Un año después.

...

Para Jimin, era increíble como pasaba el tiempo y como su vida había cambiado tanto. Su mirada recorrió el lugar con cuidado hasta que se detuvo en un lugar en especifico, una sonrisa triste adornó su rostro mientras tomaba asiento en el verde suelo que estaba impecablemente cuidado y limpio.

— ¿Sabes mamá? aunque mi felicidad es completa ahora, me gustaría tanto que estuvieras aquí conmigo. — Susurró el omega mientras observaba la lápida en el verde suelo. — Te fuiste demasiado rápido sin querer, y ahora que comprendo los verdaderos motivos detrás de ello siento tanta impotencia. — Mencionó. — No fue fácil la vida en ningún momento desde que te fuiste, y pasé tanto tiempo desconociendo todo a mi alrededor, pero mírame ahora. — Sonrió mientras paseaba sus manos por el pequeño pasto. — Siento que todo lo que me rompió sirvió para volver a crearme pieza por pieza, siento que soy fuerte, más fuerte que antes. — Rió. — Y ahora no estoy solo... Tengo el amor de YoonGi conmigo. — Sonrió recordando al pálido. — Y tú lo conocías y sabias de él, sé que estás feliz porque no puedo estar con alguien mejor que YoonGi. — Susurró. — Tengo un pequeño hijo, es tan bonito porque es como YoonGi y como yo. — Rió. — Y seguramente debe estar haciéndole maldades a su tía Seul mientras yo estoy aquí. — Un suspiro escapó de sus labios antes de detallar con cuidado el nombre escrito sobre el cemento. — Hace mucho tiempo que quería venir a verte, pero tenía tanto miedo de salir y perderme nuevamente en el paraíso que llamamos vida, el mismo paraíso que puede convertirse en un infierno si te descuidas... Pero siempre he pensado en ti, siempre he pensado en lo buena madre que fuiste y quisiera ser al menos una pequeña parte de lo que tú fuiste para mí, gracias por todo. — Susurró. La brisa del lugar movió su cabello libremente mientras una sonrisa adornaba su rostro. — Te amo, mamá, siempre lo haré.

...

YoonGi observó con cariño el momento exacto en que la puerta del apartamento se abrió y por ella entró Jimin, casi al instante su pequeño hijo había salido paso por paso hasta su padre omega mientras alzaba los brazos y lo llamaba con su pequeña vocecita.

— ¿Cómo estás corazón? — La voz del omega se escuchó entre los múltiples besos que dejaba en el rostro del menor. — Tan bonito como siempre. — Susurró.

— Yo también estoy bien. — Bromeó YoonGi llamando así la atención del omega recién llegado.

— Este es el momento de nuestro pequeño YeonJun, no te metas tú, después te consentiré. — El alfa rió mientras veía con cariño al rubio.

— ¿Dónde estabas? — Preguntó con curiosidad mientras se sentaba en el sofá cercano al omega. Jimin suspiró dejando un último beso en la frente del cachorro antes de bajarlo al suelo. El rubio se acercó al cuerpo del alfa y se abrazó a él mientras se impregnaba con fuerza del adictivo olor del mayor.

— Fui a ver a mamá. — Respondió. — Estuve toda la mañana después de salir de la academia de baile. — YoonGi asintió. — Pensé que me sentiría mal estando allá y que te necesitaría, pero lo sentí de forma sanadora. — Susurró. — Quizás necesitaba ir con ella desde hace mucho tiempo.

— Tal vez. — Correspondió el alfa. — ¿Estás bien ahora?

— Lo estoy. — Susurró. — Y ahora que estoy en los brazos de mi esposo, ¿Cómo no estarlo? — Rió divertido. El alfa sonrió tontamente mientras besaba los abultados labios del omega. — Te amo.

— Te amo más. — Susurró en respuesta el pálido.

...

Jimin sonrió aquella tarde cuando estuvo rodeado con sus mejores amigos viendo una película animada que YeonJun amaba, pero que ese día particularmente había hecho que se durmiera. JungKook estaba en una esquina revisando su teléfono mientras que SeulGi y Jin veían divertidos la escena en televisión.

— ¿Alguien recuerda los nervios de Jimin cuando estuvo en el altar? — Preguntó JungKook de forma repentina mientras veía a los demás omegas. SeulGi rió divertida mientras SeokJin asentía de forma animada. JiMin por su parte simplemente bajó la cabeza abochornado. — YoonGi diría que sí hasta debajo de un puente y Jimin-hyung pensando que no iría a casarse.

— ¿Por qué tenemos que recordar el pasado? — Gruñó Jimin.

— Porque me da risa recordar tu rostro cuando preguntabas si YoonGi había llegado. — Comentó el menor encogiéndose de hombros.

— Busca a YoonGi, ¿estás seguro que llegó? — Cuestionó el rubio. SeulGi negó divertida mientras que JungKook rodaba los ojos bajo la mirada burlona de Jin.

— Hyung, estoy diciéndote que llegó hace diez minutos. — Respondió JungKook.

— ¡Me va a dejar plantado! — Exclamó con miedo.

— ¡Jimin! — Gritaron al unísono JungKook, Jin y SeulGi.

— Luego YoonGi estaba sonriendo como desquiciado cuando dijiste que sí, no sé cual de los dos fue más tonto. — Rió divertido Jin.

— El único seguro era YeonJun que se creía el rey de la boda. — Comentó SeulGi.

— ¡Es la esperanza de los Min-Park! — Exclamó JungKook. Jimin iba a refutar aquello cuando la voz de YoonGi se escuchó detrás de ellos.

— JungKook, ¿quieres que diga cosas vergonzosas de tu boda? — El menor se calló casi de inmediato. — ¿Jin quieres tener el honor? — El mayor negó. — SeulGi, ¿quieres que te recuerde que cuando Irene se te acercó casi que te escondiste detrás de mí y de Jimin? — La castaña negó abochornada. — Aquí nadie se salva, dejen a mi omega tranquilo. — Jimin rió divertido mientras se levantaba del sofá y se aferraba al cuerpo del alfa.

— Te amo, tonto. — Susurró besando lentamente los labios del mayor sin importarle las burlas de los demás.

— Yo te amo más. — Susurró en respuesta el mayor.

Y el omega no necesitó más para saber que estaba completo. Tenía tood lo que quería y necesitaba. Tenía el amor de una gran familia que Jimin sabía que nunca le dejaría.

...

¡Oficialmente finalizamos Broken!

Gracias por todo el cariño. A quienes leyeron desde el inicio, a quienes llegaron a mitad de camino y a los que llegaran ahora.

Muchas gracias por los 80k para Broken en lecturas, en serio nunca tendré suficiente para agradecerles que le dedicaran su tiempo a esta historia.

Espero nos sigamos leyendo en mis demás libros.

¡Hasta la próxima!

No olviden seguirme.

© — MarinaLightweight.