₄₇
Días después.
Cerré las cortinas de la habitación ocultando un poco la claridad que pudiera entrar mañana en la mañana cuando Eun-Sang despierte.
Pensé que sería un problema cuando ya no pudiéramos dormir juntas, pues se había acostumbrado mucho a mi presencia a su lado y a abrazarme fuerte, sin embargo ahora le veo ahí dormida, sus labios entre abiertos y su pelo desordenado por toda la almohada.
Lo mejor de todo es ver a Taehyung a su lado, con una expresión que le adopta la cara de bobo, mirándola y acariciándole suavemente la mejilla. Esta vez no fui yo quien le leyó su libro favorito.
¿Lo novedoso aquí? Vivimos en el departamento de Tae, que hayamos vuelto fue prácticamente transformar nuestras vidas. La de los tres si incluimos al pequeño de mi vientre. Sí, ya tenemos el sexo definido, será niño, no hay nadie más feliz por eso que Taehyung. Además de que me mima y me cuida como si estuviera enferma en vez de embarazada.
Taehyung cerró la puerta con lentitud para no hacer ruido y me miró para luego sonreír.
-Ahh, estoy tan feliz- me hace darle la espalda para abrazarme y hacerme caminar junto a él.
Sonrío como la idiota enamorada que soy y acepto esos besos que suele darme en la mejilla.
Me siento como solo me hace sentir él; bien, completamente. Y sinónimos y sinónimos a eso, palabras que no existen.
Una vez dentro de nuestra respectiva habitación finalmente fuimos a la cama.
Tae apagó la luz y encendió el aire acondicionado para luego correr su parte del edredón y dándome una genuina sonrisa ,meterse debajo para luego abrazarse a mí inmediatamente.
-Creo que nunca tuve tanto sueño. La empresa me deja molido, seriamente- habla con los ojos cerrados. Descansa su cabeza sobre mi pecho, lo cual le conviene por estar cerca de mi barriga.
Amo que haga eso.
Lo amo a él.
-Mañana es tu último día - mis ojos seguían abiertos así que aproveché y comencé a hacerle mimos en el cabello. Lo tiene algo más largo de lo común y un poco más claro.
Escucho su bajito sonido de afirmación y eso me da a entender que está luchando para no dormirse. Antes de que eso pase, yo hablo.
-¿Crees que yo pueda ir contigo? Me gustaría acompañarte por lo menos hasta el medio día. Echo de menos a Chaeryeong, hace tiempo que planeamos vernos pero ella me dice que está muy ocupada. ¿Puedo? ¿Es problema?
-Oh, claro que puedes ¿Por qué no?, eres mi esposa, o lo serás.
Entonces recuerdo qué mi mano sigue vacía.
El anillo...
¿No piensa dármelo?
-Lo digo porque eso sería exponerme. La mayoría me conoce como tu ex secretaria. Y aparecerme allí así de la nada es solo traerá rumores.
-¿De que me estás hablando?- sigue en la misma posición- irás conmigo, no es que nadie vaya a atacarte ni nada parecido. Ni siquiera dejaré que te miren mal.
-Bien, no quiero ir y verte todo salvaje entonces- dije
-Me comportaré- me responde rendido y yo río- Ven de todas formas. Salgo al medio día. Estarás aburrida aquí suponiendo que Eun-Sang vaya a pasar el día con mi madre
-Ya. ¿vamos juntos mañana?- le vuelvo a preguntar interesada en su réplica, solo para confirmar, sé que está de acuerdo.
-Sí, está bien. Besito de buenas noches- alza la cabeza y extiende sus labios reclamándome. Yo sin dudar piqué sobre sus bonitos belfos, pero no se conformó y tomó mi mejilla para dejar otro un poco más duradero.
-Así duerme cualquiera- dice acomodándose denuevo
(...)
No tenía la noción del tiempo hasta que me escuché ser llamada por una dulce voz, repetía "amor" seguidas veces, cada vez más insistente.
Abro los ojos y observo al hombre de mis sueños sentado a un costado mío, el dorso de su mano se mueve sobre mi mejilla mientras me habla.
-Si quieres ir conmigo se supone que debas levantarte temprano.
-Dios, lo olvidé- cerré los ojos otra vez y me estiré
-Que dormilona, incluso Eun-Sang ya se levantó.
-Eso se llama milagro- estrujé mis ojos riendo.- pero iré, no soy tan vaga.
-Bueno- Taehyung se levantó- voy con ella - yo asentí
Me adentré al baño y me duché, cuando me cepillaba los dientes ya estaba más despierta. Una última lavada de cara y como nueva, mis párpados se levantaron con normalidad.
Taehyung no estaba cuando volví a la habitación por lo que supuse que estaría con Eun-Sang ayudándola a vestirse y acomodarse, incluso la peina, ¿pueden creerlo? Le trenza el cabello mejor que Lisa. ¿Quien no quiere un padre así?.
Le di una mordida a mi sándwich y bebí de mi leche caliente mientras una ráfaga de aire se metía por los grandes ventanales del balcón del departamento haciendo mover las cortinas azul marino que cuelgan junto a ellos. Al tiempo que yo miraba a la nada, perdida ,sin pensar, solo masticando.
-¿Lista?- en un tiempo récord, Tae besa mi sien derecha apoyándose de sus manos, una en el respaldo del sofá y la otra en el reposabrazos .
Escaneo su cuerpo y me percato de que ya lleva su traje puesto.
Tan perfecto.
Levanto mi cabeza levemente y le doy una sonrisa de boca cerrada mientras asiento. Me enderezo y tomo un trago de leche para bajar todo por mi garganta. Me lamo los labios quitando los restos que pudieran quedar. Pero apenas termino Taehyung me sorprende dejando un pequeño beso en ellos.
-Pensé que dirías: "Taehyng, yo nunca lo beso, debería hacerlo ahora"- no lo dice molesto y eso me hace bajar la mirada y reír, sonrojándome. Él entrecierra los ojos, decepcionado, y me vuelve a besar entre risas.
¿No le es incomodo así? Tiene básicamente la cabeza colgando.
-Uuuuh- nos interrumpe Eun-Sang, quien viene riéndose de lo que ve.
-¿Qué te he dicho de ver estas cosas?- Tae la mira mal pero todos sabemos que es de broma
- ¿Otra vez con eso?, no me taparé los ojos!- resalta su labio inferior en un orgulloso puchero
-Tu desayuno- le indico lo que está sobre la mesa. Ella alza sus bracitos y lo toma.
Después viene y se sienta a mi lado en el sofá poniendo el plato sobre sus delgados muslos, Taehyung le alcanzó su leche y ella puso cara de asco. Que irónico que no le guste cuando de pequeña me armaba shows si me demoraba en hacérsela.
-No, eso no.
-Claro que sí, tómala- Tae se la sigue extendiendo pero ella duda
-No quiero, papi- lo intenta convencer con voz tierna
-Tienes que tomarla o no vas que crecer. ¿Eso quieres?- le dice el típico cuento
-No, yo quiero crecer.
-Entonces tómatela toda, quiero verte- una pequeña mano termina agarrando el vaso. Eun-Sang prueba dudosa.
-¿La abuela viene?- me mira.
-Debe estar al llegar- digo y continúo comiendo
-Mamá viene conmigo hoy ¿sí?- le dice Taehyung mirándose en el espejo, acomodándose un poco el abrigo del esmoquin
-¿Van juntos? ¿Y yo?- protesta
-No. No habra nada que te guste ahí, cariño. - Taehyung se voltea para mirarla.
-¿Ah no? Dime que hay- ¿se nota? Eun-Sang ha cambiado. Le advertí a Taehyung que no la engriera, ahora mira como le habla y le exige. Es que es incluso gracioso porque es pequeña y ver tanto carácter en ese cuerpo...
-¿Quieres saber?- él cruza los brazos sobre su pecho y se recarga de la pared- tan solo hay personas sentadas frente a millones de papeles trabajando sin descansar hasta horas de la tarde. ¿Sigues queriendo ir?
(...)
Entré yo antes a la limusina que ya nos esperaba afuera del edificio. Tae demoró más o menos un minuto ya que estaba hablando con el chófer. Esperé mirando por la ventana y en nada estaba sentándose a mi lado.
-¿Pasó algo?- digo viendo la puerta cerrarse. El cierra la compuerta que nos da privacidad
-Nada- me sonríe- Mira, pedí que compraran esto para ti.
-¿Un celular?- veo el claro dibujo del objeto en la parte superior de la caja.
-Sip, el tuyo se rompió ¿no?.
Lo rompí.
Mientras tanto el abre la cajita y saca cierto aparato de adentro dejándome sin palabras.
¿Esta cosa existía?. Dios, mi celular viejo no se compara en nada con este.
-Veamos...- murmura destapando con cuidado la parte de atrás dejando ver los millones de cables y cosas que me daría miedo siquiera palpar.
-¿Qué haces?- pregunto curiosa, mirándolo poner algo parecido a una tarjeta de almacenamiento
-Es un GPS.- parece que presiente mi cara de disgusto.- No te asustes, es por emergencias- una risita deja sus labios y al terminar comprueba que encienda bien.
-Listo, ahora tú...- recoge mi mano en la suya y lo deja ahí- tenlo, no te atrevas a negármelo.
¿Que tal si está exagerando? Puedo comprarme uno yo misma. Bueno, tal vez cuando tenga trq ajo y estoy segura de que el no me dejaría trabajar.
-¿Que tal si no quiero?
-Quiérelo- me contradice sonriente y pasa su brazo por mis hombros para abrazarme- necesito hablar contigo y no es bueno que andes por ahí sin uno. ¿Quién no tiene un celular en un país desarrollado?.
-¿Quién lo dice?, tú eres millonario, hay muchas personas que no tienen- es mi hora de contradecir, el chasquea la lengua.
-No es tu caso. Es normal que quiera complacerte en todo. Acostúmbrate, mi amor- lo menciona con todas las letras y besa mis labios repentinamente. Deja besos más pequeños y yo sonrío.
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Quería preguntarles que querían que fuera el beibi Tae pero en dudas porque no sabía si me fueran a responder.
:) así que lo puse a mi elección.
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