Capitulo 20

Jungkook

Intenté llamar a Junnie mil veces para que me dijera qué rayos hacer al respecto con mis sentimientos, pero no me toma la llamada y yo me estoy desesperando.

Taehyung y yo acabamos de comer y estamos listos para ver la serie. ¡Pero yo no le he dicho ni una sola palabra desde que me dijo que yo le gustaba!

¿Qué se supone que haga yo? No sé si me gusta o que solo me he acostumbrado a estar con él a solas todos los días de mi maldita vida.

A mí jamás me ha gustado otra persona. No sé lo que se siente y estoy muy confundido.

— Rayos, solo con un beso podría saberlo — gruño molesto dándole play al capitulo.

Pero luego me doy cuenta que he pensado en voz alta.

Giro mi cabeza lentamente y Taehyung me está mirando con las cejas alzadas.

—No he dicho nada.

—Si. Hablaste definitivamente. ¿En qué pensabas, mmm?

Me mira con tanta picardía que yo ya no sé qué decirle.

Así que me escapo de la cama para ir a agarrar las tres bolsas de dulces que traje para la noche. Tardo lo máximo posible y cuando vuelvo a la habitación me encuentro a Taehyung sonriendo apoyado sobre la almohada  con los ojos cerrados.

Su sonrisa es cuadrada y mi corazón late fuerte.

Late muy fuerte.

—Tengo los dulces que pediste.

Tae abre los ojos y me mira con una sonrisa.

—No digas lo que creo que vas a decir.

Él me sonríe más.

—El único dulce que quiero probar en este momento eres tú.

—Te dije que no lo dijeras. — tomo las bolsas y hago de cuenta que me voy de la habitación — ahora no obtendrás tus dulces.

—¡No, no! Está bien, no más piropos, veamos la serie en son de paz.

Eso me hace reír y finalmente tiro todos y cada uno de los dulces sobre la cama. Le alcanzo su bombón de frutas y le saco el plástico.

—¿Te compraste el supermercado entero?

— Tu dijiste que querías dulces. Acabo de cobrar mi sueldo y debía gastarlo en una buena ocasión... Ya que no pudo comprar mi ropa Channel.

Taehyung mira embelesado todas las golosinas y luego me sonríe.

—Ahora solo pienso en que si te pido una estrella me traerás una galaxia.

—¿Qué dijimos de los piropos? — le digo quitándole el bombón de frutas que está a punto de llevárselo a la boca.

Taehyung me hace puchero y por una mierda, es la cosa más linda que ví en mi vida.

— Bien, cara de mono Kook. Dame mi bombón.

Le doy su bombón.

—Me gustas Jungkook. Por muy raro que parezca, pero me gusta hacerte sonrojar.

—Yo no me sonrojo — digo testarudamente mirando la serie.

Taehyung está terminando de comer su bombón pero cuando lo acaba de pronto siento como todo su brazo funcional rodea mis hombros y de una sola tirada me atrae hacia su cuerpo.

Y yo quedo completamente atrapado entre su pecho y la cantidad descomunal de dulces y chocolates que hay en la cama.

Ya no sé si el latido que oigo en mis oídos es el de su pecho o el del mío.

—Veamos la serie así. Tú, los dulces y Riverdale... Ah, la mejor propuesta.

Miro hacia abajo, viendo sus piernas mal acomodadas. Me levanto y le coloco un almohadón debajo de las rodillas y a Taehyung parece agradarle esa sensación.

Vuelvo a mirar hacia abajo y le digo:

—No merezco ser tratado de esta manera.

— Sí, lo mereces. Porque te estás dando cuenta de que haz hecho las cosas mal... Pero también lo mereces porque nadie te ha tratado así quién sabe hace cuanto tiempo. Por favor, Jungkook... — dice mientras me muestra otro bombón para que se lo abra. — por favor, ven conmigo... Me trataste mal, pero haz cambiado y yo... Me siento feliz si te veo y si te tengo al lado. Ya no haces las cosas por trabajo si te das cuenta. Ahora platicamos, vemos series juntos y empatizas conmigo, acabas de poner un almohadón sin que yo te lo pidiera y lo haz hecho por instinto.

"TE LO MERECES" gritan sus ojos desesperados por un poco de cariño.

Me subo otra vez a la cama y me quito las zapatillas.

—Espera. Iré por mi pijama.

Voy al otro cuarto y me cambio. Cierro la puerta del departamento y apago todas las luces.

— ¿Qué puedo hacer para enmendar el trato que tuve contigo antes? — le digo volviendo al cuarto y subiéndome a la cama. No me animo a apoyarme sobre su pecho otra vez.

—Solo... Dime lo que sientes.

Me alzo de hombros.

—No tengo idea. No me gustó nadie antes... Solo sé que cada vez que haces algo mi corazón se mueve más fuerte de lo normal. Quizás estoy enfermo o tengo taquicardia, si debe ser eso.

Taehyung suelta una risa y el estómago me da una vuelta como si estuviera en picada de una montaña rusa.

— Te dije que serías una masita debajo de esa fachada de chico malo... Ven aquí — dice abriendo su brazo útil una vez más — apóyate sobre mi pecho y disfruta. Comamos estos dulces hasta empacharnos y terminemos de ver la segunda temporada de Riverdale.

Y solo basta mirarlo a los ojos para tener ganas de hacer todo eso que dijo. Me apoyo sobre su pecho y cada vez que quiere un dulce que no puede abrir lo hago por él y él me sonríe a cambio.

—De verdad eres hermoso, Tae.

Taehyung mueve su mano en mi brazo y me aprieta con ternura.

—Tu también lo eres, Koo.

Eso sí me ha gustado.

—Dilo otra vez.

—Koo — la forma en la que sus labios quedan como si fuera un besito me conmueve.

Y de la nada ya no se me antojan más dulces, sino sus labios en forma de corazón.