Abrí los ojos asustada ya que me faltaba el aire, una presión en mi pecho que hizo gemir de dolor, me encontraba sola en casa por lo que nadie vendría a mis ahogados gritos de ayuda, las lágrimas caían de mis ojos y me aferraba de las sábanas

- Gha - mis gemidos eran bajos, estaba apunto del colapso cuando todo terminó, me levanté la cama y caminé al baño donde reposaba un gran espejo, miré mi reflejo notando mi cuerpo más delgado, algunos moretones en este y la mordida ahora que estaba morada, acerqué mi mano para tocarla pero con un simple roce me dolió más, chille ante el dolor, me sequé las lágrimas y escuche un golpeteo en la puerta principal, baje con el ceño fruncido y tal fue mi sorpresa de encontrarla ahí parada con un ramo de rosas blancas con un traje negro

- Hola - susurró con una sonrisa la cual hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas nuevamente, un dolor agudo me hizo retroceder tocando mi pecho, ella entró para ayudarme pero el olor a perfume barato combinado con otro dulce el cual emanaba su cuerpo me hizo llorar más

- ¿C-Como te a-atrev-ves? - pregunté cayendo a suelo por el cansancio y debilidad de mi cuerpo

- Vine a recuperarte amor mío - intentó tomarme de la muñeca para alzame pero aquel simple roce hizo que mi piel quemara

- Creeme que un ramo de rosas los cuales opacan un poco el olor a puta me van a convencer de volver contigo - conteste adolorida

- Escuché que esperabas una cría mía - sonrió mirando a mi vientre un tanto abultado

- Sí - contesté envolviendo esa parte de mi - pero no tienes el derecho de saber sobre ella - rogaba internamente que mi madre entrara por esa puerta y la saque de aquí

- Pero es mi hija - frunció el ceño molesta

- Pero tu me dejaste y embarazaste a otra - sollocé alejándome

-¿cómo puedes estar tan segura? - preguntó cruzándose de brazos

- Por que sentí un dolor en mi vientre y no era por el bebé que traigo dentro - como pude me levanté y mi madre entró

-Vete de mi casa ahora - dijo apretando las bolsas de compra...