Desperté en sus brazos, envuelta en un calor hermoso, me movía en un vaivén despacio, su tarareo cansado me indicaba que no había dormido bien, acariciaba mi cabello con delicadeza y el viento frío pasaba por mi ventana, era aun temprano por lo que el cielo estaba gris, sabía que pronto llovería

- ¿Ya no duele? - preguntó con voz baja y yo negué - Bien tu hermano vendrá mas tarde para tomar tu temperatura y darte el desayuno - asentí cerrando los ojos

- ¿Porqué no te fuiste? - pregunte reincorporandome quedando sentada

- Por qué una fiesta no va a impedir que cuide aunque sea una noche por mi hija - contestó mirándome a los ojos

- Pero era la fiesta de Dorian y Yobana - susurré bajando la mirada

-Era una fiesta infantil - contestó sonriente - aparte el siguiente año cumplirán diez es más importante - asentí aun con la mirada gacha, estaba por hablar cuando Denis entró con la bandeja

-Es hora de comer pequeña - susurró mirándome, asentí, mi estómago gruñó al sentir el olor a huevo con cebolla y tomate

Papá se salió del cuarto y yo me quedé ahí con mi hermano el cual comenzó su labor que checar mi cuerpo y mi temperatura

-Ha bajado un poco a comparacion de hace unos días - apagó el termómetro - también veo que tienes moretones - apunto mi abdomen, brazos y piernas - ahora come vendré más tarde atraerte el almuerzo...