Vigésima quinta
"Aventúrate a lo desconocido, busca y desentierra los misterios, llénate de conocimiento antes de ser atrapado."
Georgi Popovich era un personaje enigmático, solo unos cuantos sabían sus orígenes y pocos conocían su paradero, solo los valientes o desesperados acudían a su ayuda y no hubo nadie que saliera bien librado después de obtener lo que deseaban. Eso fue lo Jean le explicó al joven ángel, mantener sumo cuidado con él y tener en cuenta los peligros que le esperarían.
Por esta razón su viaje fue en solitario, lejos de lo que pudo esperar la localización del 'brujo' se encontraba en uno de los barrios más peligrosos de la región, donde los humanos más desalmados no se animaban a entrar y pese a la duda después de pisar dicho lugar supo el porqué.
Una ligera capa de neblina verdosa obstaculizaba la visión, pudo percibir un tenue aroma a ácido y de inmediato su nariz comenzó a picar, para un humano ordinario dar más de cinco pasos significaría la muerte, una clara advertencia para mantener a seres débiles lejos de sus dominios. Pese a la molestia en su respirar el rubio siguió caminando, la dirección no fue difícil de adivinar si solo seguía a la mayor concertación de veneno, lo que eventualmente le llevaría a un establecimiento desgastado, con cimientos parecidos a la época victoriana y sin señales de ser ocupado en años.
—Botica... —Pronunció el nombre del lugar entre polvo, sorpresivamente la campanilla de entrada resonó dentro del lugar al entrar e inmediatamente el fuego de las velas se encendió alrededor. Tal y como el exterior lo de adentro no cambio demasiado en cuestión de tiempo, todo se veía viejo, gastado y empolvado. Libros apilados en un mostrador que amenazaba con colapsar, repisas mal hechas que guardaban posiciones aún mas empolvadas y secas, por un instante pudo jurar que dentro de algunos frascos el contenido se movía, no fue nada líquido sino solido, una silueta pequeña que posiblemente pertenecía a algún insecto o criatura diminuta atrapada.
—¡Yuratchka! Estas retrasado por dos días ¿Las artes amatorias te tienen tan ocupado?
en
En un parpadeó Georgi Popovich se mostró tras el mostrador, con una sonrisa irritante para el ángel y la idea de lanzarle alguno de los libros a ese ridícula cara con maquillaje de novia muerta. —¿Quien te dijo que vendría?
—Las noticias corren rápido de este lado de la región, sólo que no agregué a mis cálculos algunos inconvenientes, eso te deja solo con tres días para salvar a Viktor ¿Estas listo? —La basta información del brujo solo trajo desconfianza en Yuri ¿Quien le aseguraba que no lo habría vendido a otros?
—Descuida, odio a los ángeles más que tu, no me asociaría con ellos ni por todo el oro del mundo —Como si le hubiese leído la mente habló y extendió la mano hacia él en espera de los restos de sus alas, una amplia sonrisa, retorcida y escalofriante apareció en sus labios—. Con dos plumas bastará
—Si los odias ¿Por qué me ayudarás a salvar a Vitya? —Dubitativo apretó más la pequeña bolsa de tela que guardaba sus plumas contra su pecho.
—No me importa si lo salvas o no, harás muchos méritos si logras infiltrarte a sus filas sin ser visto, cuando llegues allí cobraré mis honorarios y si llegas a él no habrá ningún problema, pero más me vale crearte una alas adecuadas y darte un buen disfraz ¡Ah! Y alejar ese aroma a sexo que despides, ningún ángel debe oler a pecado, todavía
—Cierra la maldita boca —Con un bajo gruñido lanzó la bolsa a él. Las posibilidades eran reducidas, no conocía a nadie más que pudiese crear alas desde pequeños restos ni simular la esencia de un ángel... Ese idiota era su única opción.
—¡Comencemos!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro