- Entonces... ¿es una adiós para siempre? - pregunté con lágrimas en los ojos mientras me aferraba a mi mochila, ella tan solo asintió sin poder mirarme - ¿Porqué? - las lágrimas cayeron sin avisar

- Por... que... Ya no te amo - contestó y mi corazón se estrujo aún más

- Pero tu dijiste - intente hablar sin romperme ahí mismo

- ¡Lo que sea que haya dicho es mentira! -me gritó volteandose con el rostro enfadado, la miré con miedo mientras daba un paso hacia atrás.

- ¿Me vas a extrañar? - pregunté con la voz rota y baja, claro una pregunta tonta pero yo sabía y sentía que ella aun me amaba

- Me olvidare de ti - contestó tomando sus maletas y caminado hacia la puerta pasando de largo

- Pero yo... - se volteó ya molesta y estampó su mano contra mi mejilla

- Cállate - me gritó aún con fuego en su mirada, por lo que me hice pequeña en mi lugar

- P-pues v-vet-te - susurré tocando mi mejilla roja aguantando las lágrimas y apretando la mandíbula

- ¿Qué crees que estoy haciendo? - siguió su camino hasta la puerta, no conteste y solo observe que se vaya lejos, muy lejos de aquí y de mi...