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Safety pin-5 seconds of summer

Sus ojos grises me miran con altanería, sin perder el brillo particular que los caracteriza. 

No hay nadie a nuestro alrededor, nadie que pueda juzgarnos.

Ella me encanta. 

— ¿Y si nos hacemos fugitivos? —murmuro, ella sonríe—. Correremos hacia el borde del mundo, aunque todos quieran tirarnos lejos. 

¿Que pasaría si un chico roto conoce a una chica rota?

—Sabes que lo he intentado de todo antes, y ha salido peor —contesta, posicionando su mano en mi mejilla.

—Anna, pero esta vez. Solo esta vez... ¿Sabes, Ann? Dos errores hacen un acierto.

Tomo su mano y sonrío, caminamos uno al lado del otro. 

—Crearemos un código de seguridad, y luego haremos que las piezas de nuestros corazones rotos estén juntos de nuevo.

—Parcharemos los agujeros hasta sentirnos mejor.

Quiero decirle a ella, todas las cosas que nunca dije.

Ella me rodea con sus brazos, y luego salta para que la cargue, sus piernas alrededor de mis caderas, mis brazos en su espalda baja. 

—Tiraré piedras a tu ventana rota —susurro y ella ríe—. Solo tú puedes curar mi enfermedad. Una vez me dieron una pequeña probada. Ahora soy adicto a tu forma de arreglarme. Anna, no esperemos más, podemos salvarnos de caer y tú lo sabes. 

—Esta vez, Zack, solo esta vez —se baja de mí, acuna mi cara entre sus manos y me besa, con suavidad, temiendo a que no corresponda, y cuando lo hago, lo hace con pasión—. Creemos ese código de seguridad.