí tienen". Abre las cajas y sonríe. "¿Cómo está Hyejoo?".
"Inquieta pero le dije que podía hablar con Jeno por teléfono". Se lleva un trozo de pollo a la boca y suspira.
"Me parece bien siempre y cuándo tenga vigilancia de qué carajos le dice ese desgraciado". Chaeyoung no puede ocultar la rabia y enojo que siente. "No me gustaría que la manipule". Myoui desliza la mano hasta el muslo de la menor y le da un apretón para que se tranquilice.
"Nunca ha llegado a manipularla por más que lo ha intentado en varias ocasiones". Se encoge de hombros. "Así que todo bien".
"¿Vas a permitir que siga viéndolo?". La pelinegra no dice nada, Chaeyoung asiente lentamente dándose cuenta que es una decisión que solo pueden tomar llegando a un acuerdo y se mantiene quieta en dónde está porque no le gustaría abrumar a Mina y obligarla a hacer cosas que por más que siente que son correctas, al fin y al cabo ella conoce más a Jeno y a Hyejoo.
"Es una decisión de ellos, Chaeng". Sana se da cuenta de lo incómoda que estaba su amiga y la corta. "Estas ultimas semanas serán difíciles para Hyejoo y Mina, debemos ser su apoyo".
"Deberías dejarlo sin nada". Sana le pega a Momo por lo que dice haciendo reír a Mina.
"No me interesa nada de lo que tiene, solo que mi hija esté bien y lejos de un maltratador como él". Luego de pensarlo bien entró en razón y entendió que estar cerca de alguien solo para que su hija no se sintiera mal no estaba para nada bien y menos con lo que la pequeña vio. "Y si me queda algo será para Hye, no para mí".
"El amor a veces puede ser una mierda". Todas miran a Momo. "No puedo creer que alguien que me prometió que te amaría iba a hacer tantas cosas malas". Baja la mirada. "Tuve que confiar en mis instintos en vez de cegarme por las cosas que me decía".
"No es tu culpa". Dice y me sonríe. "Lo bueno es que ahora me ayudarás con esta mierda y luego tendré una vida feliz".
"¡Mina!". La nombrada gruñe, otra vez ha vuelto y esta vez parece que no va a parar, le pega tan fuerte a la puerta que Sana tema que la pueda hasta tumbar. "¡Sal de una puta vez y hablemos!". Chaeyoung se levanta pero Mina la detiene tomándola de la muñeca.
"Déjame ir por él". Forcejea.
"No". Habla con autoridad dejando a todas impresionadas. "Ni tú ni nadie va a salir para caer en los juegos de Jeno". La rubia se muerde la parte interna de las mejillas. "Hay que controlarnos porque sino las cosas van a ser mejores para él que para nosotras".
"Bien". Camina otra vez a dónde estaba y Myoui se asoma dándose cuenta que está con una botella.
"Mami". Voltea e intenta hacer que su hija se vaya a la habitación pero esta no quiere hacerlo. "¿Es mi papá?". Mina no dice nada pero nota el cambio de cómo lo nombra. "Tal vez vino a verme". La agarra en peso antes de que pueda acercarse a la puerta.
"Lo vas a ver pero en otro momento, ahora está un poco enojado y no es bueno que hablemos así porque no se llegará a nada". La niña se esconde en el cuello de su madre y solloza por lo bajo. "Hyejoo por favor".
Chaeyoung al ver eso se acerca y se la quita a Mina. "Hola Hye Hye". Le hace cosquillas y hace reír un poco. "Vamos a la habitación porque tengo una película que me dijeron que es perfecta para las niñas lindas como tú".
"¿Y cuál es esa?". Levanta una ceja y la coreana solo piensa que eso es muy de Mina.
"¿Has escuchado de la princesa y la doncella?". Camina hacia la habitación y Myoui mira a sus amigas que para su sorpresa también la están mirando.
"No digan nada". Levanta la mano y vuelve a asomarse. "¿Estás segura que los policías vendrán por él?".
"Más que segura". Hirai se cruza de piernas y comienza a comer. "Ven a comer antes de que se enfríe".
"¡Más te vale abrir la puerta porque si no me las vas a pagar todo lo que me has hecho!". Se tensa y Sana frunce las cejas.
"Me está empezando a fastidiar".
"Perdón por hacerles pasar esto". Minatozaki se levanta y camina a la cocina.
"No te preocupes Minari". Momo y la pelinegra la ven acercarse a la puerta con una jarra. "Dicen que la buena forma de correr a los intrusos es echándoles agua fría". Abre la ventana que está justo al lado y se asoma. "Porque así se espantan". Lanza el agua y escuchan un grito. "Ves".
"¡Hija de puta!". Comienza a reírse. "¡Me las vas a pagar!".
"¿Por qué habla como villano de Disney?". Sana se acomoda el cabello y se sienta al lado de Momo dándole un beso en la mejilla en el proceso. "¿Se le olvidaron las groserías?".
"Está tan ebrio que no debe saber en dónde está". Ambas asienten estando de acuerdo y se concentran en comer.
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