"Y no hubo nada inmarcesible, todo se marchita, se pudre.
¿Era normal tener miedo? Entrar en pánico pensando que tu sonrisa también se acabará."

La vida humana estaba llena de complicaciones que ellos mismos crearon. Demasiadas trabas que no todos podían superar o alcanzar por factores que influían en su alrededor.

la vida en la tierra bien podía ser un asco, pensó.

El mundo estaba plagado de caos, pequeños racimos de pecado por donde lo viese, los siete más representativos jamás los conoció tan bien como verlos de cerca, en vivo y en cosas tan mínimas que contribuían para lo más grande.

—Están perdidos... —habia estado descansando sobre el balcón buscando la brisa fresca del medio día, la última para dar paso al calor de la tarde. Sobre esta lo notó, la vida agitada entre automóviles, la gente caminando apresurada por las calles totalmente ajena a la belleza que le rodeaba, a los árboles florecer, hermosos y coloridos. Nadie alzaba la vista al cielo, nadie notaba las nubes blancas creando figuras diferentes, nadie escuchaba el cántico de las aves.

Nadie vivía. Solo se mantenían en un camino recto, predilecto hecho por ellos, parando solo para mas responsabilidades y aunque lo sabía, que al igual que lo fue él algún tiempo teniendo una jerarquía, que cada tarea asignada era para un propósito simplemente le pareció injusto.

La gente solo sobrevivía. Y Otabek lo hacia con el doble de esfuerzo.

Verlo levantarse a tempranas horas incluso los fines de semana para alistarse e ir a uno de sus dos trabajos le formó una incomodidad que se acrecentaba en cuanto el moreno llegaba horas después con semblante agotado, arrastrando los pies ante el cansancio y negándose a dormir o comer algo argumentando que debía terminar proyectos para la universidad.

Él hubiese estado bien de quedarse con Viktor, no tendría ninguna complicación, de no estar ligado a su vida por cruzarse en su camino nada de esto pasaría. Significaba una carga para él mientras esperaba su llegada pidiendo atención en silencio y solo con la mirada ¿Que esperaba de él? Si el cuerpo humano era frágil, su mente maleable y sus creencias fácilmente menospreciadas.

Pronto llegaría a su limite, lo sabía.

Era el precio de la perfección, esa pequeña instancia que intentó formar debía mantenerse intacta entre sacrificios. Porque nada era gratis, porque los humanos tuvieron que vagar luchando por cada día al entregarse al pecado, el rechazo del paraíso fue solo el comienzo.

El precio de su especie no estuvo lejos de sufrir el mismo fin por desobedecer los mandatos con los que fueron creados.

—Estamos perdidos —se corrigió al fin.

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Notas: Para ser un fic ligero a lo que acostumbro a hacer llegamos al primer K de lecturas.
Muchas gracias ヽ(*≧ω≦)ﾉ
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