Can't you see me? - TXT

Tracy Keller era en lo primero que piensas cuando alguien dice perfección (o bueno, es lo que yo pensaba antes de todo lo que ocurrió). Cabello lacio color azabache, piel bronceada, de alta estatura, ojos verdosos, carismática, con una voz preciosa.

Jamás creí que llegaría a ser suyo, y que ella en algún momento fue mía.

Nuestra relación para ambos fue como uno de los secretos mejores resguardados del mundo, porque si alguien se enteraba se haría primicia escolar.

¿La niña buena y dulce con el capitán de los porristas que tenía "hijo de puta" tatuado en la frente? Dios, no.

Aunque lo que tuvimos fue escondido tras las cortinas, aquella promesa eterna que nos hicimos fue como magia, "nosotros, juntos por siempre, contra cualquier adversidad", sí, sonará cliché, pero cuando estás con alguien son las palabras más dulces que pueden salir de tu boca.

La chispa que teníamos era tan única, que florecía siempre bajo la tenue luz de las estrellas con dulces besos y desenfrenados toques.

Sonrisas cuando nadie veía, charlas en código y señas desprevenidas eran nuestro pan de cada día, hasta que alguien hizo lo nuestro público, fue cuando los problemas empezaron.

En ese momento exacto, donde todo el equipo de porristas oyó una llamada telefónica que tenía con ella, fue cuando nos vimos arder en cenizas.

Colgué la llamada rápidamente, mis compañeros empezaron a gritarme, haciendo preguntas como: "¿cuánto durarás?", "¿desde cuando es tu juguetito sexual?", "cuando acabes con ella, ¿puedes dejármela a mí?", todas tan molestas que me hicieron exclamar furioso.

— ¡Tracy no es mi puto juguete sexual! ¡Llevamos año y medio! ¡Y no, Webber, no te la voy a dejar! ¡Ahora los quiero a todos en la cancha, tenemos prácticas que hacer! —mis nudillos se pusieron blancos gracias a la fuerza con la que apretaba mis puños, me miraron estupefactos antes de salir de los vestidores. 

Las palabras que dije daban vueltas en mi cabeza, ¿cómo le diría a mi novia que había hecho algo que ninguno quería hacer?

Así que no lo hice, después del entrenamiento fui directo a mi casa a encerrarme en mi  habitación, con el celular apagado y música aleatoria saliendo del viejo parlante de mi madre, pensando en como decirle.

Pero vaya sorpresa me llevé al día siguiente cuando revisaba mi casillero, la esbelta figura de Tracy estaba frente a mí, de brazos cruzados y con una muy notable expresión de molestia.

—Lucas Demsey, ¿por qué estás diciendo que somos pareja? Mentir está mal, lo sabes, ¿no? Jamás en mi miserable vida saldría contigo —oh mierda. 

Genial, había quedado como el circo entero. 

—¿Por qué me llamaste entonces para decirme que te gustaba mucho y que te ayudara a superar a tu ex? —¿quién es un mentiroso ahora, eh, Tracy? 

Éramos el centro de atracción de todo Brils Elementary, lo que menos queríamos.

— ¡Yo no hice eso, mentiroso! —gritó ella frente a mí.

—No tienes pruebas de ello, eh. Y si dije lo que dije, fue para no hacerte quedar mal —guiñé un ojo y entré a clase de física, gracias al cielo la docente no había llegado aún y tuve tiempo de escribirle un mensaje.

A: Try
De: Lu
Tenemos que hablar.

De: Try
A: Lu
Hora del almuerzo, salón B-21.

Y el tiempo pasó lo más lento posible, deseé ser parte del grupo que no entró a clases, aquellos que querían hacer las "nuevas reglas", o algo así.

Cuando el momento llegó, Tracy tenía una expresión de odio que asustaba.

—Try, cielo, lo que dije ayer frente al equipo no lo pensé. Dios, sé que lo arruiné todo, lo siento —me disculpé, ella no cambió su mirada—. Amor, podemos con esto, ya es tiempo. "Juntos por siempre contra cualquier adversidad", lo recuerdas, ¿verdad?

—Creo que es tiempo de acabar con esto.

Allí fue cuando me di cuenta de que estaba en ruinas, al sentir como nuestros recuerdos se volvían cenizas.

—Tracy, ¿y la promesa que nos hicimos? Eso significa algo para ambos.

—No significa nada.

Ella me estaba dando la espalda mientras el todo ardía, el fin de esa relación que era mi mundo bailando en medio del fuego. Como ver el castillo de arena que tanto te esmeraste en armar siendo desmoronado por una gigantesca ola.

Una vez más volvía a estar solo, aún estando rodeado de gente. 

¿Y cómo hablarlo con mis amigos si no iban a entenderme? ¿Cómo explicarles que les oculté algo así?

Salió del salón como si nada, dejando mi corazón en llamas.

¿Cuánto le costaba creer mis palabras, mis promesas, como aquel mágico día? Sólo tenía que decir "te creo".

Cuando la hora escolar acabó fui a un bar, compré licor barato y luego me encerré en mi cuarto a embriagarme, ahogando mis problemas como el adolescente imbécil que era.

Y claro, lo mejor que pude hacer fue enviarle un millar de notas de voz a ella.

—Sálvame, por favor —pedí con la voz arrastrada—. Por tu culpa mi pobre corazón está pesado y resentido —sollocé—. ¿Acaso no puedes verme? Te busco con mi voz, ¿no puedes oírla?

Horas después, mucho más ebrio que al comienzo, seguí:

—¿Por qué no me entiendes? No te cuesta mucho parar mi resentimiento, solo toma mi mano otra vez —rogué.

Sólo quería que todo fuera un mal sueño, y despertar a su lado nuevamente.

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stream cysm que se viene el nuevo álbum de mis hijos el 23 de octubre genteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

pd: hay un spoiler de un nuevo relato escondido por ahí.