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La noche de año nuevo pasó demasiado rápido. Kim lo pasó junto a sus mejores amigos y a los nuevos que hizo en navidad. Pasaron una agradable velada en un restaurante de la ciudad. Mucha más gente estaba allí, celebrando el año nuevo. Hablaron de diversas cosas hasta que la cuenta regresiva inició, el restaurante proporcionó unas uvas e hicieron la cuenta atrás mientras comían. Alguno de los chicos se atragantó, pero más tarde todos rieron de las caras que habían puesto al comer las uvas. Una vez acabó la cuenta atrás todos se abrazaron y brindaron por un año mejor que el anterior. Estuvieron allí tomando unas copas, aunque tanto Jimin, Jin y Taehyung no bebieron mucho porque no querían arrastrar la resaca del día anterior. Kim llamó a su novio para desearle el año nuevo, pero la conversación no duró mucho debido a que ambos estaban con más gente. Hacía las dos de la madrugada todos se fueron hacía sus casas, excepto Jimin que fue a la de Yoongi.

Por el lado de Jungkook pasó la noche en casa de uno de sus primos, allí estaba mucha parte de la familia materna. Cada año solían alternar con la familia materna o paterna, así que este año tocaba aquella. Jeon estuvo toda la cena junto a su cuñada y su primo mayor hablando. La cena la habían hecho entre su abuelo y su madre. Algo que sucedía siempre en la cuenta regresiva, era que todos se ponían nerviosos y empezaban a comer las uvas antes de tiempo o se atragantaban con estas. En Corea a pesar de no celebrarse el año nuevo en aquellas fechas porque allí no iniciaba justo en aquella fecha, les gustaba seguir la tradición occidental a la mayoría de ciudadanos. Apostó con su cuñada sobre quién se atragantaría primero con las uvas y acabó perdiendo él, teniendo que darle 20.000 wones en efectivo.

Jimin despertó al lado de Yoongi, el parecido a un felino estaba sin camiseta a su lado durmiendo. La noche anterior habían mantenido relaciones y más tarde tuvieron una conversación.

- ¿A qué te referías con aquello que dijiste la noche de navidad?-

- ¿El qué?- Min parecía asustado.-

- Ey, no te asustes, me refiero a el qué querías que te respondiese.-

- Ah... No sé, no esperaba una respuesta en específico.-

- Oh, claro. ¿Sabes? Casi no te invito a la cena.-

- ¿Por qué lo dices tan tranquilo?-

- Pero cambié de opinión, eres divertido, amable y es complicado saber lo que piensas a pesar de ser tan amigable.-

- ¿Piensas eso?-

- Sí, por mucho que alguien se quiera alejar de ti, es complicado hacerlo, quiere saber más.-

La conversación no duró mucho más que eso, pero lo que decía era verdad. Hace mucho que quería alejarse del chico, pero había algo que no le dejaba y era complicado deshacerse. Principalmente una de las razones era por lo mucho que disfrutaba el sexo junto a Yoongi, el chico siempre estaba dispuesto a satisfacer por completo a Jimin antes que a sí mismo. Pero la otra razón por la que no quería alejarse no la sabía, suponía que era por la manera de ser del mayor, era misterioso pero a la vez adorable.

Jungkook iba junto a sus primos al templo para celebrar el año nuevo. Caminaban por las montañas, subiendo unas escaleras que llevaban al templo.

Cuando era niño solía ir con su familia a visitar el templo en Busan, eran pequeños recuerdos que guardaba con amor y cariño.

El recién nacido fue llamado Jungkook, un nombre elegido en honor al bisabuelo de la pequeña criatura.

Aquel día todos esperaban fuera del hospital para ver al nuevo integrante de la familia, la señora Jeon había parido al segundo hijo de ella y Jeon Minjoon, su marido.

Hee-Young, ahora se había convertido en hermano mayor de un pequeño ser que habían tenido sus padres, él ya no sería el pequeño de la familia y el que más recibiría la atención del resto, pero con el tiempo aceptó la realidad.

Jeon tuvo una infancia relativamente normal, iba al colegio con su amigo Jimin. Después de las clases iban a la academia de baile y canto, dónde cada uno se especializaba en distintas cosas.

A pesar de que el pequeño Jungkook era muy vergonzoso, cantaba y bailaba muy bien, tenía un talento innato que pudieron comprobar todos sus profesores. La voz de Jungkook era realmente muy bonita y te hacía viajar en distintas emociones.

Con el tiempo creció y empezó a volverse más atractivo, era un adolescente muy admirado por las chicas de su secundaria. En San Valentín le dejaban cartas o bombones, cosa que él se comía y las cartas las leía junto a Jimin para reírse.

- "Espero poder vernos algún día Jungkook-oppa"- Imitó la voz de una chica.-

- Para, no paro de reírme, me duele el estómago.- Dijo Park con los ojos llorosos de la risa.-

- Estas chicas lo intentan cada año y no se rinden...-

- No sé como siguen enamoradas de ti, sólo te ríes de ellas a escondidas.-

- Pero no saben nada.-

Jeon nunca fue acusado de ser gay en el colegio, sólo era un adolescente normal deseado por las chicas, haciendo que todos supusieran de que era heterosexual, pero él y Jimin sabían que no era así, que Jeon era un chico bisexual.

Los chicos se preparaban para la presentación de final de curso, cantarían y bailarían, cosa que les entusiasmaba mucho.

- Uno... Dos... Tres... Cuatro. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho.- Contaba su profesora el tiempo.- Chicos, estáis muy despistados. Nos presentamos en menos de dos días. Tenéis que estar perfectos.-

La gran mayoría de compañeros estaban centrados en los exámenes finales, así que esa era la razón por la cuál el rendimiento había bajado.

- En nada os graduaréis, si queréis continuar en este mundo, más os vale ser perfectos. Ahora descanso de dos minutos, volveremos a intentarlo.-

Al día siguiente finalizaban los exámenes, así que no sería un problema para el día de la verdad.

Jungkook no era un estudiante demasiado aplicado, era inteligente, pero no le interesaba en absoluto las cosas que debían explicar sus profesores. Convirtiendo a Jeon en un estudiante mediocre, pasaba desapercibido, no subía del ocho, pero no bajaba del 6.

Aquel año se graduarían y siempre soñaron con vivir juntos, estudiar en la misma universidad, hacerlo todos juntos. Llegaron a planificar cómo se decoraría la casa y cómo se dividirían las tareas de la casa.

Pero era algo obvio de que aquello era muy complicado. Los aceptaron en distintas universidad, cada uno en una punta distinta de la ciudad, provocando que los dos se separaran a medida que pasaba el primer año universitario.

Ambos habían iniciado una nueva etapa de sus vidas y de manera separada, así que era obvio que acabarían distanciandose con el tiempo.

Jimin conoció a Jin en la carrera de magisterio, el pelinegro en aquel entonces iba a primero de carrera de magisterio también, pero Seokjin iba en su tercer año. Así que se empezó a alejar de Jungkook con el paso de los meses.

Jeon conoció a Yoongi, que también iba a tercero de carrera. No fue una amistad inmediata, simplemente se encontraron en una de sus clases de criminología, teniendo que trabajar juntos. Realizando aquel trabajo se conocieron más hasta llegar a quedar fuera de la misma universidad, convirtiéndose en íntimos amigos.

Estar toda su carrera, viviendo solo en Busan sin su familia fue algo muy complicado para el chico debido a que era un crío de 18-19 años sólo en la gran ciudad. Por mucho que su familia enviara dinero para poder pagar la universidad y la residencia de estudiantes. Fuera de eso, Jeon trabajó como dependiente en una tienda del centro, ganando lo suficiente para poder salir, comprar cosas que necesitaba para comer y para darse sus caprichos.

Siempre recordaba aquellos días en los que iban al templo para rezar, ya que su familia era creyente. Todos sus primos, su hermano y él eran críos de 7-8 años correteando mientras reían de sus tonterías y siempre que iban al templo quedaban asombrados, pero con el tiempo sus primos y él se distanciaron, porque ya estaban en la edad de adolescentes y más tarde juvenil.

Aunque su familia se mudó a Incheon, él iba a visitarlos siempre que podía, en fechas especiales como cumpleaños, navidades, año nuevo, vacaciones, entre otras cosas.

La primera vez que conoció a su cuñada, Sang Ji-eun fue bastante extraño debido a que en aquel momento era un niño de 19 años muy tímido, pero con los años fue agarrando la confianza y se hicieron grandes amigos.

A pesar de que Yoongi terminase la carrera antes que Jungkook, siguieron en contacto. Min pidió a su empresa si podían ofrecerle unas prácticas al menor debido a que tenía mucho talento y era muy inteligente. Esto hizo que Jeon empezara a trabajar allí después de sus prácticas y de terminar la carrera, dónde conoció a Namjoon y Hoseok.

Estos dos eran amigos de Yoongi, cosa que prácticamente obligó al menor a relacionarse con ellos.

Con los meses se hizo un investigador muy famoso a pesar de que nadie sabía su identidad. El chico averiguó muchos de los casos más importantes de Corea del Sur, investigaciones que se cerraron y archivaron porque no había ningúna conclusión.

Cuando el chico empezó a trabajar a sus 25 años de edad, dejó de visitar tanto a su familia debido a que trabajaba bastante. Con el tiempo lo ascendieron y dejaron trabajar desde casa individualmente. Nunca antes había trabajado en grupo hasta que llegó el caso de Lee Jihoon y su muerte cerca del prostíbulo.

Con los años la relación con sus primos volvió debido a que todos ya eran personas adultas mucho más maduras, ya no eran niños de 15 años que se creían invencibles y que veían al resto en contra de ellos.

A día actual su vida era como estaba, solía abrir sus puertas para que llegase lo que tuviese que llegar y en aquel momento era eso, conoció Kim Taehyung, un sospechoso de asesinato y se enamoró de él.

No era algo que esperaba que pasase, de hecho Jeon no suele pensar demasiado en el futuro así que lo aceptó.

La comida que su hermano y su cuñada organizaron para el cinco de enero, estuvo llena de emociones para el pelinegro. Se reencontró con algunos de sus primos que no veía desde años atrás y volvieron a retomar el contacto, contándose aquello que había sucedido en tanto tiempo.

El anuncio de la boda fue toda una sorpresa para la familia, pero todos se alegraron, aceptando sus invitaciones y confirmando su asistencia emocionados.

Aquel día, fue el primero en el que vio a su cuñada con el anillo de prometida y bromeó con aquello.

- Qué horrible anillo, tu prometido no te quiere si te da eso...-

- Jungkook, no creo que tú escogieras uno más bonito, este es perfecto.-

- ¿Quieres decir que si no te fueras a casar con mi hermano lo harías conmigo? Sigue soñando Ji-eun.-

- No he dicho que quiera casarme contigo, solo digo que tienes malos gustos.-

- ¿Yo?- Rió.- Yo tengo increíbles gustos.-

- Piensa lo que quieras.-

En menos de dos días debería volver a la normalidad, volvería al trabajo y presencialmente debido a que tenían que atrapar a uno de los sospechosos arrestados que habían huído. Y para realizar informes de muchas cosas que tenían pendientes.

También se reencontraría con su novio, era de lo que más ganas tenía, además de que tenía pendiente darle su regalo de cumpleaños.

Aunque tuviese todo aquello planeado, volvía con más cosas que hacer después del viaje, como organizar el viaje a Daegu para la boda de su hermano, comprar aquello que se pondría y encargarse de que sea adecuado para el evento. También debería hablar con su pareja para la vestimenta que llevará él y comprarlo, sabía que Taehyung se negaría a que lo pagase Jeon, pero el pelinegro no permitiría que gastase dinero en eso ya que sabía a la perfección que el chico vivía al límite y Jungkook se lo permitía así que no supondría un problema pagar el traje.

Cuando su novio le dijo que estaba tratando de cambiar de trabajo le sorprendió, ya que siempre dijo que él era muy patoso, pero aún así lo apoyaba, entendía que no podía seguir viviendo con aquel sueldo que apenas le permitía vivir. Así que estaba orgulloso de su chico por dejar atrás la profesión que tantos traumas le causó.

Le preguntó a su madre de qué habló con el rubio, pero ella se negó a decirlo, porque era algo entre suegra y yerno. Lo mismo le dijo su novio, era algo privado entre los dos y que no era nada malo, solo que era un pequeño secreto que guardarían.

Le alegró saber que a su familia le cayó bien el menor, tenía miedo de que no fuese de su agrado y que su pareja tuviera que lidiar con la familia de su novio que no lo aceptaba. Pero la primera vez que habló con su hermano y cuñada rieron e hicieron bromas.

La conversación con su padre fue algo más seria y pesada, pero después Min-Joon le dijo a su hijo que Kim era un buen chico, que esperaba que fueran felices.

- ¿De verdad no te gustan los niños? ¿No trabajas con ellos como profesor?- Preguntó Min al menor.-

- No es eso, Yoongi. Paso casi 8 horas con mis alumnos diariamente. Amo ver a los niños aprender gracias a mí, pero ese no es el problema.-

- ¿Entonces qué sucede?-

- Odio sentir esa presión de ser quien enseña a esos niños, estoy formando parte de su infancia y no quiero que me recuerden como un mal profesor, así que siempre trato de ser lo mejor posible. Un profesor amable y divertido, pero que también les enseñó algo. Soy responsable de la educación de 20 niños y es algo realmente insoportable.-

- No creo que seas mal profesor, jamás te he visto junto a tus alumnos, pero tienes cara de ser un buen profesor. Eres amable y tu cara expresa madurez pero a la vez ingenuidad. Que cada día te esfuerzas más por ser mejor. Esa imagen dulce y madura que tienes, me hace creer que eres un buen profesor para esos niños. Sé que es una gran presión tener que enseñar lo más básico y algo que utilizarán el resto de sus vidas a niños de 2 a 5 años, como los números a hablar bien, a leer y escribir. Pero los niños son los seres más inocentes, puros y sinceros que existen a esa edad, así que si ellos dicen que eres buen profesor es porque lo eres.- Dijo mirándolo a los ojos.-

- No sabía que pensabas eso de mí... Pero gracias, esas palabras me ayudan mucho. Supongo que es verdad, mis alumnos siempre dicen quererme y que soy el mejor, no creo que mientan esas criaturas.-

- Siempre te recordarán como su profesor de la infancia, y si dicen que eres el mejor, te recordarán como uno muy bueno.-

- Siempre que veo a Seokjin con sus alumnos de secundaria, me asusto y prefiero quedarme con mis niños. Los adolescentes me asustan.-

- Están pasando por una edad complicada, supongo que Seokjin debe lidiar con muchas cosas de estos seres pubertos.-

- Nosotros también hemos sido críos pubertos, así que entendemos lo que pueden llegar a sentir. Sientes que es el final del mundo y que todo gira en torno a ellos, pero no es así. Con el tiempo se darán cuenta.-

- Debe pasar canutas el pobre.-

- Y tanto, no nos quieres ver a mi y a Jungkook de adolescentes vacilando a los profesores, creyéndonos los mejores. No lo hacíamos mucho, éramos alumnos bastante decentes, pero cuando lo hacíamos, nos pasabamos.-

- Yo cuando era adolescente no era muy problemático, pero creía que por ser más maduro que el resto de gente de mi edad, era mejor.-

- Me gustaría ver algo de cuando eras adolescente.-

- Algún día te buscaré algo. A mí también me gustaría verlo, no dudo que fueses tan atractivo como ahora.-

- No destacaba mucho, pero gracias.- Dijo sonrojado.-

El mayor se acercó para darle un beso en los labios que terminó convirtiéndose en algo más apasionado.

- Mmmh... Yo... Yoongi.-

La relación de ambos chicos no evolucionaba mucho, Jimin no sentía nada por él, solo quería el sexo maravilloso y único que podía darle el mayor. En cambio el parecido a un felino no podía evitar enamorarse del pelizaul, queriendo estar con él todo el tiempo.

Quizás lo único que podría haber cambiado en la relación de ambos era que charlaban mucho más, que por las noches hacían llamadas para hablar e incluso se habían confesado ciertos asuntos como aquello de Jimin.

El pelinegro preparaba su maleta para volver a casa. Metía todo aquello que había llevado y aquello que compró en Incheon o que su madre le dio para que se llevase a Busan. Cómo sabía que aquello sucedería, dejó un hueco para lo que le diese, así que todo entraba perfecto en la maleta.

Los hermanos Jeon y la prometida del mayor, iban hacia el gran aeropuerto de Incheon, dónde se encontrarían con sus padres para desayunar y dejar al hijo menor marchar hacía su hogar.

- Te echaremos mucho de menos hijo.- Le dijo su padre abrazándolo.-

- Yo a vosotros también, papá.-

- ¿Traerás a Taehyung a la boda, cierto?-

- Sí.-

- Quiero conocer a ese chico en persona, es muy dulce.-

Al escuchar eso de inmediato pensó que en la cama no lo era tanto, pero fue algo que se guardó para sí mismo.

- Nos avisas cuando estés en Busan hermanito.-

- Lo haré, Hee-Young.-

- Menos mal que ya te vas.- Dijo Ji-eun.-

- No tendré que verte más, algo bueno del viaje.-

- Te echaré de menos Kook.- Dijo abrazándolo.-

- Yo también, Sang.-

El chico esperó su vuelo después de pasar por seguridad y revisión de objetos. El vuelo salía una hora después, sabía que su novio estaría esperándolo, así que eso lo animó.

Vio como la figura del rubio corría hacía él saludándolo con la mano y gritando su nombre. No mucho después sintió el peso del cuerpo más pequeño sobre el suyo, rodeaba su espalda y estaba apoyado en su pecho mientras lloraba.

- Te he echado tanto de menos, cariño.- Decía entre sollozos.-

- Yo también, bonito.- Sonrió y lo miró a los ojos secando sus lágrimas.-

El pelinegro lo besó, no le importó la mirada del resto, quería poder hacer bien ese reencuentro, poder expresar el amor que sentía hacia Taehyung sin importar nada.

El rubio estaba sorprendido pero siguió el beso entre lágrimas.

- Me alegro tanto de verte.-

- Yo también.-

Jungkook conducía con Taehyung en el copiloto por el parking cuando recibió una llamada del número de Yoongi, contestó la llamada, poniéndola en los altavoces de este.

- Yoong...- Lo interrumpió.-

- Jungkook, necesitamos refuerzos ahora mismo en la central uno, ¡ahora!- Cortó la llamada.-

Jeon sabía exactamente qué estaba sucediendo así que rápidamente aceleró el vehículo y Kim solo lo miraba confundido.

- Sácame lo que hay en la guantera.-

Taehyung abrió lo que su novio le había pedido, dentro de eso había un arma, cosa que hizo que se asustara y se lo pasó con miedo.

- ¿Por qué... Ti-tienes una pi-pistola?- Tartamudeó el chico horrorizado.-

Jeon miró al rubio, sus ojos mostraban el terror que en aquel momento tenía hacía él, sus ojos estaban llorosos y aquello sería algo que jamás se perdonaría, jamás se perdonaría aquella mirada que provocó al chico por no contarle la verdad, si él supiera que era agente de policía, nada de esto sucedería y jamás se sentiría tan mal por saber que su novio tenía miedo de él.

- No puedo explicártelo ahora, Taehyung, te dejaré en casa y me iré. No tienes de qué preocuparte.-

Notaba como el chico lloraba haciendo el mínimo ruido posible. Aquello le dolió como jamás lo habría hecho antes. Pero no le quedó otra que acelerar lo máximo posible, debía llegar allí lo antes posible.

- ¡Tenía un arma en la guantera, tenía una maldita pistola Jimin!- Decía Taehyung llorando al teléfono horrorizado.-

- Es parte de su trabajo Taehyung.-

- ¡¿Tener armas en la guantera de tu coche es parte del trabajo de un becario?!-

En ese momento Jimin se dio cuenta, Jungkook estaba mintiendo a su mejor amigo por algún motivo.




¡Hola! Se viene el arco final y estoy emocionada. Decidme, ¿qué creéis que sucederá? Podéis preguntar cosas y hacer teorías entre vosotros.
SE PRENDIÓ EL ASUNTO AMIGOS.
Nos vemos mañana o en un rato, depende.
No olvidéis votar 😉

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