Capítulo II: En las trampas del amor
Casa de Myoui Mina - 20 de junio de 2023.
La japonesa suspira y mira a su esposo que lleva más de una quejándose porque al llegar a casa no consiguió algo de comer, no quiere decirle nada porque sabe muy bien que si lo hace las cosas no acabarán bien al fin y al cabo ella misma había tomado la decisión de no cocinar simplemente porque no quería, un castigo que sabe que se merece pero que tampoco es para tanto.
Ya ha dicho mucho más de lo que debería, de que le da todo hasta que tiene que agradecerle que acepto a una hija que sabe muy bien que no es suya, esa duda siempre ha estado en la relación porque la pequeña Hyejoo es muy diferente a su padre, tiene cosas de Mina eso no se puede negar pero hay algo que es característico de una persona que ambos conocen muy bien.
Myoui no quiere responder ya que no quiere sucumbir en las cosas que le está diciendo porque le daría la razón y eso es lo peor que se le puede dar a alguien como su esposo, Jeno es todo un desgraciado que lo único que espera es que todo esté perfecto porque si no comienza a hacer berrinche como el que sigue haciendo hasta ahora.
"¿No piensas hacer de comer?". Pregunta ya completamente ido de la cabeza, la pelinegra lo mira sin entender el por qué sigue actuando de esa manera como si no hubiera quedado bastante claro con ignorarlo que claramente ella no iba a hacer lo que él le está ordenando. "Tu hija se va a morir de hambre".
"¿En serio crees que yo dejaría que mi hija pase hambre?". Todo queda en silencio algo que agradece porque ya está harta de escuchar los chillidos, quejidos y gruñidos de alguien que no hace nada más que cogerse a su ex. "No me conoces como dices hacerlo". Una buena que le cuesta caro porque la jala del brazo y prácticamente arrastra hacia la cocina.
"Este es tu puto lugar". De reojo ve el cuchillo, está tan cerca que puede sentir el frío en sus manos y las ganas que tiene de agarrarlo, agradece no ser una desquiciada porque si fuera así entonces estaría en la cárcel, no aguanta a un hombre de ese estilo, un hijo de puta que solo quiere lo que su madre sin cerebro cree que hacen las mujeres. "¡Cocinas o cocinas!". Grita muy cerca de su oído dejándola aturdida.
"Vete a la mierda". Sonríe con amargura y le quita el brazo de un golpe. "Deja de gritar que no quiero que la niña escuche a su padre actuando como un niño". La primera bofetada no le duele porque ya está acostumbrada a ellas.
"Viste lo que me hiciste hacer". Bufa mientras el sabor metálico de la sangre se le cuela por las papilas gustativas. "Tu eres el problema de esta casa". Siente las manos del hombre que alguna vez la ayudó en su rostro apretándolo como si se tratara de una naranja que quiere estrujar. "Eres incapaz de hacer lo que una mujer debe". Cada vez el agarre es más fuerte a tal punto que siente que se le va a desencajar la mandíbula, sin embargo, no deja de mirarlo fijamente a los ojos casi burlándose de lo poco hombre que es.
"Tal vez la mujer de la casa eres tu por pegarle a un-". Un golpe directo en la boca, sus ojos inevitablemente se llenan de lágrimas y al levantarse sonríe. "Prepárate algo que las manos no solo las tienes para hacer estupideces". Con eso dicho y un mal sabor de boca por dejar a su hija con un bueno para nada, sale de la casa para ir directo hacia Chaeyoung, su única salvación.
Departamento de Son Chaeyoung - mismo día.
Toca la puerta desesperada y lo primero que se encuentra es a una coreana con el cabello revuelto, al parecer ya se iba a ir a dormir demasiado temprano para lo que ella creía que se dormía.
«Bueno, el día en ciudad es diferente al día de pueblo» piensa y le sonríe a la coreana que no entiende muy bien lo que está pasando por la expresión que tiene.
"Aunque sea dime buenas noches". Gruñe y cierra la puerta detrás suyo, se sienta en la cama y no le importa en lo absoluto que el lugar este oscuro, de hecho, así mejor para que Chaeyoung no note los moretones que sigue teniendo. "¿Pasó algo?".
"Por algo estoy aquí". Chaeyoung traga saliva al darse cuenta de lo que tendrá que hacer, se le acelera el corazón a mil por ciento y de pronto comienza a hacer demasiado frío en dónde está.
"¿Vi-vienes a...". No termina de preguntar porque sabe muy bien cuál será la respuesta así que traga saliva y se sienta al lado de Myoui que tan solo hace un movimiento en la mano en señal de que está en lo correcto.
"Digamos que es la única forma de aliviar el dolor". Acaricia las sábanas como si las estuviera acomodando y un largo suspira se escapa de sus labios, el infierno tiembla ya que se siente triste y está asustada por lo que está a punto de hacer. "Una persona rota como yo quiere sentirse mejor aunque sea un pequeño segundo de la vida". Son no dice nada solo la mira esperando indicaciones. "Quiere sentirse de las maneras que se sentía antes". Mira a Chaeyoung a lo que presuntamente son sus ojos porque es lo único que brilla de su rostro. "Quiero sentirme de la misma manera que hace años".
"¿Por qué lo dices de esa forma?". Un nudo en la garganta de la rubia se hace presente y duele, como si fuera el primer día en el que está intentando superar a Myoui Mina, su primer y único amor. "¿Por qué actúas como si tu vida ha sido una mierda después de mi?".
"Porque así lo ha sido". Responde sin pensarlo dos veces. "Ha sido una mierda desde que me alejé de ti".
"¿Por qué carajos lo hiciste?". Siempre ha querido saber y no ha recibido ninguna respuesta, ni siquiera de más personas que sabe muy bien que estaban al tanto de la situación.
"Porque...". No dice nada, sus labios se unen con los de una atónita coreana que había olvidado lo que se sentía besar a la que era la mujer de su vida, a Myoui no le importa en lo absoluto el revoltijo de emociones que la está tambaleando de un lado a otro, se mantiene firme en lo que está haciendo, en esa decisión que no tuvo miedo de tomar.
Le lame el labio y con cuidado intenta quitarle el pantalón de pijama pero unas manos la detienen. "Mina...". Y es ese el momento donde se da cuenta que nunca tuvo que alejarse de la mujer de su vida.
Las manos agiles de Son le quitan la blusa como si no fuera nada lo que tuviera en el cuerpo, luego el sujetador y por último el pantalón dejándola casi desnuda si no fuera por las bragas que son el único impedimento para no sentirse complementa indefensa, un pequeño gemido sale de sus labios y hace sonreír a Chaeyoung como nunca antes lo había hecho, ahora siente lo que muchas personas llegaron a decirle en el pasado.
«no hay mejor cosa que volver a dónde uno realmente fue feliz» Piensa y lleva las manos a la cintura de Myoui.
Esta se queja, si Chaeyoung supiera que hay tiene un moretón entonces no estaría tocandola con tanta devoción, cierra los ojos y aprieta los dientes tratando de manejar con el dolor que ahora mismo siente, pequeñas lágrimas se acumulan en sus ojos y siente algo de culpa por lo que hace así que le pone las manos en el pecho a la menor que se detiene abruptamente.
"¿Hice algo que te incómodo?". Ambas con las respiraciones agitadas, Mina sintiendo algo que después de mucho tiempo no había sentido y Chaeyoung deseando que no acabará pero con una extraña sensación en el pecho que la vuelve prisionera de lo que su boca no puede decir.
"¿Puedo hacerlo?". La rubia no sabe a qué se refiere pero la deja tomando sus manos. "Está bien". Con las manos que alguna vez fueron expertas en lo que hacen y ahora tiemblan de miedo, le quita el pantalón y por último la ropa interior, la baja lentamente al punto en el que siente que cada centímetro pasa en cámara lenta.
"¿Segura que quieres hacerlo?". Pasan los años y seguía siendo la persona más atenta que ha conocido en toda su vida, con una pequeña sonrisa nostálgica por lo que eso la hizo sentir se agacha, hace demasiado tiempo que no lo hace pero sabe lo básico.
Así que acaricia los muslos que sabe muy bien que son sensibles para luego dirigir la mano a toda la extensión de Chaeyoung que está viendo hacia otra parte sintiéndose mal por lo que está a punto de pasar, cierra un poco los ojos al sentir el suave y cálido tacto de los labios de Myoui sobre el glande.
Esta no está muy segura de lo que está haciendo o si le gusta a Chaeyoung, así que con toda la rara y rápida valentía que le sale de alguna parte de su cuerpo, succiona la punta y con rapidez va introduciendo todo el miembro hasta que toca la pared de la garganta.
La coreana se queja por la fuerza de las succiones pero vuelve a relajarse cuando se calma un poco, acerca la mano al cabello de la contraria solo que no es capaz de tocarla o ayudarla a moverse mejor, se muerde el labio con nerviosismo y echa la cabeza hacia atrás cerrando los ojos en el proceso, se intenta concentrar en lo que está sintiendo, sin embargo, algunos recuerdos llegan además de la incomodidad de la manera en la que Mina lo está haciendo, provocan que tome la decisión de separarla.
"¿Sucede algo?". Niega y la besa sin importarle en dónde tenía la boca anteriormente.
Aquel beso le roba el aliento y hace que se tense, un hormigueo viaja por todo su cuerpo y es cuando comprende que dejándose llevar por Son Chaeyoung como si se tratara de una danza es cuando realmente va a disfrutar, olvidar todo lo que le está pasando y además vivir lo que alguna vez vivió.
"Chaeyoung". Jadea y abre un poco las piernas acercando más a la nombrada que muy a su pesar sucumbe ante los movimientos y sonidos que emite la pelinegra. "Hazlo".
"Llevamos muy poco tiempo". Dice y Mina no puede evitar reír, hace demasiado tiempo que no lo hacía y se siente bien más de lo que ella recordaba. "¿De qué te ríes?".
Y como si fueran viejos tiempos, Chaeyoung hace un puchero y se esconde en el cuello de la pelinegra inhalando el aroma, olvidando por un pequeño segundo que esta le está pagando única y exclusivamente para que tengan relaciones sexuales porque quiere olvidar que su esposo es una mierda.
Al suspirar se reincorpora y mira a Mina, no puede ver muy bien sus facciones aunque tampoco es muy necesario desde que la conoce se tatuaron en sus pensamientos y no han borrado ni siquiera un poco.
Los ojos, las mejillas abultadas al sonreír, los labios finos, los lunares repartidos por todo el rostro como una constelación y la nariz perfilada que tanta ama, sin importar que no la vea por años, Myoui Mina siempre estará en sus pensamientos, nunca olvidará como es y lo que eso la hace sentir.
Ella sabe muy bien lo que le gusta, así que despacio desplaza los labios por toda la extensión del cuello de la mayor hasta llegar detrás de su oreja, asoma un poco la lengua y la presiona, con las manos abre más las piernas y comienza un vaivén con las caderas que saca suspiros de lo más profundo de su ser.
Ni siquiera en sus mejores sueños se habría imaginado todo lo que está sintiendo, cada roce, caricia, sonido e incluso risita que se escapa, hace que su corazón se inunde de ese sentimiento antiguo que la ha hecho luchar por seguir adelante.
"Chaeng, por favor". Las uñas de Mina recorren la espalda de Son que se arquea por las sensaciones que eso la hacen sentir. "Hazlo, por favor". El tener a la mujer más bella ante sus ojos suplicando debajo suyo es suficiente como para que lo haga.
"Mina".
"No". Se niega a lo que sabe que dirá. "No lo uses, hazlo así". Dice y lo toma con su mano antes de que llegue a moverse. "Quiero sentirlo".
"¿Y por tener preservativo no lo sentirás? Ni que se te durmiera". Myoui la mira mal y al poco tiempo se cruza de brazos.
«¿Quién iba a decir que con el sexo iba a volver a ser la misma de siempre?» a Chaeyoung le pasa por la cabeza.
"Mina". La llama y mirándola directamente a los ojos comienza a introducirlo con tanto cuidado que Mina al poco tiempo deja de sentir dolor, es que hace tanto que no lo hace que hasta le vuelve a doler.
Se mantiene ahí por unos instantes, ambas con las frentes pegadas sin mirarse, con los ojos cerrados y las respiraciones aceleradas, ninguna parece querer moverse, son demasiados sentimientos, sensaciones y emociones que tienen que asimilar para poder dar el siguiente paso, todo está dando vueltas a tal punto que Mina siente que se encuentra en un parque de diversiones y Chaeyoung que está en la punta de la montaña más alta del universo.
Son apoya las rodillas con mucho cuidado y Mina sube las piernas a la cintura de la misma.
"¿Estás lista?". Asiente como respuesta.
El primer movimiento es suave, sin sacarlo, solo balanceándose para poder llegar a lo más profundo de Myoui, esta no hace ninguno ruido porque las está reteniendo contra su mano y Chaeyoung está demasiado concentrada en escucharla así que los mantiene encerrados en la garganta.
Lo hace un par de veces más hasta que sabe que ya puede moverse, sale hasta la mitad y vuelve a entrar despacio, el primer sonido que se escucha después de mucho tiempo es el choque de sus pieles.
A Mina se le corta la respiración cuando lo vuelve a hacer y se muerde el labio tratando de no hacer nada más que sentir.
"¿Desde hace cuánto no lo hacías?". Se le había olvidado que a Chaeyoung le gustaba hablar mientras lo hace.
"Más del qué crees". La menor aprovecha para ir más rápido y Mina no puede más, un gran gemido sale de su boca asusta a Chaeyoung. "Sigue". Demanda y la coreana le hace caso, poco a poco va acelerando a tal punto que el chirrido de la cama se escucha en todo el lugar acompañado de los gemidos y maldiciones de Chaeyoung cuando llega a lo más profundo.
"Mierda". Suelta de la nada, había algo que nunca olvidó y es lo bien que Mina la apretaba y sabía exactamente como moverse.
Myoui sentía tantas cosas por minutos que no entendía muy bien en dónde se encontraba, lo único que ahora mismo podía más o menos entender es que Chaeyoung, su ex novia, estaba entrando y saliendo de ella tan rápido que estaba al borde de terminar, odiaba sentirlo pero su vientre parecía estar acumulando lo que nunca antes había logrado llegar con su esposo.
"¿Estás por terminar?". Pregunta tanto agitada como impresionada.
Mina no contesta solo aprieta más y más, a Chaeyoung le cuesta moverse y baja un poco la mirada notando que cada vez se moja más, puede sentir como los fluidos de la japonesa se chorrean por todas partes llegando hasta la cama que están completamente arruinada.
"Si, pero no quiero". Se niega a acabarlo tan rápido, como puede abraza a Chaeyoung e intenta que dejé de moverse. "Detente". Dice casi sin voz, la rubia había subido un poco su cadera y comenzaba a penetrarla de una forma que ella sabía que no podría aguantar más. "¡Chaeyoung, detente!". Aunque lo está diciendo no es lo que quiere que suceda.
Por desgracia o no, Son la conoce muy bien lo suficiente como para que siga haciéndolo.
"¿Segura que quieres que pare?". Habla en tono de burla mientras también lucha por no acabar en ese instante. "¿No crees que se siente bien?". Myoui rueda los ojos justo en el momento en el que siente los dedos de la coreana pellizcandole el clítoris. "De seguro tu esposo no te hacía esto". Otra vez el tono de burla que la saca de quicio, solo que en este caso hace que le guste más lo que está sintiendo.
"Chaeyoung no quiero más". Comienza a forcejear y Son la mira a los ojos, la poca luz impide que Myoui vea que los ojos de la menor están llenos de lágrimas.
"¿Segura?". Pregunta aguantandose las ganas que tiene de llorar porque sabe muy bien que todo lo que está sintiendo solo es ella la que lo siente.
O es lo que cree.
"Termina". Ordena y va más fuerte sin importarle que le duela. "Hazlo". Porque debe hacerlo por algo que está más allá de todo.
Los dedos de los pies de Mina se retuercen y suelta un grito a los cuatro vientos. "Chaeng".
«Aquel maldito apodo»
"Por favor hazlo también". Chaeyoung no dice nada solo sigue moviéndose hasta que los movimientos se vuelven erráticos. Lléname por favor". Ahora no es la única que quiere llorar.
Son bombea un poco más y se desploma encima de Mina que la abraza mientras siente como un líquido caliente se desliza por su intimidad.
Ahora se siente bien más que nunca, como si hubiera renacido y Chaeyoung está en silencio con el rostro clavado en la almohada intentando que Mina no escuche que llora.
Porque lamentablemente había quedado presa en las trampas de un amor que sabe que no es correspondido.
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