𝐯. gate through the shadows
💥 𝐁𝐑𝐎𝐊𝐄𝐍 𝐏𝐈𝐄𝐂𝐄𝐒 𝐒𝐇𝐈𝐍𝐄 🥀
eddie munson x fem!oc ──── fanfiction !
💥┊ 𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐎𝐎𝟓
una puerta a través de las sombras
📆 26 de Marzo, 2020.
📍 Plainfield, Indiana.
SIMON HABÍA TENIDO LA AMABILIDAD DE RESPONDER TODAS SUS PREGUNTAS, Y AUNQUE EN UN PRINCIPIO HABÍA MANTENIDO LA CALMA, EL SILENCIO DE LA CASA LE HABÍA DEJADO DEMASIADO TIEMPO A SOLAS CON SUS PENSAMIENTOS. Sentía que estaba invadiendo el hogar de Simon, aunque el rubio había dejado en claro mil veces que podía sentirse como en su propia casa. No obstante, cuando la tarde llegó, la mente de Eddie comenzaba a verse atormentada por miles de pensamientos que lo invadieron abruptamente interrumpiendo su descanso. Lo que lo terminó llevando a donde estaba ahora. Se sentía completamente perdido y aunque su corazón latía en su pecho, parecía haber muerto y atravesado el mismísimo infierno para volver a la vida.
──¿Eddie? ──la voz de Simon al otro lado de la puerta interrumpió sus pensamientos. Había escuchado que hablaba con alguien más minutos antes, pero aún no encontraba la fuerza para abrir la puerta──. Eddie... por favor
Eddie, sentado en el borde de la cama, miró fijamente la puerta, su mente llena de confusión y ansiedad. La voz de Simon le sacó de su ensimismamiento, pero no estaba seguro de cómo responder. El silencio se apoderó nuevamente de la situación y Eddie supo que Simon se había apartado de la puerta. Su cuerpo adolorido no lo dejaba relajarse, era como si las heridas tuvieran memoria propia y hacían todo lo posible para recordarle que estaban ahí, en todos lados, como un recuerdo de lo que pudo haber sido el último día de su vida. Cualquiera diría que debería estar agradecido de estar con vida, pero el peso sobre sus hombros y el dolor que no podía expresar era suficiente razón como para haber abandonado todo en el Upside Down.
──¿Dónde está? ──al otro lado de la puerta, un murmullo de voces rompió el silencio. Simon se había relajado cuando escuchó como llamaban a la puerta y haber visto el rostro de Sky lo había tranquilizado.
──En la habitación, no sé cuanto tiempo lleva encerrado. No sé qué fue lo que sucedió ──Sky miró a Simon preocupada dejando una mano sobre su hombro en señal de que se tranquilizara. No quería siquiera pensar en la cantidad de tiempo que Eddie había estado solo con sus pensamientos.
──Está bien... está bien ──ella empezó a respirar con él para que ambos se relajaran. Sky miró a Simon, quien entre la preocupación del momento, asintió con un gesto de aprobación.
Sky desvió la mirada en dirección a la habitación, apartándose de Simon con delicadeza, se acercó hasta la puerta. El silencio al otro lado le preocupó y por instinto, ──aunque sabía que sería en vano ──, intentó girar la perilla esperando poder ingresar a la habitación. La puerta estaba cerrada desde el interior y la única forma de entrar era su Eddie se los permitía.
Sky dio unos golpecitos suaves en la puerta antes de hablar en un tono apacible y calmante.
──Eddie... soy Sky ──hizo una pausa. Simon se mantuvo en silencio observándola, la preocupación plasmada en su rostro──. Eddie... ¿Puedes abrir la puerta, por favor?
El silencio persistió, y Sky empezaba a sentir un nudo de ansiedad en el estómago. Se inclinó un poco más hacia la puerta, escuchando atentamente cualquier respuesta, sin embargo, parecía que nada de lo que le dijeran a Eddie ayudaría. Sky miró sobre su hombro a Simon, quien se mantenía en silencio esperando una respuesta como ella, más parecía que ambos sabían que insistir no era la solución. Con un suspiro abandonando sus labios, Sky se apartó con delicadeza de la puerta dispuesta a dejar que Eddie cediera cuando estuviera listo.
Bastaron sólo unos segundos, para que ambos escucharan la cerradura de la puerta cuando se encontraban dispuestos a bajar las escaleras. Sky observó a Simon antes de volver a mirar en dirección a la puerta del cuarto de huéspedes.
Con cautela, la castaña se acercó hasta la puerta, su mano fue directo al picaporte comprobando que estaba abierta. Empujando la puerta lentamente, se encontró con la habitación en penumbras, a excepción de la única fuente de luz proveniente de una lámpara de noche en la esquina de la habitación. Sky dio un paso vacilante hacia adentro, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho. No estaba segura de lo que iba a encontrar, pero la preocupación por Eddie la impulsaba a seguir adelante.
A medida que se adentraba en la habitación seguida por Simon, pudo distinguir la silueta de Eddie sentado en el borde de la cama. Su cabeza estaba gacha, y su cabello desaliñado caía sobre su rostro tapando sus facciones. Parecía abatido y preocupado, como si la situación lo hubiera superado y él hubiera alcanzado el límite. Sky se acercó con cautela, temiendo perturbarlo aún más.
──¿Eddie... ?──susurró suavemente mientras se acercaba observado los envoltorios de comida y algunas latas de cerveza vacías en el suelo sumado el olor a cigarrillo impregnado en el ambiente.
Intentó disipar la duda en base a cómo había conseguido todas esas cosas, pero estaba segura que ni siquiera Simon sabría encontrar una respuesta a esa pregunta, por lo que decidió dejarla pasar. Cuando se detuvo frente a la cama, Eddie levantó la vista lentamente, y sus ojos rojos e hinchados revelaron que había estado llorando. No respondió de inmediato, solo miró a Sky con una expresión de tristeza antes de volver a apartar la mirada.
──Hey hermano, vas a tener que reponer todo esto... ──dijo Simon mirando los residuos de latas y bolsas de snacks. Sky suspiró ante el comentario de Simon cuando se acercó por detrás de ella.
──Yo te compraré las cervezas y la comida. También los cigarrillos ──respondió rápidamente mirando a Simon por sobre su hombro restándole importancia a la situación antes de volver a señalar a Eddie──. ¿Podemos concentrarnos en lo que importa realmente?
Simon levantó ambas manos en señal de disculpa antes de alejarse de la castaña. Sky volvió su atención a Eddie quien jugaba nervioso con sus manos encima de su regazo girando uno de sus anillos en su dedo anular. Aunque había apartado la mirada, podía sentir que toda la atención de ambos presentes estaba puesta en él, incluso pudo sentir el peso a un lado suyo cuando Sky se sentó con cuidado a su derecha.
No sabía si debía decir algo, quizá una disculpa por su comportamiento, pero tampoco comprendía porqué debía disculparse o si era correcto decir algo en ese momento. Su mente parecía ir a mil por hora sin formular ningún pensamiento coherente y el silencio intensificaba sus nervios. Eddie finalmente se obligó a levantar la mirada y enfrentar a Sky. Sus ojos encontraron los suyos, llenos de expectación y una pizca de preocupación. Pero detrás de todo eso, Eddie pudo ver una sonrisa comprensiva asomando por los labios de Sky.
──No tienes que decir nada si no quieres ──Sky fue quien terminó por romper el silencio. Había aprendido por las malas esa mañana que no podían presionarlo a hablar. Eddie suspiró aliviado, un suspiro tan pensado que parecía haberse llevado todo el oxigeno de sus pulmones.
──Si hermano, nadie va a presionarte ──agregó Simon, esta vez con una mirada más comprensiva.
Eddie se encontraba allí, en medio de la habitación, sintiendo el peso de la responsabilidad en sus hombros mientras observaba a Simon. Su mirada era como una disculpa silenciosa que resonaba en el aire por todo el caos y la preocupación que le había generado al rubio, sobre todo porque había escuchado la desesperación en la voz de Simon a través de la puerta. Sin embargo, había algo en la manera en que el rubio aceptaba la situación, como si entendiera las circunstancias en las que se encontraba y estuviera dispuesto a pasar por alto todo. Simon respondió a esa mirada con una sonrisa, como si estuviera diciendo que todo estaba bien.
Volvió la mirada hacia Sky, quien lo observaba con comprensión. A pesar de la manera abrupta en que había reaccionado esa mañana, Sky mostraba una empatía genuina. Sus ojos marrones irradiaban una serenidad tranquilizadora que lo hacía sentir en calma, como si toda la tormenta interna que lo perseguía desde hacía días se despejara por un mínimo segundo, aclarando su mente.
La atención de Sky se desvió hacia el torso vendado de Eddie, recordándole las heridas que él llevaba consigo. Los vendajes parecieron recordarle las heridas que se extendían por su cuerpo y las cuales habían visto por toda a extensión de su piel cuando lo salvaron. Sky no había hecho preguntas, pero su expresión reflejaba una preocupación genuina.
──¿Eso aún duele...? ──preguntó rompiendo el silencio que se había instalado en la habitación. Eddie no respondió. Sky miró a Simon──. ¿Aún quedan gasas y vendas?
──Las traeré ──Simon asintió antes de apartarse rápidamente para ir a buscar los suministros médicos que habían comprado al baño de la habitación.
La habitación volvió a quedar en silencio, Eddie apartó la mirada sin decir una palabra. Sky volvió a mirarlo, notando la expresión de tristeza en su rostro. Acercándose con cuidado, Tomando el borde de uno de los vendajes que cubría el brazo derecho de Eddie, Sky empezó a quitarlo con lentitud. Eddie se sobresaltó, encontrando su mirada con la de ella. Ambos se quedaron en silencio un momento, la mirada de Sky pidiendo permiso para poder ayudarlo.
Un ademán con la cabeza le dio la respuesta que necesitaba, Eddie se quedó inmóvil mientras Sky desataba con delicadeza el vendaje.
──Lo siento... ──murmuró mientras comenzaba a retirar las vendas con cuidado, revisando las heridas, escuchando a Eddie sisear por lo bajo.
Simon regresó del baño, sosteniendo cerca de su cuerpo todo lo que habían comprado para curar las heridas de Eddie. Algunas cajas de gasas estaban al borde de caer al suelo mientras se acercaba apresuradamente a la cama y dejaba todo sobre ella. Eddie levantó la mirada hacia Simon con una mezcla de gratitud y nerviosismo. Si bien ellos ya habían visto sus heridas, él no había estado consciente en aquel momento. Sus labios esbozaron una débil sonrisa mientras Simon se apresuraba a organizar los productos médicos y Sky envolvía la venda que le había quitado para desecharla.
──Yo no, bueno iré por una bolsa para poner las vendas ──Simon se apartó de la cama con una mirada nerviosa──. ¿Eso está infectado? ¿No es peligroso, verdad? Quizá si deberíamos considerar llevarlo al hospital.
──Simon ──Sky lo interrumpió──, si realmente quieres ayudar ve a traerme una bolsa y las gasas que dejé en mi mochila en el comedor.
──Voy enseguida ──Simon asintió rápidamente antes de salir de la habitación.
Sky suspiró y se dispuso a prepararse para desinfectar la herida de Eddie. El castaño apartó la mirada solo para descubrir que la mochila de Sky estaba a un lado de la cama. Volviendo a mirarla, le indicó el lugar con un gesto casi imperceptible. Sky miró en la misma dirección que Eddie le señaló y una sonrisa se dibujó en sus labios.
──Sólo se lo dije para que no se pusiera nervioso. Notarás que no es fanático de las heridas.
Eddie sonrió en complicidad antes de ver que Sky tomaba un par de gasas previamente humedecidas con un antiséptico y la acercaba delicadamente a la herida en el brazo de Eddie empezando a desinfectar desde la más pequeña hasta las más graves. Una débil sonrisa permaneció en los labios de Eddie, la cual se desvaneció cuando apretó los dientes sintiendo la frescura del desinfectante en su piel, pero se obligó a relajarse, sabiendo que Sky estaba haciendo lo mejor para ayudarlo.
Eddie la observó detenidamente mientras continuaba con su trabajo meticuloso. El ardor inicial de la herida se había disipado, dejando lugar a una sensación de alivio. La luz tenue de la habitación destacaba los rasgos serenos de Sky mientras se concentraba en la tarea de limpiar la herida en la mano de Eddie. Un suave y reconfortante silencio se instaló en la habitación, las palabras eran un nudo en su garganta y parecía que tenía que hacer un esfuerzo sobrehumano sólo para dejarlas salir.
──Lo lamento...
Sky se detuvo, la voz de Eddie había llenado el silencio con apenas un susurro ronco que abandonó sus labios. Levantando la mirada, se encontró con los orbes marrones de Eddie y le dedicó una sonrisa amable.
──Esta bien ──murmuró volviendo a enfocarse en su tarea. Tomando un nuevo par de vendas, cubrió la herida alrededor del brazo de Eddie.
──¿Por qué me salvaste?
La voz de Eddie se escuchó con mayor claridad mientras Sky desechó las gasas utilizadas y se disponía a seguir con las heridas en su rostro. Podía sentir la mirada de Eddie siguiendo sus movimientos atentamente, observándola en silencio mientras su pregunta quedaba flotando en la habitación. Sky levantó la vista cuando se dispuso a desinfectar las heridas que iban desde su mejilla izquierda hasta la mandíbula.
──Honestamente... ──suspiró──, creímos que estabas muerto cuando te trajimos.
El sonido de su voz hizo que Eddie volviera a mirarla mientras examinaba sus heridas y comenzaba a desinfectar levantando delicadamente el rostro de Eddie. Su toque envió una sacudida de dolor a través de él, pero permaneció en silencio, con los ojos fijos en los de ella.
──Yo también pensé que estaba muerto... ──bromeó en voz baja, mirando hacia otro lado para ocultar su dolor.
──Siendo sincera ──levantó la vista para mirarlo a los ojos──. Parecía que habías escapado del mismísimo infierno ──ella se rió un poco de sus propias palabras.
«Infierno...», pensó Eddie. Podía ser una definición correcta.
──¿Realmente no sabes por qué estaba ahí afuera? ──se recostó un poco contra la cama y el dolor en su cuerpo creció sacándole una maldición de los labios.
──Con cuidado... ──Sky lo ayudó a acomodarse, dejando una almohada detrás de su espalda. Eddie se recostó contra la almohada y dejó escapar un gemido mientras intentaba adaptarse a la nueva posición.
Cerrando sus ojos, un suspiro abandonó sus labios sintiendo el dolor palpable en cada músculo. Su cuerpo se relajó contra la almohada dejando caer su cabeza contra el respaldo de la cama. Las heridas eran la marca de un recuerdo recurrente que lo atormenta cada vez que cerraba los ojos, pero se obliga a apartar aquellas imágenes cuando estas amenazan con hacerse presentes en su mente.
──No sé exactamente por qué estabas allí afuera ──volvió a hablar──. Sólo sé que estabas escapando y quise ayudar. Algo me decía que no podía simplemente dejarte morir ahí.
Eddie permaneció en silencio, entrecerrando los ojos por el dolor que aún persiste en su cuerpo. Sky se apartó para desechar las gasas utilizadas y volvió a mirarlo. Un sentimiento incomodo la invadió mientras observaba las heridas restantes. Las palabras se atropellaban en su mente mientras intentaba formular una oración coherente antes de volver a hablar.
──Yo... ──hizo una pausa y apartó la mirada──. Necesito... necesito que te quites la camiseta.
Eddie se congeló ante su petición y sus ojos se abrieron abruptamente. No lograba comprender por qué ella necesitaría que se quitara la camiseta, aunque sabía que aún quedaban heridas por revisar. Al no recibir respuesta, Sky levantó la mirada lentamente sintiendo el peso de su pedido y una parte de sí misma se incomoda nuevamente sabiendo cómo sonaban sus propias palabras.
──Necesito revisar las heridas de tu abdomen ──aclaró cuando siente el nerviosismo de Eddie.
Eddie frunció levemente el ceño, la confusión dibujada en su rostro, pero terminó por asentir lentamente accediendo al pedido de Sky. Con movimientos cuidadosos, Eddie comenzó a quitarse la camiseta por las mangas para luego subir la prenda con cuidado. Sky apartó la mirada y se mantuvo en silencio, dándole espacio y tiempo para realizar la tarea mientras preparaba los suministros necesarios.
Sky esperó paciente dejando las vendas a un lado de la mesa de luz mientras Eddie terminaba de quietarse la camiseta, revelando un torso vendado marcado por heridas que iban desde su abdomen hasta su pecho y cuello. Dejando la prenda a un lado, Eddie apartó la mirada mientras Sky intentó ocultar la conmoción que la invadió al ver las marcas en su piel a medida que empezaba a quitar los vendajes.
──Lo siento si esto es incómodo... ──murmuró Sky, intentando romper el silencio pesado que se había instalado en la habitación.
Eddie dejó escapar un leve jadeo mientras ella le quitaba las vendas, exponiendo las heridas en su torso. Su cuerpo se tensó cuando Sky rozó su piel suavemente, su toque gentil envía un leve toque de dolor mientras ella empieza a desinfectar las heridas y él intenta quedarse quieto y no moverse mientras ella inspecciona las heridas.
──Está... bien ──dijo suavemente, sus ojos se alejan de los de ella con nerviosismo.
El silencio se abrió paso nuevamente y Sky desvió su atención al rostro de Eddie mientras éste evitaba a toda costa su mirada. Sin intención de presionarlo, decidió proseguir con su trabajo, más la curiosidad de la causa de esas heridas rondaba por su mente. No estaba segura de quién o qué podía causar ese tipo de daño, más sabía que no era el momento correcto para hacer preguntas.
Una vez que terminó de desinfectar cuidadosamente cada una de las heridas, Sky se dispuso a colocar un nuevo vendaje. Eddie seguía con la vista fija en algún punto lejano en el suelo de la habitación, más a pesar del silencio, ella podía sentir el bullicio en su mente.
──Perdóname ──murmuró, su mirada atenta en su trabajo, más podía sentir como Eddie volteaba a verla──. Perdóname por presionarte con tantas preguntas.
Eddie la miró y su expresión se suavizó mientras ella hablaba. Podía ver el arrepentimiento en su mirada aunque ella ni siquiera estaba mirándolo. Sky terminó de colocar el último vendaje y dio por concluida su tarea mientras desechaba las gasas y vendajes viejos. Eddie suspiró, liberando la tensión que había acumulado. Aunque todavía sentía una ligera molestia en su cuerpo, la presencia de Sky y su cuidado le ofrecieron una sensación reconfortante.
──Gracias... ──dijo Eddie finalmente, rompiendo el silencio que se había instalado en la habitación.
Sky le dirigió la mirada, una leve sonrisa se dibujó en sus labios. Las palabras quedaron olvidadas una vez que sus ojos se encontraron con los de Eddie. Ambos se sumergen en un cómodo silencio, no hay necesidad de decir nada más, al menos no en aquel momento. Eddie deseaba poder esclarecer cualquier duda de Sky, más ni siquiera sabía por dónde comenzar. Al principio, había dudado siquiera del apoyo que tres desconocidos le estaban brindando, ni siquiera comprendía porqué parecían tan preocupados por su estado. Pero ahora sabía que solo querían ayudarlo y que una explicación es necesaria.
──Sky, tú mochila no está en ninguna parte ──desde el umbral de la puerta, la silueta de Simon emergió rápidamente. Más se detuvo al ver la escena frente a él──. Yo- perdón, no quise interrumpir.
Sky levantó la mirada hacia Simon y le sonrió. Eddie, por otro lado, se tensó levemente ante la interrupción y se apresuró a colocarse nuevamente la camiseta.
──No te preocupes, Simon. Ya terminamos ──Sky se puso de pie y se acercó a su mochila para guardar las gasas restantes.
──Bien, no me gusta la sangre ──Sky sonrió mientras se apartaba del lado de Eddie con intención de brindarle espacio para descansar.
Sin embargo, la risa de Sky se desvaneció rápidamente cuando la iluminación proveniente de los veladores disminuyó por unos segundos repentinamente dejando la habitación a oscuras por unos segundos. Eddie frunció el ceño, sintiendo la tensión palpable en el aire. Simon, por su parte, se mantuvo en silencio, sorprendido por la inesperada interrupción. La luz parpadea brevemente antes de restaurarse. Los tres observaron a su alrededor con escepticismo, como si la situación hubiera sido una percepción errónea compartida.
──Ehh... ¿Alguien más vio eso? Díganme que si ──preguntó Simon, su mirada buscando respuestas en los ojos de Sky y Eddie con evidente nerviosismo.
Sky frunció el ceño, también desconcertada. Eddie, por otro lado, parecía ser el más inquieto de los tres mientras Sky y Simon miraban a su alrededor como si intentaran descifrar lo que acababa de pasar. Algo en la atmósfera había cambiado, y la preocupación se reflejaba en sus ojos.
──Bueno, parece que fue sólo algo de un instante ──dijo Sky, su tono de voz un poco más relajado. Su mirada se encontró con la de Eddie, compartiendo la confusión e inquietud.
Cuando Sky apartó la mirada, Eddie sintió un escalofrío recorriendo su espalda, pero no pudo determinar la causa exacta de su inquietud mientras permanecía inmóvil en su lugar. Dirigió su mirada al velador que descansaba sobre la mesa de luz a un costado de la cama, mientras escuchaba las voces de Simon y Sky como un murmullo distante. Quizá era su percepción, más podía sentir como la intensidad del foco aumentaba y disminuía por momentos, aunque no sabía si era su vista jugando con su mente.
📆 26 de Marzo, 2020.
📍 Hawkins, Indiana.
LAS LUCES ROJAS PARPADEABAN EN EL PERÍMETRO, Y LA ALARMA RESONABA INSESANTEMENTE TANTO EN EL INTERIOR COMO EN EL EXTERIOR DE LAS INSTALACIONES. Los pasillos se hallaban saturados de terror y desesperación, con científicos y oficiales corriendo de un extremo a otro con zancadas apresuradas. En la sala de control, los monitores parpadeaban debido a un fallo de conexión en el ala este. El caos se apoderaba del ambiente, y la tensión era palpable mientras el equipo revisaba los informes de las diversas secciones de la instalación e intentaban lidiar con la situación crítica que había escalado rápidamente. Sin embargo, las dificultades técnicas continuaban complicando la gestión de la crisis.
──¡Equipo beta! Informe de status ──Patrick se acercó al panel para comunicarse desesperadamente──. ¡Equipo beta! ¿Qué está pasando?
──Perdimos conexión, señor ──dijo uno de los científicos sentado a un lado del panel observando los monitores.
──El rastreador dejó de funcionar ──agregó una de las mujeres que tecleaba rápidamente sobre el panel intentando restaurar el sistema.
──¡Maldición! ──Patrick golpeó fuertemente sobre la mesa frente a él──. ¿Cómo demonios hemos llegado a esto?
En la sala, se escucha un estruendoso ruido seguido de vibraciones. El suelo tiembla con fuerza, haciendo que los científicos se tambaleen. La alarma se intensifica, y los monitores comienzan a mostrar imágenes distorsionadas.
──¡Tenemos otro temblor!
Patrick se aferró al panel, con la mirada fija en una de las pantallas. La imagen borrosa se aclaró brevemente en el instante en que el temblor cesó. Un silencio sepulcral invadió las instalaciones, y las luces de emergencia se encendieron. El parpadeo intermitente de las luces iluminaba la habitación, revelando el desconcierto en los rostros de quienes compartían el espacio con Patrick. La incertidumbre era palpable en el aire.
Patrick respiró hondo, tratando de recuperar la compostura. Mientras examinaba la pantalla, notó un destello intermitente que indicaba la restauración gradual de la normalidad. Sin embargo, algo en su interior le decía que aquella calma momentánea era solo el preludio de algo más grande y desconocido. Una imagen se hizo presente, el sonido se restauró y se percibía la respiración agitada de una de las personas que llevaba consigo la cámara.
Con el ceño fruncido, Patrick analizó la imagen proyectada en la pantalla, la cámara moviéndose al mismo ritmo que la persona que parecía arrastrarse por un suelo oscuro. El cielo intermitentemente resplandecía en tonos rojos, iluminando el entorno. Patrick enfocó la vista acercándose un poco más al panel observando atentamente la imagen general. Patrick enfocó su mirada, acercándose al panel para examinar detenidamente la imagen general. De repente, el cielo estalló con un estruendo, bañando de un resplandor rojizo un bosque que se extendía hasta una casa deteriorada que se alzaba en medio de los árboles.
──¿Central? ¡No... no! ──la imagen comenzó a distorsionarse mientras la persona que cargaba con la cámara murmuraba incoherencias. La desesperación se apoderó de su persona y la conexión se cortó abruptamente.
Patrick se quedó perplejo, mirando la pantalla con incredulidad. El silencio se prolongó mientras todos intentaban asimilar lo que acababan de presenciar. Las luces de emergencia seguían parpadeando, arrojando sombras inquietantes en la sala. Patrick se enderezó recuperando la compostura dejando ambas manos a su espalda y se dirigió hacia su equipo técnico con un semblante sereno.
──Preparen al siguiente equipo.
GIULY AL HABLA. . . Me tome mi dulce tiempo en escribir, pido disculpas, pero es que no saben el tremendo bloqueo que me surgió en todo este tiempo, era como si las palabras ni siquiera pudieran salir y mucho menos hacer una oración coherente, pero aquí estamos finalmente. El capítulo iba a ser más largo, pero el próximo se viene fuerte jejejeje
Debo agradecer a mis nenas illicitvaders -mdnightloki como siempre, porque ellas son quienes me ayudan a inspirarme de nuevo para seguir escribiendo y son como mis lectoras beta jajajaja
Muchas gracias por leer 😊❤️ No olviden dejar un voto o comentario para saber que les ha gustado! Besitoooosss
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