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Mina abre los ojos. Su visión es borrosa pero finalmente logra volverse más clara. Mira a su alrededor, está muy confundida. Le toma 5 minutos procesar que está en su habitación, en su casa. Su hogar. Lo último que recuerda es haber bebido su tequila o bueno, quizá solo recuerda los tres primeros tragos.

Su cabeza la está matando, el dolor hace que se queje. Mina se sienta y empieza a masajearse la frente. No recuerda cómo llegó a casa, pero gracias a Dios que Chaeyoung no está en la habitación ahora mismo.

"Tal vez se fue a trabajar", pensó Mina. Es entonces que se obliga a recordar lo que pasó anoche aunque todo lo que consigue son solo fragmentos.

Recuerda a la camarera de piel pálida, a una tipa que le gritó, a Chaeyoung desabrochándole la blusa... ¿Espera qué? Su cerebro finalmente funciona. Se mira a sí misma, está completamente vestida. Todavía apesta por las bebidas que derramó anoche, sin embargo exhala aliviada.

El dolor de cabeza es fuerte, pero de alguna manera recuerda... lentamente pero recuerda. Todo está volviendo. Y por todo, quiero decir todo. Desde el club hasta las cosas que le dijo a Chaeyoung en su salón. Mina se levanta y va al baño a lavarse la cara.

— Maldita sea — se maldijo a sí misma — ¡Mierda! — bufó, echando agua en la cara bruscamente.

¿Cómo pudo confundir a su esposa con una extraña y empezar a hablar? Incluso le contó lo del divorcio. Y lo peor es que dejó que Chaeyoung la viera llorar. Estaba llorando a mares delante de ella y no le gustaba en lo absoluto.

— ¡Mierda! — Se maldijo por tercera vez. Pero era demasiado tarde. Ya se lo dijo a Chaeyoung, y esta ya lo sabía. Es demasiado tarde para arrepentirse ahora. Ya no hay nada que pueda hacer. Así que decidió tomar una larga ducha. Tratando de borrar los errores que cometió durante la noche anterior.

Después de la larga ducha, Mina finalmente revisa su teléfono. Había un montón de mensajes y llamadas perdidas de Chaeyoung de anoche. Lee los mensajes uno por uno.

Esposa💛 :

Ya estoy en el restaurante.

¿Dónde estás? Llevo 15 minutos esperando.

¿Mina?

Dime antes si no vas a venir. Me hiciste ver como una idiota esperándote por una hora aquí.

Voy a volver. Nos vemos en casa.

¿Dónde diablos estás? ¿Por qué no estás en casa?

¿Por qué no respondes a mi llamada?

Te juro que si esta es tu forma de hacer una broma te garantizo que no me estoy riendo.

¡Solo responde mis llamadas!

No las rechaces, ¡contesta, maldita sea!

Mina dejó de abrir los mensajes de Chaeyoung. Siente que no tiene sentido leerlos de todos modos. Sin embargo, un nombre en su pantalla llamó su atención.

Im Nayeon:

Hey, Mina, soy Nayeon. ¿Llegaste bien a casa? Estabas completamente borracha anoche.

Sólo envíame un mensaje, ¿de acuerdo? Así sabré que llegaste bien a casa.

Sonríe después de leer el mensaje de Nayeon. Le dió una respuesta rápida y luego fue a su armario, sacó su mochila negra y empezó a poner sus cosas dentro. No puso mucho, solo sus cosas esenciales y poca ropa para una semana.

Está decidida a salir mientras Chaeyoung está en el trabajo. Después de empaquetar sus cosas, echa un vistazo a la habitación por última vez mientras lucha contra sus lágrimas para que no salgan, entonces cierra la puerta. Corrió lentamente desde el dormitorio hasta el piso de abajo, sólo para encontrar a Chaeyoung sentada en la sala de estar, viendo la televisión.

Mina mira su reloj de pulsera. Es viernes, se suponía que Chaeyoung iba a trabajar hoy, así que ¿por qué no lo hace? Mina pensó por un segundo y decidió pasar de puntillas rodeando a Chaeyoung, pero antes de que pudiera salir, sonó su teléfono.

— Maldito teléfono — maldijo para sí misma.

El sonido del teléfono de la nipona hizo que Chaeyoung girara la cabeza. Se sorprendió al ver a Mina toda limpia. Pero su sorprenda fue aún más grande al ver que su esposa llevaba una mochila como si se fuera o algo por el estilo. La coreana se levantó rápidamente de su asiento y se dirigió a Mina que evitaba tener contacto visual.

— ¿Qué pasa con la mochila?—  Chaeyoung le pregunta pero Mina se queda callada. — ¿Vas a algún sitio? — vuelve a preguntar pero nuevamente la nipona se limita a darle una callada respuesta — Contéstame, por favor — insistió, pero claramente, había tensión en su voz. Mina sabía que Chaeyoung estaba a punto de perder la cabeza. — Myoui Mina

— Me voy — Mina finalmente abrió la boca pero aún no miraba a Chaeyoung.

— ¿Te vas? ¿Qué quieres decir con irte? — Chaeyoung le pregunta. Su corazón empieza a latir más rápido de lo normal.

— Vamos a saltarnos la parte en la que fingimos que no recuerdo lo que te dije anoche — dijo Mina con voz fría — Nunca quise decírtelo, pero lo que dije fue en serio. Quiero el divorcio — la japonesa finalmente miró en dirección a Chaeyoung — Mi abogado se pondrá en contacto con el tuyo, así que solo espero firmes el maldito papel — sentenció y le dio la espalda a su esposa para comenzar a alejarse.

La visión de Mina alejándose de ella llevó a Chaeyoung al límite. Le agarró de los brazos, tan bruscamente que la hizo temblar. Chaeyoung nunca había sido brusca con ella.

— ¿Qué mierda pasa Myoui? ¿Así de fácil quieres dejarme? ¿Por una mierda de celos tuyos? ¿Por tu estúpido malentendido? He escuchado tu estúpido discurso de anoche y ahora es mi turno de decir algo. ¿Te ibas a ir? ¿Tu abogado se pondrá en contacto con el mío? ¡No me jodas!— Chaeyoung está claramente perdida así como realmente enfadada con Mina que acaba de decidir irse así como así.

¿Qué hubiera pasado si ella hubiese decidido ir a trabajar hoy? ¿Mina iba a dejarla así como así? ¿Sin darle la oportunidad de decir algo?

Mina tira de sus brazos hacia atrás, con la misma brusquedad que Chaeyoung. Ambas están enfadadas y claramente, van a lamentar lo que están a punto de decirse.

— ¿Celos de mierda? ¿Estúpido malentendido? — Mina mira fijamente a Chaeyoung, que también la mira fijamente a ella — ¿Crees que sólo porque te vi ayer con tu atractivo secretario me hace pensar que quiero que te divorcies de mí hoy? ¿Es eso lo que piensas?

— ¿Así que desde el principio querías el divorcio? Sólo nos estás usando a Yugyeom y a mí como excusa para el divorcio. Sólo quieres echarme la culpa a mí — se defiende, a su manera, Chaeyoung.

Mina se rió incrédula tras escuchar a la coreana. Pero su corazón no pudo soportarlo más.

— Sí Chaeyoung, lo que tú digas. Sólo firma los papeles — dijo Mina y sacudió la cabeza. Las lágrimas empezaron a crecer en sus ojos, pero Chaeyoung está demasiado enfadada para ver que Mina está sufriendo.

— No firmaré el maldito papel hasta que me digas la verdad. ¿Por qué me has pedido el divorcio de repente? — Chaeyoung está forzando a Mina a decir la verdad. Todavía no está satisfecha, entonces sigue presionando y presionando hasta que finalmente Mina se rompe.

— ¡Los he visto!, ¿de acuerdo? ¡Los he visto a los dos!. ¡Sé que lo amas!. ¡Ustedes dos se han estado viendo durante los últimos ocho meses! — Mina no puede evitarlo más y grita. Chaeyoung no debió sacarle la verdad a la nipona porque ahora, todo el infierno está a punto de desatarse.

— Yo no te engañé, si es eso de lo que me acusas. No me he acostado con él — aclaró rápidamente Chaeyoung a Mina.

— No, pero lo amas, y él te ama a ti también, pero es lo suficientemente bueno como para no acostarse con la esposa de alguien — refuta mientras seca sus lágrimas. Últimamente está llorando mucho.

— Mina yo no-...— Chaeyoung intenta decir algo pero Mina le corta.

— Para, por favor. Sólo admítelo. No estamos sincronizadas, Chaeyoung. Ya no funcionamos. Deberías estar feliz, tienes que estar con él y él te aceptará ahora que yo estoy fuera de la escena

— Estás decidiendo esto por tu cuenta. Nada cambia Mina... estamos bien..— Chaeyoung intenta convencer a Mina pero ni siquiera ella misma cree lo que está diciendo. Sabe que ya no siente mucho por Mina pero la idea de dejarla ir nunca se le pasó por la cabeza.

— ¿De verdad? Dime algo, Chaeyoung, si nos va tan bien como tú dices, ¿por qué aún no te has dado cuenta?

— ¿Darme cuenta de que?

— Que dejé de usar nuestro anillo de bodas

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