₀₈
Tn.
Una vez Rachel se marchó me dispuse a escuchar con atención la cantidad de cosas que explicaba la Srta. Kang, y que bueno porque no hubiera entendido nada. Nunca me he dedicado a esto o algo parecido, siento que todo de ser secretaria será un fiasco en todas las maneras posibles. No entendía mucho, además de que era aburrido.
-Señorita secretaria -me habló una voz, era Jimin que me veía sonriente. Usaba unos anteojos redondos y realmente se veía guapo, su pelo era rubio a diferencia de años atrás.
-Oh, eres tú -sonreí mirándolo- ¡Ya quiero renunciar! -hice un puchero haciendo que él estallara en risas- Oye, no es gracioso.
-Dramatizas. Esto es mega sencillo. Es solo práctica y ya está. -se ganó una mirada inquisitiva de mi parte- No te rompas la cabeza, créeme, aprenderás en un dos por tres.
-Ya me están explicando -señalé con la mirada a la chica y ella le hizo una reverencia con cordialidad para seguir organizandome par de cosas.
-No te preocupes. Eres muy inteligente, lo captas rápido. Recuerdo que en la secundaria dominabas tres idiomas. Y habías terminado con buena nota. Si te has mantenido así hasta ahora enserio no veo un problema.
Ya, pero no sabes lo que han pasado a cuatro años de la última vez que me viste.
-¡Relájate, estás pálida!- me sacó de mis pensamientos y mis ojos chocaron con su sonrisa radiante- acompáñame. La señorita Kang sabrá cómo acomodar todo, te presentaré el equipo con el que trabajarás a partir de hoy.
Fui con él hasta otra oficina, muy cerca de mi escritorio, tan serca que podía ver a las personas desde aquí. Algunas ya me habían mirado y susurrado cosas, yo nunca me atreví a hablarles, aunque sabía en en algún momento lo haría, serían mi equipo después de todo.
Todos les hicieron una reverencia a Jimin cuando llegamos
-Chicos, la señorita Park -me miró- que irónico, llevas mi apellido.- dijo y reímos-. Es la nueva secretaria del vicepresidente. Denle una mano con todo ¿De acuerdo?
Al parecer si eran amables, todos aplaudieron y sonrieron
Si. Eran muy amigables. Eso me dejó tranquila, pensé cualquier tipo de reacción excepto algo así.
Sonreí hice una reverencia. Eran unas nueve personas. Cuatro chicas contándome a mí. Dos chicos y un señor. Al parecer todos eran mayores que yo.
-Hola, soy Tn, espero nos llevemos bien -hice otra reverencia.
-Adiós. Me regreso a la oficina, conoce a tus compañeros, hablamos luego.
Recibí un guiño de ojo antes de verlo desaparecer.
Habían tres escritorios algo extensos para ofrecer un reservado lugar a todos. Computadoras por donde quiera. Una impresora en una esquina, pude notar al mirar a mi alrededor.
-Srta.Park, este es tu cubículo -me dijo amable una chica- puedes venir cuando quieras o necesites -me limité a asentir de la misma manera.
Lo de que eran amables lo comprobé después. Eran muy graciosos entre ellos y se notaba la confianza, yo simplemente reía por cada cosa que decían.
-Lo de ser secretaria es fácil, solo tienes que ser eficiente, sobre todo con tu jefe y más si es el señor Kim. Tienes que actuar rápido, es todo. Algunos días son ajetreados aquí ,pero nada fuera de lo común, ¡Nada que no haga una secretaria!- me dijo con confianza la señorita Seol -Atender llamadas, ortanizar la agenda del señor Kim, servirle el té, hacer reservaciones, con el tiempo lo sabrás hacer.- añadió la pelinegra.
-¿Y...qué me dicen del señor Kim? ¿Cómo es él... -pregunté con curiosidad-
- ¿Estricto?, no tienes idea de cómo es. Bueno, con sus secretarias a sido como ni te imaginas. Siempre ha sido así, es muy muy exigente. A veces tiene sus días y es mucho peor -todo lo escuchado me hizo sobresaltar.
Es decir, si he visto a Taehyung furioso y da miedo, y eso que eramos novios. Obligatoriamente tenía que asustarme, cuando celoso era peor que un padre cuando se entera que su hija no es virgen antes del matrimonio. Era muy muy agresivo, aveces yo misma le mandaba a la mierda ya que los celos eran por temas estúpidos, sin sentido alguno. Lo bueno era que siempre me pedía disculpas y nos reconciliabamos una y otra vez. Ahora...a que yo sea su secretaria? Creo que debo preocuparme
-Ah -rasqué mi nuca, nerviosa.
De repente todos se pusieron de pie. Yo volteé y se trataba de Taehyung, inmediatamente reverenciaron y yo hice lo mismo. No sin antes darme cuenta que Raachel lo tomaba del brazo.
Continuaron con el camino y nos volvimos a sentar.
-Oh, es hora de almuerzo. Chicas ,almorzamos juntas? -todas asintieron menos yo- tú también vienes, chica nueva -me tomó de los hombros y me hizo caminar junto a ellas.
(...)
Fueron las cinco y Taehyung no regresó más a la oficina. Todos fueron saliendo rumbo a sus respectivas casas por lo que yo los imité. Tomé mis cosas de mi escritorio ya recogido y acomodado.
Abordé el bus hasta la casa de la abuela de Jungkook. Eun-Sang me vio y vino con una resplandeciente sonrisa hasta mí. Saludé a la señora Jeon. Agarré el bolso con sus cosas y tomé el siguiente bus hasta el departamento.
Eun-Sang iba comiéndose un helado que ya le había embarrado la barbilla y las manos. Era muy morosa para esas cosas, se tardaba demasiado al comer algún dulce por la razón de que los ama, lo que ella no entiende es que no puedo comerse un helado con calma porque se derrite. Niños.
-Cariño apurate con ese helado, o te ensuciarás toda la ropa -hablé quitando su chaqueta para colgarla en la entrada. Ella no respondió y continuó comiéndose el helado sin prisa.
Me agaché frente suyo y desamarré sus zapatos para retirarlos luego y colocarlos también en la entrada. Escogí una de sus pequeñas pantuflas y se las puse con su ayuda.
-Amor no toques nada con tus manitos, que están sucias
Ella asintió y se fue a sentar sobre el sofá. Yo fui a la cocina por un vaso de agua.
-¡Eun-Sang!, ¡Te dije que no tocaras nada, ahora mírate la ropa! -la regañé, también estaba un poco embarrado el asiento, en su blusa parecía que se hubiera limpiado de ella.
-Lo siento mami ¿quieres? -me extendió su helado con una carita tierna, misma con la que me manipula, hasta he pensado que lo hace apropósito.
-No, cómelo tú, pero no te limpies de nada. Espera que iré a buscar algo para limpiarte
Continuó comiendo y yo entré a la habitación en busca de toallitas húmedas.
-Ven, dame una de tus manos -me senté a su lado, la vi cambiar el helado de mano y extenderme una.
Saqué una de las toallitas y la limpié por todas partes. Intercambió el helado nuevamente dándome la otra. No sirvió de mucho ya que su mano volvía a ensuciarse y las gotas de helado derretido bajaban desde su mandíbula a su cuello, ensuciando parte de su blusa.
- Aish, ya estás igual- solté un bufido y ella me sonrió enseñándome todos sus dientes.
Santo dios, esa es la sonrisa de Taehyung.
(...)
-Y cuéntame, ¿que tal la pasas con la abuela Jeon?
Estábamos en la cocina mientras yo lavaba platos y ella me veía hacerlo. Decidí cortar el silencio y así hablar de nuestro día
-Bien -me sorprendió que solo dijera una palabra, además del tono en que lo mencionó.
-¿Solo bien? -me giré- ¿Pasó algo que yo deba saber? -negó con la cabeza pero pude deducir que me mentía- Eun-Sang... a mamá no le mientas. ¿Qué pasó?, dime.
-Uh...-bajó su cabecita- la señora Jeon recibió visitas, me dijo que podía jugar con su nieta.
-¿Sí?, eso es bueno ¿jugaron bastante?
-Sí, jugamos mucho -no levantaba la mirada por lo que ya me estaba preocupando.
-¿Y que es lo malo?, ¡Ahora tienes alguien con quien jugar!.
-Ya no quiero que juguemos más, me dijo cosas muy feas porque ella si tiene papá y yo no -musitó con esa vocecita tierna y triste.
Me quedé en silencio unos segundos procesando lo que me había dicho. Y lo distinto que sería si Taehyung no hubiera metido la pata en Japón, hubiéramos tenido a Eun-Sang, y ella estaría feliz por tener a su padre y su madre juntos. Todo sería tan diferente...
-Ay amor, ya no pienses en eso ¿sí?, no hagas caso a lo que te digan sobre ese tema. Además, quedamos en que no te pondrías triste ¿no es cierto? -asintió mirando sus manos, vi sus labios abultados y no tardó en comenzar a llorar.
Me sequé las manos con un paño y fui a cargarla. Ella hundió su cara en mi cuello para seguir haciéndolo ahora con más ganas. Di palmaditas en su espalda y con los minutos se tranquilizó.
Si lo pienso ,esto tambien vendría siendo mi culpa.
Tal vez sea hora de decirle a Taehyung la verdad
Al rato se quedó dormida sobre la cama. Eran las diez de la noche, yo también debería pegar los ojos, si es que puedo.
Volví a la sala. Desconecté todos los equipos, y apagué todas las luces. La sala solo quedó alumbrada levemente por la luz que salía de la ventana del baño, la puerta de éste estaba abierta así que la luz penetraba con más facilidad.
Ingresé al cuarto. Apagué la luz también y me metí bajo las sábanas. Cogí mi celular de la mesita de noche para programar la alarma para las seis, debía estar en la empresa a las siete y media así que creo que debía darme tiempo todo.
Taehyung
Fue lo primero que vino a mi cabeza cuando dejé de vuelta el celular en su lugar. Será complicado. Algo no me dejaba dormir, y es que saber que en unas horas volveré a verlo y a hablarle como su secretaria no es exactamente normal. Siento que mi vida ha dado un cambio radical. No estoy siendo exagerada, solo admito lo que pasa en verdad.
Día siguiente.
El tedioso sonido se escuchó por toda la habitación con puntualidad. Despegué mis ojos notando el cansancio, mis parpados se cerraron otra vez. A penas conseguí dormir unas horas, pensé toda la noche.
Deslicé mi dedo en la opción descartar y la alarma se desactivó. Reapareciendo el silencio en la habitación me levanté de la cama. Eun-Sang se removió pero siguió durmiendo.
Inmediatamente fui camino a la ducha. Cuando tengo mucho sueño el agua lo soluciona todo. Efectivamente luego de eso me sentía 100% despierta.
Encendí la luz en la habitación y busqué mi ropa dentro de mi clóset. Ya que señorita perfecta me lo dijo trataré de usar algo más parecido a lo que usan las secretarias. Pero que conste que lo hago porque tiene algo de razón ,no porque a ella se le da la gana que yo lo haga.
Una vez coloqué toda mi ropa desperté a Eun-Sang. La ayudé a ducharse rápidamente y la abrigué muy bien. El día no estaba cálido, parecía que iba a llover, hacía algo de frío.
Le puse botas, guantes y un grueso abrigo.
-Mi bebé tiene sueño -besé su mejilla al verla estrujar sus ojitos. Adoro mimarla mucho- lamento que tengas que madrugar por mí ,amor, pero no puedes quedarte sola, es mejor que te cuide la señora Jeon. Jungkook ya no puede hacerlo. Al mediodía puedes dormir la siesta ¿si?
Me asiente -Mami, quiero ver a Kookie, no lo vi ayer.
Desayunamos y luego de recoger las cosas con cuidado de no olvidar nada, salimos. Llegamos primero donde Jungkook para que Eun-Sang pudiera verlo y de paso hacerlo yo también. Justo se iba a la universidad así que nos fuimos juntos, claro que después tomamos caminos diferentes.
-Recuerda portarte bien -dije frente a la puerta poniéndome a su altura , esta asintió con la cabeza.
-Te echaré de menos mami, ya quiero que sea por la tarde y vengas por mí -dijo abrazándome de cuello, yo sonreí y me aparté.
-Verás que el tiempo pasa rápido.
La señora Jeon nos miraba mientras hablábamos esperando por que me fuera para luego entrar y cerrar las puertas de la enorme casa
-Mami te ama ¿bueno? -asintió por segunda vez- está bien, llamaré al mediodía para comprobar que te almuerces todo -rió y fue con la abuela de Jungkook.
-Hasta luego Tn, y buenos días.
-¡Buenos días a usted también!.
(...)
De nuevo esos nervios que me hacían temblar las manos y el cuerpo entero. Me siento extraña en esta empresa, es como si no encajara. Me siento inferior a las personas. Llegué hasta mi escritorio y tomé asiento en la silla giratoria, puse mi bolso a una esquina y miré a mi alrededor botando aire por la boca.
Miré sobre mi escritorio, al lado de la computadora había una especie de cajita con una antenita, no sabia para que era pero no tenía ningún botón. Abrí las gavetas, en una de ellas había un papel que me llamó la atención.
En él se indicaba perfectamente lo que necesito para no tener peleas con Taehyung. Decía todo lo que utilizaba la empleada pasada, un café cargado en la mañana, era el primer requisito. Supongo que iré a comprarlo para el luego.
En otra de las gavetas estaba la tableta igual de como la había dejado ayer. La misma tenía algunos documentos y cosas relacionadas con la empresa. Sigo pensando que no podré hacer esto. La chica que estuvo aquí antes sabía mucho en comparación conmigo
Aprenderás Tn, aprenderás no te angusties por favor
En una de las ventanas abiertas estaba un horario. Al leerlo supe que era la agenda de Taehyung.
Fueron llegando los empleados, como no tenía nada que hacer fui con ellos a distraerme un poco.
Solo minutos después me regresé a mi sitio. Taehyung iba llegado al lugar por lo que las reverencias se hicieron presentes. Cuando pasó por mi lugar, el cual era aparte al de los demás, exactamente frente a su oficina, también hice una reverencia.
-Buenos días -dijo con sus manos en sus bolsillos-. Ya deja de hacer eso Tn, por Dios -dejé de reverenciar y lo miré a los ojos.
-Soy tu secretaria , tengo que hacerlo de todas formas .
-Acompáñame a la oficina un segundo- pidió
-Eh, espera, ¿no es a esta hora que tomas un café cargado? tu secretaria me lo dejó escrito.
-Sí, después buscas eso para mí, por ahora ven. Dime mi horario, necesito puntualizar algo.
Tomé la tableta y lo seguí. Abrió la puerta y yo pasé detrás de él con la tableta en mis manos y el corazón latiendome sin control. Lo observé sacarse el abrigo (saco) y ponerlo detrás de su silla, luego se sentó y yo me paré frente a él.
- ¿Y?, ¿Qué tengo que hacer hoy?.
Busqué con la mirada hasta encontrar el día jueves y comencé a dictar todo. Si que estaría ocupado, la vida de un empresario es el triple de ajetreada a la de una secretaria.
-Por último una junta a las seis para hablar sobre el nuevo diseño -él solo miraba mi rostro atento-. Es...todo por hoy
-bueno . Ve por el café abajo, que tenga azúcar por favor -ordenó acomodando algunas cosas sobre su escritorio.
Asentí levemente para luego salir de la oficina. Dejé lo que ocupaba mis manos y bajé a la primera planta tomando rumbo a la cafetería de la empresa.
Pedí el café cargado, tomé el elevador una vez más y estuve denuevo en el piso de antes.
Empujé la puerta recibiendo su penetrante mirada sobre mí.
¡No hagas eso!
-Aquí tienes -le extendí el café, él lo tomó, tocando mi mano apropósito, haciendo que un escalofrío me recorriera.
No tuvo demora en llevarlo a su boca y pasarlo por su garganta. Tragué en seco fuertemente cambiando la mirada
-¿Me necesitas para algo más? -le pregunté con voz débil, la cual me salió sin querer, solo le estoy demostrando que me pone nerviosa cuando nos miramos.
-Sí ¿Cuándo hablaremos?
No puede ser que me esté pidiendo esto ahora, con la de nervios que tengo. Claro, como él está de lo más ordinario.
-Estamos hablando -respondí haciéndome la desentendida, todavía sabiendo que lo que hacía referencia.
Taehyung rió amargamente sin mostrar sus dientes y presionó el lapicero en la punta provocando un sonido al bajar el repuesto. Yo tragué.
-No me hagas repetirlo con otras palabras cuando ya entendiste a lo que me refiero.
-No vamos a hablar. Ahora menos.
-¿Entonces cuando?
-Si no se te ofrece nada más me iré -hice una corta reverencia y me di media vuelta.
Caminé hasta la puerta pero su cuerpo se puso en medio obstruyendo mi paso. Ni siquiera supe como se levantó tan rápido, debió haber dado pasos kilométricos.
-Solo déjame hablar a mí, por favor. Solo escucha.- me dice con ojos suplicantes.
-¿Te das cuenta de lo que dices? Es demasiado surrealista de tu parte pedirme que hablemos.- pausé unos segundo mirando sus ojos- ¿Crees que algo podría por lo menos parecerse a lo que teníamos antes?.
Su expresión de súplica cambió a una que si no me equivoco reflejaba que estaba enojado.
-Aquí soy tu secretaria, y tu eres mi jefe. No mezclemos los temas personales. Tú tienes tu vida, yo la mía ....tienes a alguien, solo supera esa etapa -iba a girarme pero otra vez me lo impidió ahora agarrando mi antebrazo.
-¿Tú la superaste?- preguntó
-Sí, algo que también deberías hacer tú- lo miro.
-Entonces supon que no se superar.
Tomó mi mano acercándomé más a él posicionando esta última sobre su pecho hasta correrla y dejarla sobre su corazón. Sus latidos eran tan fuertes y precisos que podía sentirlos sin tanto esfuerzo, con igual desesperación que los míos. Mientras yo me preguntaba que rayos pretendía. La bajó todavía sosteniéndola, finalmente tiró de mi como si yo fuese algo supremamente liviano, sin esfuerzos me tuvo inadecuadamente cerca. Mis latidos se dispararon sin tardar otro segundo más.
-Mi corazón solo late así por una persona -confesó sin apartar en ningún momento sus ojos de mí- los dos sabemos la explicación a eso, Tn.
Me quedé anonadada ante sus palabras. Si sabia que pasaba algo cuando nos mirábamos pero no estaba segura, creí solo era yo.
-Taehyung,... no hay necesidad de volver las cosas más difíciles.... me dices una cosa y luego -suspiré-....no te entiendo.
- ¿Que no entiendes?, ¿Ah?, Vamos dime y yo te explico, no creo posible que haya algo a lo cual yo no pueda responderte.
-Yo... En serio me niego a seguir hablando contigo.
-No te atrevas a salir por esa puerta, Park Tn, estamos en medio de una conversación -otra vez me vi obligada retroceder. Sentí su matiz más próxima a mí y aunque estuve de espaldas mi tensión no tardó en llegar.
-¿Qué pretendes?, ¿Qué ahora seamos mejores amigos y te hable como si nada?- cuestioné en un hilo de voz con la mirada al frente- Sufrí mucho por ti. Eso nada lo cambia, Taehyung.
Sentí mis ojos nublarse de lágrimas.
-¿Y cómo quieres que ignore que te amo?
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